Todos los que consultan regularmente nuestros artículos y videos saben que no soy partidaria de los productos farmacéuticos.
Sin embargo, como veterinaria integradora y proactiva, los utilizo en ciertas situaciones, como cuando un animal requiere un medicamento que le salve la vida o cuando una mascota tiene un dolor intratable que no pueda abordarse de manera efectiva por otros medios. Asimismo, suelo recomendar medicamentos para pacientes en etapa terminal y que están recibiendo cuidados paliativos o de hospicio.
Por lo general y en casos que no sean de emergencia, primero intento implementar enfoques más seguros que no involucren sustancias tóxicas. No hay que descartar el uso de medicamentos, sin embargo, la medicina humana y veterinaria convencional los ha utilizado excesivamente hasta llegar a un nivel que raya en el abuso. Las compañías farmacéuticas tienen un gran interés en desarrollar y vender sus productos.
Por desgracia, a la mayoría de los médicos y veterinarios les complace ayudarle a su paciente mediante la prescripción de medicamentos sin abordar la causa subyacente de su enfermedad o, en el caso de los antibióticos, sin siquiera confirmar la presencia de una infección bacteriana.
Otro medicamento ampliamente recetado en la medicina occidental es la prednisona y otros tipos de corticosteroides. La terapia con esteroides, sobre todo cuando se administra repetidamente a largo plazo, tiene una larga lista de efectos secundarios que son sumamente graves, e incluso algunos de ellos son potencialmente mortales.
El tramadol no alivia el dolor de la artritis canina
Gracias al idilio entre la medicina occidental y los productos farmacéuticos, es raro ver que un medicamento establecido sea sujeto a una examinación como la que recientemente algunos investigadores del Colegio de Medicina Veterinaria en la Universidad de Georgia le hicieron al tramadol, un medicamento que se utiliza como analgésico.
Para el estudio, que fue financiado por Morris Animal Foundation, los investigadores veterinarios evaluaron la efectividad del medicamento para aliviar los signos de dolor por la artritis canina, y concluyeron que era ineficaz. El equipo publicó sus resultados en la Revista de la Asociación Americana de Médicos Veterinarios.1
El líder del estudio, el Dr. Steven Budsberg, profesor de cirugía y director de investigación clínica, no ha tenido miramiento para exponer los resultados:
"Los datos demuestran de manera contundente que, pese a ser la recomendación común, el tramadol no es un medicamento eficaz en el tratamiento del dolor relacionado con la artritis canina. El uso del tramadol es un clásico ejemplo de lo que pasa cuando no se reconoce ni controla el sesgo al momento de evaluar un posible tratamiento".2
El estudio comparó el tramadol con un placebo y el medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE), carprofeno, en 40 perros con artritis de codo o rodilla. Cada uno de los perros recibió 1 de los 3 tratamientos en orden aleatorio, y cada tratamiento duró 10 días. Más tarde, fueron evaluados mediante puntajes de impulso vertical, fuerza vertical máxima y bajo el Cuestionario Breve del Dolor Canino con el fin de evaluar su movilidad y dolor.
Los resultados no mostraron mejoría alguna cuando se administró el tramadol.
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Un veterinario especialista en dolor, un médico de cuidados paliativos y un anestesiólogo opinan sobre el Tramadol
La publicación de la industria veterinaria dvm360 preguntó a 3 veterinarios convencionales lo que pensaban sobre el estudio, y sus respuestas fueron reveladoras.
El primero, el Dr. Michael Petty, un veterinario especialista en rehabilitación canina y dolor, declaró para la revista que los expertos en dolor veterinario saben desde hace tiempo que el tramadol oral no funciona adecuadamente para tratar o prevenir el dolor agudo. Asimismo, él y sus colegas sospecharon desde hace años que el medicamento tampoco era eficaz en casos de dolor crónico.
