Las infecciones del oído son un problema común en muchas especies de animales, pero en el caso de los perros podrían considerarse epidémicas, lo que se debe en parte, a la composición del canal auditivo canino.
Por ejemplo, a diferencia de los oídos humanos en los que el canal interno es recto y horizontal, el canal auditivo de tu perro tiene la forma de la letra "L". El canal auditivo está cubierto por glándulas secretoras y vellos que se encargan de subir y sacar el cerumen del oído, pero antes de que esta suciedad salga del oído de tu perro, tiene que dar una vuelta de 90 grados.
Un conducto auditivo canino que se encuentre en condiciones normales y limpias tendrá un color rosa saludable y no desprenderá un olor desagradable. Cuando hay inflamación o infección, es posible que notes que tu perro sacuda la cabeza más de lo normal, se rasque las orejas o frote su cabeza contra el suelo. Si observas más de cerca, notarás que el canal auditivo tiene un color rojo en lugar de rosado, además puede desprender un olor desagradable.
Los problemas crónicos del oído son una de las razones principales de las visitas veterinarias. La inflamación o infección del canal auditivo externo (conocida como otitis externa) es una afección que puede ser frustrante y dolorosa, que casi siempre tiene una causa subyacente (como las alergias).
En mi experiencia, muchas infecciones crónicas de oído se tratan de manera ineficaz, por lo que parecen ser infecciones recurrentes, pero en realidad se trata de la misma infección que persiste porque no se ha curado por completo.
Hay dos tipos básicos de problemas en el oído en los perros: la inflamación y la infección crónica. Cuando la inflamación no se trata puede conducir a una infección. Si las orejas de tu perro se sienten calientes al tacto, o se ven rojas, inflamadas o con comezón, pero no hay secreción, es probable que el problema sea la inflamación. Sin embargo, si uno o más de esos síntomas se presentan junto con algún tipo de secreción evidente, esto suele ser un síntoma de infección.
Causas de inflamación e infección del oído
- Acumulación de cerumen. Una de las causas principales de los problemas de oído en perros es la acumulación de cerumen. La presencia de cerumen es normal, pero la cantidad que se produce es diferente entre cada perro. Algunos perros necesitan que les limpien las orejas a diario, mientras que otros nunca acumulan cerumen. Ciertas razas producen más cerumen que otras, tal es el caso de los labradores y otros retrievers que aman el agua. Si tienes una de estas razas, debes acostumbrar a tu perro desde cachorro a que le limpien las orejas. Otras razas, como bulldogs, cocker spaniels y poodles también pueden producir una gran cantidad de cerumen.
- Humedad en el oído. Otra causa de inflamación del oído es la humedad, también conocida como "oído de nadador". Esto lo vemos principalmente durante los meses de verano cuando los perros juegan al aire libre en los lagos. Los canales auditivos húmedos y una temperatura corporal cálida son el ambiente perfecto para una inflamación o infección. Por eso es importante secar bien las orejas de tu perro cada vez que sale del agua, estuvo al aire libre bajo la lluvia o la nieve, y después de bañarse.
- Alergias. La razón más común de la inflamación de oído en los perros son las alergias. Una respuesta alérgica a los alimentos o algo en el medio ambiente puede causar inflamación en todo el cuerpo de tu mascota, incluyendo los oídos. Un perro con inflamación del oído causada por una alergia suele frotar su cabeza contra los muebles o la alfombra para tratar de aliviar dolor. También puede rascarse las orejas o sacudir mucho la cabeza. Si observas alguno de estos comportamientos, revisa sus oídos en busca de enrojecimiento e hinchazón.
Otras causas de inflamación del oído en perros incluyen:
Ácaros del oído |
Orejas pesadas y colgantes |
Cuerpos extraños como cola de zorro, pólipos o un tumor |
Agua que permanece en el canal auditivo y crea un ambiente húmedo y cálido que es perfecto para el crecimiento de hongos y bacterias |
Glándulas que producen cerumen en exceso, o bien, una cantidad excesiva de vello en el canal auditivo |
Limpieza excesiva de los oídos |
Cambios anatómicos como el estrechamiento del canal auditivo |
Enfermedades inmunomediadas y endocrinas |
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Infecciones fúngicas del oído
Cuando la inflamación en el oído de un perro progresa a una infección, suele involucrar al canal externo, que puede observarse más de cerca con ayuda de un espéculo. Si la infección reaparece o jamás desaparece, puede progresar de otitis externa a otitis crónica o infección del oído interno. Para poder tratar el problema con éxito, es muy importante que tu veterinario identifique si se trata de una infección bacteriana, fúngica o ambas.
Sin duda, la causa más común de las infecciones del oído por hongos en perros es por cándida, que siempre está presente en los cuerpos de los animales. Sin embargo, cuando el sistema inmunológico no está en óptimas condiciones o las condiciones ambientales son las ideales, el hongo puede crecer sin control y causar una infección. Se debe limpiar y secar con frecuencia las orejas en los perros que son propensos a infecciones por cándida. Si el problema parece crónico o hay una infección persistente que simplemente no desaparece, es probable que haya una causa inmunológica subyacente.
Los veterinarios diagnostican las infecciones por cándida con citología, lo que significa que observamos una muestra de los restos del oído bajo un microscopio.
