Si Tu Mascota de Repente Llora, Esta Podría Ser la Razón

Mascota con Dolor

Historia en Breve

  • El dolor miofascial se refiere al dolor en los músculos, y por lo general es el resultado de uno o múltiples puntos desencadenantes
  • Los puntos desencadenantes, a veces descritos como nódulos, son los puntos focales de inflamación y dolor en los músculos de tu mascota
  • Sin un tratamiento, los puntos desencadenantes y dolor miofascial pueden convertirse en una afección crónica y empeorar la enfermedad de tu mascota

El dolor miofascial es común en las mascotas, pero debido a que no se ve en los rayos X u otras pruebas de diagnóstico, a menudo no es atendido. El resultado final es que tu mascota podría sufrir innecesariamente un significativo dolor muscular crónico. Generalmente, el dolor miofascial que se refiere al dolor muscular, resulta de uno o múltiples puntos desencadenantes.

Los puntos desencadenantes, a veces descritos como nódulos, son puntos focales de inflamación e irritación en los músculos de tu mascota. Podría estar en una fase activa o latente. Si un punto desencadenante se encuentra en la fase activa, podría ser muy doloroso para tu mascota.

Si aplicas presión, el dolor podría ser irradiado desde el punto desencadenante a otras áreas del cuerpo de tu mascota, tales como las extremidades (esto se conoce como dolor referido). Además, tu mascota podría tener puntos desencadenantes latentes que son sensibles pero no tan agudamente dolorosos como los puntos desencadenantes activos.

Sin embargo, incluso los puntos desencadenantes latentes pueden causarle problemas a tu mascota, incluyendo rigidez y una serie de movimientos restringidos.

¿Qué Causa el Dolor Miofascial?

Hay muchos escenarios que podrían ocasionar este tipo de dolor. Es posible que algunos de ellos ocurran repentinamente, como una lesión. Si tu perro hace un movimiento tirante inesperado, cae o recibe un golpe en un músculo, esto podría causar un dolor miofascial.

No obstante, a menudo el desarrollo de tal dolor y sus puntos desencadenantes relacionados es gradual. Al igual que en los seres humanos, los perros podrían sufrir dolores musculares, como resultado de un uso excesivo o desequilibrio muscular.

Por ejemplo, si tu perro corre todos los días a lo largo de una cerca o cojea con una sola pata trasera debido a la artritis, algunos músculos son utilizados ​​en exceso y otros infrautilizados, lo que causa un desequilibrio muscular y desarrollo de puntos desencadenantes.

Cuando el dolor y la disfunción relacionada se vuelve crónica, se le conoce como síndrome de dolor miofascial (MPS, por sus siglas en inglés). Desafortunadamente, MPS rara vez se menciona en las escuelas veterinarias convencionales, por lo que con frecuencia es ignorado y no es atendido. DVM 360 informó:1

"El síndrome de dolor miofascial es un trastorno difícil de diagnosticar y pocas veces es tratado en los perros. Esto a pesar del hecho de que ha sido un reconocido problema de dolor por más de 400 años y que entró en la principal corriente de medicina humana hace casi 80 años. Rara vez es enseñado en el ámbito universitario... "

Un Ciclo de Dolor y Disfunción

Es importante identificar y aliviar el dolor miofascial en tu mascota, pero no siempre es fácil de descubrir. Las mascotas tienden a ocultar muy bien el dolor, por lo que necesitarás observar más detenidamente.

Los signos potenciales de dolor miofascial incluyen debilidad, tensión muscular, rigidez y cojera, o tu perro podría saltar de dolor o de contracción si accidentalmente presionas un punto desencadenante.

Sin un tratamiento, los puntos desencadenantes y dolor miofascial pueden convertirse en una afección crónica y empeorar o, como la revista Dogs Naturally lo explica, como un ciclo de disfunción y dolor:2

"Un punto desencadenante afecta al músculo al mantenerlo apretado y débil. Al mismo tiempo, este mantiene una fuerte contracción en las fibras musculares que están incrustadas allí.

A su vez, estas bandas tensas de fibra muscular mantienen una tensión constante en las partes adjuntas al músculo, lo que a menudo produce síntomas en las articulaciones adyacentes. La tensión constante en las fibras del punto desencadenante restringe la circulación en el área inmediata.

La acumulación resultante de los derivados del metabolismo y una menor cantidad de oxígeno y nutrientes puede originar un ciclo de dolor, disfunción y constricción muscular, lo que puede durar meses y, a veces incluso años".

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Como Abordar un Dolor Miofascial al Aliviar los Puntos Desencadenantes

Si sospechas que tu perro sufre de dolor miofascial, consulta a un veterinario holístico que tenga experiencia en detectar puntos desencadenantes. Una vez que han sido localizados, hay un par de opciones de tratamiento.

Una opción que es bastante invasiva, es la punción seca. Esta implica utilizar una aguja de acupuntura que se empuja a través de la piel de tu mascota para estimular el punto desencadenante. Esto podría liberar las bandas musculares tensas relacionadas con los puntos desencadenantes, lo cual provoca un menor nivel de dolor y mejora la función.

Se ha descubierto que la punción seca reduce el dolor miofascial relacionado con los puntos desencadenantes,3 pero hay riesgos implicados. Asimismo, la electroacupuntura y acupresión podrían ser útiles para algunos perros con dolor miofascial. La terapia con láser frío y de ultrasonido podría ser beneficiosa para los perros que no toleran la acupuntura.

Otra opción menos invasiva es la manipulación manual de los puntos desencadenantes al realizar un masaje en los puntos desencadenantes o terapia de puntos desencadenantes. Dogs Naturally informó que:4

"Los terapeutas de masaje canino utilizan solo la terapia manual para desactivar los puntos desencadenantes. La terapia manual tiene efectos más específicos sobre los puntos desencadenantes de punción seca y conlleva menores riesgos para los aditamentos musculares".

El éxito de un tratamiento manual a menudo depende del nivel de habilidad del practicante, así que asegúrate de elegir un terapeuta de masaje canino que tenga experiencia en MPS y continua las sesiones hasta que tu mascota pueda moverse más fácilmente, parezcan menos rígidas, y ya no se estremezca cuando toques el área donde apareció el punto desencadenante.

He encontrado que los problemas recurrentes en los puntos desencadenantes pueden ser el resultado de un problema quiropráctico subyacente, por lo que si tu mascota no mejora considera realizar una evaluación quiropráctica.

Recuerda que tu mascota no puede decirte dónde le duele, por lo que depende de ti y tu veterinario--o terapeuta de rehabilitación--averiguarlo. El dolor miofascial no aparece en las radiografías como las fracturas, pero no por ello es menos severo para tu mascota. Si sospechas que tu mascota lo padece, acude con un veterinario holístico o una persona entrenada en las modalidades de rehabilitación, para aliviar su dolor.