No hay nada que cause más temor a los dueños de perros que escuchar las devastadoras palabras “Tu perro tiene cáncer”. Y una de las primeras preguntas que hacen los dueños desconsolados es “¿por qué? ¿Por qué mi perro? ¿Cómo sucedió esto?” A menudo, el sentimiento de culpa llega inmediatamente conforme la persona se pregunta qué pudo haber hecho para ayudar a evitar esta horrible enfermedad en su mascota.
Mientras que hay muchas cosas que puedes hacer por tu compañero canino para disminuir el riesgo de cáncer, la verdad es que no se puede menospreciar el papel que juega la herencia para determinar si un perro desarrolla la enfermedad o no.
El Papel de la Genética en el Cáncer Canino
Cuando se trata de genética, cada raza de perro es una "población cerrada y aislada" de acuerdo con la Dra. Ann Hohenhaus, veterinaria oncóloga certificada.1
Para estar registrado en el American Kennel Club (AKC) y en otros clubes caninos, un perro tiene que ser producto de otros perros registrados, para asegurarse de que no se introduce ningún gen nuevo en la raza. Esto significa que cada perro de raza pura es un familiar, aunque distante, de los otros perros de esa raza.
Ya que la mayoría de los dueños de perros de raza pura no cruzan a sus perros, el acervo genético es bastante reducido. La mayoría de los criadores deciden cuáles perros cruzar, no con base en varias generaciones de salud robusta durante toda la vida, sino con base en ciertas características físicas que quieren reproducir o "mejorar".
El resultado es que en algunas razas, los genes que aumentan el riesgo de cáncer se reproducen generación tras generación de perros.
La buena noticia, dentro de lo que cabe, es que la limitada diversidad genética de las razas de perros puede ayudar a los científicos a identificar los genes responsables del cáncer y otras enfermedades heredadas.
“Una vez que se identifican los genes, las pruebas pueden desarrollarse y ser utilizadas para evitar cruzar perros con 'genes malos'", dice la Dra. Hohenhaus.
Los investigadores apenas comienzan a identificar esos genes.
Varias Razas en el Grupo del Mastín Tienen una Alta Incidencia de Cáncer
El hecho de que todos los perros tienen un ancestro común, el lobo, juega un papel en la perdurabilidad de las mutaciones genéticas que incrementan el riesgo de cáncer.
La Dra. Hohenhaus utiliza el ejemplo del grupo de Mastines, en el cual encontramos varias razas con una alta incidencia de cáncer. Algunos ejemplos son el Bóxer (tumores de mastocitos), el Boyero de Berna (sarcoma histiocítico), el Golden Retriever (linfoma y hemangiosarcoma) y el Rottweiler (osteosarcoma).
Cuando los investigadores comparan el ADN de los Golden Retrievers con hemangiosarcoma y otras razas con esta enfermedad, las anormalidades genéticas son diferentes. Curiosamente, los Golden Retrievers del Reino Unido, donde se originó la raza, raramente desarrollan cáncer. Sus genes son significativamente diferentes a los de los Golden de Estados Unidos, lo que indica que el riesgo de hemangiosarcoma en los Golden del país es el resultado, en parte, de una mutación genética bastante reciente.
Los Golden Retrievers también tienen un riesgo significativo de desarrollar linfomas y los investigadores que estudian el cáncer en los Golden han identificado alteraciones genéticas comunes en los perros con cualquiera de estos dos tipos de cáncer. Estas mutaciones genéticas "modifican la regulación del sistema inmunológico que vigila la aparición de células tumorales”, de acuerdo con la Dra. Hohenhaus.
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Los Genes del Tamaño y Color del Pelaje También Juegan un Papel
Los científicos creen que hay múltiples genes que juegan un papel en el desarrollo del cáncer en los perros. Ya que muchas razas grandes y gigantes padecen cáncer de hueso (osteosarcoma), pero los perros de menos de 55 libras raramente lo desarrollan, pareciera que los genes que programan el tamaño de un perro también están involucrados.
La Dra. Hohenhaus utiliza el ejemplo de los Galgos y Whippets, dos razas que son muy similares física y genéticamente. Sin embargo, los Galgos tienen un alto índice de osteosarcoma, mientras que en los Whippets raramente se ve esta enfermedad.
Los perros con pelaje negro parecen tener una incidencia mucho mayor de carcinoma escamocelular que afecta la lúnula de uno o más dedos, en comparación con los perros de pelaje más claro de la misma raza, los Poodles por ejemplo.
La mutación del gen que produce el cáncer está presente en perros con ambos colores de pelaje, pero los Poodles de pelaje blanco, melocotón o café también tienen una variación de un gen diferente que les brinda un efecto protector contra la mutación del carcinoma escamocelular.
De acuerdo con la Dra. Hohenhaus, otras dos razas de pelaje negro que tienen disposición a este tipo de cáncer, el Pastor de Brie y el Schnauzer Gigante, también tienen la mutación del gen.
10 Signos de Advertencia del Cáncer en las Mascotas
Tristemente, el cáncer es la causa principal de muerte de perros (y gatos) en Estados Unidos. Hasta el 50 por ciento de las mascotas mueren de cáncer.
De acuerdo con el Flint Animal Cancer Center de la Universidad del Estado de Colorado, las 10 principales advertencias de cáncer en las mascotas son:2
- Hinchazones inusuales que no desaparecen o que crecen. La mejor forma de descubrir bultos, protuberancias o hinchazones en tu perro o gato es acariciarlo.
- Heridas que no sanan. Las heridas que no sanan pueden ser un signo de infección o cáncer y deben ser evaluadas por un veterinario.
- Pérdida de peso. Una enfermedad puede ser la razón de que tu mascota pierda peso sin estar a dieta.
- Pérdida del apetito. Renuencia o negación a comer es otro signo de posible enfermedad.
- Sangrado o secreción. El sangrado puede tener una variedad de razones, la mayoría de las cuales señalan un problema. Vómito o diarrea sin explicación también son considerados secreciones anormales.
- Olor desagradable. El olor desagradable es un signo común de tumores en el ano, boca o nariz.
- Dificultad para comer o tragar. Es un signo común de cáncer en la boca o cuello.
- Reticencia a hacer ejercicio o bajo nivel energético. Este es a menudo uno de los primeros signos de que una mascota no se siente bien.
- Debilidad persistente. Puede haber muchas razones para la debilidad, como el cáncer del sistema nervioso, músculos o huesos.
- Dificultad para respirar, orinar o defecar. Estos síntomas deben ser evaluados por un veterinario tan pronto como sea posible.
Si ves cualquiera de estos signos en tu perro, es importante hacer una cita con tu veterinario tan pronto como sea posible. Muchos de los síntomas de cáncer también se presentan con otras enfermedades.
Los análisis sanguíneos para detectar algunos tipos de cáncer canino están disponibles y siguen mejorando. El Instituto de Diagnósticos Veterinarios (VDI por sus siglas en inglés) realiza paneles cancerígenos caninos y felinos, más un análisis llamado InCaSe diseñado para su uso en las revisiones de rutina en los animales aparentemente saludables.3
También está el Paquete de Análisis Triple de Linfoma Canino.
Mientras más temprano se haga el diagnóstico, las opciones de tratamiento para tu mascota serán mejores. También es importante llevar a tu compañero canino a una revisión de salud regular – yo recomiendo dos veces al año para los perros jóvenes y saludables y más a menudo para los perros mayores y para aquellos con condiciones crónicas.
Si tu perro pertenece a una de las razas predispuestas al cáncer, lo ideal sería considerar revisiones más frecuentes.