¿Tu mascota tiene problemas intestinales? Muchos veterinarios se equivocan al recetar un tratamiento efectivo

enfermedad inflamatoria intestinal en perros

Historia en Breve

  • Un estudio reciente sugiere que algunos perros con una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) podrían experimentar una remisión debido a alteraciones en su microbioma intestinal, desencadenadas por un cambio en su alimentación
  • La alimentación utilizada para ayudar a los pacientes del estudio fue una dieta veterinaria altamente procesada. En mi experiencia, evitar los alimentos para mascotas altamente procesados es la mejor manera de prevenir y tratar enteropatías crónicas, incluyendo al IBD y "estómagos sensibles"
  • Al principio, los perros con IBD deben recibir una dieta blanda con proteínas novedosas y suplementos apropiados para equilibrar su microbioma
  • Para ayudar a tu perro a evitar la enfermedad gastrointestinal, debes proporcionarle una variedad de alimentos nutricionalmente óptimos y apropiados para su especie que incluyan proteína animal, humedad, grasas saludables y fibra, que no estén adulterados, sean de alta calidad y tengan un contenido bajo o nulo de almidón

Un estudio publicado recientemente, realizado por investigadores veterinarios de la Universidad de Pensilvania, sugirió que algunos perros con enteropatía crónica (CE, por sus siglas en inglés), una forma de la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD, por sus siglas en inglés), experimentaban remisión cuando el cambio en su alimentación inducía trastornos específicos en su microbioma.

La alimentación puede influir en el microbioma, que tiene una función crítica en la salud intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal tanto en humanos como en mascotas aún no se comprende por completo; sin embargo, sabemos que las poblaciones de microorganismos que habitan los intestinos, conocidos colectivamente como microbioma intestinal, son un factor crucial. Es usual que los alimentos que comemos y que les proporcionamos a nuestros compañeros animales influyan ampliamente en su microbioma.

En el estudio de Penn Vet, los investigadores analizaron la conexión entre una alimentación "terapéutica" específica proporcionada a 29 perros con enteropatía crónica, su microbioma y remisión de la enfermedad. Lo que descubrieron fue que, los 20 perros cuya enfermedad entró en remisión, exhibían características determinantes en su microbioma y productos metabólicos relacionados.

En particular, el microbioma de los perros que lograron una remisión tuvieron mayores niveles de metabolitos, conocidos como ácidos biliares secundarios, que se producen cuando ciertos microbios intestinales consumen bilis liberada por el hígado. Uno de los microbios amigables que produce ácidos biliares secundarios es el Clostridium hiranonis, que tuvo mayor presencia en perros cuya enfermedad entró en remisión.

Estos perros también tenían menor cantidad de bacterias patógenas como E. coli y Clostridium perfringens, después de comenzar su alimentación.

Los investigadores realizaron dos estudios adicionales para probar su hipótesis de lo que realmente desencadenaba la remisión.

"Esto nos permitió demostrar que los ácidos biliares secundarios y el C. hiranonis no solo son biomarcadores de remisión, sino que en realidad pueden influir en el cambio", indicó para la publicación Penn Today, Daniel Beiting, autor principal del estudio y profesor asistente de Penn Vet. "Los ácidos biliares pueden bloquear el desarrollo de patógenos, y el C. hiranonis puede mejorar la salud intestinal en los ratones".

Finalmente, los investigadores analizaron datos de niños con la enfermedad de Crohn (otra forma de enfermedad inflamatoria intestinal) que respondieron al tratamiento al llevar una nutrición enteral de forma exclusiva, que es una alimentación líquida especializada. Descubrieron que el microbioma de los niños presentaba mayores niveles de Clostridium scindens, otra especie microbiana amigable que produce ácidos biliares secundarios.

Para reparar el tracto gastrointestinal de tu perro, te recomiendo elegir una mejor opción que una alimentación 'terapéutica' altamente procesada

Los resultados del estudio de Penn Vet son interesantes por que refuerzan la idea de que un microbioma diverso puede ser beneficioso para la salud de los perros, en especial para su salud digestiva. Estoy totalmente de acuerdo con esta perspectiva. Considero que el 100 % de las mascotas con IBD también podría padecer una disbiosis, que por fortuna ahora puede evaluarse por medio de un análisis de microbioma.

En una entrevista con la Dra. Holly Gantz de AnimalBiome, hablamos sobre los beneficios de proporcionar una alimentación diversa y fresca para mantener el microbioma de nuestras mascotas equilibrado y fortalecido, para favorecer la recuperación de la enfermedad gastrointestinal. La mayoría de los veterinarios están de acuerdo en que abordar un microbioma disbiótico y su respuesta inflamatoria profunda es la clave para sanar muchas enteropatías crónicas.

