Como ya lo he dicho muchas veces en Mercola Healthy Pets, la industria de los alimentos procesados para mascotas siempre está en busca de nuevos ingredientes baratos que suelen ser biológicamente inapropiados, con el fin de incorporarlos en sus fórmulas para perros y gatos.
Desde mi punto de vista, también de vez en cuando llegan a comparar sus ingredientes inferiores con la carne fresca de origen animal para ver si pueden encontrar algún punto a su favor que les permita competir con los alimentos frescos. Por ejemplo, este encabezado que me encontré hace poco en una revista de la industria del alimento para mascotas: “La digestibilidad de la proteína de los subproductos es comparable con la del pollo fresco”.1
Sin querer, investigadores prueban que los métodos de procesamiento del alimento para mascotas destruyen los nutrientes en la carne de pollo
Investigadores de la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega realizaron un estudio con el objetivo de descubrir si añadir carne fresca de pollo en el alimento procesado para mascotas hecho con hidrolizado de proteína de salmón y harina de carne de aves aumenta la digestibilidad de la proteína.2
El resultado no me sorprende, la carne de pollo no aumentó la digestibilidad como se esperaba, porque de acuerdo con los investigadores, “la extrusión pareció evitar el aumento de la digestibilidad” del pollo.
Los investigadores creen que “el calor durante el proceso de extrusión puede ser el culpable de la reducción del valor nutricional del pollo”. Observaron que la digestibilidad de los aminoácidos simples, en especial del ácido aspártico y cisteína (que se sabe son sensibles al calor), “mostró una reducción desproporcionada cuando se probó en alimento extruido que cuando se probó sola”.
Una vez más, esto no me sorprende. El alimento crudo contiene todos sus nutrientes originales, nutrientes que se pierden durante cualquier tipo de cocción, pero en especial, durante el proceso de calentamiento prolongado, más la extrusión que se utiliza para fabricar alimento procesado para mascotas.
Así que echémosle otro vistazo al encabezado del artículo de la revista: “La digestibilidad de la proteína de los subproductos es comparable con la del pollo fresco”. Un encabezado más apegado a la realidad sería: “El proceso de extrusión acaba con los nutrientes vitales contenidos en el pollo fresco, por lo que la carne de pollo extruida contenida en el alimento procesado para mascota no es más digerible que el hidrolizado de proteína de salmón (SPH por sus siglas en inglés) o la harina de carne de aves”.
Vale la pena mencionar, que el SPH está hecho de una encantadora mezcla de vísceras (intestinos), cabezas y esqueleto de salmón. Y en cuanto a la harina de ave de corral, aquí la definición de AAFCO:
“La harina de carne de aves es el producto procesado de una combinación de carne con o sin hueso que se deriva de las partes o cadáveres enteros de las aves de corral o una combinación de ambas, a excepción de plumas, cabezas, patas y entrañas. Deben ser adecuados para su uso en el alimento para animales. Y si lleva un nombre tan descriptivo, debe ser por algo”.3
La harina de carne de aves se considera superior a la harina de subproductos de aves de corral, ya que ésta última contiene “cuellos, patas, huevos sin desarrollar e intestinos”. Vale la pena señalar que muchas especies de pájaros entran en la categoría de “ave de corral” incluyendo pollos, pavos, patos, gansos, palomas, codornices, avestruces, emúes y muchos más.
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Cómo el proceso de extrusión daña los ingredientes del alimento para mascotas
La extrusión es el proceso que utilizan los fabricantes de alimento para mascotas para convertir las mezclas de ingredientes en croquetas. Alrededor del 95 % del alimento seco para mascotas se fabrica a través del proceso de extrusión.
Los fabricantes consideran la extrusión de los lotes de ingredientes con alto contenido de carne como todo un desafío, lo que nos dice que durante el proceso de extrusión ocurren cambios indeseables en la carne de origen animal.
Así es como funciona este proceso: Se mezclan los lotes de ingredientes de alimento para perros o gatos, se cortan y calientan a alta presión, después pasan a través de un tornillo en forma de espiral (un solo tornillo o tornillo doble) y finalmente a través del troquel de una máquina extrusora.
El resultado se conoce como extruido, que es un producto con forma de cinta que después se corta y se seca.
El proceso de extrusión involucra temperaturas extremadamente altas. Las investigaciones demuestran que someter el alimento a temperaturas de secado de 160°C (320°F) a 180°C (356°F) puede reducir significativamente su valor nutricional.4
En el caso de las croquetas pequeñas (4mm o cerca de 16 pulgadas), una temperatura de secado de 200°C (392°F) reduce las concentraciones de aminoácidos como la prolina, lisina total y lisina reactiva.
También disminuye significativamente las concentraciones de ácidos grasos esenciales como el linolénico (omega-3) y linoleico (omega-6), además aumenta la concentración de ácido oleico (omega-9 monoinsaturado).
El aumento de ácido oleico puede provocar la oxidación de lípidos de las croquetas pequeñas durante el proceso de secado. La oxidación de lípidos puede crear sabores y aromas extraños, así como compuestos potencialmente tóxicos.
Las altas temperaturas utilizadas en la extrusión y el corto periodo de tiempo de procesamiento (menos de cinco minutos) crean continuas alteraciones químicas y físicas en la mezcla de ingredientes. Estos cambios incluyen la pérdida de vitaminas y desnaturalización de proteínas (es decir, cambios en la estructura molecular de las proteínas).
