En cuanto conozcas este estudio sueco amaras aún más a tu mascota

beneficios de poseer un perro

Historia en Breve

  • Un estudio realizado en Suecia con más de 3 millones de personas que tienen perros, sugiere que estas tienen un menor riesgo de morir por cardiopatías y otras enfermedades en comparación con aquellas sin perros
  • La Asociación Americana del Corazón también emitió una declaración científica donde reconoce que el tener un perro tiene beneficios protectores para la salud cardíaca
  • Los estudios demuestran que los dueños también pueden tener una presión arterial más baja en comparación con las personas sin un compañero canino
  • Las personas de edad avanzada que caminan con sus perros pueden cumplir los objetivos de ejercicio internacionalmente reconocidos

Un reciente estudio realizado en Suecia demuestra que los dueños de perros tienen un menor riesgo de morir por cardiopatías y otras afecciones en comparación con las personas que no tienen dichos animales.1

Un estudio demuestra que tener un perro es excepcional para impulsar la salud de las personas que viven solas

Dicho estudio tuvo como participantes a más de 3.4 millones de personas cuyas edades oscilaban entre los 40 y 80 años, y que no habían sufrido algún tipo de enfermedad cardiovascular desde 2001. El objetivo de la investigación fue determinar si el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte era diferente entre las personas que tenían perros y aquellas que no.

De acuerdo con Mwenya Mubanga, estudiante de doctorado en la Universidad de Uppsala en Suecia y coautora del estudio:

"Un hallazgo sumamente interesante en nuestra investigación fue que el hecho de tener un perro era particularmente importante como factor de protección en personas que viven solas, un grupo que en el pasado tenía un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte en comparación con quienes vivían en un hogar con más personas.

Quizás un perro puede presentarse como un importante miembro de la familia en los hogares con una sola persona.

Durante el seguimiento, los resultados demostraron que, en comparación con las personas que no tenían un perro y vivían solas, los propietarios de perros en las mismas circunstancias, tenían una reducción del 33% en el riesgo de muerte y del 11% en el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Otro curioso hallazgo fue que los propietarios de perros cuyas razas fueron criadas originalmente para cazar, estaban más protegidos.”2

Curiosamente, cada residente de Suecia tiene su propio número de identidad personal, y cada visita a un hospital se ingresa en una base de datos nacional a la que pueden acceder los investigadores. Además, el registro de la propiedad de un perro es obligatorio. Mediante las bases de datos, los investigadores pudieron recopilar la información necesaria para analizar las causas de muerte entre los dueños de perros.

"Este tipo de estudios epidemiológicos buscan vínculos en grandes poblaciones, pero no proporcionan respuestas sobre si los perros podrían proteger contra enfermedades cardiovasculares y como lo harían,” dijo Tove Fall, profesor adjunto de la Universidad de Uppsala y coautor del estudio.

"Sabemos que los dueños en general tienen un mayor nivel de actividad física, lo que podría explicar los resultados observados. Algunas otras explicaciones son un mayor bienestar y contacto social o los efectos del perro en el microbioma bacteriano del propietario.

De igual forma, podría haber diferencias entre los propietarios y no propietarios antes de tener un perro, lo que podría haber influido en nuestros resultados, por ejemplo, que las personas que hayan elegido tener un perro suelan ser más activas y con mejor salud.

Gracias al diseño basado en la población, nuestros resultados pueden generalizarse para la población de Suecia, y probablemente también para otras poblaciones de Europa con una cultura similar en lo que se refiere a tener un perro.”3

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La Asociación Americana del Corazón reconoce que muy probablemente tener un perro esté relacionado con un menor riesgo de cardiopatía

En 2013, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) emitió una declaración científica donde reconoció que probablemente poseer un perro tiene un efecto protector que reduce el riesgo de cardiopatías.4

De acuerdo con The New York Times:

“El mensaje inusual fue contenido en una declaración científica publicada el jueves por la Asociación Americana del Corazón, que convocó a un panel de expertos para revisar años de datos recopilados sobre los beneficios cardiovasculares de tener una mascota.

