Como dueño responsable de una mascota, es necesario que mantengas a tu mascota saludable y feliz. En ocasiones, cuando existen cambios repentinos en las mascotas puede ser difícil tomar acciones.
Por fortuna, a menudo las mascotas se recuperan rápido cuando existen problemas de salud menores, pero es importante controlarlos para detectar signos de enfermedad que requieran de una visita veterinaria.
1. Cambios en las heces de tu mascota: En caso de un cambio en la apariencia de las heces de tu mascota o si existe un cambio en la frecuencia de sus eliminaciones, es necesario consultar con un veterinario si la situación se prolonga. Es probable que exista un problema con su alimentación, o podría tener un virus, infección bacteriana, parásitos intestinales, disfunción orgánica, existencia de un irritante o cuerpo extraño o algún otro problema de salud.
Si observas sangre en sus heces u orina, es importante consultarlo con un veterinario. La sangre digerida aparecerá como heces negras alquitranadas; mientras que la sangre fresca indicará un sangrado en el colon o recto. Cualquiera de estas situaciones podría constituir un riesgo, y debe abordarse de inmediato.
La sangre en la orina de tu perro, llamada hematuria, puede observarse a simple vista o ser microscópica. Existe una serie de trastornos graves que pueden causar sangre en la orina, incluyendo un bloqueo en el tracto urinario, infección bacteriana e incluso cáncer.
2. Mayor consumo de agua de lo habitual: Si de manera repentina tu perro bebe toda el agua de su tazón, también se considera como una señal de alerta. La sed excesiva (junto con la micción excesiva) es un síntoma de numerosos trastornos, incluyendo problemas del tracto urinario, diabetes y enfermedad renal.
3. Vómitos continuos: Si tu mascota vomita una o dos veces en un período de 12 horas, pero luego parece estar bien y su apetito vuelve a la normalidad, es probable que haya consumido un alimento inadecuado. Sin embargo, si vomita más de dos veces o continúa vomitando al día siguiente, es probable que se trate de algo más grave. Y aún más, si existen otros síntomas, como falta de apetito o letargo.
El vómito continuo puede indicar la presencia de diferentes problemas, incluyendo la presencia de un virus, obstrucción intestinal, pancreatitis, trastorno endocrino, toxicosis o insuficiencia orgánica.
Vomitar sangre es una señal de advertencia, y esta puede tener un color rojo brillante (fresca) o similar al café molido (sangre parcialmente digerida). Existen numerosas razones por las cuales tu perro puede vomitar sangre, algunas son relativamente insignificantes, pero otras son graves e incluso mortales.
4. Pérdida de peso o apetito: A menudo, la pérdida de apetito es el primer signo de una enfermedad subyacente en las mascotas. Puede haber muchas razones por las que tu perro o gato no tiene apetito o se niega a comer, pero la falta de este puede afectar negativamente su salud dentro de las 24 horas siguientes. Y en el caso de las mascotas de 6 meses o menores, este problema es aún más grave.
La pérdida de peso es el resultado de un balance calórico negativo, y puede ser consecuencia de la anorexia (pérdida de apetito) o cuando el cuerpo de un animal usa o elimina los nutrientes esenciales de su alimentación más rápido de lo que los repone. Una pérdida de peso superior al 10 % del peso corporal normal de un perro será una señal de advertencia para tu veterinario. Pueden existir diferentes causas no aparentes, algunas son consideradas como graves.
5. Cambios en su patrón de respiración: Si tu mascota experimenta dificultades para respirar o falta de aire al inhalar o exhalar, podría tener una dificultad respiratoria. Los problemas respiratorios pueden significar que no llega suficiente oxígeno a sus tejidos. Además, es posible que las mascotas con una enfermedad cardíaca no puedan bombear suficiente sangre a sus músculos y otros tejidos.
Una frecuencia respiratoria en reposo más acelerada de lo normal también puede ser un síntoma de dolor sustancial, acumulación de líquido en los pulmones o disminución de la capacidad pulmonar, la cual puede ser causada por una enfermedad cardíaca, neumonía, cáncer u otras enfermedades respiratorias. Si tu perro experimenta problemas respiratorios repentinos sin diagnosticar o parece respirar más fuerte, o más rápido que antes, debes consultarlo con un veterinario de inmediato.
