Cuando las personas intentan enseñar comandos o comportamientos a sus perros, o un entrenador profesional trabaja con un perro, la atención se centra principalmente en lo bien que el perro se desempeña durante la sesión de entrenamiento.
Sin embargo, según el experto en conducta de perros, el Dr. Stanley Coren, los psicólogos han empezado a percatarse de que utilizar buenos métodos de entrenamiento, por sí solos, podría no ser suficiente para tener éxito en cada perro.1 Al parecer, lo que hace un perro después del entrenamiento tiene una impacto significativo en que tanto memoriza lo que ha aprendido.
“Si los recuerdos son necesarios para guiar comportamientos después de que termina la sesión de entrenamiento,” dice Coren, “estos tienen que ser procesados y almacenados en el cerebro, en lo que los psicólogos llaman la memoria a largo plazo. El proceso por el cual la memoria a corto plazo se convierte en recuerdos a largo plazo, se llama 'consolidación'.
Los datos han demostrado que dormir un poco después de aprender algo podría mejorar en gran medida la consolidación. Esto se debe a que cuando durante en la fase del sueño REM, o durante el estado en que sueña, es cuando los recuerdos son clasificados y finalmente almacenados en nuestra memoria a largo plazo o memoria permanente”.
Este Estudio Evalúa Cómo las Actividades Posteriores al Aprendizaje Afectan la Capacidad de un Perro Para Memorizar Información Nueva
Recientemente, un equipo de investigadores en Budapest realizó un estudio sobre el sueño y la memoria en perros domésticos. El objetivo del estudio era evaluar los efectos de lo que hace un perro después de una sesión de entrenamiento, sobre su capacidad para memorizar lo que había aprendido durante la sesión.2
Dado que el sueño es lo que desencadena la consolidación de la memoria a corto plazo a memoria a largo plazo, los investigadores decidieron hacer que los perros tomaran una siesta después de una sesión de entrenamiento. Pero, en primer lugar, tuvieron que validar que el entrenamiento tuviera un impacto sobre lo que sucedía mientras un perro duerme.
El estudio incluyó dos fases e involucró a un grupo de perros voluntarios y sus dueños. En la primera fase se utilizó un electroencefalograma (EEG, por sus siglas en inglés) para medir la actividad eléctrica cerebral de los perros, después de una sesión de entrenamiento en la que aprendieron una tarea.
En la segunda fase se examinó el impacto de los diferentes tipos de actividades posteriores al aprendizaje (como la siesta) en la consolidación de la memoria de los perros, tanto a corto como a largo plazo.
Primera Fase: Los Perros Aprenden una Nueva Tarea, Toman una Siesta y Son Reevaluados
En la primera fase, que involucró a 15 perros, a algunos de los perros se les enseñaron nuevos comandos para tareas que ya sabían hacer (sentarse y acostarse). Se les enseñaron comandos en inglés (ya los conocían en húngaro).
A los perros restantes no se les enseñó nada nuevo, simplemente practicaron los comandos para sentarse y acostarse en húngaro.Posteriormente, a los perros se les permitió dormir durante tres horas, durante las cuales se registraron sus ondas cerebrales con el EEG.
Los investigadores observaron diferencias significativas en los patrones cerebrales entre los dos grupos y concluyeron que la diferencia en la actividad cerebral era porque los perros que habían aprendido una nueva tarea hacían el proceso de consolidación del nuevo aprendizaje en la memoria a largo plazo.
Cuando despertaron estos dormilones, los que habían aprendido los nuevos comandos en inglés fueron examinados nuevamente para saber si sus siestas les habían ayudado a memorizar información sobre su nueva tarea. De hecho, los perros respondieron mejor a los comandos en inglés para sentarse y acostarse, después de haber dormido.
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Segunda Fase: Los Perros Aprenden una Nueva Tarea, Realizan una de las Cuatro Actividades y Vuelven a Dormir
La segunda fase del estudio involucró a un grupo diferente de 53 perros, que eran mascotas, y evaluó una variedad de actividades posteriores al aprendizaje, incluyendo el sueño, en cuestión de la memoria. Como en el experimento anterior, al nuevo grupo de perros se le enseñó los comandos en inglés para sentarse y acostarse.
Los perros fueron separaros en grupos y pasaron la siguiente hora realizando una de las cuatro actividades, es decir, aprender nuevos comportamientos adicionales, caminar, jugar con un juguete Kong de peluche, o tomar siestas. Al final de la hora, todos los perros fueron reevaluados en su capacidad para recordar los comandos de sentarse y acostarse en inglés.
Los perros que habían dormido o caminado durante una hora, se desempeñaron mejor, en comparación con los que tuvieron un mayor entrenamiento o jugaron con el juguete Kong. Después de una semana y muchas siestas, los perros de los grupos de sueño, caminatas, y que jugaban con los juguetes Kong, demostraron mejorar significativamente en responder a los comandos en inglés.
Solamente los perros en el grupo que tuvieron un mayor entrenamiento no demostraron ninguna mejora.
El Estudio Concluye que el Aprendizaje Interrumpe el Apoyo Para que los Perros Dominen Nuevas Tareas
Según Coren:
“Lo que esta investigación demostraba era que un perro que había pasado por una sesión de entrenamiento, y luego, inmediatamente después de recibir otra sesión de entrenamiento, aprendía una nueva tarea, disminuía la posibilidad de memorizar el primer entrenamiento.
En comparación, los perros que habían tenido algún tipo de descanso, ya sea dormir, hacer ejercicio o jugar, realmente mejoraron su capacidad para memorizar y desempeñarse, una semana después. La hipótesis más probable es que recibir un entrenamiento adicional, después de la primera sesión, en realidad había interferido con el proceso de consolidación de los ejercicios aprendidos anteriormente.”
Anna Kis, autora principal del estudio, recomienda que cuando los perros aprendan un nuevo comportamiento durante una sesión de entrenamiento, posteriormente, deben realizar una actividad que no involucre un aprendizaje que interfiera con la nueva memoria.
Piensa en ello como tener un tiempo de "receso" después aprender en el aula. Después de las sesiones de entrenamiento, proporciónale a tu perro algún tipo de descanso y tiempo de relajación.