Los resultados de un estudio publicado recientemente por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte encontraron que la bacteria bartonella es extremadamente prevalente en los tumores y tejidos de perros con hemangiosarcoma. Resulta curioso que, este virus no era frecuente en las muestras de sangre de los perros, a pesar de que el hemangiosarcoma es un cáncer de los vasos sanguíneos.
Según un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, este trabajo "respalda aún más la conexión entre la infección y algunos tipos de cáncer, y se suma a la evidencia de que este virus puede permanecer y prosperar dentro del tejido sin ser detectado".
Para comprender mejor las implicaciones de los resultados de estos estudios, es necesario analizar el hemangiosarcoma y la bartonelosis.
El hemangiosarcoma es un cáncer sigiloso
De todos los tipos de cáncer que atacan a los animales, el hemangiosarcoma (HSA) es uno de los más furtivos. Por desgracia, la mayoría de las veces, un perro desarrolla una hemorragia interna y se diagnostica el HSA como resultado de esta crisis. Para entonces, la enfermedad ha progresado a una etapa avanzada, lo que resulta en una tasa de supervivencia de solo el 12 % a 20 %.
El hemangiosarcoma es casi exclusivamente una enfermedad canina, aunque ocasionalmente ocurre en los gatos. Los perros de cualquier raza, género y edad pueden desarrollar este tipo de cáncer, pero se diagnostica con mayor frecuencia en perros de entre 6 y 13 años de edad. Las razas predispuestas incluyen al pastor alemán, labrador, golden retriever, boxer, doberman pinschers, y setter inglés.
El cáncer puede ocurrir en diferentes órganos del cuerpo, como los intestinos, el hígado y los huesos. En el hemangiosarcoma, los tumores se desarrollan en las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos del sistema circulatorio. Hemangio es la palabra griega que describe a los vasos sanguíneos, mientras que sarcoma significa una neoplasia maligna de los tejidos conectivos.
Debido a que los tumores involucran vasos sanguíneos, a menudo se llenan de sangre y cuando se rompen, pueden desencadenar una hemorragia interna o externa masiva. El hemangiosarcoma puede ocurrir donde existen los vasos sanguíneos, pero con mayor frecuencia se desarrolla en el bazo, el corazón, el hígado, la piel y los tejidos blandos. El HSA es responsable de dos tercios de todos los tumores cardíacos o esplénicos en perros.
Este tipo de cáncer es agresivo y altamente metastásico, lo que significa que se propaga a otros órganos, incluyendo el cerebro, los pulmones, el bazo, el corazón, los riñones, el músculo esquelético y los huesos.
Debido a que los perros a menudo adquieren el HSA de forma visceral, con frecuencia no existen signos de enfermedad en las primeras etapas. Incluso los perros con tumores grandes no muestran síntomas desde el principio. Una vez que los tumores invaden el tejido circundante y se extienden a otras partes del cuerpo, pueden desarrollar pequeñas rupturas que permiten que la sangre escape al abdomen, el tórax, el saco alrededor del corazón o justo debajo de la piel (subcutánea).
Esta pérdida sanguínea hace que algunos perros muestren síntomas intermitentes de letargo y debilidad, pero generalmente las señales son tan sutiles que pasan desapercibidas o se atribuyen a otras causas. Otras señales sutiles pueden incluir menor apetito, anemia leve y una ligera elevación de enzimas hepáticas.
Cuando los tumores hacen metástasis, invaden los pulmones, el hígado o los intestinos. Como mencioné anteriormente, a menudo los perros con HSA mueren de manera abrupta cuando un tumor se rompe y causa hemorragias graves. Las señales de una hemorragia potencialmente mortal incluyen debilidad, palidez en la lengua, jadeo, ritmo cardíaco acelerado, pulso débil, abdomen distendido y colapso. En el hemangiosarcoma dérmico e hipodérmico, es posible sentir una masa dentro o debajo de la piel. La cual puede ulcerarse y sangrar.
El oncólogo veterinario Erin Bannink y el veterinario Steve Marsden están realizando un ensayo clínico con hierbas para mejorar la salud y la vida útil de los perros que son diagnosticados con HSA esplénica.
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La bartonella es un patógeno sigiloso
La bacteria Bartonella causa la bartonelosis, una enfermedad zoonótica infecciosa que puede transmitirse de animales a humanos y viceversa. En los humanos, la infección también es conocida como enfermedad por arañazo de gato o fiebre por arañazo de gato, aunque no siempre se adquiere a través de los gatos.
