Las rótulas dislocadas son típicamente un problema de los perros pequeños.
A menudo, un perro con este problema parece bien. No tiene antecedentes de una lesión traumática en la pierna, y él es muy activo – corriendo y jugando normalmente.
Entonces de repente un día esta cojo. Levanta una pierna hacia atrás. Él podría aullar o ladrar mientras sostiene la pierna elevada.
Y usted piensa, “Oh, ¡Dios mío! ¿Qué ha pasado?” Parece que hubo algún tipo de trauma en el cachorro, pero aun así él ha estado jugando y corriendo como si no tuviera nada.
De repente, su perro baja la pierna y empieza a caminar o correr nuevamente como si nada hubiera pasado. Lo que ocurrió, sin usted saberlo, fue que la rótula de su rodilla se salió de su lugar, impidiéndole que siguiera caminando y que mantuviera su pierna elevada. Entonces la rótula vuelve a su posición original y finalmente logra poner su pata en el suelo para correr.
Algunos dueños de mascotas han venido a mi clínica a decirme, “Mi perro de repente comenzó a cojear, levantando un pie hacia atrás, y luego con la misma rapidez el problema se solucionó”. Esa es una característica bastante típica de lo que ocurre con la condición conocida como rótula dislocada.
Descripción de una Rótula Dislocada o "Rótula Flotante'
La rótula se encuentra en el mismo lugar en los perros y los seres humanos - en el extremo distal del fémur. Ayuda a que los músculos cuádriceps fluyan a través de la articulación entre el muslo y la pierna para que su perro tenga la movilidad y el uso de la espinilla.
La rótula se mueve hacia arriba y hacia abajo en una ranura. La cresta de la rótula mantienen la rótula en su lugar, y siempre que la cresta este profunda (imagine un chícharo en una vaina), la rótula solo puede moverse hacia arriba y hacia abajo como la naturaleza la creo.
Desafortunadamente, algunas razas de perros tienen una cresta muy plana. Esto significa que la rótula no se asienta bien en la ranura y puede salir ya sea hacia el interior o hacia el exterior. Normalmente, en los perros más grandes, la rótula se disloca lateralmente, mientras que las rótulas de los perros más pequeños tienden a dislocarse hacia la parte interior.
Cuestión de Tamaño y Raza
Una predisposición genética a las rótulas dislocadas se produce en una variedad de perros pequeños y entre ellas:
- Poodles miniatura y Toy
- Maltés
- Jack Russell Terriers
- Yorkies
- Pomeranians
- Pekinés
- Chihuahuas
- Papillions
- Boston Terriers
Por ejemplo, los perros de patas cortas, Basset Hounds y Doxies, no son genéticamente propensos a la enfermedad. Sin embargo, debido a que sus fémures son tan cortos, se puede cambiar el ángulo de posicionamiento de la rótula, y estos perros también pueden terminar con rótulas dislocadas.
Las razas más grandes tienen menos predisposición genética a los problemas con la rótula. Por lo general tienen una agradable y profunda cresta de la rótula para que la rótula asiente apropiadamente.
Sin embargo, los perros más grandes son propensos a problemas de cadera. Si una articulación por encima de la rodilla, como la articulación de la cadera, o una por debajo de la rodilla como el tobillo desarrollan un problema, se puede cambiar la ergonomía del cuerpo del animal. Si hay un problema con la cadera de su perro, puede causar una especie de efecto dominó que obliga a la rótula a salirse de su ranura.
Las razas de perros grandes y gigantes con displasia de cadera a menudo tienen una condición secundaria de rotula dislocada, que es causada por la malformación de la articulación de la cadera.
Los gatitos también pueden desarrollar rótulas flotantes, sin embargo, la situación es por lo general mucho menos grave en términos clínicos.
Los gatos son más pequeños y más ligeros en peso que la mayoría de los perros. Ellos también son más flexibles y sus cuerpos se mueven de forma diferente. Un gato de 10 libras con un problema importante en la rótula con frecuencia no presentara muchos o ningún síntoma clínico de cojera.
Gravedad de la Condición
Existen cuatro niveles de gravedad de una rótula dislocada. El grado 1 es el más ligero; Grado 4 es el más grave.
- Grado 1 de la rótula dislocada describe una rótula que se disloca (o puede dislocarse manualmente) pero se inserta rápidamente en su lugar.
- Grado 2 describe una rótula que se sale de su lugar y no siempre se inserta en su lugar automáticamente, a veces requieren la manipulación manual para acomodarla.
- Grado 3 es cuando la rótula se encuentra fuera de su ranura en la mayor parte del tiempo, pero se puede colocar manualmente de nuevo en la ranura, donde permanecerá temporalmente.
- Grado 4 de rótula dislocada es el peor de los casos, en el que la rótula se encuentra fuera de la ranura todo el tiempo, y no se queda insertada en la cresta cuando se coloca manualmente en su lugar.
Con estos niveles de gravedad, puede darse una idea del por qué las rótulas dislocadas pueden causar un intenso dolor en el animal.
A menudo en los perros jóvenes con un cartílago articular fuerte y resistente, la rótula puede dislocarse e insertarse sin ningún problema de dolor. Es posible que haya una intensa punzada de dolor cuando la rótula se mueve a través de la cresta de la rótula, pero desaparece rápidamente sin que el observador lo note.
El perro no querrá caminar mientras la rótula se inserta nuevamente (lo que puede causar otro destello de dolor), fuera de eso, todo es normal.
