Uno de los principales errores que cometen los humanos cuando entrenan perros

entrenamiento canino

Historia en Breve

  • Entrenar a un perro suele ser un reto por el simple hecho de que los humanos piensan como humanos y no como perros
  • Uno de los errores más comunes que cometen los dueños de perros durante las sesiones de entrenamiento es la frecuencia con la que dan los premios
  • Una de las claves para un entrenamiento efectivo basado en premios es que tu perro no sepa cuándo recibirá una recompensa por una respuesta apropiada
  • También es importante usar elogios durante el entrenamiento, ya que muchos perros prefieren los elogios que los premios

Entrenar a un perro para responder a órdenes verbales no es fácil para la mayoría de los padres de mascotas, razón por la cual muchos perros carecen de entrenamiento de comportamiento. Por desgracia, los refugios y centros de rescate alrededor del mundo están llenos de animales que recibieron poco o ningún tipo de entrenamiento o socialización.

Es por eso que siempre les aconsejo a los dueños que no se den por vencidos con sus perros. Hay ayuda disponible como refugios, organizaciones sin fines de lucro, criadores de renombre, veterinarios, especialistas en comportamiento animal y adiestradores de perros. También hay sitios web, libros, videos, programas de televisión y otros recursos creados para ayudar a los dueños a guiar a sus perros para que sean mascotas equilibradas y de buen comportamiento.

Un problema común en el entrenamiento a base de premios

Es curioso que uno de los errores más comunes en el entrenamiento de perros es también uno de los más fáciles de remediar, se trata de la frecuencia con la que le ofreces premios cuando tiene un buen desempeño.

De acuerdo con el entrenador de perros profesional certificado Jeff Stallings, que escribe para la revista Bark, aunque el entrenamiento a base de premios se considera universalmente como el método más exitoso para enseñar órdenes a los perros, muchos dueños afectan de forma negativa el progreso de su mascota al utilizar los premios de manera equivocada.

Por un lado, están los entrenadores que dan premios cada vez que el perro responde apropiadamente (algo conocido como "reforzamiento continuo"), y del otro lado están las personas que no dan ningún premio en absoluto. Ambas situaciones pueden provocar que tu perro no aprenda a responder de forma adecuada cada vez que le das una orden.

Si te das cuenta de que tu perro responde a tus ordenes o una orden específica como "sentado", solo si le das un premio, entonces significa que le estás dando premios con demasiada frecuencia, o bien durante mucho tiempo.

“Esencialmente”,escribe Stalling, “el perro ha aprendido que para que te obedezca debe haber dos cosas involucradas: la palabra "sentado" y una recompensa. Si no hay alguna de estas dos cosas, entonces encontrará algo más interesante que hacer ".

La clave del éxito: mantén a tu perro con la duda

Stalling señala que el reforzamiento continuo (RC) es necesario cuando se enseñan ordenes nuevas, ya que sirve para que tu perro aprenda a hacer la conexión entre tu señal verbal, tu gesto con la mano y un premio cuando responde adecuadamente. Sin embargo, si continúas dándole premios durante mucho tiempo, es probable que esta estrategia deje de funcionar.

"¿Por qué molestarse en sentarse rápidamente o hacerte caso si de cualquier manera recibirá un premio?",escribe Stalling. "Utilizar el RC durante demasiado tiempo también hace que el perro se vuelva dependiente del premio alimentario: se negará a hacer algo a menos que haya comida de por medio".

Antes de que tu perro llegue a ese punto, que por lo general es a los pocos días de enseñar una orden nueva, necesita cambiar las cosas para que no sepa cuándo esperar un premio a cambio de una respuesta adecuada. Stalling usa la analogía de una máquina tragamonedas para explicar esta situación:

"La psicología detrás de las tragamonedas, que incita a la gente a meter monedas a las máquinas durante horas y horas, es que la probabilidad de ganar permanece constante, sin importar la cantidad de jugadas que se necesitan para recuperar tu dinero, o mejor aún pegarle al gordo". La imprevisibilidad provoca que hacer una actividad cotidiana, una y otra vez, sea interesante y emocionante Puedes aprovechar esta misma psicología para entrenar a tu perro más rápido ".

Cuando estés seguro de que tu perro entiende lo que esperas que haga cuando le das una orden específica, cambia del reforzamiento continuo al reforzamiento de proporción variable (VR) con premios. Stalling sugiere dar un premio una vez cada tres respuestas apropiadas y aumentar poco a poco la proporción en varias sesiones de entrenamiento sucesivas.

Ya que es importante mantener a tu perro con la duda para que trabaje y se gane su premio, no debes establecer un ritmo, es decir, debes darle un premio de vez en cuando. Dale un premio de vez en cuando y en momentos diferentes. Stalling recomienda sesiones de entrenamiento de 2 a 5 minutos dos veces al día y aumentar el VR hasta que le des premios, digamos, una de diez respuestas apropiadas.

