Pasear a tu perro es una excelente forma de mantenerte con buena condición física, tanto para ti como para tu perro, pero existen algunos riesgos inherentes, en especial si eres adulto mayor o de salud frágil.
Los investigadores de la Universidad de Pennsylvania analizaron datos relacionados con el riesgo de fracturas en adultos mayores que utilizaban correas al pasear a sus perros, lo que revela algunos resultados sorprendentes sobre la incidencia de lesiones.
De 2004 a 2017, las lesiones por fractura relacionadas con pasear a un perro con correa aumentaron 163 %, de 1 671 a 4 396 casos. Alrededor de la mitad de las lesiones por fractura ocurrieron en la parte superior del cuerpo, incluyendo a las muñecas, parte superior de los brazos, dedos y hombros.
En el estudio participaron personas de 65 años de edad y mayores, y encontró que en general, la lesión más común relacionada con pasear perros fue la fractura de cadera, un hallazgo preocupante, ya que las fracturas de cadera en adultos mayores son mortales en aproximadamente el 30 % de las veces.
"Este estudio resalta que, si bien, indudablemente hay ventajas de caminar con perros, los riesgos de caídas de los pacientes deben considerarse en las recomendaciones de estilo de vida en un esfuerzo por minimizar tales lesiones", indicó el autor del estudio, Kevin Pirruccio, de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania, en un comunicado de prensa.
¿Por qué pasear a un perro puede causar lesiones?
Las caídas pueden ocurrir durante cualquier tipo de caminata, pero pasear a un perro puede ser particularmente problemático si el perro no demuestra un buen comportamiento mientras trae puesta la correa. Un perro que demuestra un pésimo comportamiento al traer puesta una correa o malos modales al caminar no es un perro malo, es un reflejo del nivel de competencia de entrenamiento del propietario/manejador/entrenador. Aunque jalar de la correa es un comportamiento natural en los perros, es peligroso para ambas partes, especialmente si se trata de una raza grande.
Un perro que jala la correa sujetada a un collar (a diferencia de un arnés) corre el riesgo de tener una parálisis laríngea, así como lesiones en el cuello y espalda. Para los paseadores de perros, existe la posibilidad de que el perro pueda detenerlos o lesionarles la mano o brazo con que sujetan la correa. En el estudio de la Universidad de Pennsylvania, el 78 % de las fracturas relacionadas ocurrieron en mujeres.
Para disminuir estos riesgos, es importante que los dueños promuevan el ejercicio regular, incluyendo al entrenamiento de fuerza y trabajo de equilibrio, mantengan un peso corporal saludable y optimicen el consumo de vitamina D; sin embargo, también es esencial entrenar a un perro para que camine adecuadamente con correa desde el primer día.
"Me gustaría enfatizar la importancia del entrenamiento de obediencia y asegurarme de que le enseñes al perro a no arremeter cuando trae puesta una correa", indicó Pirruccio para NBC News. "Por último, si aún no te has decidido por una raza de perro en particular, puedo sugerirte un perro más pequeño o fácil de entrenar como mascota".
En mi opinión, la capacidad de entrenamiento es más un reflejo del compromiso, enfoque y consistencia del dueño de una mascota, en vez de la raza, aunque ciertamente los animales más pequeños tienen más dificultades para jalar a los seres humanos de forma incontrolable, a diferencia de los que son más grandes.
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Cómo detener a los perros que se jalonean
El problema principal que enfrentan los paseadores de perros son los perros que jalan la correa. Esta es una conducta natural en tu perro y es probable que contribuyas al problema al jalarlo o mantener la correa tensa. El entrenador de perros de Louisville, Tyler Ohlmann, dijo para NBC News que la clave era mantener la correa floja, y tiene toda la razón:
“La mayoría de las personas no camina adecuadamente con sus perros. Las personas creen que necesitan mantener al perro controlado al jalar de la correa para sujetar al perro. Eso desencadena el reflejo de oposición, así que el perro jala hacia adelante ... y así caminan.