Sin embargo, no estoy de acuerdo en que un alimento altamente procesado 'de prescripción' con proteína hidrolizada, sea el mejor enfoque para mejorar la salud intestinal en perros con enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque el alimento procesado y apto para consumo, puede mejorar los síntomas gastrointestinales en algunas mascotas, valdría la pena señalar que un tercio de los perros en el estudio no logró la remisión cuando se le proporcionó una dieta "hipoalergénica".

Los investigadores apenas han comenzado a identificar las posibles consecuencias sistémicas, incluyendo las respuestas inflamatorias crónicas, por consumir productos finales de glicación avanzada presentes en los alimentos procesados a altas temperaturas (croquetas), lo que puede explicar por qué muchas mascotas no mejoran al recibir otro tipo de croquetas.

La recomendación alimenticia tradicional para perros con IBD, especialmente en aquellos que presentan vómito o diarrea, es recibir temporalmente una dieta blanda y casera hasta que los síntomas mejoren, junto con medicamentos o nutracéuticos para controlar el vómito y la diarrea, en caso de ser necesario.

La dieta blanda que la mayoría de los veterinarios sugiere consiste en carne de res molida y arroz, pero en mi opinión no es tan efectiva como la dieta blanda altamente digerible y sin granos. Mi sugerencia es proporcionar pavo molido cocido sin grasa y batata dulce cocida o calabaza al 100 % enlatada.

La carne de res es relativamente alta en grasa, lo que podría aumentar el malestar gastrointestinal y exacerbar la pancreatitis, en caso de que también la padezca. El arroz es un carbohidrato complejo e innecesario que a menudo se fermenta en el tracto gastrointestinal (GI), lo que puede causar gases, hinchazón e irritación gastrointestinal adicional antes de transformarse en heces, en muchos casos sin ser digerido.

Si a tu perro le han diagnosticado IBD y lleva una dieta blanda, te recomiendo colaborar con un veterinario integrativo, porque después de la dieta blanda, deberás elegir una dieta con ingredientes novedosos, equilibrada, baja en residuos, y de preferencia a base de alimentos frescos.

Una alimentación (nueva) novedosa le proporcionará al tracto gastrointestinal y al sistema inmunológico de tu perro el descanso que tanto necesita, y la naturaleza antiinflamatoria de este tipo de alimentación favorecerá la sanación.

De igual manera, te recomiendo preguntarle a tu veterinario sobre la terapia restauradora de microbioma, que no es tóxica, influye en el cuerpo y puede tener un efecto profundamente positivo no solo en la salud gastrointestinal, sino también en la función de los órganos, sistema inmunológico e incluso en el comportamiento de tu perro.

Además, deberás examinar junto con tu veterinario los suplementos apropiados, incluyendo los protocolos específicos para equilibrar el microbioma y repoblar su intestino con bacterias saludables. Existen numerosas hierbas y nutracéuticos que son excelentes opciones para ayudar a mejorar la digestión y absorción, así como para reducir la inflamación gastrointestinal.

Para incluir estos suplementos, antes, durante o después de hacer el cambio en la alimentación, debes considerar la situación particular de tu perro. Hacer una transición demasiado pronto o de forma incorrecta podría agravar sus síntomas, por lo que te recomiendo encarecidamente que busques la orientación de un veterinario integrativo con experiencia en salud intestinal.

Otros factores ambientales y de estilo de vida que debes abordar incluyen las vacunas innecesarias (que no recomiendo aplicar de forma automática), así como otros medicamentos veterinarios (incluyendo la prescripción de desparasitantes sin confirmación de parásitos), así como cualquier toxina potencial en el entorno o estilo de vida de tu mascota que pueda contribuir a una inflamación sin tratar.

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¿Cuál es la mejor manera de nutrir el microbioma de tu perro para ayudar a prevenir la enfermedad gastrointestinal?

Si bien, hay muchos factores ambientales y de estilo de vida que influyen en la salud intestinal de tu perro, como ya he mencionado, el alimento que le das tiene un efecto directo en la diversidad de su microbioma y es el factor más importante para prevenir enfermedades y mantener su bienestar.

Si aún no lo has hecho, te recomiendo evitar proveerle “comida rápida” (croquetas) a tu mascota y, en su lugar, debes proporcionarle una alimentación nutricionalmente óptima y apropiada para su especie, lo que significa alimentos aptos para consumo humano que contienen proteína animal de alta calidad sin adulterar, humedad, grasas y fibras saludables, con contenido bajo o nulo de almidón.

La mejor opción para las mascotas es proporcionarles diversos alimentos caseros sin procesar o ligeramente cocinados, nutricionalmente completos, pero solo en el caso de los dueños comprometidos. Si no quieres lidiar con prepararle una comida casera y balanceada a tu mascota, entonces una buena alternativa sería comprar un alimento fresco y prebalanceado disponible comercialmente.