Las infestaciones de ácaros son muchos más comunes en perros que en gatos, pero a los gatos de vez en cuando igual los atacan estas lacras microscópicas. Más con más frecuencia hay gatos compartiendo el espacio con un perro u otro gato con ácaros, así como gatos que viven en un lugar donde los ácaros son un problema común, como en las regiones de Estados Unidos del sur o la costa del Golfo.
Existen diferentes tipos de ácaros que pueden distraer a tu gato, entre ellos los ácaros de oído, dos especies de ácaros demodex, los ácaros Cheyletiella (también conocidos como "caspa caminante") y los ácaros Notoedres cati (más conocidos como sarna felina).
Ácaros de Oído
El ácaro de oído más frecuente en los animales de compañía es el Otodectes cynotis. Esta infestación puede causarle a tu gato mucha comezón, irritación e incomodidad general. Los gatitos y gatos que viven en el exterior son más propensos a verse afectados que los gatos que viven únicamente en el interior.
La infestación se contagia cuando un animal con ácaros de oído entra en contacto directo con tu gato. Estos parásitos se encuentran más comúnmente en las orejas, pero también pueden infestar otras áreas del cuerpo de tu mascota.
Los síntomas de este problema pueden ser:
- Agitar la cabeza
- Rascarse o frotarse las orejas
- Inflamación de los oídos
- Secreciones de cera oscura u olores fuertes que vienen de las orejas
- Pérdida de pelo
Una infestación de ácaros de oído puede causar que los vasos sanguíneos en el oído de tu gato exploten por rascarse agresivamente o agitar la cabeza. A esta condición se le llama hematoma aural y resulta en la hinchazón del oído y dolor.
Si sospechas que tu gato tiene una infección, haz una cita con tu veterinario para tener un diagnóstico definitivo. Ya que muchas infecciones en los oídos tienen síntomas similares, es importante encontrar la causa precisa para que la puedas tratar de manera efectiva.
A menos que tu gatito tenga una infestación de ácaros en los oídos muy avanzados, o que su calidad de vida se haya visto comprometida, te recomiendo evitar utilizar tratamientos con medicina y que en cambio utilices remedios naturales para los ácaros de oído. Puede tardar un poco más en curarse de una infestación con un remedio natural, pero eliminarás el riesgo de tener los efectos secundarios de la medicina.
Ácaros Demodex
Existen dos tipos de ácaros Demodex que pueden afectar a los gatos: demodex cati y demodex gatoi. El demodex cati vive en los folículos de su pelo, el demodex gatoi vive en la piel. Se cree que el demodex cati es un habitante común en la piel felina, mientras que el demodex gatoi es probablemente un parásito infeccioso oportunista.
El demodex gatoi puede ser transferible entre gatos, y es un poco más prevalente que las infecciones de demodex cati.
Los síntomas de la demodicosis felina incluyen:
- Comezón extrema (especialmente cuando la demodex gatoi es la causa)
- Pérdida de pelo alrededor de los ojos, cabeza, cuello y costados
- Lesiones en la piel, así como costras y áreas rasposas
Para diagnosticar efectivamente la sarna demodécica, es necesario hacer un raspado de piel para detectar e identificar los ácaros. Las muestras de pelo también pueden ayudar a identificar el tipo específico de ácaro.
Los ácaros de demodex gatoi también se pueden encontrar en pruebas fecales. A veces, este método puede dar un diagnóstico más rápido y efectivo. Si los ácaros se detectan en una muestra de heces, es un diagnóstico confirmado.
Afortunadamente, tratar la demodicosis en gatos no es difícil. Mi tratamiento favorito, y el más seguro, es un baño de sulfuro y limón cada 5 o 7 días por al menos seis semanas o más, hasta que las costras en la piel sean negativas. Permítele a la solución impregnarse completamente en el pelaje y piel (evitando los ojos), y no lo enjuagues. Mantén a tu gato caliente y en un área bien ventilada después del baño.