También recomienda continuar recompensando a tu perro de vez en cuando para evitar llegar al otro lado de la moneda, que es cuándo tu mascota jamás recibe premios por su comportamiento deseado.

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¿Son los elogios tan efectivos como los premios en el entrenamiento?

La mayoría de los perros entrenados para obedecer lo único que quieren es complacer a su humano, así que debes aprovechar esta situación durante las sesiones de entrenamiento, en especial si tienes un perro que prefiere los elogios que los premios.

En un estudio realizado en 2016 en la Universidad de Emory, los investigadores utilizaron un escáner fMRI para observar los cerebros de 15 perros mientras sus dueños los elogiaban o les ofrecían un premio alimentario.

Primero, se entrenó a los perros para que relacionaran tres objetos diferentes con tres resultados diferentes. Un camión de juguete rosa significaba un premio alimentario; un caballero de juguete azul significaba elogios verbales por parte de su dueño y un cepillo para el cabello significaba que no habría premio. Los perros realizaron 32 ensayos por cada objeto, mientras que el escáner registraba su actividad cerebral.

Como era de esperar, los 15 perros tuvieron una reacción más marcada con el camión y el caballero de juguete que con el cepillo para el pelo. También:

  • 9 de los 15 perros mostraron una actividad neuronal similar en respuesta tanto al camión como al caballero de juguete, lo que indica que tanto los premios como los elogios les parecieron igual de motivadores
  • 4 perros mostraron una reacción especialmente fuerte ante el caballero de juguete azul, lo que sugiere que estaban más motivados por los elogios que por la comida.
  • Los 2 perros restantes mostraron una reacción más marcada ante el camión de juguete rosa, lo que indica una preferencia por los premios que por los elogios.

Esto significa que para la mayoría de los perros (13 de los 15), mostraron el mismo o un mayor nivel de actividad en sus áreas del cerebro responsables de las recompensas y toma de decisiones cuando recibieron elogios que cuando recibieron un premio.

Algunos perros prefieren los elogios que los premios

En la segunda fase del estudio, los mismos perros se colocaron en un laberinto simple construido con puertas para bebés. Al final de uno de los caminos del laberinto había un tazón de comida y en otro camino estaba su dueño sentado de espaldas. La mayoría de los perros tomaron el camino que los llevaba a sus dueños y al llegar recibieron elogios.

Los perros que eligieron el camino del tazón de comida fueron los mismos que mostraron una preferencia por los premios en lugar de los elogios durante la exploración por resonancia magnética funcional. El neurocientífico de Emory y autor principal del estudio Gregory Berns lo resumió de esta manera en un comunicado de prensa:

"Estamos tratando de entender la base del vínculo entre perros y humanos y si se trata principalmente de alimentos o del lazo que comparten. De los 13 perros que completaron el estudio, encontramos que la mayoría prefería los elogios de sus dueños que la comida, o parecían gustarles ambos por igual.

"Sólo dos de los perros eran chowhounds reales, y mostraron una fuerte preferencia por la comida".

Uno de los chowhounds era una mezcla de terrier de pelo corto llamada Ozzie. Ozzie eligió la comida por encima de los elogios de su dueño el 100 % de las veces. Por suerte, su humano entiende que Ozzie está obsesionado con la comida y lo ama de todos modos.

La idea popular es que los perros son "máquinas pavlovianas", dice Berns. En otras palabras, su única motivación es la comida, y los humanos en sus vidas son simplemente un medio para un fin. Sin embargo, una visión más actual es que los perros también buscan el contacto humano porque lo disfrutan.

Por ejemplo, a diferencia de Ozzie, la perrita llamada Kady que era una mezcla de labrador y golden retriever, era bastante consistente en su preferencia por los elogios. Esto tendrá mucho sentido si estás familiarizado con estas razas, ya que tienden a estar excepcionalmente motivadas por el deseo de complacer a sus humanos.

Por eso hay tantos labradores y goldens involucrados en el trabajo de terapia, mientras que los perros que no están muy motivados por los elogios pueden ser más adecuados para el trabajo que requiere un grado de independencia, como la búsqueda y el rescate.

“Los perros son individuos y sus perfiles neurológicos se ajustan a las elecciones de comportamiento que hacen”, dice Berns. "La mayoría de los perros alternaban entre comida y dueño, pero los perros con la respuesta neuronal más fuerte a los elogios eligieron ir a sus dueños del 80 a 90 % de las veces".

“Esto demuestra la importancia de los elogios hacia los perros. Puede ser análogo a cómo nos sentimos los humanos cuando alguien nos elogia ".