Las mascotas con alergias ambientales tienden a presentar reacciones durante la primavera y el otoño, pero ¿qué pasa con los perros que parecen tener comezón durante todo el año? En esos casos, puede ser algún alimento lo que provoca esta reacción tan molesta.
Debido a que la mayoría de las alergias en los perros, sin importar la fuente, suelen manifestarse en la piel en forma de comezón e inflamación, puede ser difícil saber si un animal tiene alergia ambiental (estacional) o alimentaria.
Es importante considerar que, aunque el término "alergia alimentaria" se utiliza mucho, es muy raro que una mascota desarrolle una alergia alimentaria, por lo que, en la mayoría de los casos suele tratarse de intolerancia o sensibilidad a ciertos alimentos y no de una alergia.
Los perros con alergias alimentarias suelen presentar síntomas como comezón, infecciones de la piel y de los oídos y, a veces, vómito y diarrea. A diferencia de los humanos, que cuando tienen alguna alergia alimentaria presentan síntomas gastrointestinales (GI), por lo general, los perros primero desarrollan un problema cutáneo.
Hay ciertas señales de que las alergias de tu perro podrían estar relacionadas con los alimentos, incluyendo:
- Tener menos de 6 meses de edad o que sus alergias no aparecieron hasta que tuvo más de 6 años
- Su raza es propensa a la intolerancia alimentaria
- Muestra lesiones o algún daño en la piel alrededor o debajo del cuello, en especial debajo de su collar, y presenta comezón en toda su cabeza
- Recibió terapia con esteroides para tratar sus alergias (que no recomiendo), pero el tratamiento no curó sus síntomas
Si tu perro experimenta problemas digestivos como vómito, diarrea o estreñimiento, es importante que comprendas que estos síntomas también son comunes en casos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) o intestino permeable (disbiosis), y no son signos de intolerancia a algún alimento o ingrediente en particular. Si este es el caso de tu perro y no identificas ni curas la enfermedad subyacente, tratar la sensibilidad alimentaría no curará sus síntomas.
Cómo se desarrolla la sensibilidad alimentaria
Cuando tu perro presenta una intolerancia alimentaria, su sistema inmunológico detecta que algo en su alimentación ataca a su cuerpo. Para hacer frente a la "amenaza", el sistema inmunológico lanza un contraataque, al igual que lo haría contra un peligro real como bacterias patogénicas.
Ciertas sustancias en la alimentación son más propensas a desencadenar este tipo de respuesta por parte del sistema inmunológico y, por desgracia, la proteína suele ser la causa del problema.
Aunque no se ha publicado ninguna investigación sobre por qué los carnívoros desarrollan sensibilidad a su alimentación natural, tenemos la sospecha de que la causa podrían ser los contaminantes extraños. La causa detrás de este problema podrían ser las hormonas de crecimiento, antibióticos y residuos químicos, y no como tal las proteínas alimenticias.
Si tuviéramos varias generaciones de mascotas criadas solo a base de alimentos orgánicos, frescos y específicos para cada especie, podríamos realizar estudios para determinar si también desarrollan sensibilidad a las proteínas de la carne. Si esta población de animales no desarrolló intolerancia a las proteínas de su alimentación, se confirmarían nuestras sospechas sobre los contaminantes extraños.
Pero dado a que el 99.9 % de los alimentos para mascotas se producen a partir de carnes provenientes de animales de granjas industriales (sobras y desperdicios de los mataderos) y mezcladas con rellenos contaminados con glifosato (una sustancia química conocida por causar trastornos en el microbioma), las sensibilidades alimentarias serán un problema muy común. Y para empeorar las cosas, un perro comienza a presentar síntomas de disfunción digestiva al momento que se afecta el tracto GI por la inflamación causada por la intolerancia alimentaria.
Las mascotas que reciben el mismo alimento todo el tiempo durante un lapso de meses o años podrían desarrollar una sensibilidad a la fuente proteica, a los granos y a las verduras. Si los alimentos están hechos con materias primas económicas (como la mayoría de los alimentos para mascotas) y muy procesados (casi todas las croquetas se cocinan 4 veces antes de empaquetarse), lo más probable es que la carne contenga altos niveles de productos finales de glicación avanzada, que además de los antibióticos y hormonas, podrían causar una reacción exagerada en el sistema inmunológico.
Por lo general, estos perros también son sensibles a los ingredientes reactivos de los alimentos, como los granos y otros carbohidratos refinados. Muchos granos son transgénicos y han sido rociados con glifosatos, lo que puede comprometer la barrera intestinal y provocar un síndrome conocido como intestino permeable.
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Cómo determinar qué alimentos provocan las reacciones alérgicas
Lo primero que hago con perros de más de un año que pueden tener sensibilidad a los alimentos es realizar la prueba de saliva NutriScan. Si lo primero que te recomienda tu veterinario para tratar el problema son antibióticos o una alimentación ultraprocesada, te sugiero que le pidas una prueba NutriScan. También te sugiero buscar un veterinario holístico o integrativo que te ayude a identificar la causa del problema y le brinde a tu mascota un protocolo personalizado.
