Los 5 errores que los nuevos dueños de cachorros cometen insospechadamente

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Historia en Breve

  • Las acciones que realizas en los primeros días y semanas después de llevar un cachorro a casa sentarán las bases en su vida y serán una gran influencia para cuando se convierta en un adulto
  • Los principales errores de los dueños de cachorros, incluyen dejar que su cachorro corra por la casa, se comporte mal porque es "lindo" y reciba excesiva estimulación durante la socialización
  • Castigar al cachorro y posponer el entrenamiento de obediencia, son otros típicos errores que cometen los nuevos dueños de cachorros

Adoptar un cachorro es una experiencia que nunca olvidas, pero aún con la emoción de tener un nuevo cachorro, es importante enfocarse en algo más que solo darles cariño. Por lo que, las acciones que realizas en los primeros días y semanas después de llevar un nuevo cachorro a casa sentará las bases en su vida y serán una gran influencia para cuando se convierta en un adulto.

¿Será tu cachorro un perro bien portado y amigable? Aunque parte de esto es determinado por la personalidad de tu cachorro, la otra parte es el resultado directo de sus primeros días juntos. Por lo tanto, estos son los errores que debes evitar para asegurarte de educar bien a tu cachorro.1

Los 5 principales errores que deben evitar los dueños de cachorros

1. Dejar que tu cachorro corra por la casa — Es tentador abrir la puerta y dejar que tu cachorro corra por tu casa con total libertad. Pero, esto no solo podría ser abrumador para tu cachorro, sino también peligroso. Por ejemplo, es posible que no esté acostumbrado a las escaleras, y es casi seguro que morderá todo lo que pueda llevarse a la boca, incluyendo tus muebles nuevos y cables eléctricos.

En su emoción, podría orinar tu costosa alfombra o intentar "jugar" con tu gato intolerante. Lo mejor sería mantenerlo contigo en todo momento y volcar en él toda tu atención. De esta manera, podrías sacarlo de inmediato si muestra signos de requerir hacer sus eliminaciones, y puedes guiarlo si comienza a masticar algo que no debería.

Ponerle una correa y sujetarlo holgadamente a tu cinturón funcionará bien si crees que podrías distraerte por un momento. Si consideras salir de la casa, tu cachorro debería quedarse en su jaula y también podría utilizarla para tomar una siesta.

2. Permitir que tu cachorro se comporte mal — Obviamente, los cachorros son bebés, y como tal no puedes esperar que se comporten de manera perfecta todo el tiempo. Dicho lo anterior, también debes tener cuidado de no alentar un mal comportamiento o alguna conducta que ahora puedes considerar tierna, pero que podría volverse mucho menos atractiva conforme tu cachorro se convierte en un adulto; es decir, saltar sobre las personas, ladrar para captar la atención o mordisquear al jugar.

El mejor momento para que un perro aprenda a jugar de forma adecuada con los demás es cuando aún es cachorro. Entonces, por ejemplo, si muerde demasiado fuerte durante el momento de juego, no lo alientes. En cambio, di "duele" en voz alta y deja de jugar de inmediato.

Del mismo modo, si tu cachorro ladra para obtener su cena, espera hasta que se siente tranquilamente para proporcionarle sus alimentos y evita brindarle atención si salta sobre tus piernas. Establecer las reglas básicas desde el inicio, te facilitará la vida más adelante.

3. Exponer a tu cachorro a situaciones posiblemente aterradoras — Entre las 5 y 16 semanas, los cachorros se encuentran más interesados en explorar nuevos entornos y recibir estímulos. Los cachorros a los que no se les brinda una mayor cantidad de oportunidades para socializar en las 10 primeras semanas podrían desarrollar temor a lo desconocido, por lo que es muy importante proporcionarles oportunidades adecuadas para socializar y aprender en las primeras semanas, la palabra clave es "adecuadas".

La socialización debe ser una experiencia positiva para tu cachorro, por lo que aunque podrías querer exponerlo a nuevas personas y entornos con regularidad, debes asegurarte de hacerlo de una manera en que tu cachorro se sienta seguro.

Si bien, pasear con él en un centro comercial que acepte la entrada de perros o dar una caminata en un área más concurrida de la ciudad podría ser beneficioso, debes evitar a toda costa que reciba demasiada estimulación o exponerlo a experiencias posiblemente negativas.

