Como Sacar a Pasear a Tu Gato

Gato con Arnés

Historia en Breve

  • Aunque no lo creas, los gatos pueden ser entrenados para caminar al aire libre con un arnés y una correa. Muchos gatitos responden a recompensas de alimentos así como elogios verbales y palmadas en la cabeza durante las sesiones de entrenamiento.
  • Ponerle una correa a tu gato le permite estar al aire libre y al mismo tiempo elimina todos los riesgos de a los que están expuestos los gatos que no son supervisados.
  • Si quieres enseñarle a tu gato a salir a pasear contigo, invierte en un arnés especialmente diseñado para gatos. Tu primer reto será hacer que se acostumbre a utilizar un arnés y una correa dentro de la casa. Una vez que el gato se sienta cómodo utilizando arnés, puedes aventurarte a salir – de preferencia a lugares tranquilos en donde no se enfrente a muchas distracciones potencialmente aterradoras.
  • Tienes que ir poco a poco al momento de sacar a tu gato. Asegúrate de que se sienta cómodo en cada área antes de llevarlo a una nueva.

La mayoría de los gatos domésticos, si se les da la oportunidad, disfrutan de salir a pasear.

Vivir dentro de cualquier lugar no es algo completamente natural para los felinos.

Es difícil para tu gatito expresar su necesidad innata de explorar, escalar y cazar su presa desde su percha en la ventana o en el respaldo de la silla.

Desafortunadamente, dejarlo salir sin supervisión es un riesgo inaceptable.

Los gatos con acceso libre al exterior tienen mucho más probabilidades de exponerse a virus y otros agentes que causan enfermedades… así como a venenos, depredadores y el tráfico a exceso de velocidad.

Los gatos domésticos necesitan enriquecimiento ambiental, y una forma de expandir los horizontes de tu gato es sacándolo a pasear utilizando un arnés y una correa.

Sacar a pasear a tu gato le ofrece lo mejor de todos los mundos posibles en forma de acceso seguro al exterior.

Una estilo de vida ideal para tu gatito sería uno en el que pueda disfrutar de todo lo que el exterior tiene para ofrecerle (cada paseo es todo un reto para los gatos que no tienen acceso al exterior) para enriquecer la que sería una vida cómoda pero sin estímulos externos.

10 Consejos Para Enseñarle a Tu Gato a Caminar con Correa

1. Debes conocer a tu felino. La mayoría de los gatos, especialmente los gatitos, se pueden entrenar para salir a pasear con un arnés y una correa.

La mayoría apreciaran la oportunidad de explorar de forma segura, un novedoso entorno exterior. Pero eso aplica para la mayoría de los gatos… no para todos.

Si sospechas que a tu gato ni en un millón de años le gustaría caminar con una correa, entonces probablemente así sea. Pero vale la pena intentarlo.

2. Compra un arnés para la correa, no un collar. Si tu gato corre hacia un árbol, un collar estándar podría estrangularlo.

Además, los gatos son extremadamente flexibles y pueden pasar a través de espacios muy pequeños. No es algo extraño que los gatos la hagan de Houdini y logren quitarse los collares. No querrás preocuparte por esto mientras paseas con tu gato.

Hay arneses diseñados para gatos, así como chaquetas 1 y tipo fundas 2 para gatos.

El sujetador de la correa va en medio del arnés y no en el cuello, lo que es mucho más seguro y menos estresante para tu gato. (Si temes que tu gato no pueda salir a pasear pero quieres intentarlo, compra el arnés y la correa en una tienda con garantía por devolución.)

3. Comienza lentamente, ve poco a poco y prepárate para sufrir contratiempos. Como lo bien saben las personas que tienen gatos, no son perros y harán lo que quieran, cuando quieran y durante el tiempo que quieran.

Pero lo que muchos dueños de gatos no saben es que la mayoría de los gatitos responden a las recompensas de alimentos, elogias verbales y felicitaciones en forma de palmaditas en la cabeza y acariciar sus orejas.

