20 de septiembre, 2018
Esta práctica desencadena la liberación de hormonas, aumenta la circulación sanguínea, estimula los nervios, alivia espasmos musculares y más. Además, investigaciones demuestran que es igual de efectivo que los opiáceos para el dolor, pero sin los terribles efectos secundarios y que incluso puede ayudar con los trastornos de ansiedad.