¿Eres el causante del mal comportamiento de tu perro?

perro con problemas de comportamiento

Historia en Breve

  • Es posible relacionar el comportamiento canino más indeseable a las acciones de un humano durante muchas interacciones previas con el perro
  • A menudo, saltar es la forma en la que un perro saluda a las personas de manera afectuosa y es posible frenar esta tendencia al enseñarle un comportamiento positivo alternativo
  • Jalar la correa es una inclinación natural para los perros, pero casi cualquier perro puede ser entrenado para dejar de hacerlo
  • La hiperactividad clínica es inusual en los perros, donde la causa principal es la falta de ejercicio físico y estimulación mental

Muchos profesionales de adiestramiento canino consideran que el comportamiento indeseable casi siempre puede relacionarse con las acciones de un humano en la vida de un perro, ya sea de manera inadvertida o intencional. ¡Muchas personas se sorprenden al darse cuenta que son los causantes del comportamiento indeseable de su mascota!

Los ejemplos de un comportamiento no deseado que resulta de la interacción humana (o la falta de interacción) incluyen: saltar sobre las personas (como un saludo), tirar de la correa e "hiperactividad".

Saltar

En ocasiones, cuando las personas comienzan a conocer a un cachorro o perro adulto, saltar parece un comportamiento encantador. Tu nuevo amigo está muy emocionado de verte, lo cual resulta adorable. Por lo que te ríes y lo acaricias mientras lo apartas, o esperas hasta que se baje.

Y ¿cuál es el resultado? Tu perro aprende que lo disfrutas y tiene tu atención. Haz compensado y reforzado este comportamiento.

Llega el momento en que debe aprender a mantener sus cuatro patas en el suelo, ya que al saltar puede convertirse en una amenaza para las personas que no se mantienen de pie, así como para aquellas que sostienen algo, personas con prendas de vestir de buena calidad, niños pequeños y otros.

Cómo modificar el comportamiento:

Empujarlo o patearlo como una forma de castigo (o para mantenerlo alejado de ti) no es productivo porque no aprenderá un comportamiento más aceptable para reemplazarlo. Además, podrías causarle lesiones ya que utilizas la rodilla o el pie contra tu perro.

También está el refuerzo involuntario ya que te enfocas en el mal comportamiento. Tu perro necesita un comportamiento de reemplazo que sea igualmente motivador, como enseñarle a sentarse a saludar a las personas. Sentarse se convierte en el comportamiento alternativo que es recompensado con caricias o premios.

Mientras le enseñas a hacerlo, es importante dejar de reaccionar cuando salta. Dale la espalda, párate derecho e ignóralo. Esto es lo contrario a lo que busca (atención) y le enseñas que no te agrada su comportamiento.

Eventualmente, comprenderá que al sentarse obtiene tu atención. Otra opción es enseñarle la orden de "bájate". Le ordenas que se baje cuando salte y lo recompensas cuando sus cuatro patas toquen el piso.

Jalar la correa

Este es un comportamiento tan natural que es fácil ignorarlo, especialmente si se trata de un perro pequeño o mediano cuyo jalón no amenaza con lastimarte. Pero si lo permites, tu perro aprenderá con mucha rapidez a interpretar la tensión de la correa como una señal para avanzar a toda velocidad.

Jalar la correa no solo es molesto, sino potencialmente peligroso. Si la correa está unida al collar, puedes causar lesiones en su cuello o espalda. Si es una raza grande o gigante, podría causarte lesiones e incluso ser difícil de controlar.

Cómo modificar el comportamiento:

Estos son los pasos para entrenar a un perro a pasear con la correa:

  • Permítele que camine un poco arrastrando la correa, y luego levanta el extremo opuesto. Bríndale la oportunidad de dirigir el camino durante unos segundos mientras mantienes la correa sobre el suelo. Reduce la velocidad para que se sienta obligado a disminuir la velocidad, en última instancia, para detenerse. Toma un breve descanso para brindarle afecto y felicitarlo.
  • Déjalo arrastrar la correa nuevamente, pero llámalo y detente al levantar el otro extremo. Si jala la correa, mantén tu posición sin jalarlo hacia ti. El objetivo es enseñarle a mantener la correa floja al dirigirse hacia ti. Cuando reduzcas la tensión de la correa, llámalo y felicítalo.
  • Si viene hasta ti, debe recibir más elogios y premios. Si se detiene antes de llegar a ti, tensa la correa lo suficiente como para aplicar un poco de fuerza. Inmediatamente llámalo para que regrese de nuevo. Felicítalo a medida que se acerque cada vez más y proporciónale un premio si regresa a ti. Muchos de los perros solo necesitan dos o tres repeticiones para entender que cuando no jalan la correa recibirán premios y felicitaciones.
  • Cuando tu perro haya aprendido a acercarse a ti para aflojar la correa, podrás comenzar a retroceder cuando se acerque a ti para mantenerlo en movimiento.
  • Enseguida, gira y camina hacia adelante para que te siga. Si camina de largo, dirígete en otra dirección para que se coloque nuevamente detrás de ti. El objetivo es enseñarle a pasear sin jalar la correa.