Infecciones bacterianas del oído
Las infecciones bacterianas del oído son más comunes que las infecciones fúngicas. Las bacterias podrían ser patógenas o no patógenas. Las bacterias patógenas habitan de manera natural en el cuerpo de tu mascota, que se adquieren de una fuente externa, por ejemplo, agua contaminada de estanque.
Las bacterias no patógenas suelen ser de la familia de los estafilococos que son habitantes normales en el cuerpo de tu perro. En ocasiones, estas bacterias pueden crecer demasiado y abrumar el canal auditivo. Las bacterias pueden crecer de forma descontrolada y causar infecciones en perros con un sistema inmunológico débil.
Para diagnosticar una infección bacteriana del oído de forma precisa se necesita un cultivo de secreción del oído. Tu veterinario limpiará la oreja de tu perro y enviará la muestra a un laboratorio para determinar qué tipo de organismo está presente y qué medicamento funcionará de manera más efectiva. Nunca dejes que tu veterinario adivine qué bacteria está causando la infección del oído de tu mascota. Mejor, pídele que realice una prueba.
Es muy importante que tu perro se termine el medicamento que recete tu veterinario, incluso si la infección parece desaparecer antes de ese tiempo. Suspender el medicamento puede causar la regeneración de organismos resistentes. Además, mientras estás tratando a tu perro por una infección en el oído, asegúrate de mantener sus oídos limpios y libres de suciedad para que la medicación tópica que le pongas pueda llegar al tejido infectado.
Por desgracia, en la actualidad, cada vez más resultados de cultivo de infección del oído muestran la presencia de bacterias resistentes a la mayoría de los medicamentos convencionales. En estos casos, las terapias complementarias no solo son el último recurso, sino que también pueden proporcionar un alivio bastante efectivo y atóxico.
Un estudio reciente probó la efectividad de la miel de manuka para tratar infecciones bacterianas en los oídos de 15 perros. Los investigadores aplicaron 1 mililitro (ml) de miel de grado médico en los oídos de los perros durante 21 días. Los resultados demostraron que la miel "promovió un rápido progreso clínico", el 70 % de los perros presentó una "curación clínica" entre los días 7 y 14, y un 90 % para el día 21. Además, la actividad antibacteriana de la miel funcionó contra todas las especies de bacterias analizadas, incluyendo múltiples cepas bacterianas resistentes a los medicamentos.
Es importante considerar que, por sí sola, la actividad antimicrobiana de la miel no es suficiente para curar las infecciones de oído. Y aunque la mayoría de los perros en el estudio mostraron un alivio completo de los síntomas para el día 21, varios de ellos seguían con infecciones bacterianas.
Otro remedio para las infecciones del oído resistentes a los medicamentos es la arcilla medicinal. Se ha demostrado que la arcilla verde puede tratar con eficacia una variedad de bacterias relacionadas con infecciones crónicas del oído, como pseudomonas y MRSA.
Cómo ayudar a tu perro a evitar los problemas de oído
Si tu perro es propenso a tener problemas de oídos o quieres asegurarte de no tener que lidiar con ellos, desarrolla el hábito de revisar sus oídos a diario o cada dos días en busca de cerilla, humedad u otro tipo de mugre que se haya acumulado en el conducto auditivo externo.
Si eres constante con tus chequeos, sabrás con qué frecuencia debes realizarlos con el fin de mantener las orejas de tu perro limpias, secas y libres de suciedad. La limpieza en sí es simple, siempre y cuando la hagas cuando tu perro la necesite. Si acumula mucho cerumen todos los días, entonces debes limpiarlas a diario. Si no produce mucho cerumen u otra suciedad, puedes limpiarlas con menor frecuencia, pero aun así debes revisarlos todos los días y actuar tan pronto como veas que el canal auditivo no está 100 % limpio y seco.
Si sospechas que tu perro tiene una infección en el oído, es importante consultar a tu veterinario antes de comenzar un régimen de limpieza. En algunos casos, una infección recurrente puede romper el tímpano, lo que requiere soluciones especiales de limpieza y medicamentos.
Los siguientes productos son algunos de mis favoritos para mantener la salud de los oídos de los perros en buenas condiciones:
- Hamamelis
- Vinagre de sidra de manzana orgánico mezclado con la misma cantidad de agua purificada
- Peróxido de hidrógeno, unas gotas en un algodón con aceite de coco
- Infusión de té verde o caléndula (utilizando té frío)
- Una gota de aceite de árbol de té mezclado con 1 cucharada de aceite de coco (esto nunca debe aplicarse en gatos)
- Plata coloidal
Nunca debes usar alcohol para limpiar las orejas de tu perro. Puede causarle quemaduras e irritación, sobre todo si la piel está inflamada. Utiliza bolitas o compresas de algodón exclusivamente para limpiar el interior del canal auditivo. Puedes usar hisopos de algodón para limpiar el área externa de la oreja, pero nunca dentro del canal, ya que pueden dañar los tímpanos de tu perro.
El mejor método para limpiar la mayoría de las orejas de los perros es empapar una bola de algodón con una solución de limpieza y limpiar el interior de la oreja. Usa tanto algodón como sea necesario para eliminar toda la suciedad y los residuos.
Tomarte unos minutos para limpiar y secar los oídos de tu mascota siempre que lo necesite, hará una gran diferencia en la frecuencia y la gravedad de estas infecciones, sobre todo en los perros que son propensos a ellas.