A menos que hayas vivido completamente aislado durante la última década, sin lugar a dudas has escuchado hablar de los probióticos. Incluso probablemente los tomes a diario ya sea para tratar problemas digestivos ocasionales, o cuando tomas antibióticos.
Los probióticos son microorganismos vivos o bacterias beneficiosas para el intestino. El ganador del Premio Nobel y originario de Rusia, Elie Metchnikoff, los descubrió a principios de 1900. Metchnikoff sabía que las personas que vivían en áreas rurales y que consumían leche fermentada de forma habitual eran longevos.
Asumió que su longevidad estaba relacionada con el organismo Lactobacillus que se encuentra en la leche, por lo que empezó a aconsejarle a las personas que bebieran leche fermentada para disminuir los niveles de pH en el tracto gastrointestinal (GI) y suprimir el crecimiento de bacterias intestinales dañinas.
Los veterinarios holísticos han estado recetando probióticos para mascotas durante décadas, y en los últimos años, los veterinarios convencionales también se han vuelto más conscientes de sus beneficios. Por consiguiente, en la actualidad muchos veterinarios recomiendan de forma habitual suministrar suplementos probióticos a pacientes con diarrea y aquellos que se encuentran bajo tratamiento con antibióticos.
Los probióticos ayudan a mantener en buen funcionamiento el sistema digestivo e inmunológico de las mascotas
Los probióticos son cepas bacterianas beneficiosas que mantienen niveles saludables de dichos organismos en el tracto gastrointestinal de tu mascota, asimismo, defienden contra bacterias oportunistas y potencialmente patógenas. Son una parte fundamental de un microbioma saludable en todos los animales con un buen estado de salud.
El tracto digestivo de tu mascota es el órgano inmunológico más grande de su cuerpo, y alberga incluso más bacterias intestinales que un tracto gastrointestinal humano, a pesar de que su es mucho más pequeño.
El sistema digestivo de los animales de compañía está diseñado para controlar una impresionante carga bacteriana–bacterias que muy probablemente desencadenarían una infección potencialmente mortal si se encontrarán en cualquier otra parte del cuerpo.
Una población saludable de bacterias beneficiosas mantiene en buen funcionamiento el sistema inmunológico de tu mascota. Si el equilibrio entre las bacterias intestinales beneficiosas y dañinas se descontrola, tu perro o gato eventualmente desarrollará síntomas gastrointestinales y una mayor susceptibilidad a la enfermedad.
Cuando las bacterias intestinales de tu mascota están en equilibrio con la cantidad y tipo correctos de bacterias beneficiosas, existe una simbiosis. El cuerpo de tu mascota experimenta efectos positivos.
Por ejemplo:
- Genera vitaminas
- Procesa la fibra vegetal de manera eficiente
- Mantiene bajo control a las bacterias hostiles
- Administra las toxinas adecuadamente
Cuando las bacterias patógenas y dañinas, toman el control del sistema digestivo, crean disbiosis, que es en gran medida lo contrario a la simbiosis.
La disbiosis, también llamada síndrome del intestino permeable, produce un aumento de la permeabilidad (filtración) en la pared intestinal, lo que significa que el tracto gastrointestinal de tu mascota no podrá permitir la entrada de bacterias y nutrientes saludables del todo y no será capaz de mantener al margen a las bacterias que causan enfermedades.
Un tracto gastrointestinal saludable selecciona lo que debe absorber. Absorbe los nutrientes mientras que filtra las sustancias que no son nutritivas, como las toxinas.
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Los probióticos pueden ser valiosos en el tratamiento de diversas afecciones
Por lo general, vemos a los probióticos primordialmente como componentes beneficiosos para los problemas digestivos. Sin embargo, los estudios con humanos y mascotas indican que los efectos positivos de los probióticos pueden tener un alcance mayor a los del intestino.