La prueba NutriScan analiza 24 extractos alimenticios purificados que reconocen 56 ingredientes alimenticios:
Carne de res (bisonte, búfalo) |
Pollo (grasa de pollo, cuellos, saborizantes) |
Mijo |
Soya (isoflavonas de soya) |
Cerdo (manteca de cerdo) |
Conejo |
Venado (ciervos, alces, premios/masticables) |
Cebada (agua de cebada) |
Arroz |
Batatas (ñames) |
Salmón (aceite de salmón) |
Quínoa |
Huevos de gallina (huevos de gallina fertilizados) |
Trigo (harina de germen de trigo) |
Papas |
Avena |
Cordero (lácteos de cordero y cabra) |
Lentejas (chícharos, fibra de chícharo, proteína de chícharo) |
Maíz (fécula de maíz, harina de maíz con gluten) |
Pavo (cuellos de pavo, grasa de pavo) |
Cacahuates (aceite de cacahuate) |
Leche de vaca (productos lácteos de vaca) |
Pato (grasa de pato) |
Pescado blanco (aceites de pescado blanco, arenque, sardinas, atún) |
Los resultados de las pruebas de NutriScan suelen identificar los ingredientes específicos en el alimento de tu mascota que provocan los síntomas, lo que podría ayudar a personalizar su alimentación con el fin de resolver el problema.
Cambiar su alimentación
Cuando un perro presenta una reacción a algo en su alimentación, su cuerpo necesita dejar de comer ese alimento por un tiempo. Después de que la prueba NutriScan determine la intolerancia alimentaria de tu perro, te recomiendo cambiar su alimentación con el fin de promover la curación. Así que, debes cambiar su alimento por una opción diferente a la que no sea sensible y que contenga ingredientes con los que su cuerpo no esté familiarizado.
Por desgracia, muchos alimentos para perros que indican tener "proteínas nuevas", no las contienen. Además, el etiquetado incorrecto es un problema muy común entre el alimento procesado para mascotas, así que, si planeas cambiar a este tipo de alimento comercial disponible, debes considerar que sin duda contendrá los ingredientes que no debes darle a tu perro.
El enfoque más seguro, en especial durante los primeros meses, son las comidas caseras que te permiten controlar todo lo que entra en la boca de tu perro. La segunda mejor opción es darle un alimento fresco, apto para consumo humano, disponible comercialmente, que contenga una proteína poco común, producida por una empresa confiable.
Es muy importante evitar todos los alimentos que le provocan reacciones a tu perro durante 2 o 3 meses. Los animales tienden a experimentar reacciones a las principales fuentes principales de proteínas y carbohidratos en su alimentación. Además de evitar todos los alimentos problemáticos, es importante reducir o eliminar cualquier ingrediente de relleno y nutrientes sintéticos que contribuyan con la sensibilidad alimentaria y los problemas inflamatorios.
También creo que las mascotas con intolerancia alimentaria reaccionan mejor al llevar una alimentación muy baja en almidón. El almidón (que es un carbohidrato soluble) promueve la inflamación en el cuerpo y pueden empeorar la inflamación gastrointestinal. La Dra. Holly Gantz, experta en microbioma, también ha percibido cambios beneficiosos en el microbioma de las mascotas cuando se reduce el consumo excesivo de carbohidratos.
Mientras no se actualicen las normas de etiquetado, los fabricantes de alimentos para mascotas no están obligados a incluir el contenido de los carbohidratos en sus etiquetas, así que tú tienes que hacer el cálculo. Valdría la pena tomarte el tiempo de hacerlo antes de elegir una alimentación nueva (el objetivo es menos del 20 % de contenido de carbohidratos).
Cómo introducir nuevamente el tipo alimento que comía antes
Un perro con sensibilidad a los alimentos debe llevar una alimentación diferente durante un mínimo de 2 meses, pero de preferencia durante 3 meses, para permitir que el cuerpo elimine las sustancias alergénicas y comience su proceso de desintoxicación.
Durante este período de 3 meses, también trato la disbiosis (síndrome del intestino permeable, que es causada por la respuesta inflamatoria en el tracto gastrointestinal) con probióticos apropiados, terapia restauradora del microbioma y los nutracéuticos necesarios para abordar la causa subyacente del problema. En este punto es importante consultar a un veterinario de medicina funcional que tenga experiencia en disbiosis.
Te repito, cada caso de intolerancia alimentaria es diferente, por eso te recomiendo aplicar un protocolo personalizado por un profesional que entienda las circunstancias particulares de tu mascota. Una vez que un paciente ha llevado una alimentación diferente durante 2 o 3 meses, se pueden reintroducir otros alimentos poco a poco y uno a la vez, de esta forma se puede monitorear con detalle la respuesta de tu mascota.
Algunas mascotas demuestran una gran mejoría con la nueva alimentación y, en esos casos, no recomiendo reintroducir los alimentos que causaron el problema.
Una vez que un perro está estable y se encuentra bien, le recomiendo a los dueños buscar al menos una y de preferencia otras dos fuentes de proteínas bien toleradas para hacer una rotación de cada 3 a 6 meses y, con suerte, evitar futuras recurrencias.
Además, considero que cuanto más "limpias" sean las proteínas, menos posibilidades hay de que tu mascota se vuelva sensible con el tiempo. Las proteínas animales limpias no son tóxicas. Por ejemplo, en el caso de las mascotas sensibles, se recomienda darles proteína proveniente de animales de pastoreo y libres de hormonas (no de animales de granjas industriales).