Los perros que experimentan trastornos compulsivos son relativamente comunes y desafortunadamente esto se debe en gran parte a los estilos de vida de hoy en día.
Por mucho que amemos a nuestros familiares de cuatro patas y tratemos de satisfacer todas sus necesidades, la mayoría de nosotros no podemos permitirles vivir de acuerdo con su verdadera naturaleza canina. Si ellos pudiesen tomar sus propias decisiones, serían extremadamente activos y pasarían mucho tiempo al aire libre.
Trastorno compulsivo canino
El trastorno compulsivo canino (CCD), también conocido como trastorno de comportamiento compulsivo, es similar al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en los seres humanos. Las personas con TOC realizan actividades de manera repetitiva (por ejemplo, se lavan las manos una y otra vez), y puede parecer que no controlan su comportamiento.
De igual manera, el trastorno de conducta compulsiva en perros, se caracteriza por el desempeño repetitivo de conductas que no parecen tener ningún propósito. Estos comportamientos incluyen: persecución de su cola, lamido excesivo o automutilación, lamido de los flancos, persecución de luces o sombras, síndrome de cazar moscas, y persecución o ataque a presas invisibles.
El CCD no debe de confundirse con comportamientos repetitivos, que algunos perros sanos y bien equilibrados llevan a cabo de igual forma. Por ejemplo, los perros de pastoreo junto con otras razas de trabajo evolucionaron para hacer actividades que requieren el mismo comportamiento de manera repetitiva. Muchos perros perdigueros o retrievers, atraparan la pelota desde el amanecer hasta el atardecer; mientras que otros perros giran felices en círculos cuando están emocionados.
También existen perros que fijan su atención en animales más pequeños, como lagartijas, pájaros u objetos inanimados como rocas o pelotas de golf. Los perros aburridos también tienden a desarrollar hábitos que pueden parecer compulsivos, como correr a lo largo de la cerca en la parte delantera o trasera del jardín, y lamer o masticar suavemente una de sus patas.
Al igual que los humanos con TOC, el comportamiento preferido de los perros con CCD puede llevarlos hasta interferir con sus actividades diarias normales, como a la hora de comer y jugar. Asimismo, puede ser difícil detener el comportamiento compulsivo una vez que el perro comienza a experimentarlo.
Comparaciones del CCD en perros y el TOC en seres humanos de acuerdo con las investigaciones
Dos de los comportamientos repetitivos más comunes en los perros son el lamido obsesivo, que puede resultar en una dermatitis acral (ALD, por sus siglas en inglés), también conocida como granuloma por lamido, y persecución de su cola. Un estudio finlandés del 2012, sugiere que los perros que persiguen su cola, muerden el aire (síndrome de cazar moscas), tienen un ritmo obsesivo, permanecen inmóviles en un tipo de trance, y lamen o muerden sus propios flancos, cuentan efectivamente con un trastorno similar al TOC en los seres humanos.
Existen ciertas características de los perros que persiguen su cola que resultan similares a algunas de los seres humanos con trastornos obsesivo-compulsivos, incluyendo:
- Las personas con TOC y los perros que persiguen su cola presentan estos comportamientos a una edad temprana
- Ambos son propensos a participar en más de una actividad compulsiva.
- Los suplementos nutricionales (vitaminas y minerales) son beneficiosos para reducir estos comportamientos, tanto en personas como en perros.
- El TOC se relaciona con traumas y estrés infantil; mientras que el comportamiento de perseguir la cola se observa con mayor frecuencia en perros que fueron separados demasiado pronto de sus madres
- Algunas personas con TOC se encuentran en el lado tímido e inhibido, y esta tendencia también se puede observar en los perros que persiguen su cola
Además de dichas similitudes, un equipo de investigadores que incluye al veterinario conductista, el Dr. Nicholas Dodman, profesor emérito de la Universidad de Tufts y de la Escuela Cummings de Medicina Veterinaria, llevaron a cabo resonancias magnéticas en un grupo de Doberman Pinscher (raza predispuesta a dichos comportamientos repetitivos), donde la mitad presentaba lamido acral y la otra mitad no.
"Cuando escaneamos a los Doberman con lamido acral, descubrimos que contaban con detalles diminutos y sofisticados en el cerebro que también se pueden encontrar en humanos que sufren TOC", mencionó Dodman a la revista veterinaria dvm360. "Los cambios fueron, si no idénticos, convincentemente similares".
De igual manera, el estudio de los Doberman reveló un componente genético de CCD. "Nosotros... encontramos un gen llamado CDH2, también conocido como cadherina neural (NCAD, por sus siglas en inglés), mostrado de manera más significativa en perros con el problema compulsivo”, explica Dodman.
Tras el estudio de Dodman, algunos psiquiatras en Sudáfrica descubrieron que la misma deformación de CDH2 se encontraba en seres humanos con TOC.
