Si eres un visitante regular de nuestra página Mercola Healthy Pets, seguramente ya sabrás que a menudo menciono que la base de una buena salud es proporcionar una alimentación nutricionalmente balanceada y apropiada para las especies.
Este simple hecho que muy frecuentemente es ignorado, es el motivo por el cual, como veterinaria integrativa y proactiva, casi siempre lo primero que hago cuando atiendo un nuevo paciente es revisar su alimentación.
A excepción de los casos en que un animal necesita medicamentos o una cirugía para salvar su vida, empiezo por mejorar o adaptar la alimentación para que sus componentes básicos, la base, sean correctos. Luego, retrocedo un poco y observo los cambios que se producen en la salud y comportamiento de la mascota como resultado de esta intervención.
Una vez que estoy segura de que el animal lleva una alimentación óptima, podemos continuar para abordar cualquier problema físico o mal comportamiento persistente. En muchos casos, una vez que implementamos la alimentación correcta, no se necesita abordar ninguna otra cuestión.
Ese es el poder que tiene llevar una alimentación nutricionalmente balanceada, fresca y biológicamente apropiada.
Por fortuna, cada vez existe una mayor cantidad de evidencia científica que apoya la sensatez de este enfoque, en especial en lo que se refiere al comportamiento canino y función cognitiva. Un estudio tras otro ha demostrado la importancia de los nutrientes específicos para abordar el bienestar y salud general de los perros y gatos (al igual que de los seres humanos).
Un estudio sugiere que ciertos problemas conductuales en perros podrían ser el resultado de deficiencias nutricionales
Uno de esos estudios fue publicado recientemente en la revista Topics in Companion Animal Medicine.1 Un equipo de científicos veterinarios de Ferdowsi University, en Mashhad, Irán, diseñó el estudio con el fin de analizar la efectividad de ciertos suplementos alimenticios para tratar típicos trastornos en el comportamiento de perros domésticos iraníes.
En el estudio participaron 48 perros domésticos, 42 de los cuales tenían al menos un problema conductual, según informaron sus dueños. Algunos de estos problemas fueron:
- Hiperactividad
- Deposiciones inadecuadas
- Temor
- Carácter destructivo
- Agresividad hacia las personas y perros desconocidos
El grupo de control fue conformado por los 6 perros que no manifestaron dicho tipo de problemas.
Los 48 perros recibieron estos 3 suplementos:
- Cápsulas de aceite de pescado que contenía 330 mg de EPA (ácido eicosapentaenoico) y 480 mg de DHA (ácido docosahexaenoico)
- De 12 a 15 mg/kg de citrato de magnesio
- 5 mg/kg de sulfato de zinc
Además, a los dueños se les pidió que completaran 4 cuestionarios, el primero, 42 días antes de comenzar el estudio; el segundo, el día en que comenzó el estudio; el tercero, a los 84 días de recibir la suplementación; y el cuarto, a los 126 días de dicho consumo.
En los cuestionarios se les pidió que señalaran si sus mascotas habían exhibido alguno de los comportamientos enlistados por medio de una escala de 0 (nunca o muy rara vez) a 4 (muy frecuentemente).
De acuerdo con los cuestionarios, los 42 perros que manifestaron comportamientos indeseables disminuyeron significativamente la gravedad de su carácter destructivo, temor y deposiciones inadecuadas. Sin embargo, los dueños no informaron que hubiera algún cambio significativo en las puntuaciones de los perros con hiperactividad o agresividad hacia personas y perros desconocidos.
Como era de esperarse, tampoco hubo cambios significativos en el comportamiento del grupo de control conformado por 6 perros. Los investigadores concluyeron que una combinación de ácidos grasos omega-3, magnesio y zinc podría mejorar algunos de los problemas conductuales en los perros.
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¿Cómo y por qué los alimentos para mascotas podrían ser deficientes en nutrientes esenciales?
Con el tiempo, los animales que llevan una alimentación casera podrían desarrollar con suma facilidad una deficiencia de nutrientes esenciales; lo que pasa, es que los dueños solo se limitan a adivinar lo que podría incluir una alimentación equilibrada, pero se equivocan.
En realidad, esta es una forma muy común de provocar deficiencias nutricionales, ya que un estudio sugirió que más del 90 % de la alimentación casera que se les da a los animales domésticos era deficiente.2
Muchos dueños de mascotas creen que conforme pase el tiempo podrán alcanzar un “equilibrio” con la alimentación casera pero la investigación lo indica claramente; gran parte de los alimentos caseros para mascotas no cumplen con los requisitos mínimos de nutrientes. Esta es una razón evidente por la que muchos veterinarios no apoyan que los dueños preparen alimentos caseros para sus mascotas.
Considero que la alimentación casera podría ser el mejor o peor alimento que podrías proporcionarle a tu mascota, en función de cuánto te enfoques en los detalles, como los requerimientos de vitaminas, minerales y ácidos grasos.
Por ejemplo, el zinc es uno de los nutrientes más difíciles de obtener por medio de fuentes de alimentos enteros (a menos que todos los días le des a tu mascota testículos, ojos, dientes, mejillones, ostras o algún suplemento de zinc), y lo mismo ocurre en el caso de muchos otros nutrientes que nuestras mascotas necesitan.
Por diversas razones, los perros que consumen alimentos procesados también podrían desarrollar deficiencias nutricionales con el tiempo. Los alimentos procesados para mascotas son cocinados a temperaturas muy altas, lo que puede reducir la cantidad y dañar la calidad nutricional en los alimentos.
