Como profesión, los veterinarios han establecido la idea de que el estado emocional de sus pacientes es tan importante como su salud física, incluso durante las visitas al veterinario.
El movimiento para ayudar a las mascotas a lidiar con la ansiedad por visitar al veterinario se debe en gran parte al trabajo de la excelente, y ya fallecida, Dra. Sophia Yin (Low Stress Handling™), así como al Dr. Marty Becker (Fear Free: Taking the pet out of petrified), quienes defendían la causa a través de fomentar la conciencia sobre los principios libres de miedo en la comunidad veterinaria.
Existen innumerables estrategias que las clínicas veterinarias y los dueños de mascotas podrían aplicar para ayudar a los perros y gatos a sentirse menos estresados durante las citas con el veterinario.
Las siguientes 10 recomendaciones del Dr. Marty Becker fueron publicadas en la revista veterinaria dvm360.1 Fueron redactadas para los veterinarios y el personal de las clínicas veterinarias, así que las he editado un poco para que también sean de utilidad para los padres de mascotas.
Además, las he adecuado para reflejar mi propio enfoque para disminuir el miedo y ansiedad en las mascotas (que casi nunca involucra medicamentos ni sustancias químicas).
1. Acude a las visitas veterinarias con una mascota tranquila. Esto involucra asegurarte de que tu perro o gato esté entrenado para ir en una jaula (o que esté condicionado a usar arnés para el asiento del automóvil) y que se sienta cómodo durante los viajes en automóvil.
Para mantener a tu mascota tranquila los días de cita con el veterinario, utiliza feromonas--Adaptil para perros o Feliway para gatos, nutracéuticos relajantes y cubiertas para jaulas transportadoras.
Los productos que utilizo, siempre junto con modificación de comportamiento, incluyen el aconitum homeopático, Hyland's Calms Forte, Bach Rescue Remedy o una mezcla de Spirit Essences para estrés o miedo.
Los nutracéuticos relajantes y hierbas que he encontrado útiles son la albahaca santa (Tulsi), valeriana, L-teanina, rhodiola, Ashwagandha, GABA, 5-HTP y manzanilla.
Como defensor de tu mascota, también es importante que mantengas la calma. Si te resulta útil, podrías reproducir música relajante durante el traslado a la cita veterinaria.
2. Limita sus alimentos antes de las citas veterinarias. En especial si su cita es alrededor de la hora de la comida de tu mascota, proporciónale una cantidad más pequeña de alimento o espera hasta regresar a casa (si no le ocasiona ningún problema).
Si tu perro o gato tiene un poco de apetito durante su cita, será más propenso a responder a los premios que le proporcione el personal veterinario. También, podrías llevar un pequeño suministro de los premios favoritos de tu mascota a la cita.
3. Minimiza el tiempo que pasas en el vestíbulo de la clínica veterinaria. El vestíbulo principal o el área de espera de muchas clínicas veterinarias podría ser un factor desencadenante en las mascotas miedosas, debido a los olores, sonidos y presencia de otros animales y personas desconocidas.
Si no puedes llevar a tu mascota directamente a la sala de revisión después de llegar, infórmale a la recepcionista que esperarás con tu mascota en tu vehículo hasta que haya una sala de revisión disponible.
Si tu veterinario se retrasa constantemente, llama con anticipación y pregúntale si llegará a tiempo. Si se retrasan, programa tu llegada para esperar el menor tiempo posible.
4. Elije una clínica veterinaria con salas de revisión específicas para cada especie. Si tu clínica veterinaria actual no tiene salas de revisión separadas para perros y gatos, deberías considerar buscar alguna que si las tenga.
Lo ideal es utilizar feromonas específicas para su especie en la sala, junto con música relajante especial para gatos o perros, revestimientos de paredes y ajustes en la temperatura.
