Año tras año, los rodenticidas son señalados como uno de los principales agentes de envenenamiento para mascotas.
• Anticoagulantes de acción prolongada (LAAC por sus siglas en inglés). Los anticoagulantes de acción prolongada, denominados LAAC por sus siglas en inglés, son el tipo más común de veneno para ratones y ratas que se utiliza hoy en día. Algunos de los ingredientes activos en estos productos son brodifacoum, difacinona, warfarina y bromadiolona.
La mayoría de estos productos contienen un tinte verde para que los humanos puedan reconocerlos rápidamente. Sin embargo, dado que los perros y los gatos tienen una visión daltónica, los pélets pueden parecer alimentos secos para mascotas. Cuando un animal los consume, los agentes anticoagulantes bloquean la síntesis de vitamina K, la cual es un componente esencial para tener una coagulación sanguínea normal.
Esto reduce la producción de ciertos factores coagulantes. Los factores que ya circulan por el torrente sanguíneo no sufren ningún efecto, por lo que existe un lapso de tiempo entre haber consumido el veneno y experimentar problemas de sangrado. Sin embargo, el resultado final, es el sangrado espontáneo e incontrolado, que conduce a la muerte.
Por lo general, cuando un perro o un gato consumen un LAAC, los signos de envenenamiento tardan de 3 a 5 días en ser evidentes. Sin embargo, en casos de exposición crónica, los síntomas pueden aparecer antes.
Los síntomas más comunes son signos de hemorragia interna o problemas de coagulación e incluyen letargo, intolerancia al ejercicio, tos y dificultad para respirar debido al sangrado pulmonar, hinchazón del abdomen por acumulación sanguínea, debilidad y encías pálidas.
Asimismo, tu mascota puede presentar vómitos o diarrea (a veces con sangre), hemorragia del recto, hemorragias nasales espontáneas y hematomas que aparecen sin que haya sufrido un traumatismo previo. Otros síntomas pueden ser hematuria, articulaciones inflamadas, pérdida del apetito y encías sangrantes u otras hemorragias en la cavidad oral.
Los signos de sangrado en más de un lugar son una pista definitiva de que existe un problema con la coagulación sanguínea.
• Brometalina. La brometalina es un veneno que muchos fabricantes de rodenticidas ahora utilizan para reemplazar a los anticoagulantes de acción prolongada que se encuentran en productos de veneno para ratas de uso residencial.
Desafortunadamente, aunque los productos de brometalina están destinados a ser más inocuos, conllevan una consecuencia imprevista.
La brometalina actúa más rápidamente que los rodenticidas más viejos y, a diferencia de los anticoagulantes de acción prolongada, no tiene antídoto. Muchos veterinarios ya se han enfrentado al reto de tratar a mascotas, sobre todo perros, envenenados con brometalina.
La brometalina es una neurotoxina de acción rápida que afecta el cerebro y el hígado. En las mascotas, los signos de inflamación cerebral y alteración del sistema nervioso central aparecen entre 2 y 24 horas después del consumo.
Los síntomas dependerán de la cantidad de veneno que la mascota engulló y algunos de estos son inestabilidad, debilidad, temblores musculares, movimiento de sus extremidades como si estuviera nadando, hiperexcitabilidad, depresión, vómitos, fiebre alta, rigidez en las patas delanteras y convulsiones.
Una vez que una mascota muestra signos neurológicos, probablemente solo tenga 1 o 2 días para salvarse, además, un tratamiento exitoso es costoso y difícil.
• Agentes hipercalcémicos. Los agentes hipercalcémicos contienen colecalciferol, o vitamina D, que eleva el contenido de calcio en la sangre a niveles sumamente tóxicos, lo que produce arritmias cardíacas y la muerte.
• Fosfuro de zinc. El fosfuro de zinc mata a las ratas, ratones y otros roedores cuando el ácido en sus sistemas digestivos reacciona con el fosfuro, lo que crea un gas tóxico. Por lo general, las carnadas contienen una mezcla de fosfuro de zinc y un emético para causar vómitos si son consumidos por humanos o mascotas. (La mayoría de los roedores no tienen el reflejo del vómito, por lo que el emético no los hace regurgitar).
El lado positivo es que las mascotas suelen vomitar después de comer carnadas para roedores que contienen fosfuro de zinc. El lado negativo es que si un humano o animal cercano inhala el gas tóxico (gas fosfina) del vómito, este puede dañar el corazón, pulmones, sistema nervioso, hígado y riñones, además, puede ser mortal.
Tras capturar a los roedores, podrás devolverlos a la naturaleza en un sitio alejado de la trampa. Si no te es posible adquirir este tipo de trampa, puedes buscar en línea acerca del "control para roedores" con el fin de encontrar organizaciones locales que se dediquen al control de la vida silvestre y que erradiquen humanamente las plagas potencialmente destructivas y peligrosas.
Para evitar que los roedores ingresen a tu propiedad, es importante que almacenes los alimentos de forma segura dentro de tu hogar y los coloques en bolsas de basura dentro de los contenedores que se encuentran en el exterior, con las tapas cerradas. De igual forma, supervisa a tus mascotas cuando estén afuera. No permitas que coman roedores en tu casa o durante sus paseos por el vecindario.
Si crees que tu mascota ha consumido algún tipo de veneno o un animal que probablemente haya consumido veneno, llévalo con tu veterinario lo antes posible, aún y cuando parezca estar bien en ese momento. Cuando un perro o gato comienza a mostrar síntomas de toxicidad, todo puede progresar muy rápidamente.
La detección temprana y el tratamiento son invariablemente las elecciones más acertadas y las que tienen el resultado más favorable.