De acuerdo con Petty:
"Se trata de un medicamento que es una sustancia controlada con un potencial para el abuso humano que, además, no cuenta con estudios donde se demuestre su efectividad en el dolor agudo o crónico, y que podría matar al paciente. Quien quiera recetarlo debe imaginarse en un juzgado tratando de defender la decisión de dárselo a un animal que se haya hecho daño".3
Petty agregó que el tramadol también puede causar el síndrome de la serotonina, incluso en pequeñas dosis, e incluso la primera vez que se administra a una mascota.
La Dra. Dani McVety es la fundadora y directora ejecutiva de la red Lap of Love Veterinary Hospice, y al igual que Petty, no se sorprendió por los resultados del estudio.
Sin embargo, en el tratamiento de mascotas en centros de cuidados paliativos, McVety y sus colegas "... de vez en cuando necesitan sobrepasar los límites de las medidas de confort médico", y ella planea continuar usando tramadol como agente sedante con el fin de tratar la fase terminal que viene con afecciones dolorosas.
En palabras de la propia McVety:
"Cuando prescribo tramadol les digo a mis clientes que no se usa directamente para reducir el dolor, sino más bien como un vaso de vino. A veces necesitas uno; a veces necesitas 2 o 3 para tranquilizarte un poco. Pero si dependemos de una dosis muy alta durante más de 1 o 2 noches, se trata de un problema de calidad de vida y necesitaremos tratarlo por separado".
El tercer veterinario entrevistado fue el Dr. Ralph Harvey, profesor adjunto de anestesiología en la Facultad de Medicina Veterinaria en la Universidad de Tennessee. El Dr. Harvey dice que el jurado todavía está deliberando si el tramadol es eficaz para aliviar el dolor en pacientes veterinarios, y cree que parte del problema está en ver al medicamento como un analgésico.
"Es mejor que lo consideremos como un medicamento que modifica las emociones – al menos en aquellos animales que producen el metabolito correcto. Los perros varían enormemente en su capacidad de producir ese metabolito vinculante al receptor mu. Algunos perros lo hacen; otros no".
Harvey explica que existen 2 tipos de dolor: El dolor en sí y el sufrimiento o el componente emocional del dolor que puede comprometer la calidad de vida. También el experto veterinario señala que, como el tramadol se suele utilizar junto con otros medicamentos, lo que incluye a los analgésicos, es difícil saber qué medicamento causa qué efecto.
"Pero la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia”, enfatiza Harvey.
“Nuestra mayor limitación para evaluar el dolor es nuestra capacidad de reconocerlo y cuantificarlo, sobre todo cuando se trata de modelos validados para el aspecto del dolor que sufre. Este es un nuevo límite que recién hemos comenzando a explorar".
Harvey dice que, aunque respeta el estudio de Budsberg, "... la métrica se limita al componente sensorial más que al componente emocional del dolor".
Para que quede claro, cuento con tramadol en mi botiquín veterinario y lo uso con ciertos pacientes, junto con otras terapias, para aliviar el dolor leve y estrés emocional propios de la fase terminal. Pero como con todos los medicamentos, lo utilizo solo cuando es estrictamente necesario y beneficioso para el animal.
Sugerencias de estilo de vida para perros con artritis
El estudio de la Universidad de Georgia analizó específicamente el tramadol para perros con artritis y concluyó que el carprofeno (el medicamento AINE) era más efectivo. Te reitero, tenemos profesionales en la medicina convencional que recomiendan medicamentos, cuando en muchos casos, los perros con enfermedad degenerativa articular pueden tratarse adecuadamente con un protocolo natural que no involucre sustancias tóxicas.
En mi experiencia, un enfoque multimodal para el tratamiento de la artritis es fundamental para desacelerar su progresión, este incluye:
- Terapia física. La fisioterapia es una necesidad absoluta para las mascotas con artritis y debe diseñarse para mantener e incrementar la fuerza articular, tono muscular y rango de movimiento. Esto se puede lograr con ejercicios terapéuticos, natación y masajes.
- Control de peso. Mantener a tu mascota en un peso delgado y saludable también es fundamental para prevenir o aliviar los síntomas de la artritis. Un perro con sobrepeso y artritis puede exhibir una clara mejora en los síntomas tras perder solo una pequeña cantidad de peso corporal.