Un mayor número de investigaciones sugiere que los probióticos pueden tener beneficios terapéuticos para diversas afecciones, como el mal funcionamiento gastrointestinal crónico, alergias, diabetes, obesidad y enfermedad hepática, al igual que trastornos conductuales y del humor.
Los estudios con humanos sugieren que los probióticos pueden:1
Mejorar la tolerancia a la glucosa |
Mejorar los resultados en pacientes que se encuentren en unidades de cuidado intensivo (UCI) |
Apoyar las medidas implementadas para perder peso |
Reducir la inflamación |
Aliviar la aparición o los síntomas de la dermatitis atópica |
Aliviar la diarrea como un síntoma de ciertos trastornos |
Proporcionar beneficios a las personas con enfermedad hepática |
Disminuir las infecciones respiratorias en los niños en guarderías |
Mejorar el tratamiento de los síntomas en la enfermedad inflamatoria intestinal |
Reducir las caries en los niños y la incidencia de la gingivitis grave en los adultos |
Disminuir los niveles de lípidos en personas con altos niveles de colesterol |
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En estudios con perros y gatos que sufrían diarrea aguda o crónica sin razón alguna aparente y con perros cuya diarrea estaba relacionada con su alimentación, los suplementos probióticos tuvieron los siguientes beneficios no relacionados con la diarrea:2
- Redujeron la inflamación en perros alérgicos
- Mejoraron la respuesta de la vacuna y las tasas de crecimiento en cachorros
- Disminuyeron los niveles de colesterol en perros sanos y aquellos con enfermedades intestinales
- Redujeron los niveles de ciertas bacterias fecales en perros
- Aminoraron la incidencia de infecciones por herpes felino (FHV-1)
Asimismo, los estudios sugieren que la terapia probiótica no conlleva efectos secundarios, y que la administración de suplementos es segura y fácil en las mascotas.
Se ha demostrado que los probióticos son igual o incluso más eficaces que los antibióticos para tratar la colitis en perros que viven en refugios
Los perros que fueron abandonados en refugios suelen desarrollar colitis por estrés agudo, que es una inflamación severa del colon. Se piensa que la afección se desencadena como consecuencia del trauma que la mascota siente al estar encerrado súbitamente dentro de una jaula en un ambiente desconocido que está atestado de ruidos, sonidos y olores extraños.
Otros factores que contribuyen a esta afección pueden ser los parásitos, las enfermedades infecciosas y el cambio abrupto en la alimentación que todos los perros sufren al ingresar al refugio. El síntoma principal es la diarrea, que suscita dificultades no solo en la gestión sanitaria de los animales, sino también en la higiene del refugio y la probabilidad de que dichos perros con la afección puedan ser adoptados.
El tratamiento estándar para la colitis por estrés en perros adultos que viven en refugios incluye medicamentos antiparasitarios y antibióticos. De hecho, muchos veterinarios convencionales que trabajan en consultorios privados, tratan perros con diarrea y otros problemas gastrointestinales con el antibiótico metronidazol.
Los antiparasitarios y los antibióticos ponen al tracto gastrointestinal bajo un estrés fisiológico adicional, lo que puede evitar la recuperación total y prolongar tanto los síntomas como el sufrimiento. Además, el uso excesivo de antibióticos en la medicina veterinaria ha generado un problema generalizado de cepas bacterianas mortales y sumamente resistentes a los antibióticos como la MRSA.
Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte realizaron un estudio con el fin de comparar el uso de probióticos frente al metronidazol, para tratar la diarrea aguda causada por la colitis por estrés.3
Los perros en el estudio provenían de un refugio de animales en Raleigh, Carolina del Norte, y sufrían de diarrea severa. Los investigadores examinaron a los perros, registraron sus pesos y puntajes corporales, asimismo, realizaron análisis de sangre, orina y materia fecal. Posteriormente, los perros fueron seleccionados al azar para recibir un probiótico o metronidazol con el fin de tratar su diarrea.
