Sorprendentemente, tu gatito ama esto más que cualquier cosa

relacion entre gatos y humanos

Historia en Breve

  • Las relaciones entre gatos y humanos difieren significativamente de las relaciones entre los perros y humanos
  • Un estudio reciente concluye que a diferencia de los niños pequeños y los perros, los gatos no forman "lazos afectivos" con sus humanos debido a su evolución como criaturas solitarias e independientes; se necesitan mejores herramientas para definir los detalles del vínculo entre los gatos y los seres humanos
  • Otro estudio reciente sugiere que a pesar de las apariencias, los gatos realmente prefieren interactuar con sus humanos a otros tipos de estímulos
  • Los gatitos también adoptan hábitos humanos y adaptan sus estilos de vida a los de sus propietarios
  • Muchos gatos también parecen entender y apreciar las concesiones mutuas en las relaciones con los humanos

Como amantes de las mascotas, todos reconocemos que la conexión que tenemos con nuestros gatos es muy diferente de la forma en que interactuamos con nuestros perros. Que los gatitos sean más independientes y autosuficientes que los perros no es solo un mito, es un hecho.

Los gatos simplemente no ven a sus humanos de la misma manera que los perros. Por ejemplo, no se vuelven locos de felicidad cuando llegamos a casa. Su principal vínculo es con su entorno/territorio/zona, no con nosotros, mientras que nuestros perros tienden a tratarnos como si fuéramos la octava maravilla.

A diferencia de los perros y niños pequeños, los gatos no desarrollan ‘lazos afectivos’ con sus cuidadores humanos

Incluso los gatitos que aprendieron a socializar adecuadamente con personas de la edad apropiada y que se sienten bastante cómodos con los humanos, no forman el tipo de vínculo emocional con sus dueños que manifiestan los perros, tal como lo ilustra un pequeño estudio realizado en el año 2016 en Reino Unido.1

Para el estudio, dos investigadores de la Universidad Lincoln utilizaron el Test de Situaciones Extrañas de Ainsworth (SS), una herramienta que mide si un niño o perro pequeño ha desarrollado conductas de apego con un cuidador que representa seguridad en entornos extraños o amenazantes. Usaron el Test SS adaptado a los felinos para evaluar a 20 gatitos y a sus dueños.

Más allá de observar que los gatos vocalizaron más cuando sus dueños los dejaron con extraños frente al caso contrario, los investigadores no encontraron ninguna otra evidencia que sugiera que los gatitos habían formado un vínculo afectivo con sus humanos. Según los investigadores:

"Estos resultados son consistentes con la opinión de que los gatos adultos suelen ser bastante autónomos, incluso en sus relaciones sociales, y no necesariamente dependientes de otros para disponer de un sentido de seguridad y protección".

Desde luego esto no significa que los gatos no tengan vínculos con sus humanos; sin embargo, necesitamos desarrollar herramientas alternativas para medir mejor las características normales de la conexión entre gatos y humanos, ya que el concepto de apego emocional no es una de ellas.

Los gatos evolucionaron como solitarios autosuficientes

Si sabes mucho sobre felinos, no es un gran secreto por qué son tan diferentes de los perros y, por lo tanto, lo son sus relaciones con las personas. Los gatos evolucionaron como solitarios independientes, a diferencia de los perros, cuyos antepasados lobo vivían en manadas con una estructura social bien definida.

El ancestro del gato doméstico es el gato salvaje africano, que caza en solitario pequeños animales de presa como ratones, ratas, aves y reptiles. Por su parte, los lobos necesitan miembros de su manada para ayudarlos a derribar presas más grandes. La excepción a esta regla es el león, que vive en manadas (rebaños) al igual que los lobos, y cazan y comen en comunidad.

En los gatos domésticos, socializar durante las primeras 2 a 8 semanas de vida les da la capacidad de vincularse socialmente con su ser humano, pero por supuesto únicamente bajo sus propias condiciones. Por ejemplo, una vez que un gatito silvestre cumple más de 2 meses de edad, puede ser muy difícil tratar de "domesticarlo" o convertirlo en un gatito de interiores.

Pero independientemente de lo bien socializado que esté un gatito, conservará su independencia durante toda su vida. Puede ser extremadamente amigable y extrovertido, pero nunca se someterá a ti como lo hacen los perros. Un felino tampoco dudará en ponerte en tu lugar si haces algo que le disgusta.

Dado que los gatos evolucionaron para ser solitarios, no tienen las habilidades de comunicación que tienen los perros. Por eso es tan importante monitorear el comportamiento de tu gatito para identificar signos de que está estresado, enfermo o lesionado. Por ejemplo, si lo encuentras escondido en su caja de arena cerrada o en un armario que nunca frecuenta, es probable que algo ande mal y necesitas averiguarlo.

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A pesar de su indiferencia, los gatos disfrutan la interacción humana

En un estudio de 2017, un par de investigadores universitarios de los Estados Unidos concluyeron que parece ser que a los gatos les agradan mucho más los humanos de lo que demuestran.2 Según Phys.org:

"[Los investigadores] señalan que es posible que los gatos simplemente estén incomprendidos, y destacan que investigaciones recientes han encontrado que los gatos tienen complejas capacidades socio-cognitivas y de resolución de problemas.