- Ejercicio. Conforme van envejeciendo las mascotas necesitan mover sus cuerpos más, no menos. Aunque la intensidad, duración y tipo de ejercicio cambiarán, la actividad diaria sigue siendo fundamental para prevenir la debilidad musculoesquelética profunda con la edad. Los músculos mantienen el esqueleto de tu mascota, por lo que preservar el tono muscular también reducirá la cantidad de laxitud articular (que causa artritis).
Otros factores cruciales para mantener la salud de una mascota con artritis son proporcionarle una alimentación nutricionalmente equilibrada y apropiada para su especie, así como evitar revacunaciones innecesarias (intenta mejor con una prueba de titulación).
Además de terapias como tratamientos láser y Assisi loop, he encontrado que incorporar cuidados basados en prácticas quiroprácticas, acupuntura, estiramientos diarios y ejercicios suaves, junto con un protocolo oral para controlar el dolor y la inflamación, producirán los mejores resultados para un perro con artritis.
Recomendaciones de protocolo oral
Los agentes condroprotectores (CPA, por sus siglas en inglés) que protegen las articulaciones, como el sulfato de glucosamina, MSM, membrana de cáscara de huevo, mejillón de perna (mejillón de labios verdes), Adequan y miristoleato de cetilo son esenciales para los perros que sufran artritis. Los CPA reducen la tasa de degeneración del cartílago, lo cual es fundamental.
La forma, dosis y tipo de CPA que tu veterinario prescriba debe basarse en una minuciosa evaluación de las necesidades individuales de tu perro. Los CPA deben mezclarse con las opciones de control del dolor según sea necesario.
Existen muchos remedios naturales para la artritis que pueden reducir o eliminar la necesidad de analgésicos, como un suplemento de omega-3 de alta calidad (aceite de kril), ubiquinol, cúrcuma, super alimentos de origen vegetal (espirulina, astaxantina), fórmulas antiinflamatorias naturales (hierbas, enzimas proteolíticas, nutracéuticos, fórmulas TCM), remedios homeopáticos (Rhus tox, árnica) y complejo de ácidos grasos esterificados (EFAC, por sus siglas en inglés).
He encontrado que el aceite de CBD puede ser una de las estrategias de tratamiento a largo plazo más seguras para el dolor crónico.
También existen hierbas chinas ayurvédicas y nutracéuticos que pueden ser muy beneficiosos para los perros con artritis, dependiendo de sus síntomas individuales. Es importante que vigiles los síntomas de tu mascota de forma continua ya que la artritis progresa con el tiempo. El cuerpo de tu perro cambiará constantemente y su protocolo de tratamiento también deberá ser modificado.
En la gran mayoría de los casos donde se presente dolor articular de leve a moderado, si los CPA y las opciones naturales para controlar el dolor se proporcionan a tiempo, la necesidad de terapia intermitente con medicamentos AINE puede limitarse a esos esporádicos "días malos" cuando el clima o las actividades diarias exacerben temporalmente el malestar.
Los casos de dolor articular que va de moderado a intenso (y requieren una administración constante de medicamentos AINE para mantener la calidad de vida) pueden depender de dosis más bajas mediante un protocolo integrativo.
En definitiva, te recomiendo que encuentres un veterinario integrador u holístico que trabaje contigo con el fin de personalizar un protocolo integral para tu mascota. Los veterinarios que han estudiado otras áreas además de su formación tradicional en la escuela veterinaria con el propósito de aprender e incorporar terapias complementarias en su consultorio tendrán muchas más opciones para ofrecerle a tu perro o gatito con artritis.
También te recomiendo llevar a tu mascota a una consulta de bienestar con su veterinario al menos 2 veces al año con el fin de revisar su estado de salud, verificar el rango de movimiento en sus articulaciones, la masa muscular que está ganando o perdiendo, y ajustar su protocolo según sea necesario con el fin de garantizar que su calidad de vida sea óptima.