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Observaciones importantes para perros con comportamientos compulsivos
Si sospechas que tu perro está desarrollando un trastorno compulsivo, se recomienda seriamente que lo lleves con su veterinario para un examen de bienestar, y así asegurarte que la fuente del comportamiento repetitivo sea verdaderamente conductual y no una condición física subyacente que deba identificarse y tratarse.
Mientras más pronto se trate el comportamiento extraño derivado del CCD (así como las enfermedades que causan comportamientos que imitan al CCD), más fácil será intervenir y ayudar. Por ejemplo, existen numerosas razones por las que los perros lamen ciertas áreas de sus cuerpos, muchas de las cuales pueden implicar alergias o trastornos de la piel. Es importante descartar los problemas que realmente comienzan en el cuerpo, en lugar ser causados por el CCD, los cuales son mentales
Pasos adicionales que pueden ayudar a un perro con CCD:
- Proporciona una dieta nutricionalmente balanceada, que sea apropiada para la especie y que brinde todo lo que tu perro necesita, descartando lo que no sea necesario (por ejemplo, tintes, conservadores, sabores artificiales, nutrientes sintéticos).
- Asegúrate de que se encuentre recibiendo diariamente (ya sea dos veces al día, dependiendo del perro) una rutina de ejercicio consistente y rigurosa que promueva un buen tono muscular y peso corporal, así como un sistema musculoesquelético y de órganos fuerte y resistente. El ejercicio libera hormonas para "sentirse bien", de las cuales se benefician diariamente.
- Encuentra un pasatiempo o “actividad” que realmente le agrade (mi favorito es el olfateo K9).
- Limita la exposición a los EMFs en tu hogar apagando el enrutador inalámbrico durante la noche y proporcionando una plataforma de conexión
- Asegúrate de que el sistema inmunológico de tu perro se encuentre equilibrado y de que funcione de la mejor manera. Es recomendable llevar a cabo una prueba de título, en lugar de realizar una vacunación excesiva
Hoy en día, la mayoría de los perros no son tan activos físicamente como están diseñados para serlo. Puede llegar a ser un desafío cansar a una mascota de talla grande o con mucha energía, especialmente si es una raza de trabajo o deportiva. Si tu perro muestra comportamientos compulsivos, se recomienda incrementar su rutina de ejercicio. Otras sugerencias:
Caminar o hacer senderismo | Trotar |
Nadar | Obediencia o actividades de olfateo |
Jugar a atrapar la pelota o con la cuerda | Flyball |
Ciclismo con una correa especial para perros. | Agilidad u otros deportes caninos. |
Asimismo, recomiendo ayudar a tu perro a mantenerse estimulado mentalmente con juguetes para masticar y que contienen premios.
En mi experiencia, existen muy pocos perros sanos, físicamente activos con trastornos compulsivos intratables, por lo que no puedo sobrestimar la importancia de ayudar a tu perro a estar lo más sano y activo posible.
Recomendaciones adicionales
Los perros con trastornos compulsivos tienden a estar más ansiosos y tensos que otros perros. Se puede heredar una naturaleza ansiosa, pero los estudios sugieren que el ambiente también desempeña un papel importante para desencadenar la manifestación de un comportamiento compulsivo.
El Dr. Dodman señala que el enriquecimiento ambiental por sí mismo probablemente no resolverá un trastorno compulsivo, pero un entorno sin estrés puede prevenir el CCD en primera instancia y hacer que la recaída sea menos probable después de que un perro ha sido tratado exitosamente.
Los veterinarios a menudo tratan a los perros con este trastorno con medicamentos que bloquean los receptores opioides, pero no hace falta decir que yo no estoy a favor de utilizar inmediatamente los productos farmacéuticos para tratar dicha condición. En ocasiones, dichos medicamentos son apropiados en casos extremos e intratables (por ejemplo, un perro con destino al refugio) o cuando un animal se está dañando a sí mismo.
De igual forma, pueden ser benéficos como medida provisional para interrumpir el ciclo de comportamiento cuando se intentan otros remedios menos dañinos al mismo tiempo. Sin embargo, mi recomendación general es antes intentar la modificación del comportamiento junto con una amplia variedad de remedios naturales, ya que cada medicamento provoca efectos secundarios.
En una reciente publicación en el Whole Dog Journal, el entrenador profesional Mardi Richmond menciona algunas estrategias de tratamiento adicionales, como evitar los factores desencadenantes más conocidos, interrumpir y reorientar el comportamiento compulsivo, enseñar respuestas alternativas y crear una rutina diaria estructurada (para reducir el estrés).
Asimismo, es importante no querer evitar que un perro lleve a cabo una conducta repetitiva con restricción física, ya que generalmente causa más ansiedad y no la disminuye.