Mientras el perro jala puede hacer sus actividades, explorar, y hacer lo que le funciona... así que [jalar] se convierte en una conducta para poder ir a algún lugar. Literalmente le enseñas a tu perro a jalar, que, para empezar, podría ser la razón principal por la que un perro exhibe un mal comportamiento al caminar".
Para entrenar a tu perro a caminar con calma mientras trae su correa, debes evitar tensarla. Tu instinto podría indicarte sujetar la correa, pero debes recordar mantenerla floja y tratar de instruirle a tu perro a mantener la correa floja por medio de los siguientes pasos. Además, debes utilizar un arnés para tu perro en vez un collar, especialmente si es propenso a jalar la correa.
- Permítele que camine un poco arrastrando la correa, luego levanta el extremo opuesto. Bríndale la oportunidad de dirigir el camino durante unos segundos mientras mantienes la correa sobre el suelo. Reduce la velocidad para que se sienta obligado a disminuir el ritmo, en última instancia, para detenerse. Toma un breve descanso para brindarle afecto y felicitarlo.
- Luego, permítele dirigir el camino de nuevo, pero cuando levantes el extremo, llámalo y permanece sin moverte. Si jala la correa, mantén tu posición sin arrastrarlo hacia ti. El objetivo es enseñarle a mantener la correa floja al dirigirse hacia ti. Cuando reduzca la tensión de la correa, llámalo y felicítalo.
- Si regresa a ti, felicítalo aún más y dale un premio de entrenamiento. Si se detiene antes de llegar a ti, tensa la correa lo suficiente como para aplicar un poco de fuerza. Llámalo inmediatamente para que regrese de nuevo. Felicítalo a medida que se acerque cada vez más y proporciónale un premio si regresa a ti. Muchos perros solo necesitan dos o tres repeticiones para entender que cuando no jalan la correa recibirán premios y felicitaciones.
- Cuando tu perro haya aprendido a acercarse a ti para aflojar la correa, podrás comenzar a retroceder cuando se acerque a ti para mantenerlo en movimiento.
- Enseguida, gira y camina hacia adelante para que te siga. Si camina de largo, dirígete en otra dirección para que se coloque nuevamente detrás de ti. El objetivo es enseñarle a seguirte sin jalar la correa.
Asegúrate de que también utilice una correa normal, no una retráctil. Las correas retráctiles son famosas por causar lesiones, ya que el cable se enreda fácilmente, lo que puede provocar quemaduras, cortes o incluso amputaciones.
Si tu perro comienza a correr mientras lleva la correa retráctil, también podría hacerte perder el equilibrio una vez que se haya desenredado toda la correa, sin mencionar que la agarradera podría salirse de tus manos y tu perro podría escapar. Además, las correas retráctiles provocan que los perros se jaloneen, que es lo opuesto a lo deseado.
Pasear a un perro puede brindar múltiples beneficios
Si eres adulto mayor, no permitas que la posibilidad de lesiones te impida hacer de caminatas regulares con tu perro. Como dijo Pirruccio, “nuestro estudio no pretende desanimar a los adultos mayores de pasear a sus perros... Les recomiendo absolutamente [a los adultos mayores] tratar de tener un compañero canino en su hogar para hacer caminatas, para percibir la alegría que brindan los perros".
De hecho, pasear a un perro está relacionado con un menor riesgo de diabetes, hipertensión y depresión, incluso después de considerar los niveles de actividad física moderada a alta. Un estudio de la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública también informó sobre los beneficios de la relajación y alivio del estrés, que incluso pueden ser superiores a los obtenidos al hacer una caminata regular sin perros, así que asegúrate de salir con tu perro de forma cotidiana.
Si descubres que tu perro no responde a tus intentos de hacer una caminata con la correa floja, puedes solicitar la ayuda de un entrenador profesional de perros. En el último de los casos, si consideras que no puedes pasear a tu perro de forma segura, puedes contratar la ayuda de un paseador de perros profesional.