Debes hacer tus sesiones de entrenamiento cuando tu gato está hambriento. Rompe las recompensas en pedazos muy pequeños – el nivel de cooperación de tu gato disminuirá en proporción directa a la rapidez en la que se va llenando con comida.

Los gatos no tienen el deseo de complacer a sus humanos como es el caso de los perros, así que las recompensas de alimentos son su principal incentivo. Para asegurarse de no alimentarlo en exceso, limita las recompensas a sus sesiones de entrenamiento.

4. Antes de si quiera pensar salir, tu gato debe acostumbrarse a usar arnés y correa.

Ponle el arnés a tu gato, asegurándote de que no esté ni muy apretado, ni muy flojo. Tan pronto como le pongas el arnés, dale una recompensa. Si camina con el arnés, dale una recompensa o palmadita en su cabeza. Repite las recompensas y los halagos si continua moviéndose con el arnés.

Si en lugar de eso, tu gato se tira al suelo, espera a ver si se mueve y dale una recompensa en caso que lo haga. Si parece quedarse inmóvil en ese lugar o si sale corriendo y se esconde, quítale el arnés y dale una recompensa como símbolo de paz.

Prueba dejando el arnés cerca del tazón de comida de tu gato a la hora de la comida o bien, cerca de su lugar favorito para tomar la siesta durante algunos días para que se acostumbre a verlo en lugares que relaciona con cosas buenas.

También puedes poner el arnés junto con unas cuantas recompensas, y si tu gatito se acerca a olfatearlo dale una recompensa. Después pon el arnés cerca de su cuerpo y ofrécele una recompensa. En cuanto olfatee la recompensa, aleja el arnés para que pueda comer la recompensa.

Dar las recompensas inmediatamente es crucial porque tu gato tiene una capacidad de atención de muy pocos segundos, por lo que querrás aprovecharlos y relacionar la acción deseada con obtener una recompensa.

A medida que tu gato aprende a tolerar el arnés y la corre por períodos más largos, dale elogios verbales, palmaditas en la cabeza o recompensas de forma constante mientras tiene el arnés.

Cuando hayas terminado con la sesión de entrenamiento, es decir cuando se acueste sobre el suelo, mueva la cola o tenga las orejas hacia abajo – signos de que ya no está disfrutando algo – quítale el arnés inmediatamente. Querrás terminar la sesión con tu gato sintiéndose confiado y en control.

5. Una vez que tu gato camine con el arnés y la correa de forma normal, puedes probar haciéndolo en el exterior. Dependiendo del temperamento de tu mascota, podrá pasar fácilmente el siguiente mes caminando por la banqueta o sobre el pasto. O... realmente podrías sacarlo a pasear durante 30 días. Depende de la forma en la que tu gato se acostumbre a salir y estar atado a ti.

6. Si tu vecindario tiene mucho ruido, perros u otras distracciones que puedan ser una amenaza para tu gato, prueba llevarlo a lugares más tranquilos en donde esté menos expuesto a sonidos e imágenes aterradoras.

7. Persuade a tu gato para ir un poco más lejos cada vez que salgan. Cuando lo veas con ánimo a seguir explorando un área nueva con su cola parada, da otro paso más.

8. Asegúrate de que tu gato no toque o lama cualquier cosa. Y tampoco lo dejes trepar árboles con correa. Es demasiado peligroso.

9. No amarres la correa a nada para dejar a tu gato allí, ni siquiera por un minuto. Si algo llama su atención, podría enredarse con la correa. Si se ve amenazado por otro animal o persona, no podrá escapar. No debes dejar a tu gato solo por ningún motivo.

10. Espera contratiempos. Puede ser que el lunes tu gato interactúe bien en un área nueva y si lo llevas a esa misma área el martes, se asuste. Regresa al último lugar en el que se sintió cómodo y ve poco a poco una vez más. Y a menos que tu gato esté en peligro, evita la tentación de cargarlo si algo lo asusta. Es mejor para su confianza si lo dejas abajo.

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