Es el cliché más viejo: A los perros les encanta masticar los huesos. Sin embargo, la FDA advierte que esta tradición valorada a través del tiempo podría ser peligrosa e incluso mortal para los perros.
"Algunas personas piensan que es seguro darle a los perros huesos grandes, como los de una pierna de jamón", dice la Dra. Carmela Stamper, una veterinaria en el Centro para la Medicina Veterinaria de la FDA. "Los huesos no son seguros, no importa cuál sea su tamaño. Darle a su perro un hueso puede predisponer a su mascota una visita al veterinario, una posible cirugía de emergencia, o incluso la muerte".
La FDA no tiene claro si su advertencia se extiende a todos los huesos o simplemente a los huesos cocidos, así que voy a asumir - por propósitos de la información que estoy a punto de proporcionarle - que únicamente se refiere a los huesos que han sido cocinados.
Peligros de los Huesos Cocidos
El proceso de cocción hace que los huesos sean más frágiles, lo que aumenta la probabilidad de astillar y causar daños internos a su perro.
La cocción también puede eliminar los nutrientes presentes en los huesos.
En su Actualización para los Consumidores de abril de 2010, la FDA enumeró los siguientes riesgos asociados con la masticación de huesos cocidos:
- Dientes rotos. Esto puede requerir ortodoncia muy costosa.
- Boca o lesiones en la lengua. Esto puede ser tanto sangriento como desagradable y podría requerir una visita a su veterinario.
- El hueso se adhiere alrededor de la mandíbula inferior de su perro. Esto puede ser aterrador o doloroso para su perro y potencialmente costoso para usted, ya que por lo general significa una visita a su veterinario.
- El hueso se asienta en el esófago, el tubo por donde viaja la comida para llegar al estómago. Su perro puede vomitar, tratando de sacar el hueso, y tendrá que visitar a su veterinario.
- El hueso se queda atorado en la tráquea. Esto puede suceder si su perro inhala accidentalmente una pequeña pieza de hueso. Esta es una situación de emergencia debido a que su perro presentará problemas para respirar. Lleve su mascota inmediatamente al veterinario.
- El hueso se atora en el estómago. Pasó muy bien, pero el hueso puede ser demasiado grande para pasar por el estómago y por los intestinos. Dependiendo del tamaño de los huesos, su perro podría necesitar cirugía o endoscopia digestiva alta, un procedimiento en el que su veterinario usa un tubo largo con una cámara integrada y herramientas de agarre para tratar de eliminar el hueso atascado en el estómago.
- El hueso se atasca en los intestinos y causa una obstrucción. Quizá le requiera una cirugía.
- Estreñimiento debido a los pedazos de hueso. Su perro puede tener dificultades para pasar los fragmentos de hueso, porque están muy afilados y a medida que avanzan, raspan el interior del intestino grueso o del recto. Esto causa dolor severo y puede requerir una visita a su veterinario. Los huesos también contienen una gran cantidad de calcio, lo que provoca heces más firmes.
- Grave sangrado del recto. Esto es muy desagradable y puede ser peligroso. Es momento de visitar su veterinario.
- Peritonitis. Esta desagradable infección bacteriana y difícil de tratar del abdomen es causada cuando los fragmentos de los huesos hacen agujeros en el estómago o en los intestinos de su perro. Su perro necesita visitar rápidamente al veterinario porque la peritonitis puede matar a tu perro.
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¿Qué Tan Seguros son los Huesos para Mi Perro?
Los huesos crudos pueden ser tanto seguros como saludables siempre que se sigan las recomendaciones que a continuación mencionaré.
Usted probablemente sabe que los perros y sus descendientes han comido huesos desde siempre.
Los caninos en su hábitat natural comen presas, incluyendo la carne, los huesos y el contenido del estómago. De hecho, su cachorro tiene un requisito biológico de nutrientes que se encuentran en la médula ósea y de los propios huesos.
A los perros les encanta masticar los huesos crudos por el sabor delicioso, la estimulación mental, y también porque el mordisqueo es un gran ejercicio para los músculos de la mandíbula.
Dos Tipos de Huesos Crudos
En mi clínica, Natural Pet Animal Hospital, recomendamos a todos los dueños de perros que separen los huesos en dos categorías:
- Huesos comestibles
- Huesos recreativos
Huesos comestibles son huesos huecos sin peso, de aves (normalmente alas de pollo y cuellos de pollo y pavo). Son suaves, flexibles, no contienen medula ósea, y pueden ser fácilmente picados en una picadora de carne.
Estos huesos aportan calcio, fósforo y trazas de minerales que pueden ser una parte esencial de la alimentación equilibrada de alimentos crudos de su cachorro.
Huesos recreativos - grandes trozos de carne de res o fémur de bisonte o huesos de la cadera, llenos de médula - no proporcionan nutrición alimentaria importante para su perro (no están diseñados para ser masticado y tragado, sólo para mordisquear), pero sí proporcionan estimulación mental y son excelentes para la salud bucal de su cachorro.