6. Pérdida de pelo: Existe una serie de padecimientos cutáneos, infecciones y enfermedades sistémicas que pueden causar el adelgazamiento del pelo y que aparezcan zonas calvas, incluyendo trastornos compulsivos como alopecia psicógena. Si tu mascota pierde mucho pelo, incluso si se trata de un solo lugar, es necesario consultarlo con un veterinario.
7. Aparición de un nuevo bulto o protuberancia: Uno de los padecimientos más comunes, especialmente en los perros mayores, son las protuberancias que se desarrollan dentro o por debajo de la piel. La mayoría de las veces, estos bultos y protuberancias son inofensivas, aunque pueden causar inquietud y desagrado, por lo que es importante consultarlo con un veterinario. Es inusual que una protuberancia requiera medidas de emergencia; pero, en ocasiones, los abscesos o quistes pueden requerir atención urgente.
Si tu mascota se encuentra realmente incómoda o si dicha masa ha crecido, es necesario consultarlo con un veterinario dentro de las primeras 24 horas. Pero, es bastante inusual visitar un hospital de urgencias animales o realizar una cita de emergencia con el veterinario por un bulto o protuberancia.
Es necesario monitorear la aparición de nuevas protuberancias. Si observas un crecimiento o cambio repentino, es mejor consultarlo con un veterinario de inmediato. Sin embargo, si por ejemplo observas un cambio de color en la piel o lo que parece ser un papiloma cutáneo que no crece o cambia en el transcurso de algunos días, semanas o meses; será necesario comentarlo con el veterinario en el próximo examen de bienestar de tu mascota.
El veterinario debe realizar un aspirado con aguja fina, el cual consiste en insertar una aguja en el bulto, para extraer células y enviar las muestras a un patólogo para su evaluación y diagnóstico preliminar.
8. Cansancio o letargo extremo: Un perro letárgico parecerá somnoliento, "perezoso" o indiferente. Podría demostrar lentitud para responder a imágenes, sonidos y otros estímulos en el medio ambiente. El letargo o agotamiento es un síntoma no específico que puede indicar una serie de posibles trastornos subyacentes, incluyendo algunos que son graves o incluso potencialmente mortales. Si tu perro permanece letárgico por más de 24 horas, es el momento de hacer una cita con tu veterinario.
9. Tos continua: La tos en perros, a menos que se trate de una situación única, generalmente indica un problema subyacente. Algunos ejemplos incluyen una posible obstrucción de la tráquea, tos de perrera, asma, bronquitis, neumonía, enfermedad del gusano del corazón, insuficiencia cardíaca y tumores pulmonares. Todas las causas de tos requieren ser investigadas y, en la mayoría de los casos, de un tratamiento.
10. Cambios en el comportamiento: La primera señal que se observa en una mascota enferma o herida es un cambio de comportamiento, por lo que es importante considerar los cambios de comportamiento repentinos. Los gatos buscan instintivamente lugares donde esconderse cuando se encuentran heridos o enfermos; mientras que los perros tienden a buscar alivio en los humanos. Cualquier cambio en el comportamiento que dure más de un día justifica una consulta veterinaria.
11. Cambios en los ojos: Si el área blanca del ojo de tu perro se vuelve de color rojo brillante, es un signo de inflamación o infección que puede indicar una de varias enfermedades que involucran a los párpados externos, tercer párpado, conjuntiva, córnea o esclerótica del ojo. El enrojecimiento también puede indicar inflamación de las estructuras internas y trastornos en la cuenca del ojo, así como glaucoma.
Ciertos trastornos oculares pueden producir ceguera, por lo que cualquier cambio significativo en la apariencia de los ojos de tu mascota debe investigarse.
12. Dificultad para orinar: Esto incluye molestias, esfuerzo e intentos frecuentes para orinar con poco éxito. Si tu perro se queja al hacer sus eliminaciones, parece preocuparse o lame excesivamente dicha área de su cuerpo, debes consultarlo con el veterinario de inmediato. Puede haber diversas causas subyacentes de problemas urinarios, y algunas pueden causar la muerte unos cuantos días.