3 Condiciones de la Piel Que Causan Dolor Extremo en Tu Mascota

Enfermedades de la Piel en Mascotas

Historia en Breve

  • Los trastornos cutáneos en perros y gatos son bastante comunes, pero aparte de las enfermedades más comunes como lo son la dermatitis atópica o las manchas en la piel, existen más, tan inusuales que puede que no hayas escuchado de ellas
  • Tres enfermedades poco comunes en las mascotas son el pénfigo foliáceo, la calcinosis cutánea y el síndrome hepatocutáneo
  • El pénfigo foliáceo es una enfermedad autoinmune que causa pústulas y costras en la superficie de la piel
  • La calcinosis cutánea se caracteriza por los depósitos de cloruro de calcio en la piel
  • El síndrome hepatocutáneo se caracteriza por la muerte de ciertos tipos de células en la piel y, desgraciadamente, la presencia de esta enfermedad indica que el perro tiene una severa enfermedad interna

Como puede que lo sepas como dueño de una mascota, muchas cosas pueden salir mal con la piel de tu compañero. De hecho, es impresionante el número de enfermedades en la piel que los veterinarios encuentran en perros y gatos.

Existen las comunes alergias en la piel, llamadas dermatitis atópica. También existen los puntos calientes, granulomas por lamidos y enfermedades de la piel contagiosas, causadas por parásitos, bacterias, hongos y virus. Existe incluso una enfermedad que puede ser causada solamente por la picadura de una pulga, llamada dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (DAPP).

También existe una gran cantidad de extrañas e inusuales enfermedades de la piel que pueden atacar a tu perro (o menos comúnmente, a tu gato). El periódico veterinario dvm360 recientemente presentó tres ejemplos: el pénfigo foliáceo, la calcinosis cutánea y el síndrome hepatocutáneo.

3 Inusuales Enfermedades de la Piel en Mascotas

1. Pénfigo foliáceo

El pénfigo foliáceo (PF) es una enfermedad autoinmune que ataca principalmente a los perros. Causa pústulas (ampollas llenas de pus) y costras en la superficie de la piel de tu mascota. La piel bajo las costras está abierta y puede ser doloroso.

Las pústulas por lo general aparecen primero en la cara y las orejas, pero se pueden expandir a otras áreas del cuerpo de tu mascota. También puede que las almohadillas de las patas se endurezcan o se partan. En los gatos, afecta comúnmente en el doblez de las garras. Otros síntomas pueden incluir:

Piel roja y con comezón

Depresión

Afectar los labios y encías

Dificultad para caminar si se afecta las almohadillas de las patas

Hinchazón de los nódulos linfáticos

Fiebre

Inflamación general

Infecciones bacterianas secundarias

En las mascotas con PF, el sistema inmune ve ciertos componentes normales de la piel como invasores externos y decide atacarlos. El resultado es la inflamación y daño de las dos capas exteriores de la epidermis, lo que conlleva a las costras que ves en la piel de tu mascota.

La enfermedad puede ser idiopática (es decir, que la causa no puede ser identificada). También puede ser desencadenada por ciertos medicamentos, incluyendo el certero tratamiento para pulgas y garrapatas ProMeris (metaflumizona), Tagamet (cimetidina), y varios antibióticos.

Para confirmar el diagnóstico del pénfigo foliáceo, tu veterinario debe tomar muestras de la piel para una biopsia. Los tratamientos tradicionales pueden ser terapias corticoides a largo plazo (por lo general toda la vida). Normalmente también se da un segundo medicamento para reducir los efectos secundarios de los corticoides.

Por esto es que muchos dueños buscan el consejo de veterinarios holísticos para estos casos, ya que tomar esteroides a largo plazo puede tener efectos secundarios tan malos, o incluso peores, como el de una piel herida.

Los veterinarios holísticos se enfocan en modular el sistema inmune con hierbas y nutracéuticos chinos, además de la evaluación de microbiomas y la apropiada desintoxicación para ayudar a manejar estos casos difíciles. Los perros con cualquier enfermedad autoinmune (incluyendo el PF) no deben ser vacunados.

2. Calcinosis Cutánea

La calcinosis cutánea se caracteriza por los depósitos de cloruro de calcio en la piel. Normalmente es causada por el hiperglucocorticoidismo, que ocurre ya sea por la administración de corticosteroides (por ejemplo, prednisona, prednisolona), o por hiperadrenocorticismo (enfermedad de Cushing).

