El diagnóstico que ningún dueño de perro de raza grande quiere recibir

perro de raza grande

Historia en Breve

  • El osteosarcoma es un cáncer óseo muy agresivo que representa alrededor del 85 % de todos los casos de tumores óseos en perros y que afecta principalmente a razas grandes y gigantes
  • Los primeros síntomas pueden incluir hinchazón, cojera intermitente y fracturas; a medida que el cáncer progresa, el dolor y la cojera empeoran rápidamente
  • Por lo general, el pronóstico para el osteosarcoma canino es muy desalentador y las opciones de tratamiento convencionales (cirugía y quimioterapia) no suelen extender de forma significativa la esperanza de vida de los pacientes
  • Las opciones de tratamiento alternativas incluyen terapia nutricional dirigida, que incluye una dieta cetogénica y protocolos a base de hierbas y vitaminas
  • En la actualidad se están estudiando dos tipos diferentes de vacunas terapéuticas para tratar el osteosarcoma y ambas muestran resultados prometedores

El osteosarcoma es un cáncer óseo muy agresivo que tiende a propagarse muy rápido (hacer metástasis) a otras partes del cuerpo. Si bien esta enfermedad es rara en gatos, por desgracia, tan solo en los Estados Unidos, cada año se diagnostican alrededor de 10 000 perros, lo que representa aproximadamente el 85% de todos los casos de tumores óseos en esta especie.

Síntomas de cáncer óseo

Muchos de los primeros signos de osteosarcoma son sutiles y pueden incluir hinchazón, cojera intermitente y dolor en las articulaciones o los huesos. A veces también hay letargo y pérdida de apetito. Debido a que un hueso con un tumor canceroso no es tan fuerte como un hueso normal, incluso una lesión menor puede causar una fractura patológica del hueso debilitado.

Si el tumor afecta una parte del cuerpo que no sea una extremidad, los síntomas dependerán de su ubicación. Por ejemplo, si el cáncer está en la mandíbula, el animal tendrá dificultades para abrir el hocico o comer. En los gatos, algunas veces los huesos nasales se ven afectados por este tipo de tumor, lo que puede causar secreción nasal y problemas respiratorios.

A medida que la enfermedad progresa, el tumor crece y se vuelve más dolorosa, ya que destruye el hueso afectado. La cojera intermitente se volverá más frecuente hasta que sea constante, por lo general tarda de 1 a 3 meses a partir de su inicio.

Perros con mayor riesgo de osteosarcoma y factores de riesgo adicionales

Los perros de más de 90 libras representan casi un tercio de los casos de osteosarcoma canino, y la mediana de edad al momento del diagnóstico es de aproximadamente 8 años. En razas grandes y gigantes, la mayoría de los tumores se producen en las extremidades. Las razas con mayor riesgo incluyen san bernardo, gran danés, setter irlandés, doberman pinscher, rottweiler, pastor alemán y golden retriever.

Los perros de menos de 30 libras representan menos del 5 % de los casos de osteosarcoma. En estos perros, por lo general, el cáncer afecta los huesos del cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer óseo en perros incluyen:

  • Sexo (los machos tienen mayor riesgo, de 20 a 50 %)
  • Crecimiento rápido en cachorros de razas grandes y gigantes
  • Esterilización o castración a una edad temprana
  • Traumatismo en los huesos, especialmente lesiones óseas contundentes
  • Uso de implantes metálicos para reparar fracturas

Diagnóstico y estatificación

Las principales pruebas de diagnóstico para el osteosarcoma son las radiografías y la histopatología (examen de tejido). En una radiografía, el osteosarcoma tiene una apariencia lítica o "carcomida" muy característica de esta enfermedad. Se debe realizar una aspiración con aguja fina o una biopsia ósea de áreas sospechosas para confirmar el diagnóstico.

Dado a que en el caso de los gatos, los síntomas como cojera y dolor empeoran después de la biopsia ósea, se recomiendan practicar la aspiración con aguja fina siempre que sea posible.

Por lo general, también se realizan análisis de sangre y radiografías de tórax con el fin de detectar lesiones adicionales y condiciones médicas subyacentes. Dado a que hasta en el 90 % de los casos de tumores de osteosarcoma, cuando se diagnostica la enfermedad el cáncer ya se ha propagado a los pulmones, también se utiliza la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética para evaluar mejor la afectación pulmonar y el estado general de la mascota a mayor detalle.

La enfermedad también se clasificará como estadio I (tumores de bajo grado sin evidencia de metástasis), estadio II (tumores de alto grado sin metástasis) o estadio III (metástasis).