Cuando su perro mordisquea un hueso recreativo crudo, sobre todo si es carnoso, con cartílago y los tejidos blandos, los dientes consiguen el equivalente de una limpieza con cepillo o hilo dental. Esto ayuda a romper el sarro y reduce el riesgo de enfermedad de las encías.
Los perros de la naturaleza tienen unos dientes bonitos y encías saludables. Esto se debe a que la presa que comen requiere mucha masticación, y la composición correosa/fibrosa ayuda a limpiar cada diente.
Directrices para la Alimentación de Huesos Recreativos de Forma Segura
Los riesgos para la salud mencionados anteriormente de los huesos cocidos también pueden aplicarse a los huesos crudos recreativos si su perro tiene acceso ilimitado sin supervisión.
Los siguientes puntos explican lo que debe hacer y lo que no debe hacer al utiliza huesos crudos recreativos (y sí, tienen que ser crudos, no hervidos ni cocinados al horno):
- Supervise a su perro de cerca mientras está mordisqueando un hueso. De esa manera puede reaccionar inmediatamente si su cachorro se ahoga, o si observa sangre en el hueso o alrededor de la boca de su perro debido al mordisqueo excesivo. También sabrá cuando su perro haya masticado hasta la parte dura y quebradiza de un hueso, lo que causará astillas. Cuando el hueso ha sido mordisqueado completamente tírelo a la basura. No permita que su perro lo mastique hasta reducir su tamaño y pueda tragarlo.
- Separe a los perros en un lugar amplio antes de darles huesos. Los perros pueden ser muy territoriales sobre los huesos y algunos perros se pelean por ellos.
- Alimente a su perro con huesos crudos frescos dentro de su caja o jaula, o sobre una toalla u otra superficie se pueda limpiar, o en el exterior, siempre y cuando pueda supervisarlo. Los huesos crudos frescos son pegajosos y muy grasosos hasta que su perro los haya limpiado por completo, así que asegúrese de proteger sus pisos y muebles.
- No le dé huesos a un perro que le hayan reemplazado las coronas dentales.
- No le dé huesos a su perro si tiene predisposición a la pancreatitis. La médula ósea cruda es muy rica y puede causar diarrea y un brote de pancreatitis. En lugar de eso puede alimentarlo con una versión "baja en grasa" descongelando el hueso y sacando la médula ósea para reducir el contenido de grasa.
- No le dé un hueso recreacional a un perro que trate de tragarlo entero o lo parta en dos para tragárselo trozos.
Mis pitbulls trataron de hacer eso la primera vez que les di de comer huesos crudos recreativos – los partieron en dos y trataron de comer las dos mitades. Así que les di huesos de nudillo del tamaño aproximado de la cabeza, con el fin de que no pudieran abrir sus mandíbulas lo suficientemente como para morder y mordisquear grandes trozos de los huesos. Con el tiempo, los entrené para masticar los huesos de fémur más pequeños con menos agresividad.
Usted puede encontrar huesos de nudillos crudos en su carnicería local o en el mostrador de carne de su supermercado (etiquetado como "huesos para sopa"). Cuando compre huesos, guárdelos en el congelador y descongélelos según los vaya utilizando antes de alimentar a su cachorro.
También recomiendo darle a su perro un hueso para masticar después de que haya comido. Los perros hambrientos están más tentados a tragar un hueso completo o romperlo y tragar trozos grandes. Esto aumenta el riesgo de una obstrucción en el tracto digestivo.
- No le de huesos pequeños que puedan ser digeridos enteros o representen un riesgo de asfixia o huesos que han sido cortados, como un hueso de la pierna. Los huesos cortados son más propensos a crear astillas.
- No le de huesos de cerdo o costillas. Son más propensos a crear astillas a diferencia de otros tipos de huesos.
Una Alternativa Saludable a la Alimentación con Huesos Crudos
Si una de las condiciones anteriores le impide darle a su perro huesos crudos, considere una alternativa más suave: un hueso dental comestible de alta calidad.
Uno que sea totalmente digerible y de alta calidad, ya que proporciona abrasión mecánica para ayudar a controlar la placa y el sarro, y es similar al efecto de comer una presa completa cazada en la naturaleza.
Muchos huesos para masticar populares no pueden quebrarse, y si su cachorro se traga uno entero, o una porción suficientemente grande de uno, siempre hay un riesgo de obstrucción intestinal. Además, la mayoría de los huesos masticables tradicionales para perros contienen ingredientes poco saludables como gelatina, endulzantes artificiales y otros aditivos y conservadores que podrían potencialmente causar cáncer.
Le recomiendo un hueso dental para perros de alta calidad, es decir 100 por ciento natural y que no contenga absolutamente nada de maíz, soya, gluten, grasa o azúcar, o subproductos de origen animal.
Ya sea que elija huesos crudos, un hueso dental para perros de alta calidad, o una combinación, lo importante a recordar es que el miembro de su familia canina está diseñado para masticar. El necesita su ayuda para garantizar que obtiene periódicamente la oportunidad de cepillarse los dientes tal como la naturaleza lo diseño y para ejercitar los músculos de la mandíbula.