La estimulación excesiva de un cachorro joven podría resultar en comportamientos opuestos a los que se esperan, como miedo excesivo, abstinencia o evasión, por lo que es importante reconocer cuándo es suficiente. Los primeros cuatro meses es el momento cuando necesitamos desarrollar su seguridad, vínculo de confianza y experiencias positivas de forma cotidiana.

4. Castigar a tu cachorro — Los perros aprenden mejor al recibir algún refuerzo positivo y no con castigos. Si tu cachorro realiza algún comportamiento indeseable, es probable que sea porque todavía se encuentra aprendiendo. Evita recurrir a castigos negativos como sacudirlo del cuello, utilizar la técnica “alpha rollover” (o volcarlo sobre la espalda), aplastar al cachorro contra el piso, golpearlo en la nariz, pegarle rápido o mantener su boca cerrada, porque todo lo que harás es asustar y lastimar a tu cachorro.

En cambio, debes orientar el mal comportamiento y recompensar la buena conducta. Si tu cachorro muerde algo que no debería, debes proporcionarle una alternativa apropiada y recompensarlo cuando la utilice.

En esencia, el entrenamiento de comportamiento con refuerzo positivo recurre a premios de tamaño muy pequeño (del tamaño de un chícharo; incluso puedes emplear chicharos congelados si le gustan a tu perro), afecto y elogios verbales para fomentar las conductas deseadas en un perro.

5. Suspender el entrenamiento casero y de obediencia — Debes comenzar a enseñarle a tu cachorro a dónde debe acudir a hacer sus eliminaciones desde el primer momento en que se encuentre en tu hogar. Al hacerlo de forma consistente, con refuerzo positivo y paciencia, guiarás apropiadamente a tu cachorro desde el principio; evita usar alfombras protectoras para interiores para que tu cachorro haga sus eliminaciones, ya que solo lo confundirás (a menos que consideres emplearlas cuando sea adulto).

El entrenamiento de obediencia también debe comenzar desde el principio, incluyendo enseñarle a tu cachorro a venir (comando “come”) cuando se lo indiques. Este es uno de los comandos más importantes que tu perro necesita conocer por su propia seguridad y también te permitirá darle más libertad cuando sea adulto.

Una sugerencia, debes asegurarte de recompensarlo cuando se acerque a ti al indicárselo; pero no lo emplees como una oportunidad para hacer algo que no le agrade, como cortarle las uñas. Las experiencias corporales positivas, como el corte de uñas, también son una parte importante para que tu cachorro se acostumbre a las revisiones físicas sin manifestar estrés.

Lo ideal es que los cachorros reciban clases de obediencia durante todo su primer año de vida, ya que no encontrarás un perro con excelente conducta. Por desgracia, los refugios se encuentran repletos de perros que nunca asistieron a alguna clase de obediencia durante el desarrollo de su comportamiento. Mi sugerencia es que acuda a clases de entrenamiento hasta que estés orgulloso de su conducta, de lo contrario, aún tendrás que hacer entrenamiento de obediencia.

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Asegúrate de hacer la transición de tu cachorro para que lleve una alimentación saludable

Cuando adoptas un nuevo cachorro, de seguro estará acostumbrado a comer cualquier alimento que le hayan proporcionado en el refugio, probablemente algún tipo de croqueta. Al principio, continúa proveyéndole ese alimento, pero has una transición gradual a una alimentación equilibrada y adecuada para su especie de forma minuciosa.

Los cachorros comen mucho más por peso que los perros adultos. Una guía general es que los cachorros jóvenes deben ser alimentados entre tres y cuatro veces al día, mientras que los cachorros mayores pueden ser alimentados dos veces al día.

También, puedes tratar de dejar que tu cachorro se alimente a su propio ritmo durante alrededor de 10 minutos, tres veces al día. En general, la alimentación de los cachorros puede cambiarse por alguna para adultos entre los 6 y 10 meses de edad, en función de su raza, tamaño y desarrollo físico actual.

Con las reglas anteriores establecidas, no solo en la alimentación, sino también en cuestión de seguridad y entrenamiento, prepararás a tu cachorro para una vida feliz y saludable.

Por último, también es importante asegurarse de brindarle al cachorro mucha atención y amor. Las sesiones de cariños no solo son uno de los beneficios irresistibles de tener una mascota, sino que además le enseñarán a tu cachorro que es agradable tener contacto con humanos, lo cual facilitará muchísimo más las visitas al veterinario y el corte de uñas en el futuro.

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