Las sesiones de 5 a 15 minutos son suficientes al principio, en función de su temperamento. En cada sesión, practica como controlar la dirección de tu perro durante intervalos de 30 segundos. Desde el primer momento en que comience el entrenamiento con correa, debes asegurarte de que tu perro no obtenga nada al jalar la correa.

A algunos perros les toma más tiempo que a otros aprender a mantener floja la correa. Mantén la paciencia y no te involucres en una lucha de poder. No jales ni utilices la correa como corrección o castigo. Detente antes de que alguno se sienta frustrado o cansado.

Después de cada sesión, felicítalo e invierte algunos minutos jugando con la pelota o a algún otro juego que le agrade.

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Hiperactividad

El término "hiperactivo", a menudo se utiliza para describir a los perros muy activos, pero en realidad, el síndrome clínico es bastante inusual en las mascotas.

Los veterinarios y conductistas coinciden en que la mayoría de los síntomas de hiperactividad son comportamientos específicos de la raza, conductas condicionadas, comportamientos resultantes de la falta de estimulación física o mental, o una combinación.

Es importante reconocer la diferencia entre el comportamiento canino anormal y normal, dadas las circunstancias del perro.

Existen muchas cosas que pueden afectar el comportamiento de una mascota, incluyendo si está solo o es ignorado, no se ejercita lo suficiente o no ha recibido un entrenamiento de obediencia con técnicas de refuerzo positivo.

También, es posible que haya sido condicionada a través de respuestas repetidas e involuntarias para llamar la atención o es castigada por un comportamiento no deseado, en lugar de ser recompensada por el comportamiento deseado.

Si notas que tu perro es mucho más fácil de dominar después de pasear en el parque para perros o después de haber jugado con tus hijos, resulta obvio que quemar su energía física y mental tiene un efecto positivo en su comportamiento.

Los perros que no satisfacen sus necesidades diarias de actividad, interacción social, estimulación mental y enriquecimiento ambiental pueden parecer hiperactivos al tratar de satisfacer dichas necesidades.

Cómo modificar el comportamiento:

Ya que muy pocos perros son clínicamente hiperactivos, se recomienda evaluar su estilo de vida desde todas las perspectivas.

Asegúrate de ejercitarlo de manera rigurosa hasta que notes que está cansado. Se recomienda elegir actividades que le agraden para que le entusiasme participar.

Estimúlalo mentalmente con rompecabezas, juguetes para liberar premios, caminatas, natación y otras actividades que favorezcan los instintos naturales del perro.

Concéntrate en los comportamientos deseados que realiza en lugar de los indeseados. Los perros responden a la modificación de refuerzo positivo, que no incluye el castigo.

Inscribe a tu perro en una clase de obediencia o en una actividad que le ayude a concentrarse, como el trabajo de olfato.

Ofrécele alimentos nutricionalmente óptimos y apropiados para su especie para evitar intolerancias alimentarias, deficiencias de aminoácidos (la deficiencia de triptófano es común en las alimentaciones caseras y puede afectar en su comportamiento de forma negativa) y alergias comunes que se presentan en perros que consumen productos comerciales para mascotas de baja calidad. Creo que los veterinarios subestiman la frecuencia con la que la sensibilidad alimenticia contribuye al comportamiento inquieto e hiperactivo.

Consulta con un veterinario sobre el uso de suplementos como L-teanina, ashwagandha, rhodiola, GABA, melatonina, lúpulo, manzanilla, raíz de valeriana, esencias florales y aceite de CBD como medidas iniciales si tu mascota recibió el diagnostico de hiperactividad o ansiedad.

+ Fuentes y Referencias
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