A todos se les proporciono una alimentación de mantenimiento para adultos o una correspondiente a la etapa de crecimiento. El consumo del alimento y las características fecales se registraron diariamente. Hubo un total de 50 perros; 25 recibieron el probiótico y 25 recibieron el antibiótico. Al final del estudio, 11 de los perros tratados con metronidazol no respondieron al medicamento. Más tarde, se les suministró el probiótico.
Las puntuaciones fecales de los 3 grupos de perros (incluyendo aquellos que no respondieron inicialmente al metronidazol) mejoraron aproximadamente el doble. Incluso los perros con infecciones parasitarias mostraron el mismo nivel de mejora al final del tratamiento. Los puntajes de peso y condición corporal de los 50 perros no cambiaron significativamente durante el período de tratamiento.
Con base en los datos de puntaje fecal, los investigadores del estudio concluyeron que el probiótico "... es un tratamiento igual de eficaz que el régimen antibiótico tradicional para el tratamiento de la diarrea aguda en perros que viven en refugios". Los investigadores reconocieron que "los perros tratados con antibióticos con una mejoría limitada parecieron beneficiarse significativamente del tratamiento probiótico que se suministró posteriormente."
Los probióticos proporcionan beneficios GI, sistémicos e inmunológicos en gatos sanos
Un estudio publicado en 2006 sugirió que alimentar a los gatos con un suplemento probiótico puede generar beneficios sistémicos e inmunológicos, así como beneficiar la flora GI.4
El estudio duró 5 semanas y 15 gatos adultos con buen estado de salud participaron en el mismo. Los resultados demostraron que la cepa L. acidophilus que le fue suministrada a los gatos sobrevivió al tránsito a través del tracto gastrointestinal y disminuyó la cantidad de 2 tipos de bacterias intestinales dañinas.
Además de mejorar el balance entre las bacterias gastrointestinales beneficiosas y dañinas, la suministración del probiótico también mejoró el rendimiento de los fagocitos (células que absorben desechos y microorganismos dañinos en el torrente sanguíneo y los tejidos) y la producción de células involucradas en el funcionamiento del sistema inmunológico.
El uso de probióticos de esporas ("sporebiotics") es sumamente recomendable para muchas mascotas que están bajo estrés, tienen enfermedades crónicas, toman dosis constantes de medicamentos o tienen tractos gastrointestinales "sensibles". Asimismo, pueden ser beneficiosos para los dueños que buscan que su perro o gato tenga "intestinos de acero" al optimizar las defensas gastrointestinales.
Cómo elegir un probiótico de alta calidad para mascotas
Para que las bacterias en los suplementos probióticos sean efectivas, estas deben estar vivas y deben poder reproducirse. Por este motivo, los alimentos para mascotas comerciales que contienen probióticos no valen la pena. El proceso de fabricación erradica a muchas de las bacterias vivas, lo que significa que su efecto probiótico es muy bajo o nulo cuando el producto llega a las tiendas.
Al seleccionar un probiótico de alta calidad para mascotas, debes buscar las siguientes 5 características que son esenciales:
- Que las cepas bacterianas correctas sean beneficiosas para las mascotas, no para las personas
- Que sea fácil dárselo a tu perro o gato
- Que sea capaz de sobrevivir en el ambiente ácido del estómago de tu mascota
- Que contenga suficientes organismos vivos para repoblar los intestinos
- Que el producto sea estable en condiciones normales de almacenamiento
Y recuerda que tu perro o gato debe recibir la mayor parte de sus nutrientes de una alimentación con productos enteros y frescos, nutricionalmente equilibrada y apropiada para su especie.
De igual forma considera la posibilidad de añadir algunos vegetales fermentados al alimento de tu mascota, ya que además de proporcionar una variedad más amplia de bacterias beneficiosas en comparación con los suplementos probióticos, su contenido es mucho mayor.