Pero debes estar advertido que los baños de sulfuro y limón son muy apestosos, aunque muy efectivos. La solución va a decolorar la joyería, las toallas y el pelaje muy claro, así que vas a necesitar tomar precauciones.
Tu gato va a odiar esos baños, y los gatitos con pelaje más claro tendrán temporalmente el pelo un poco descolorido, pero los tratamientos alternativos, incluyendo Ivermectin y otros similares, tienen efectos secundarios graves, y no los recomiendo.
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Ácaros Cheyletiella
El ácaro cheyletiella es un parásito altamente contagioso que vive en la capa exterior de la piel, y crea una condición similar a una infestación de pulgas. Estos ácaros infectan principalmente a perros y gatos, pero las infecciones son zoonóticas, o sea que se pueden transmitir a humanos.
A una infestación de cheyletiella se le suele llamar caspa caminante porque los ácaros se mueven bajo la capa de keratina de la piel y dejan costras pequeñas en el pelaje del gato. Los síntomas de la infección incluyen:
- Pérdida de cabello
- Lavado excesivo
- Rascarse y leve irritación en la piel
- Piel con costras y la apariencia de caspa en el pelaje
- Lesiones en la piel
Tu veterinario puede que tome muestras de las costras y pelo para examinar. Los ácaros son los suficientemente grandes para ser vistos con una lupa. Ya que los ácaros son ingeridos cuando tu gato se asea, también pueden encontrarse en las muestras de heces.
Los baños de sulfuro y limón que comenté arriba, también funcionan muy bien para los ácaros de cheyletiella, y son mi tratamiento recomendado para este tipo de infestación.
Ácaros Notoedres o Sarna Felina
Este ácaro diminuto afecta a los gatos tanto como la sarna sarcóptica afecta a los perros. Los ácaros pueden infectar a los gatos a cualquier edad y de cualquier raza, de ambos sexos. Son transmitidos a través del contacto directo con otros gatos, y las infestaciones se encuentran más comúnmente en gatos que viven en el exterior.
Los síntomas de la sarna felina suelen comenzar con las orejas con comezón y pérdida de cabello que se extiende rápidamente a los párpados, cara y cuello. En ocasiones también se extiende al abdomen bajo y las patas, probablemente como resultado de lavarse y el hábito que tienen los gatos de dormir hechos bolita.
En casos más avanzados, la piel se vuelve más gruesa, se arruga y desarrolla una costra gris o amarillosa. Ya que la condición es d extrema comezón, los gatos suelen rascarse hasta el punto de causar infecciones secundarias. A veces hasta hay una ampliación de los nódulos linfáticos.
Tu veterinario debería sospechar de la sarna felina basado en la intensa comezón de tu gato y un patrón de pérdida de pelo. Las costras pueden confirmar el diagnóstico, ya que suele haber grandes cantidades de ácaros presentes en las costras de la piel.
Una vez más, los baños de sulfuro y limón son el mejor tratamiento para la sarna felina.
Cómo Ayudar a Prevenir las Infestaciones de Ácaros
Ya que todos estos ácaros son contagiosos, si existen otros gatos (o perros) viviendo en contacto cercano con un gato infectado, deberías realizarle pruebas para buscar la presencia de ácaros y recibir el tratamiento necesario.
También es importante mantener el sistema inmunológico del gato balanceado al reducir el estrés, alimentarlos con una dieta balanceada nutritivamente, apropiada para su especie, y evitando vacunas innecesarias. Tomar estas medidas ayudará a reducir la susceptibilidad de tu mascota a infecciones de ácaros que ocurren principalmente en animales con sistemas inmunológicos reprimidos.
También recomiendo que a los gatos con ácaros se les realicen pruebas para enfermedades infecciosas como leucemia felina (FeLV) y el virus de inmunodeficiencia felina (VIF). También considera medir los niveles de inmunoglobulina de tu gato (IgG, IgA y IgM). Existen muchas hierbas y suplementos que ayudan al sistema inmunológico, que pueden ser beneficiosas dependiendo de la razón por la que tu gato está inmunoreprimido.