El grupo concluyó que poseer un perro, en particular, tenía una ‘posible relación’ con un menor riesgo de cardopatía.”5

De acuerdo con el Dr. Glenn Levine, profesor del Colegio de Medicina de Baylor y jefe del comité que redactó la declaración del AHA, las investigaciones existentes demuestran que:

  • Tener mascotas probablemente esté relacionado con una reducción en los factores de riesgo de cardiopatías y una mayor supervivencia entre los pacientes.
  • Tener un perro puede ayudar en particular a reducir el riesgo cardiovascular, porque las personas con canes pueden realizar más actividad física (por ejemplo, pasear a su mascota)
  • Tener mascotas en la familia puede estar relacionado con niveles más bajos de presión arterial y colesterol, además de una menor incidencia de obesidad
  • Las mascotas pueden tener un efecto positivo en las reacciones corporales ante el estrés

El Dr. Levine y sus colegas enfatizan que los estudios existentes no necesariamente prueban que tener una mascota reduzca el riesgo de cardiopatía. Por el contrario, los datos respaldan una posible relación entre ambos, sobre todo cuando la mascota es un perro.

Los estudios demuestran que los dueños de perros también suelen tener una presión arterial más baja

En un ensayo aleatorizado participaron 30 pacientes con hipertensión limítrofe, algunos adoptaron un perro de un refugio, mientras que otros pospusieron la adopción.

Durante los seguimientos, después de 2 y 5 meses, aquellos que continuaron con la adopción tenían una presión arterial sistólica significativamente más baja en comparación con el otro grupo. Cuando los 30 adoptaron un perro, la caída en la presión arterial fue similar para ambos grupos.

Los resultados de este estudio fueron presentados por K. Allen en la 22 ° sesión científica anual de la Society of Behavioral Medicine (Sociedad de Medicina del Comportamiento) el 24 de marzo de 2001 en Seattle, WA.6

El segundo estudio analizó a 48 corredores de bolsa con hipertensión que adoptaron un perro, un gato o ninguna mascota.

Después de 6 meses, los dueños de mascotas en el grupo demostraron menos picos en la presión arterial, frecuencia cardíaca y actividad de la renina plasmática durante los períodos de estrés mental.7

Las personas mayores con perros son significativamente más activas en comparación con sus contrapartes sin dichas mascotas

Otro reciente estudio sugiere que las personas de edad avanzada que tienen un perro pueden alcanzar los objetivos de ejercicio internacionalmente reconocidos y establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante el simple acto de pasear a sus compañeros caninos.8

Un equipo de investigadores del Reino Unido comparó a 2 grupos de 43 adultos mayores cuyas edades oscilaban entre los 65 y 81 años. Uno de los grupos consistía en dueños de perros, mientras que los miembros del otro no tenían dichas mascotas. Todas las personas mayores vivían solas, y los miembros de ambos grupos fueron organizados por sexo, estatura, peso, condiciones de salud y habilidades para caminar.

Se evaluó el tiempo que ambos grupos dedicaron a caminar. Los participantes llevaban monitores para rastrear sus movimientos durante 3 períodos de 1 semana a lo largo de 1 año. Las semanas se eligieron para que los pasos de los participantes se pudieran medir durante diferentes estaciones y condiciones climáticas.

Algunas investigaciones anteriores sobre este tema se han basado en autoinformes emitidos por los mismos participantes sobre su nivel de actividad física. El uso de monitores de actividad en este estudio proporcionó datos objetivos sobre los patrones e intensidad de la actividad física, así como los períodos en los que permanecieron sentados.

Los investigadores descubrieron que el grupo que tenía perros caminó un promedio de 22 minutos más por día en comparación con el grupo sin canes, lo que fue suficiente para cumplir con las recomendaciones de ejercicios internacionales y de los Estados Unidos con el fin de obtener beneficios sustanciales para la salud.

Asimismo, el ejercicio adicional que recibieron las personas que pasearon a sus perros fue "caminar activamente" y no "simplemente perder el tiempo,” como lo indicó el autor principal del estudio, el Dr. Daniel Simon Mills.

La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física semanal de moderada a vigorosa. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos recomiendan a los adultos realizar un mínimo de 150 minutos a la semana de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad vigorosa.

Asimismo, los investigadores encontraron que los dueños permanecían sentados por menos períodos continuos en comparación con quienes no tenían perros.

Mills, que enseña medicina conductual veterinaria en la Universidad de Lincoln en Inglaterra, declaró para Reuters Health lo siguiente al respecto:

"Es muy difícil encontrar cualquier otra intervención que produzca un efecto de esta proporción. Es una prueba válida de que entre las personas de edad avanzada el tener un perro aumenta la actividad física de manera significativa y saludable.”9

Bajo la perspectiva de Mills, el estudio demuestra que los beneficios del ejercicio propios de tener un perro se derivan del hecho en sí, no de la idea de que los dueños eran más activos desde el principio.

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