De acuerdo a los expertos de la Universidad de Tennessee, la práctica de alimentar a los gansos con pan y palomitas de maíz no es la mejor actividad familiar aunque las personas bien intencionadas creen que si lo es.
"No es una buena alimentación para ellos. De hecho, si son jóvenes y están en crecimiento y consumen un poco de esos carbohidratos pueden crecer demasiado rápido y desarrollar una condición llamada Ala de Ángel que hace que no puedan volar,” dice la Dra. Cheryl Greenacre, del UT Veterinary Medical Center.1
La condición llamada ala de ángel es irreversible, e inhibe la capacidad de las aves para volar. No son capaces de migrar con el resto de su bandada, y se convierten en blancos fáciles para los depredadores.
Los gansos son aves que pastan y obtienen sus nutrientes esenciales del pasto que comen. Obviamente, el pan blanco y las palomitas de maíz no son aptos.
En Mallard Point Park en Hendersonville, Tennessee, fue visto un puñado de gansos de Canadá con alas que parecían "brutalmente destrozadas y desgarradas," según el Tennesseés.2
Los expertos creen que la condición es el resultado de un crecimiento demasiado rápido en patos y gansos jóvenes. Las alas crecen anormalmente en una rotación hacia abajo y hacia afuera. La condición también es conocida como ala de aeroplano o ala caída, y ha estado presente en las aves acuáticas durante décadas.
Cuando las aves son alimentadas con pan, palomitas de maíz u otros alimentos humanos, los pájaros jóvenes crecen más rápido de lo que los huesos de sus alas pueden desarrollarse. El peso de las plumas de vuelo crecientes provoca un estrés excesivo en los músculos en desarrollo que mueven los huesos del ala, provocando que el ala se desarrolle de una manera retorcida.3
Los científicos tienen varias teorías para explicar el síndrome ala de ángel. Podría ser causado por el exceso de proteínas, carbohidratos o calorías en su alimentación. Podría ser el resultado de deficiencias vitamínicas. O podría ser una anormalidad genética. Sin embargo, los expertos de UT creen que sólo puede ser causado por los seres humanos y por desgracia, no se puede revertir a menos que el pájaro aún sea muy joven.
De acuerdo con Avian Web’s Beauty of Birds, envolver el ala y atarla contra el flanco por unos días y cambiar a una alimentación más natural puede revertir el daño en un pájaro joven.
Si la alimentación es el problema principal, se sugiere reducir la proteína al agregar trigo a la alimentación de las aves. Y una alimentación con cantidades suficientes de vitaminas D y E, y manganeso, también puede ser beneficiosa.
Lamentablemente, el síndrome de ala de ángel en las aves silvestres adultas es incurable y generalmente conduce a una muerte temprana.
¡Es muy sencillo... no alimente a las aves acuáticas con comida para humanos!
Si quiere enseñar a sus hijos a respetar y a apreciar a los patos y gansos, debe explicarles que las criaturas salvajes saben instintivamente qué alimentos son los mejores para ellos, y no deberíamos interferir en su alimentación y potencialmente dañarlos ofreciéndoles alimentos humanos.