La mayoría de los veterinarios, yo incluida, recomiendan que los compañeros gatunos vivan exclusivamente en el interior (¡A menos que seas una de las pocas personas que tienen un patio a prueba de escapes y seguro de depredadores!).
Los gatos que se la pasan al aire libre, y los que pasean libremente entre el interior y el exterior están en riesgo significativo de que los lastimen o los envenenen, de adquirir una enfermedad, que los atropelle un carro, y muchos otros peligros.
Pero sólo porque un gato vive en el interior, no significa que no necesita o merezca pasar tiempo al aire libre. Al igual que los perros, los gatos requieren de estimulación mental y de la oportunidad de explorar el mundo más allá de la puerta principal.
Los gatitos también se benefician de interactuar con la tierra (grounding). Por desgracia, muchos gatos de interior pasan sus vidas enteras sin sentir la tierra en sus patas.
Una forma de ampliar los horizontes de tu gatito y enriquecer su cómodo, y tal vez poco estimulante interior; es entrenarlo a pasear con un arnés y una correa. De hecho, pasear a tu gato podría ser una forma ideal de permitir el acceso seguro y controlado al aire libre.
Conoce a Tu Gato
Es importante tener en cuenta que, si bien la mayoría de los gatos, especialmente los gatitos, pueden entrenarse para pasear con arnés y correa, tu gatito podría ser una excepción.
Si sospechas que tu gato nunca, bajo ninguna circunstancia, le sería agradable pasear con correa, o estaría tan aterrado por la experiencia que pudiera dañarse psicológicamente, lo más probable es que tengas razón.
Es importante nunca forzarle nada a tu gatito. Por supuesto que puedes tratar de ponerle suavemente el arnés, pero si se resiste mucho o ves claramente que podría tener un colapso, no insistas.
Algunos gatos, en especial gatitos mayores, naturalmente, estarán reacios a usar un arnés, estar atados a una correa, o poner una sola pata en el exterior. Sólo tú puedes decidir si el estrés de un paseo es demasiado comparado con los beneficios para tu gato.
Seleccionar un Arnés
Hay pocas criaturas en la tierra tan flexibles como un gato, por lo que fijar una correa a un collar es buscar problemas. Los gatos no sólo son notorios por salirse de los collares, pero si tu gato corre a subirse a un árbol, un collar estándar podría estrangularlo, y un collar de desenganche se separaría.
Invierte en un arnés diseñado especialmente para gatos, o algo parecido al Kitty Holster o Walking Jacket. El broche para la correa está al centro del arnés en lugar de cerca del cuello, por lo que es más seguro y menos estresante para tu gato.
El arnés deberá ajustarse bien al cuerpo de tu gato, pero no tanto como para que se obstruya el flujo del aire. Asegúrate de poder meter dos dedos entre el arnés y el cuello, y también entre el arnés y el pecho. Los clips del arnés deberán cerrar con seguridad, y no deberían ser clips de desenganche como los que se utilizan en algunos collares para gatos.
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Acostumbrar a Tu Gatito Al Arnés
Si tu gato nunca ha usado un collar, algunas veces acostumbrarlo primero a uno puede ayudar a insensibilizarlo al arnés lo cual es un aparato poco más grande.
Son muy pocos los gatos que aceptan de inmediato utilizar un arnés. Es por eso que tu mejor arma durante las sesiones de entrenamiento serán los elogios, rascarle la cabeza, y especialmente, los premios saludables.
Planifica sesiones para cuando tu gato esté hambriento. Parte los premios en pedazos porque la disposición de tu gatito para cooperar, bajará a medida que su estómago se llene. Los gatos no son de andar agradando a las personas, por lo que los premios de comida son su incentivo principal. Y recuerda darle premios por un comportamiento deseado, dentro de un segundo o menos de haberlo hecho.