5. Genera una sensación de calma en la sala de revisión. Hay toda una serie de medidas que tu veterinario y el personal de la clínica podrían aplicar para atenuar la sensación de estrés de tu mascota, como por ejemplo:
Llegar a la sala de revisión antes de que llegues con tu mascota |
Hablar en voz baja y hacer movimientos pausados |
Quitar la parte superior de la jaula transportadora de tu gato (o abrir el cierre de la transportadora suave) y proveerle una toalla a tu gatito para que se esconda debajo mientras se acostumbra a la sala |
Permitir que los perros olfateen los instrumentos antes de ser utilizados |
Evitar el contacto directo con tu mascota y esperar a que inicie la interacción |
Aplicar un analgésico tópico antes de tocar un área adolorida del cuerpo de tu mascota |
Lanzar premios cerca de tu mascota, en vez de ofrecerlos con las manos |
Colocar superficies antideslizantes en la mesa de revisión, y en el piso si el veterinario examina al paciente en el suelo |
6. Siempre que sea posible, examina al paciente en donde se sienta más cómodo. Las mesas de revisión tienden a provocarles ansiedad a muchas mascotas (por eso se necesitan superficies antideslizantes, para ayudarles a disminuir el estrés).
Cada vez que sea posible, deberá examinarse al perro o gato temeroso en el suelo (pisos lisos cubiertos con una alfombra antideslizante), en el regazo del dueño de la mascota, o en el caso de los gatitos, en la jaula transportadora.
7. Trabaja con tu mascota para determinar el mejor método para "adecuarse a la postura". Adecuarse a la postura simplemente significa sostener o manejar a tu mascota de una forma que le resulte más cómoda, y que al mismo tiempo le permita a tu veterinario realizar los procedimientos necesarios.
Una vez que tu veterinario sepa qué es lo que funciona mejor en el caso de tu mascota, deberá anotarse en el historial clínico del paciente, junto con el lugar donde prefiere ser examinado, y cualquier otra información que ayude a disminuir su estrés.
8. Haz que las inyecciones sean menos dolorosas. Esto fue escrito originalmente como "haz que las vacunas sean menos dolorosas" porque por desgracia, en muchas clínicas veterinarias, las vacunas aún se administran en la mayoría, si no es que en todas las visitas.
Esa no es la forma en que practico la medicina veterinaria, como ya saben mis visitantes regulares de Healthy Pets. En relación a las vacunas, soy minimalista, y solo administro las vacunas necesarias para proteger a cada mascota y/o cumplir con la ley (en el caso de la vacuna contra la rabia).
Dicho lo anterior, en mi opinión, tenemos que hacer que todas las inyecciones (especialmente las de microchips, si tu mascota debe recibir alguno), extracciones sanguíneas (incluso para pruebas de titulación de anticuerpos, en vez de revacunaciones automáticas) y otros procedimientos posiblemente dolorosos, sean tan cómodos para nuestros pacientes, como sea posible.
Esto podría lograrse al utilizar agujas más pequeñas, aplicar anestésicos tópicos, distraer a las mascotas con premios y elogios, y otras técnicas.
9. Hay que sedar a las mascotas cuando sea necesario. La sedación no necesariamente es algo malo, o una opción de último recurso. En ciertos casos, es lo más amable que podemos hacer para controlar el miedo y estrés de una mascota. Algunos pobres perros y, en especial, gatos se encuentran tan traumatizados debido a las visitas veterinarias que les beneficia ser sedados.
Por ejemplo, los gatos agresivos podrían ser atendidos de mejor manera cuando inhalan gas sevoflurano (similar al "gas de la risa" que se utiliza para pacientes dentales muy estresados) para reducir la sensación de ansiedad.
De hecho, tuve un cliente con un gato agresivo, quien lo trajo en su caja para viajar (una evidente bañera de Rubbermaid), que había equipado con dos pequeños agujeros que permitían la entrada del oxígeno y facilitaban la administración del gas inhalado.
¡Esto redujo drásticamente el estrés del gato, de mi cliente, y todo el personal veterinario!
Sin duda, tengo fe en los sedantes inyectables, los cuales pueden revertirse fácilmente en todos los procedimientos, que de lo contrario provocarían la respuesta de pánico en una mascota, más usualmente en los de cortes de uñas y limpiezas profundas de oídos.
10. Protege el bienestar físico y emocional de tu mascota. Es importante que, en primer lugar, tú--como defensor de tu mascota--al igual que el personal veterinario, se enfoquen en el bienestar emocional de tu perro o gato.
Tan solo después de que tu mascota se encuentre tranquila (o que un sedante haya hecho efecto), podrá intentarse la revisión o procedimiento.
El hecho de que nuestros compañeros animales no puedan decirnos que sienten ansiedad o temor, no significa que no sea así, por lo que es de suma importancia que, tanto los dueños como el personal veterinario tomen las medidas necesarias para que las mascotas se sientan lo más tranquilas y cómodas que puedan, antes y durante las visitas veterinarias.