Para muchas mascotas y sus dueños, el vínculo surge de manera natural mientras se acurrucan juntos en el sofá o salen a caminar diario por las mañanas. El vínculo que sientes con tu perro podría ser indescriptiblemente fuerte y podría proporcionar tal seguridad y compañerismo a tu vida diaria que no podrías imaginar vivir sin él.
De hecho, la investigación muestra que el vínculo entre una persona y su perro es similar al que sienten los padres con los hijos pequeños.1
En su libro, “Pack of Two” (Pareja de Dos), la autora Caroline Knapp describe elocuentemente la experiencia que algunas veces es surreal, del vínculo con un perro — es la esencia del porqué muchos de nosotros abrimos nuestras casas y nuestros corazones a estos animales:2
“Antes de tener un perro, no puedes imaginar realmente lo que sería vivir con uno; después, no puedes imaginar vivir de otra manera…
Una vez escuché a una mujer, que había perdido a su perro, decir que sentía como si su mundo ya no tuviera color: el perro había introducido a su vista alguna tonalidad que antes no tenía, y sin el perro, el tono había desaparecido.
Aquello pareció capturar la experiencia de amar a un perro con simplicidad eminente. Yo lo arreglaría solo un poco y diría que si estamos abiertos a lo que ellos tienen para ofrecernos, los perros pueden mostrarnos muchos colores, con nombres como naturaleza, crianza, confianza y alegría.
… También creo que los perros pueden—y con frecuencia lo hacen--llevarnos a un mundo que es cualitativamente diferente del mundo de las personas, un lugar que nos transforma.
Enamórate de un perro, y entrarás a una nueva órbita en muchas maneras, a un universo que muestra no solo colores nuevos sino rituales nuevos, a una manera novedosa de experimentar un vínculo."
Cómo Fortalecer el Vínculo Entre Tu Perro y Tú
Ya sea que recientemente hayas agregado un perro nuevo a tu familia o tu perro y tú hayan estado juntos por muchos años, nunca es malo trabajar en su relación.
Realizar acciones para fortalecer el vínculo con tu perro (incluso si sientes que ya es un vínculo fuerte) solo agregará disfrute y cercanía a la presencia del uno al otro. Algunas ideas son:3
1. Entrenamiento de Obediencia
Esto es importante no sólo para enseñarle a tu perro las órdenes básicas como “siéntate” o “quédate quieto”, sino también para enseñarle a comunicarse contigo.
Puedes empezar el entrenamiento positivo para fortalecer la obediencia cuando tu perro es un cachorro y continuar a partir de ahí, explorando los tipos diferentes de entrenamientos que pueden hacer juntos.
Por ejemplo, si ya dominas el entrenamiento por sonido con tu perro, puedes tratar el método “DO as I Do”, o DAID por sus siglas en inglés, el cual se basa en el aprendizaje social para que los perros aprendan comportamientos nuevos.
2. Entrenamiento de Trucos
Después del entrenamiento de obediencia, puedes enseñarle a tu perro a hacer trucos, como dar la pata o saltar a través de un aro. Muchos perros disfrutan el estímulo mental de esta forma, y a muchos dueños les agrada trabajar con sus mascotas para enseñarles trucos inteligentes.
3. Irse de Excursión
Irse de excursión juntos en el medio natural es una gran experiencia para ambos. Te relacionarás fácilmente con tu perro a medida que experimentas y observas los paisajes, sonidos, olores y el aire fresco mientras caminas por el sendero natural. Sin mencionar que es muy buen ejercicio tanto para el perro como para el dueño.
4. Entrenamiento de Agilidad
El entrenamiento de agilidad es un deporte que puedes hacer con tu perro, ya sea sólo por diversión o para competir. Le enseñarás como correr por las pistas de agilidad con varios obstáculos, como túneles, sube y bajas y postes que se mueven.
Los perros que disfrutan del entrenamiento de agilidad obtendrán grandes recompensas mentales y físicas, y tu perro y tú rápidamente fortalecerán su vínculo a medida que completan las pistas juntas.
Si eres nuevo en el entrenamiento de agilidad, puedes ver un ejemplo en el siguiente video, y si quieres intentarlo, puedes buscar un grupo de entrenamiento en agilidad en tu localidad.
5. Flyball
El flyball es otro deporte que puedes aprender con tu perro. Se necesitan dos equipos de cuatro perros para correr, estilo relevos, brincar para accionar la caja de la pelota para flyball y luego recuperar la pelota y regresar pasando por los saltos.
Cuando regrese el primer perro, el siguiente puede avanzar para correr por la pista. El primer equipo de cuatro perros que termine la pista sin errores gana.
En los Estados Unidos y Canadá, hay más de 375 grupos de flyball registrados en la North American Flyball Association.
6. Trabajo de Olfato
Otra actividad recreacional o competitiva que puedes hacer con tu perro es el trabajo de olfato, el cual, a nivel de competencia, fue creado y sancionado por la National Association of Canine Scent Work (NACSW).
El trabajo de olfato le enseña a tu perro a encontrar tres aromas, donde sea que hayas decidido esconderlos. En las competencias de olfato, hay cuatro lugares donde pueden buscar: interiores, exteriores, contenedores y vehículos.
También puedes trabajar su olfato por tu propia cuenta, al esconder algunos pedazos de comida en unas cuantas cajas y dejar que tu perro averigüe cuál de ellas contiene el premio. Luego, pasa el juego al exterior y déjalo buscar alimento, ropa, objetos o a ti, mientras utiliza su nariz como guía.
Si de verdad quieres ver el potencial de rastreo que tiene tu perro, y si quieres aprender como participar en esos juegos con él, consulta a un entrenador local o a un grupo de rastreo.
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¿Otra Manera de Fortalecer el Vínculo con Tu Perro? Míralo a los Ojos
Una de las maneras más poderosas para fortalecer el vínculo con tu mascota es una de las más sencillas: tener contacto visual. Cuando tu perro y tú se miran a los ojos, aumentan los niveles de oxitocina, también conocida como la hormona del amor.
La oxitocina interviene significativamente en la relación entre humanos y resulta que, también afecta a muchas diferentes especies. Específicamente, la oxitocina reduce las respuestas de estrés y ansiedad mientras aumenta la confianza, relajación y fortalece el vínculo. Así que la próxima vez que quieras entenderte con tu perro, simplemente míralo a los ojos.