En última instancia, sin embargo, debido a que el cartílago se va desgastando por tanto movimiento en la rótula, no habrá contacto entre los huesos y la condición puede llegar a ser sumamente dolorosa para su cachorro.
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Diagnóstico y Tratamiento
Si su veterinario diagnostica incluso un leve grado 1 de rótula dislocada en su mascota, le recomiendo que aborde el problema de inmediato.
Adoptar un enfoque proactivo para el tratamiento de la condición - no importa que sea muy leve, y sobre todo en un perro joven - a menudo puede evitar la cirugía futura, degeneración de las articulaciones y disminución de la calidad de vida.
• Lo primero que debe hacer en un perro diagnosticado con una rótula flotante es ayudarle a obtener y mantener un peso corporal saludable. Es sentido común que cuanto más pesado sea el perro, más carga habrá sobre sus rodillas.
Un peso corporal óptimo en su perro significa mucha masa muscular y una cantidad reducida de grasa. Esta condición limitará el estrés en las articulaciones.
• Número dos, es muy importante que su perro se mantenga en movimiento. Mantener un tono muscular excelente ayudará a que el cuerpo de su perro forme una especie de concha alrededor de la rodilla lo que colocará la rótula en su lugar.
Hace años, los veterinarios aconsejaban a dueños de perros con rótulas flotantes evitar que sus mascotas se movieran. Ahora sabemos que es una muy mala idea. Entre más tonificados estén los músculos de las piernas de su perro, más estable estará la rodilla. El desarrollo muscular es una parte muy importante para reducir los síntomas clínicos de una rótula dislocada.
• La tercera acción que debe tomar es, proporcionarle a su mascota una suplementación oral de apoyo articular en forma de glicosaminoglicanos o GAGs. Hay GAG en el mercado específicamente para uso veterinario. Sin embargo en mi práctica, utilizamos varios suplementos orales para las articulaciones humanas para ayudar a mantener la integridad del cartílago de la rodilla mientras que mejora la producción del líquido articular.
Le recomiendo hablar de este tema con su veterinario holístico o integral, que será capaz de sugerir o proporcionar los suplementos adecuados para reconstruir y mantener un cartílago fuerte y resistente y una producción de líquido articular en su perro.
• También le sugiero que hable con su veterinario sobre Adequan, un suplemento inyectable de apoyo articular. Adequan ayuda a los perros que están desarrollando artritis prematura. Disminuyendo la degeneración articular y mejorando la producción de líquido articular.
• La quiropráctica y los tratamientos de acupuntura son también grandes modalidades para perros con rótula dislocada. Especialmente si usted tiene un cachorro con la condición, hay algunas manipulaciones quiroprácticas muy eficaces que se pueden realizar con el fin de mantener las caderas y las rodillas en una buena alineación. Esto a su vez ayudará a prevenir la progresión de la enfermedad.
• Además del ejercicio aeróbico diario para mantener la condición física de su perro, le recomiendo que lo alimente con una dieta apropiada según su especie. Todos los alimentos se clasifican ya sea como pro o anti-inflamatorios. Al alimentar a su perro con una alimentación anti-inflamatoria (muy baja en carbohidratos), puede ayudar a reducir o moderar los efectos de la inflamación en el cuerpo de su mascota, incluyendo las articulaciones. Darle una alimentación según su especie y libre de carbohidratos, podría reducir significativamente la inflamación asociada a una rótula dislocada.
Cuándo Buscar una Cirugía para su Mascota
Los veterinarios tradicionales a menudo recomiendan cirugía cuando diagnostican una rótula dislocada, independientemente de la gravedad de la condición.
Yo no soy proponente de la cirugía de rótula flotante a menos que la condición este destruyendo la calidad de vida de su perro. Si su cachorro no puede caminar o correr con dolor intenso, se debe considerar la corrección quirúrgica.
Hay dos objetivos principales de cirugía correctiva para una rótula dislocada de grado 3 o 4.
Un método consiste en profundizar el surco troclear. Si las articulaciones están planas, el cirujano ortopédico veterinario cortara una forma V profunda para ayudar a sostener la rótula en el surco.
El otro objetivo de la cirugía es moderar la cantidad de tensión en la cápsula de la rótula o ligamento, apretando hacia abajo la cápsula de la articulación.
Mi recomendación es explorar todas las posibles opciones no quirúrgicas para ayudar a estabilizar la rodilla de su perro antes de considerar la corrección quirúrgica. La cirugía para esta condición conlleva riesgos habituales asociados con la anestesia y la infección, además de algunos otros debido a que se corrige una parte móvil del cuerpo de su mascota que es también la carga de peso. Estos riesgos incluyen:
- Problemas con un clavo. Si se inserta un clavo para sostener la articulación en su lugar, puede migrar, lo que requiere una cirugía para removerlo. También un absceso, llamado “seroma” se puede formar en el lugar del clavo y requiere ya sea drenaje o extirpación quirúrgica.
- Colapso de reparación. Después de la cirugía su perro no podrá caminar o correr ni saltar por un periodo de dos meses para lograr que la reparación sane. Esta es una tarea difícil para la mayoría de los perros sanos, y no es raro que la reparación en un perro activo se rompa durante este período.
- Fracaso de la cirugía. Alrededor del 10 por ciento de los perros no muestran una mejoría significativa después de la cirugía. Ellos continúan experimentando dolor. Además, a veces la reparación de la rótula puede causar problemas para desarrollarse otros huesos y articulaciones.