Una causa mucho menos común de esta enfermedad puede ser la absorción de calcio a través de la piel cuando la mascota entra en contacto con un producto para derretir el hielo que contenga cloruro de calcio (por ejemplo, Melt o Road Runner Ice Melt), o un fertilizador de calcio como CalMax o Foli-Cal.

Los perros con más riesgo de contraer calcinosis cutánea son los bulldogs ingleses y los perros que fueron vacunados con corticosteroides.

Las lesiones de la calcinosis cutánea por lo general tienen un color entre blanco y rosa y la piel alrededor de ellas está roja e hinchada. Las lesiones pueden ser extremadamente dolorosas para algunas mascotas, y por lo general comienzan en la parte de atrás del cuello y después se expanden al resto del cuerpo.

Un diagnóstico inicial de la calcinosis cutánea se puede hacer con rayos X, pero un diagnóstico definitivo requiere muestras para una biopsia. El tratamiento estándar para esta enfermedad es el detener los corticosteroides, y resolver infecciones secundarias y enfermedades sistemáticas como sea apropiado.

Los depósitos de calcio en la piel por lo general se disuelven de 2 a 12 meses después de haber detenido los esteroides o que la enfermedad de Cushing se haya manejado adecuadamente. Las mascotas diagnosticadas con calcinosis cutánea nunca deben volver a recibir terapia de esteroides o vacunas.

Aunque los veterinarios convencionales no tienen mucho para ofrecer a los perros con esta enfermedad, los veterinarios holísticos han encontrado varios remedios homeopáticos que pueden ser de mucha ayuda para disolver los depósitos, junto con los suplementos que ayudan a disminuir naturalmente el cortisol y a nutrir las glándulas suprarrenales.

Existen varias hierbas adaptógenas como la rhodiola, ashwagandha y la albahaca santa que pueden disminuir naturalmente los niveles de cortisol, además de los hongos medicinales reishi y cordyceps.

También existen sustancias que pueden ser bastante beneficiosas para ayudar al rejuvenecimiento de la piel como el colágeno, las vitaminas C y E y la astaxantina.

3. Síndrome Hepatocutáneo

Afortunadamente, el síndrome hepatocutáneo en los perros no es común, ya que el pronóstico no es muy bueno. Esta enfermedad se presenta generalmente en perros más ancianos, con una enfermedad crónica del hígado, y se caracteriza por la muerte de ciertos tipos de células en la piel debido a la inanición aminoácida.

Las lesiones en la piel generalmente son el primer síntoma en un perro con síndrome hepatocutáneo. Las heridas son más usuales en las almohadillas de las patas, los codos, los corvejones y el hocico. Muchos perros con esta condición tienen problemas para caminar gracias al daño en sus patas.

La diagnosis del síndrome hepatocutáneo por lo general requiere varias pruebas de diagnósticos, incluyendo un hemograma, un perfil de suero químico y análisis de orina. Un ultrasonido abdominal normalmente mostrará un patrón en forma de panal en el hígado.

Sin embargo, al igual que con las otras dos lesiones presentadas arriba, una biopsia de piel es la regla de oro para diagnosticar el síndrome hepatocutáneo.

Desgraciadamente, la presencia de esta enfermedad indica que tu perro está lidiando con una enfermedad interna severa. Los tratamientos tradicionales involucran múltiples hospitalizaciones para inyecciones intravenosas de una solución aminoácida cristalina.

Debido al costo del tratamiento y un muy mal pronóstico, la mayoría de los dueños prefieren elegir una terapia de apoyo.

Esto por lo general incluye aumentar el consumo de proteínas y suplementos de ácidos grasos. A veces se da una terapia de corticosteroides pero, aparte de los efectos secundarios, la mayoría de los pacientes se niegan a utilizar esta, y eso también aumenta significativamente el riesgo de diabetes, así que yo no lo recomiendo.

Ya que la piel de los perros con síndrome hepatocutáneo no se cura muy bien, las infecciones secundarias son extremadamente comunes.

Mientras más pronto estos perros puedan ir a un veterinario holístico, mejor. Cambiar a una alimentación casera, balanceada, basada en carne (rica en aminoácidos biodisponibles, vegetales ricos en vitamina K, ácidos grasos esenciales antiinflamatorios) puede ser de gran ayuda.

Además, los perros con esta condición se pueden beneficiar del cardo lechero, la colina, vitamina C intravenosa, SAMe, glutatión y altas dosis de antioxidante ubiquinol intracelular.

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