Lo más probable es que, si tienes un familiar felino, no sepas mucho sobre el interior de su boca ni de sus pequeños dientes afilados. Por supuesto, hay algunas personas muy entusiastas que hicieron todo lo correcto durante la infancia felina para desensibilizar a sus mascotas con el fin de que permitan que se les toque la boca.
Sin embargo, me aventuraría a suponer que la mayoría de los padres de mascotas viven con gatos que se oponen enérgicamente a tener algo en sus bocas que ellos no pusieron ahí, por lo que para la mayoría de las personas, los dientes felinos son un pequeño misterio.
Por fortuna, PetMD ha unido algunas de las piezas del rompecabezas para explicarnos.1
8 datos fascinantes sobre los dientes de tu gato
1. Hay algunas similitudes entre los dientes de tu gato y los tuyos — Tanto los humanos como los gatos son difiodontos, es decir, son animales que desarrollan dos series sucesivas de dientes: Los dientes deciduos o "de leche", y la serie permanente que brota de las encías cuando los dientes de leche se aflojan y se caen.
Sin embargo, esto ocurre en un momento distinto para los gatitos, que nacen sin dientes y les comienzan a brotar aproximadamente a las 2 semanas de edad. Alrededor de los 4 meses, los dientes de leche comienzan a caerse para dejar espacio al conjunto permanente.
Los gatos tienen 26 dientes de leche y 30 dientes permanentes; los humanos tienen 20 dientes de leche y 32 dientes permanentes; y los perros tienen 28 de leche y 42 dientes permanentes.
2. Los dientes de tu gato son los de un verdadero carnívoro — Como carnívoros obligados que deben comer carne de origen animal para sobrevivir, los dientes de los gatos están hechos para ello. Son afilados y están diseñados para atrapar a sus presas y desgarrar la carne. Los gatitos no tienen dientes planos adaptados para moler alimentos vegetales como los humanos.
Además, hay un hueco en el exterior de los caninos o colmillos al que a veces se le denomina como "surco sangrante" o "surco sanguíneo", que está diseñado para permitir que la sangre fluya más allá del diente cuando el gato muerde a su presa.
3. Los dientes más pequeños en la boca de tu gatito tienen un propósito diferente — Los incisivos, que son los pequeños dientes en la parte frontal de la boca de tu gato, situados entre los caninos, no desempeñan una función importante en la caza, pero son excelentes herramientas de aseo.
Si has visto que durante sus sesiones de aseo tu gato jala algo que parece atrapado en su pelaje, probablemente esté usando sus incisivos para deshacerse de los desechos. Los gatitos también suelen usar sus incisivos para rascarse y quitar partes sueltas de las uñas de sus garras.
4. ¡Mira, sin caries! — A diferencia de ti (o de tu perro), tu gato no tiene caries gracias a la forma de sus pequeños dientecillos. Dado que sus dientes no tienen superficies horizontales, las bacterias que se alimentan de azúcares y causan caries no tienen espacios ni huecos en los cuales instalarse.
5. Ahora las malas noticias... — Los gatos pueden desarrollar enfermedad periodontal (de las encías), inflamación oral, cáncer bucal, estomatitis, reabsorción dental, y otros tipos de problemas orales.
6. Tu gato puede estar sufriendo un serio dolor dental y es posible que no lo sepas — Los gatitos están programados para ocultar el dolor, sin importar en que parte de sus cuerpos se presente. Por eso es muy importante que tú y tu veterinario vigilen de forma proactiva la situación de la boca de tu gato.
Los síntomas de un posible problema pueden incluir babeo, encías rojas, cambio en los hábitos alimenticios y un aliento realmente apestoso que no está asociado con su alimentación.
7. La extracción dental no es lo peor para los gatitos de espacios interiores — Por varias razones, muchos propietarios de gatos y la mayoría de los veterinarios tienen mucha experiencia con gatitos a los que les faltan algunos o todos sus dientes.
Si bien esta no es la situación ideal, por fortuna, la mayoría de los gatos se adaptan rápidamente a tener menos dientes y continúan comiendo bien (y muchos desarrollan mayor apetito una vez que se resuelve su dolorosa situación bucal).
Continúan disfrutando de vidas longevas, felices y saludables. Para tu gato, el hecho de no sentir dolor es mucho más importante que tener una boca con todos sus dientes.
8. Los dientes y la salud bucal de tu gato, requiere de revisiones veterinarias y cepillados dentales con regularidad — Es importante pedirle a tu veterinario que le realice un examen oral a tu gato durante las visitas veterinarias de rutina.
Si el veterinario cree que el gatito necesita un examen más exhaustivo, radiografías o profilaxis (limpieza dental) con anestesia, te exhorto a no rehusarte. Muchos gatos sufren innecesariamente de problemas bucales que en primera instancia podrían resolverse o prevenirse con facilidad.
Con respecto a la prevención, al igual que cepillar tus dientes, el cepillado dental de tu gato evita la acumulación de bacterias, placa y sarro que causan problemas dentales y enfermedades de las encías.
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Cómo cepillar los dientes de tu gato
No hace falta decir que la mayoría de los gatos no están acostumbrados a tener un instrumento como un cepillo de dientes dentro de sus bocas, por lo cual tienden a rechazar la idea sin control. Por eso te recomiendo incorporar masajes faciales y de encías en la interacción diaria con tu gatito. Si puedes empezar cuando todavía sea muy pequeño, mucho mejor.
Toca a tu gatito en todas partes, acaricia su cabeza, frente, mejillas y alrededor de su boca. Acostúmbralo a la sensación para que entienda que no tiene nada que temer ni por qué molestarse. Desensibilizar la cara de tu gato por medio del contacto diario es el primer paso.
A continuación, comienza a mover solo un dedo alrededor de la boca del gatito. Te recomiendo comenzar con un dedo, luego avanza gradualmente a usar un trozo de gasa, después usa un cepillo dental para tu dedo, y finalmente un cepillo de dientes real para gatos. No puedes empezar con el cepillo de dientes, ya que será incómodo y es muy probable que se asuste.
Coloca en tu dedo una pequeña cantidad de gel enzimático para dientes (de preferencia uno que contenga ingredientes mayormente naturales y con sabor a salmón), con suavidad jala el labio del gatito hacia atrás y frota rápidamente el gel sobre los molares laterales traseros. Esos molares traseros es donde se acumula la mayor parte de la placa y sarro, así que pasa un par de meses solo frotando el gel en esa parte.
Una vez que el proceso transcurra sin problemas, puedes avanzar dentro de su boca hacia los premolares, caninos e incisivos. El objetivo es acostumbrar a tu gato a tener su dedo en la boca, junto con el sabor y la sensación del gel enzimático sobre sus dientes.
Una vez que el gatito esté acostumbrado a tener tu dedo en su boca y esté relativamente cada vez mas cómodo con la rutina, puedes dar el siguiente paso. Envuelve un trozo de gasa alrededor de tu dedo (la gasa es un poco más abrasiva que tu piel), coloca un poco de gel dental sobre la gasa y masajea los molares posteriores de ambos lados.
Haz esto todas las noches después de la cena para reducir la acumulación de placa y sarro. Una vez que esté cómodo con la gasa, puedes progresar a usar un cepillo de dientes para tu dedo (que es un poco más abrasivo que una gasa) y luego a un cepillo de dientes para gatos, que es la mejor herramienta para eliminar la acumulación.