La bacteria Bartonella se puede transmitir a los perros a través de pulgas, garrapatas, moscas, moscas que pican, moscas de arena, ácaros y piojos, sin embargo, no parece que los perros sean un huésped natural para el patógeno. Aún se desconoce si los perros, al igual que los gatos, pueden transmitir la infección a los humanos.
La página web Companion Vector-Transne Diseases explica lo siguiente sobre la bartonelosis canina, y ofrece una buena descripción de la naturaleza de la bacteria:
"La bartonella infecta los eritrocitos, que es un tipo de glóbulo rojo; las células endoteliales, que se encuentran en el revestimiento interior de los vasos sanguíneos; los vasos linfáticos, el corazón y los macrófagos, que es un tipo de glóbulo blanco; y a menudo provoca infecciones transmitidas por la sangre. Se cree que la ubicación en los eritrocitos y en las células endoteliales vasculares protegen a la Bartonella de los agentes antimicrobianos. También se considera importante como evita el sistema inmunológico a través de la ubicación intracelular, los reordenamientos genéticos y la alteración de las proteínas de la membrana externa.
En los perros, la bartonella causa infecciones crónicas al establecer una infección intracelular en los eritrocitos y en las células endoteliales, al lograr escapar de las defensas humorales y celulares del huésped. La infección podría inducir un grado de inmunosupresión crónica que podría predisponer a los perros a infecciones con otros agentes patógenos, dando como resultado una amplia gama de manifestaciones clínicas en perros infectados de forma natural".
Es decir, la forma específica en que la bartonella invade el cuerpo de un perro parece permitir que las bacterias se escondan de los antibióticos y del sistema inmunológico, lo que provoca una infección crónica que puede crear una supresión prolongada del sistema inmunológico, lo que genera una mayor susceptibilidad a otros tipos de infecciones y enfermedades.
Las señales clínicas de la bartonelosis dependen de la cepa y pueden variar desde ningún síntoma hasta enfermedad grave y muerte súbita. También existen grandes variaciones en la duración de la enfermedad. En perros sintomáticos, los signos clínicos incluyen los siguientes:
Endocarditis (inflamación de las válvulas cardíacas) |
Poliartritis (enfermedad inmunomediada que presenta inflamación articular) |
Miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) |
Anemia |
Hepatitis (inflamación del hígado) |
Pérdida de peso |
Uveítis, coroiditis (enfermedades inflamatorias del ojo) |
Epistaxis (sangrado severo de la nariz) |
Las pruebas de sangre para detectar la bartonelosis canina no ha demostrado ser una herramienta de diagnóstico efectiva
Según el coautor del estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Ed Breitschwerdt, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria:
"Existen claros antecedentes para la participación de infecciones bacterianas en el desarrollo de tumores. Dados las relaciones establecidas entre la inflamación crónica y el cáncer, queríamos determinar si la infección crónica de los vasos sanguíneos podría ser una causa que contribuyera al cáncer".
Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte evaluaron muestras de 110 perros con hemangiosarcoma en los Estados Unidos. Examinaron muestras de tejido tumoral, tejido no tumoral y sangre para detectar babesia, micoplasma y bartonella, que son tres tipos de bacterias relacionadas con infecciones en la sangre.
No se detectó Babesia en ninguno de los perros y se encontró micoplasma en solo 5. Sin embargo, se encontró Bartonella en 80 de ellos. El ADN de la Bartonella se amplificó, secuenció y se identificó en el 34 % del tejido tumoral y en el 63 % del tejido no tumoral, pero no en las muestras de sangre.
"La investigación en los últimos años ha confirmado que la infección o la inflamación causada por agentes patógenos furtivos es un factor de riesgo para desarrollar cáncer en un futuro", Breitschwerdt le explicó a ScienceDaily.
"El énfasis en evaluar la relación entre la infección y el cáncer se ha enfocado en los diferentes tipos de virus, a excepción del Helicobacter pylori. Pero los patógenos bacterianos intracelulares como la Bartonella también pueden ser importantes.
La bartonella es un patógeno sigiloso que puede 'ocultarse' en las células que recubren las paredes de los vasos sanguíneos, que es parte de lo que hace que sea tan difícil de detectar. Esto añade más evidencia a la conexión entre la infección y el riesgo de cáncer, y demuestra que las pruebas moleculares de las muestras de sangre no descartan la presencia de este patógeno en los tejidos".
Breitschwerdt explica que necesita mayor información para determinar si la bartonelosis es una causa de hemangiosarcoma en perros. Con ese fin, él y sus colegas se enfocan en crear pruebas de diagnóstico más sensibles.