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Tratamiento convencional para el osteosarcoma

Por desgracia, muchas mascotas diagnosticadas con osteosarcoma tienen un pronóstico desalentador. El tratamiento está dirigido a aliviar el dolor y extender la esperanza y la calidad de vida del animal el mayor tiempo posible.

Dependiendo de la situación, las opciones de tratamiento tradicionales son la cirugía, que puede incluir o no la amputación de la extremidad afectada, y la quimioterapia para los animales que se someten a la amputación. La radioterapia, que se usa estrictamente como un tratamiento paliativo para aliviar el dolor y las molestias en los huesos, también se puede prescribir junto con medicamentos para el dolor.

Lamentablemente, en muchos casos, los dueños deben tomar lo que se conoce como la "decisión de pierna o vida" para su mascota. En el 50 % de los casos de perros con osteosarcoma que se someten a la amputación de la extremidad afectada, seguido de quimioterapia, se logra un tiempo de supervivencia de aproximadamente un año. Sin embargo, algunos perros han sobrevivido de cinco a seis años después del diagnóstico.

La quimioterapia solo se administra en casos en los que el tumor primario se extirpó quirúrgicamente y es totalmente ineficaz en animales que no son candidatos para la cirugía. No recomiendo la quimioterapia en estos pacientes, ya que no he visto que produzca una mejoría significativa en su esperanza de vida.

Muchos dueños de perros diagnosticados con osteosarcoma eligen evitar la amputación y se enfocan en mejorar la calidad de vida de sus mascotas durante el tiempo que les queda.

Opciones alternativas de tratamiento y estudios de inmunoterapia en curso

Para mis pacientes, cuyos dueños deciden no recurrir a la cirugía, sigo el protocolo del veterinario y médico naturópata, el Dr. Steve Marsden. Su protocolo implica el uso de la forma inyectable de vitaminas A y D, bromelina, ácidos grasos omega-3 y una mezcla de hierbas llamada fórmula Hoxsey con eupatoria. También me he dado cuenta de que usar hierbas chinas junto con el protocolo del Dr. Marsden es beneficioso.

Otra cosa que recomiendo para los pacientes con cáncer es la terapia nutricional dirigida, que incluye una dieta cetogénica.

Actualmente se están estudiando al menos dos tipos de tratamientos de inmunoterapia para el osteosarcoma canino. Ambos se basan en vacunas terapéuticas, que no deben confundirse con las vacunas preventivas. Una es una vacuna contra el cáncer con etiquetas de proteínas diseñadas para incitar al sistema inmunológico que se administra en lugar de quimioterapia.

La otra es una vacuna basada en bacterias que recientemente recibió una licencia condicional por parte de la USDA, que se otorgó en función de la efectividad de la vacuna en un estudio piloto que incluyó a 18 perros. Esta vacuna está destinada a perros a los que se les ha diagnosticado osteosarcoma que expresa el oncogén Her2/neu, una proteína que también se relaciona con las células de cáncer de mama en mujeres.

Este oncogén se expresa en aproximadamente el 40 % de los osteosarcomas caninos. La teoría detrás de la vacuna, que contiene una bacteria genéticamente modificada, Listeria, que expresa el marcador Her2/neu, es que estimulará el sistema inmunológico para matar las bacterias y también las células que expresan el Her2/neu.

La vacuna se administra por vía intravenosa después de la extracción del tumor y la quimioterapia, y la tasa de supervivencia media en los perros del estudio piloto fue de 956 días, en comparación con 423 días en un grupo de control histórico.

Según el Dr. Nicola Mason, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, quien ayudó a desarrollar la vacuna y el estudio piloto, si la vacuna puede estimular eficazmente el sistema inmunológico, las células inmunes encontrarán y destruirán a las células cancerosas restantes que han sobrevivido a la quimioterapia. También se pretende que el sistema inmunológico se quede con un recuerdo de las células cancerosas y pueda inhibir el desarrollo de nuevas lesiones de osteosarcoma.

Por supuesto, como saben los visitantes habituales de Mascotas Saludables de Mercola, mi opinión general sobre las vacunas es que deben usarse con extrema precaución y solo cuando sea realmente necesario para proteger a un animal vulnerable de una enfermedad específica. De hecho, muchos de ustedes tienen una respuesta negativa automática incluso a la mención de la palabra "vacuna".

Sin embargo, la mayoría de las reacciones adversas y los efectos secundarios relacionados con las vacunas son el resultado de los adyuvantes tóxicos que contienen. Aunque los productos descritos anteriormente se denominan vacunas, en realidad son una forma de inmunoterapia no adyuvante. Son productos recién desarrollados que se están estudiando por su capacidad para tratar un cáncer agresivo y mortal y no estoy en contra de la inmunoterapia no tóxica.

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