Para cumplir con los estándares "completos y equilibrados" de la AAFCO, los fabricantes agregan vitaminas y minerales en sus lotes de alimentos después de procesarlos. Por desgracia, los nutrientes añadidos suelen ser artificiales y de muy baja calidad, lo que pone en duda su biodisponibilidad (la capacidad del cuerpo de un perro para obtener sus beneficios).
Otro problema es que, por lo general, las fórmulas sin granos contienen legumbres (cultivos de leguminosas) como chícharos secos, garbanzos y lentejas. Las legumbres contienen fitatos y lectinas de forma natural. Los fitatos son sustancias que los carnívoros no pueden descomponer porque carecen de fitasa, la enzima necesaria para procesar el ácido fítico.
Los fitatos también se unen a los minerales (como el zinc, hierro, calcio y magnesio) y los eliminan del cuerpo de la mascota. Las lectinas son proteínas pegajosas que cuando se consumen en grandes cantidades podrían contribuir a que ocurran trastornos gastrointestinales (GI) y el síndrome del intestino permeable.
Con frecuencia, los perros que consumen alimentos procesados también son deficientes en ácidos grasos omega-3. Tanto las grasas omega-6 como grasas omega-3 son muy vulnerables a ser dañadas por el calor.
Así que, aun y cuando estas grasas alguna vez estuvieron presentes en la comida comercial para mascotas (según la etiqueta de ingredientes), es muy probable que hayan perdido su biodisponibilidad durante el proceso de enlatado o al elaborar las croquetas.
Las grasas omega-3 también son muy sensibles al oxígeno y podrían volverse rancias en poco tiempo, así que prefiero los aceites que se pueden servir a través de un spray hermético o que están en cápsulas que se pueden cortar y vaciar su contenido sobre los alimentos justo antes de proporcionarlos.
Mi última opción es comprar aceites para "rociar", porque existe un riesgo mucho mayor de oxidación con el tiempo. Si compras una botella de ácidos grasos esenciales (EFA, por sus siglas en inglés) para verter, refrigérala después de abrir y trata de utilizarla en los siguientes 30 días.
Como regla general, la deficiencia de grasas omega-6 es inusual en los perros porque los alimentos comerciales para mascotas suelen proporcionar demasiadas grasas.
Si necesitas agregar un suplemento de grasas omega-6 en la alimentación de tu mascota (que por lo general solo ocurre si le das una alimentación casera), los aceites vegetales como los de semillas de linaza, cáñamo y calabaza podrían ser buenas fuentes.
Para incrementar el consumo de grasas omega-3 de tu perro, puedes darle sardinas envasadas en agua o salmón silvestre, que de preferencia provenga de una fuente sostenible y sin toxinas. También podrías suministrarle un suplemento de aceite de kril.
Cómo garantizar que tu perro está bien alimentado
La mejor manera de garantizar que tu perro está recibiendo todos los nutrientes esenciales que requiere para tener una salud y comportamiento óptimos es proveerle una alimentación a base de alimentos frescos, apropiada para su especie y nutricionalmente adecuada. Eso significa seguir una receta que cumpla con los requisitos mínimos (y preferiblemente óptimos) de nutrientes o calcular las cantidades (¡lo cual hacen muchos de mis clientes informados!).
Una alimentación cruda o ligeramente cocinada para perros debe contener 4 componentes principales: Carne y mariscos, incluyendo diversos órganos; puré de vegetales y frutas (que les aportará muchos nutrientes difíciles de obtener); una mezcla casera de vitaminas y minerales (en la mayoría de los casos, a menos que le proporciones fuentes de alimentos enteros más costosos que contengan ciertos minerales); y complementos beneficiosos como probióticos, enzimas digestivas y super alimentos verdes (no se requieren para equilibrar la alimentación, pero pueden ser beneficiosos por cuestiones de vitalidad).
La alimentación de un perro saludable debe contener una cantidad superior a 85 % de carne/órganos/huesos y 15 % de vegetales/frutas (esto simula el contenido GI de las presas, lo cual puede proporcionarle fibra y antioxidantes, así como nutrientes esenciales).
Esta base es un excelente punto de partida para elaborar recetas; sin embargo, no está muy balanceada ni debe proporcionarse a largo plazo sin abordar sus importantes deficiencias de micronutrientes.
Los alimentos enteros y frescos pueden proveer la mayoría de los nutrientes que los perros necesitan, pero la gran mayoría de los alimentos caseros son deficientes en hierro, cobre, manganeso, magnesio, zinc, yodo, vitaminas D y E, ácido fólico y taurina (en función de qué proteína y órganos se utilicen).
Para compensar el costo, muchos dueños de mascotas optan por suministrarles suplementos de vitaminas y minerales para cumplir con los requisitos mínimos de nutrientes que sus animales necesitan en los alimentos caseros. Si optas por no utilizar suplementos, debes agregar nutrientes de fuentes de alimentos enteros, lo cual requerirá de una mayor creatividad e inversión.
Sin duda también podría haber problemas con el exceso de minerales (incluyendo el zinc y magnesio). No recomiendo que los dueños agreguen minerales adicionales en la alimentación, más allá de la dosis que cumpla con los requisitos nutricionales óptimos de sus mascotas, ya que suplementar en exceso podría ser tan perjudicial como una suplementación deficiente.
Esta investigación hace evidente la importancia de garantizar que los nutrientes en la alimentación de tu mascota sean biodisponibles (que no siempre sucede en el caso de la comida comercial y altamente procesada para mascotas) y que sean suministrados en cantidades apropiadas para su especie (que no siempre sucede en el caso de la comida casera).