Cuando traigas el arnés a casa, colócalo cerca del lugar de siesta de tu gato, o del tazón de alimentos, y deja que se acostumbre a verlo, olerlo y sentirlo. Cuando muestre interés en el arnés, celébralo y dale un premio.
Después de unos días así, mientras sujetes a tu gato, dale un premio y deja caer el arnés sobre él, y déjaselo por uno o dos minutos. Básate en la respuesta de tu gato y nivel de comodidad para decidir el mejor momento para asegurar el arnés a su cuerpo. Asegúrate de seguirlo premiando, acariciando y alabando.
Deja el arnés en el gatito por unos cuantos minutos para empezar, y aumenta gradualmente el tiempo que lo lleva puesto.
Recuerda: No lo obligues a nada. Si realmente lucha contra el arnés, retíralo y vuélvelo a intentar más tarde. El objetivo es que tu gatito relacione utilizar el arnés con cosas buenas.
Ahora Sigue la Correa
Una vez que tu gato camine cómodamente con su arnés, es tiempo de ponerle la correa. Utiliza una correa plana para gatos, no una correa retráctil. De principio, sólo quieres que pasee por la casa con la correa atada para que se acostumbre a la sensación.
Durante ese tiempo, mantenlo vigilado y asegúrate de que la correa no se atore con nada. Asegúrate de ofrecerle premios, elogios y caricias cuando se pasee alrededor de la casa con la correa.
Cuando el gatito se acostumbre a la presencia de la correa, puedes empezar a pasearlo por la casa con ella. No jales la correa o lo arrastres con ella. Déjalo ser la guía mientras lo sigues y le das premios y elogios con intervalos regulares.
Una vez que parezca que está cómodo paseando por la casa, haz un pequeño viaje fuera de casa. Es mejor abrir la puerta y dejar que el gatito tome el mando. Puede sentirse con dudas al principio, pero gradualmente deberá sentir la curiosidad suficiente para empezar a investigar todos los olores nuevos, las vistas y los sonidos que experimenta.
Una vez que tu gato supere su miedo, puedes dejar que te guíe por la banqueta, el patio, o incluso por la cuadra si se anima. Pero ten en cuenta que según el temperamento del gato, fácilmente podrías pasar el siguiente mes solo saliendo a hasta la banqueta de enfrente o al pasto.
Consejos Adicionales Para Un Paseo Seguro y Agradable con Tu Gato
- Si tu vecindario tiene mucho ruido de tráfico, gatos vagabundos o perros, u otras distracciones que tu gato intérprete como una amenaza, trata de llevarlo a un área donde se sienta menos abrumado.
- Asegúrate que tu gatito no recoja nada en su boca o lama cosas. Y nada de trepar árboles mientras trae una correa. Es muy peligroso.
- No ates la correa de tu gato a algo y lo dejes afuera, ni por un minuto. Si algo lo asusta, se podría enredar en la correa. Si se siente amenazado por otro animal o persona, no puede escapar. Nunca dejes a tu gato desatendido en el exterior por ningún motivo.
- Espera contratiempos. Tu gato podría disfrutar explorar un área el lunes, pero cuando lo llevas ahí el martes, algo podría asustarlo. Regresa al último lugar donde se sentía cómodo, y empieza de nuevo a avanzar con pasos de bebé.
Y a menos que tu gatito esté en peligro, resiste la tentación de levantarlo si algo lo asusta. Es mejor para su confianza si lo dejas en el suelo.
Mi Gato Simplemente Se Reúsa a Pasear Afuera - ¿Qué Puedo Hacer?
Una alternativa para pasear a tu gato, es un recinto al aire libre. Muchas personas instalan “catios” y espacios similares fuera de la casa, lo que les da un acceso al exterior seguro a los felinos.
Puedes hacer estos recintos, tan simples o lujosos como quieras. El de abajo, que pertenece a un cliente mío, es bastante elegante, pero también hay diseños simples. Puedes comprar uno, u optar por hacer uno tú mismo.
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