Advertencia para todos los dueños de mascotas que pasean a sus perros en cualquier lugar

perros expuestos a los opioides

Historia en Breve

  • Actualmente, la epidemia de opioides está muy descontrolada y afecta la vida de los perros y sus dueños
  • Los perros policías son las víctimas caninas más comunes de sobredosis, gracias al tipo de trabajo que realizan y el peligro relacionado con estar expuestos a opioides muy potentes, tales como el fentanilo
  • Ahora, los cuerpos de servicios de emergencias han aprendido a administrar naloxona (un medicamento que revierte los efectos de los opioides) tanto en los perros como en los seres humanos
  • Los perros de las familias también están cada vez más expuestos a los opioides, por lo que es muy importante almacenar todos los medicamentos en el hogar y tener cuidado de no dejar que tu mascota lama o levante objetos que encuentre al aire libre

En los Estados Unidos, todos los días aparecen noticias sobre la crisis de opioides, y con buenas razones. Ahora, las muertes por sobredosis de opioides son la principal causa de mortalidad entre los habitantes menores de 50 años de edad en los Estados Unidos.1

Sin embargo, de lo que muchas personas no se percatan, es que esta epidemia mortal también ha causado sobredosis en perros, especialmente entre los perros de trabajo que buscan drogas en el cumplimiento de su deber.

De acuerdo con la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés):

"Los opioides emergentes como el fentanilo y carfentanilo son tan potentes que, incluso tener una pequeña exposición podría ser mortal.

Para combatir estos tipos de medicamentos, muchos agentes de control han comenzado a llevar naloxona, algunas veces es vendida bajo el nombre comercial de Narcan, la cual podría revertir los efectos de una sobredosis por este tipo de medicamentos.

En las manos adecuadas, este medicamento podría utilizarse eficazmente para tratar de emergencia a los perros de trabajo pero, por lo general, la versión que llevan los agentes del control es un aerosol nasal, en vez de la versión inyectable comúnmente utilizada por los veterinarios."2

La naloxona, que se presenta como un aerosol intranasal o una inyección, revierte los efectos de todos los tipos de opioides, incluyendo a la heroína, morfina y fentanilo, que es increíblemente peligroso (50 veces más potente que la heroína), así como el carfentanilo (10,000 veces más potente que la heroína).

Ahora existe una capacitación sobre cómo utilizar Narcan para revertir una sobredosis de opioides en caninos

No siempre es posible llegar a tiempo a una clínica veterinaria para salvar un perro que ha estado expuesto a opioides.

La investigación demuestra que administrar proactivamente naloxona en el lugar de exposición puede salvar vidas; mientras que la mayoría de los cuerpos de servicios de emergencia (policías, bomberos, paramédicos) llevan naloxona en sus vehículos para aplicarla en sobredosis humanas; sin embargo, los oficiales caninos tienen poca o ninguna experiencia en cómo aplicarlo en perros.

Afortunadamente, un grupo de asociaciones interesadas, incluyendo al AVMA, el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Illinois, y el Instituto de Capacitación de Cuerpos Policiacos abordó el problema en un video de capacitación sobre cómo revertir las sobredosis de opioides en perros:

(El video contiene subtítulos en español)

Una cachorra labrador de 3 meses de edad tiene una sobredosis durante su caminata matutina

Si creías que debido a que tu compañero canino no es un perro policía, y dado que nadie en tu familia es parte del 33% de la población de adultos en los Estados Unidos con prescripción de opioides3 no tienes ninguna razón para preocuparte de que tu mascota tenga una sobredosis – posiblemente, debas pensarlo dos veces.

Según Boston Globe, en Massachusetts, se suscitó un caso, cuando un dueño paseaba a su cachorra labrador amarillo, Zoey, de 3 meses de edad, en su vecindario de Andover – que es una pintoresca ciudad conocida por sus excelentes escuelas y baja tasa de criminalidad.

Mientras caminaban, Zoey encontró un paquete de cigarrillos tirados en el suelo y comenzó a husmear, como hacen todos los cachorros. Su dueño, Peter Thibault, jaló el paquete de su boca, y planeaba recuperarlo.

Después de dos breves minutos, la cachorra cayó al suelo, inmóvil. Thibault se apresuró a regresar a casa con Zoey, y observó horrorizado que cada vez respiraba con mayor dificultad, su lengua colgaba de su hocico, y sus ojos se habían volteado hacia atrás.

Presa de pánico, Thibault se apresuró a llevar el cuerpo inerte de Zoey a una clínica veterinaria en North Andover. "Me preguntaron qué había sucedido, y cuando les expliqué como había transcurrido la mañana, se enfocaron en los cigarrillos, pero no estaba seguro por qué," dijo Thibault para Globe.4

Afortunadamente, la médico veterinaria, Kristine Demers, sabía que había un número muy limitado de causas de un colapso repentino en un cachorro que generalmente era saludable, y acababa de masticar algo que encontró en la calle, e inmediatamente sospecho sobre una sobredosis de opioides.

Le administró naloxona a Zoey, y cinco minutos más tarde cuando llamaron a Thibault a la sala de examinación, encontró a su cachorra "levantada y como si nada hubiera pasado." Zoey se quedó con Demers durante otras 12 horas, para ser observada, y se espera que tenga una completa recuperación.

(El video contiene subtítulos en español)

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Una llamada de advertencia para todos los veterinarios y dueños de mascotas

La sobredosis de Zoey fue causada por lamer residuos de medicamentos (probablemente fentanilo) de un paquete de cigarrillos. Pero, si no hubiera sido por la acción inmediata de Thibault y el rápido análisis de Demers, la sobredosis de opioides de Zoey hubiera sido fatal.

Este aterrador incidente fue una llamada de alerta para Thibault y su esposa, quienes se mudaron de Boston a Andover para criar a sus hijos en una comunidad segura, lejos de las áreas metropolitanas de alta criminalidad.

"Esa esquina donde mi cachorra consumió esos opioides es donde dejo a mis hijos por la mañana," dijo para Globe. "Es su parada de autobús, lo cual es muy preocupante ¿Qué pasaría si uno de los niños lo hubiera recogido?"

La clínica veterinaria donde atiende Demers ha visto cada vez más casos de sobredosis por opioides, los cuales eran casi desconocidos hace algunos años.

La historia de Zoey debería servir como una señal de alarma para todos los dueños que pasean a sus perros por el vecindario. Debes tener mucho cuidado de no permitir que los peludos miembros de tu familia laman, introduzcan o consuman objetos que encuentren tirados en el suelo.

También, debes asegurarte de que todos los medicamentos en tu hogar estén en contenedores cerrados (no en bolsas) y a salvo en gabinetes o armarios.

Desafortunadamente, cuando Thibault regresó al lugar donde Zoey encontró el paquete de cigarrillos, ya no estaba. Esperemos que no lo haya recogido ni se lo haya llevado otro animal o un niño.

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