Además, sugieren que la creencia generalizada de que los gatos son menos reactivos a los estímulos sociales podría deberse a la falta de conocimiento sobre lo que es realmente estimulante para ellos".3

Los investigadores se propusieron determinar qué tipo de cosas estimulan a los gatos y en qué medida. Había dos grupos de gatitos involucrados, un grupo vivía con familias y el otro estaba formado por gatos de refugio. Para el estudio, se aisló a los gatos durante algunas horas, después de lo cual se les presentaron tres elementos de una de las cuatro categorías: comida, aroma, juguete e interacción humana.

Los investigadores mezclaron los elementos para que los gatos pudieran evaluar mejor lo que consideraban más estimulante, y determinaron el nivel de interés de los gatitos ante el estímulo de acuerdo con su prioridad, cómo interactuaron con él y durante cuánto tiempo.

Los investigadores observaron una gran variabilidad de un gato a otro, independientemente de si vivían en una casa o refugio. Pero en general, los gatos prefirieron interactuar con un humano a todos los demás estímulos, incluida la comida.

Durante el experimento, los gatitos pasaron en promedio el 65 % de su tiempo interactuando con una persona, lo que llevó a los autores del estudio a concluir que a los gatos realmente les gusta estar cerca de sus humanos, a pesar de la manera en que podrían comportarse en torno a ellos.

Tienes más influencia en tu gato de lo que crees

Un estudio publicado en 2013 ofreció más información sobre el comportamiento felino en cautiverio.4 Por ejemplo, ¿sabías que nuestros gatos adoptan hábitos humanos o que adaptan sus estilos de vida a los nuestros?

Si bien la genética ciertamente desempeña una función en la personalidad y el comportamiento de los felinos, es claro que el entorno también es un factor importante. "Nuestros hallazgos destacan la alta influencia de la presencia y el cuidado de los humanos en la cantidad de actividad y el ritmo diario en los gatos", dice el coautor del estudio Giuseppe Piccione de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Messina.5

El propósito del estudio fue explorar el efecto de diferentes entornos residenciales en el ritmo diario de la actividad locomotora total (TLA, por sus siglas en inglés) de los gatos. Los gatos del estudio vivían con dueños que trabajaban durante el día y estaban en casa por las noches. Todos estaban bien atendidos.

Los gatitos se dividieron en dos grupos, y el primer grupo vivía en casas más pequeñas y muy cerca de sus humanos. El otro grupo tenía más espacio para vivir, llevaba un estilo de vida en espacios interiores y exteriores y pasaba las noches afuera.

Con el tiempo, los gatos en el primer grupo adoptaron estilos de vida similares a sus dueños con respecto a sus patrones de alimentación, sueño y actividad. El segundo grupo se volvió más nocturno. Sus comportamientos eran similares a los de los gatos semi-silvestres, por ejemplo, los gatos de granja.

La Dra. Jane Brunt del Consejo CATalyst hizo esta observación para Seeker:

"Los gatos son animales inteligentes con gran memoria. Nos observan y aprenden de nosotros (tomando nota de) los patrones de nuestras acciones, como lo demuestra el hecho de saber dónde se guardan sus alimentos y a qué hora deben ser alimentados, cómo abrir la puerta de la alacena que fue mal cerrada y donde están sus áreas de alimentación y aseo".6

Los gatos de interiores que pasan mucho tiempo con sus humanos tienden a mimetizar sus hábitos alimenticios, incluidos aquellos que conducen a la obesidad. Si llegas a colocar su caja de arena en tu baño como lo hacen muchos dueños de gatos, podrías notar que con frecuencia tu gatito parece usar su "baño" mientras tu estás usando el tuyo.

La personalidad de los felinos a menudo se describe con adjetivos como "agresiva", "arrogante", "curiosa" o "tímida". Estas características también se aplican a las personas, y los investigadores especulan que los entornos de los gatos podrían tener más impacto en su personalidad de lo que se pensaba.

Los gatos aprecian las relaciones recíprocas con sus cuidadores

El Dr. Dennis Turner es un destacado experto en el vínculo entre humanos y felinos, y su investigación demuestra que, a diferencia de los perros, los gatos siguen el ejemplo de sus humanos respecto al nivel de interacción que hay entre ellos.7 Algunos propietarios de gatos prefieren tener mucha interacción con su mascota y otros no tienen mucho tiempo para dedicarles o simplemente prefieren interactuar menos.

Los gatitos son bastante adaptables a las necesidades de sus humanos en este sentido y se adecuan fácilmente al ritmo que marca el propietario. Lo hacen sin quejarse, y su naturaleza independiente y autosuficiente les ayuda a desarrollarse bien sin la necesidad del mismo nivel de interacción que exigen sus homólogos caninos.

El descubrimiento del Dr. Turner de que los gatos parecen entender la necesidad de equilibrio en su relación con los humanos es aún más fascinante:

“Lo que descubrimos fue que entre más cumple el propietario con el deseo de interacción del gato, más cumple el gato con los deseos del propietario en otras ocasiones. Establecen concesiones mutuas.

Si la persona no cumple con el deseo del gato de interactuar, entonces el gato no cumple con los deseos de la persona. Es una relación fantástica de dar y recibir. Existe una auténtica relación social entre los dueños y sus gatos".8

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