La extrusión destruye las vitaminas y cambia la estructura molecular de las proteínas
De acuerdo con un reporte realizado en 2008 por el Grupo de Nutrición Animal de la Universidad de Wageningen en Países Bajos, el proceso de extrusión destruye principalmente la vitamina A, E y B en las mezclas de ingredientes de alimentos secos.5 Este reporte no proporcionó datos sobre las vitaminas D y K.
El porcentaje de pérdida de vitaminas durante la extrusión varía mucho, desde un nivel de pérdida bajo del 4 % de tiamina, hasta un nivel de pérdida alto de 65 % de vitamina A. Y si consideramos que las vitaminas B son solubles en agua, lo que significa que el cuerpo de tu mascota no puede almacenarlas, por lo que debe obtenerlas de su alimentación.
Las fuentes de proteína utilizadas en las fórmulas de alimento seco para mascotas por lo general son una combinación de ingredientes de origen animal y vegetal.
Las proteínas de origen vegetal son más baratas, pero no contienen la cantidad suficiente de aminoácidos para satisfacer las necesidades nutricionales de los perros y gatos, que son carnívoros, razón por la que deben contener algún tipo de proteína de origen animal, por eso el alimento procesado para mascotas lleva la etiqueta “completo y equilibrado” según las normas de la AAFCO.
Los aminoácidos se ven afectados por el proceso de extrusión. Un estudio citado en el reporte del Grupo de Nutrición Animal “…observó una gran sobreestimación del contenido de lisina disponible, por lo que el patrón de aminoácidos en relación con la lisina en este tipo de alimentación no es óptimo para promover la salud.”
En mi opinión, la reducción de aminoácidos puede ser una de las razones principales por la que estamos viendo cada vez más casos de enfermedades cardíacas, incluyendo la miocardiopatía dilatada (MCD por sus siglas en inglés), en muchas mascotas.
“Además de la lisina, otros aminoácidos como la arginina, triptófano, cisteína e histidina también pueden verse afectados de forma negativa por el proceso de extrusión. De particular importancia pueden ser los aminoácidos azufrados (cisteína y metionina) que vienen en cantidades limitadas en el alimento para gatos, ya que estos aminoácidos son susceptibles a la oxidación”.
Durante el proceso de extrusión ocurre una desnaturalización y en el caso de la proteína de origen animal, muchas veces esto ocurre desde antes, cuando se calientan después de molerlas a una temperatura deseada, antes de agregarlas a la mezcla de ingredientes.
La desnaturalización modifica la estructura de la proteína. En el caso de las proteínas de origen vegetal como la soya y maíz, la desnaturalización hace que estos alimentos se vuelvan biológicamente inapropiados para las mascotas porque no pueden digerirlos.
Sin embargo, la desnaturalización solo es beneficiosa para las proteínas de origen animal siempre y cuando las fuentes de proteína sean inferiores, que es el caso de la gran mayoría de los alimentos secos para perros y gatos.
Los subproductos cárnicos son una fuente común de proteína en el alimento seco para mascota y de hecho son difíciles de digerir y asimilar para los perros y gatos.
Por desgracia, también ocurre la desnaturalización de la carne magra de alta calidad utilizada en el alimento seco para mascotas de mayor calidad. La desnaturalización de la proteína biológicamente apropiada tiene el efecto contrario a lo que se logra con la carne de origen animal de bajo grado a base de granos.
La desnaturalización hace que estas proteínas que alguna vez fueron saludables, se vuelvan más difíciles de digerir y de asimilar por los perros y gatos.
Esta es la razón por la que se redujo la digestibilidad de las proteínas en el estudio noruego, porque la carne fresca de pollo se sometió al proceso de extrusión.
¿Estás listo para optar por los alimentos frescos?
Si ya has leído mi artículo sobre la clasificación de alimentos para mascotas, entonces ya sabes que soy una gran defensora de alimentar a las mascotas con el alimento de la más alta calidad. Los cinco tipos principales de alimento para mascota que recomiendo son una variedad de alimentos enteros, nutricionalmente balanceados, sin procesar (vivos) o mínimamente procesados (congelados, secados al aire o liofilizados).
Esto se debe a que el objetivo de alimentar a las mascotas con algo que realmente las beneficie es imitar su tipo de alimentación ancestral lo más que se pueda, sin tener que tirar la casa por la ventana para lograrlo.
Mi recomendación principal es alimentar a tu mascota (y a ti mismo) con tantos alimentos frescos y sin procesar como te sea posible. Si tu economía no te permite darle a tu mascota una alimentación fresca, cruda o ligeramente cocida, entonces puedes ofrecerle recompensas frescas de vez en cuando.
Las investigaciones demuestran que darle a tu mascota cualquier cantidad de alimentos saludables es mejor que no darle ninguno en absoluto.
Otras opciones que debes considerar son: Darle, por ejemplo, de dos a cuatro comidas frescas de las 14 que recibe a la semana, o un 50/50, lo que significa que una comida al día debe ser fresca y la otra puede ser procesada. Para lograr darle a tu mascota la mejor alimentación posible debes ir paso a paso y recuerda, cualquier cantidad de alimento fresco es mejor que nada.
Cada bocado de alimento que come tu mascota es dañino o beneficioso, todos los alimentos que consume impactan en su cuerpo de alguna u otra forma. Mientras más frescos y enteros sean los alimentos que consume tu mascota, mucho mejor.