Muchos dueños que crían a sus perros desde que son cachorros hasta que se convierten en adultos han presenciado como su cachorro angelical y obediente se transforma en un problema de cuatro patas alrededor de los 6 a 12 meses de edad.
Lo curioso es que este período en la vida de un perro es el equivalente de la adolescencia en los humanos, y la ciencia confirma una vez más algo que muchos de nosotros ya sospechábamos sobre el comportamiento canino: al igual que los adolescentes humanos, los perros adolescentes pueden ser difíciles de entrenar.
Los perros atraviesan un período de rebelión adolescente
La investigación, realizada por la Universidad de Newcastle y la Universidad de Nottingham en el Reino Unido, fue publicada recientemente en Biology Letters. Los autores del estudio, Lucy Asher, profesora titular de Ciencias Naturales y Ambientales de la Universidad de Newcastle y Naomi D. Harvey, profesora Asistente Honoraria en Comportamiento y Bienestar de Animales de Compañía de la Universidad de Nottingham, escribieron que:
“Nuestro nuevo estudio... confirma lo que muchos dueños y profesionales de perros han sospechado durante mucho tiempo, que los caninos atraviesan una fase pasajera de menor nivel de obediencia hacia sus dueños durante la pubertad. El estudio también destaca una interacción fascinante entre la pubertad en los perros y el tipo de apego que este demuestra hacia su dueño.
Todos los mamíferos (incluyendo a humanos y perros) atraviesan por un período de cambio conocido como la adolescencia, cuando un niño se convierte en un adulto, tanto en términos conductuales como reproductivos. La pubertad es el proceso a través del cual los animales adquieren una madurez reproductiva, y la madurez conductual se alcanza mucho después, al final de la adolescencia”.
En el caso de los humanos, la adolescencia es un largo período de cambio en el que el cerebro se "remodela" y se transforma de un joven a un adulto, explican Asher y Harvey. Esta remodelación es impulsada por cambios hormonales intensos que pueden influir en el comportamiento, incluyendo un menor impulso y control emocional, así como mayor irritabilidad y toma de riesgos. Esta montaña rusa comienza en niños de 8 a 9 años y dura hasta mediados de los 20 años.
"La investigación nos demuestra que la adolescencia es un momento vulnerable para las relaciones entre padres e hijos, con un mayor conflicto, que es típico de esta fase", según escriben los coautores. “También, hay vínculos entre los problemas de comportamiento de la fase adolescente y la calidad de la relación entre padres e hijos. Se ha demostrado que los niños que tienen un apego inseguro hacia sus progenitores presentan una pubertad temprana y exhiben un mayor conflicto con estos durante la etapa dela adolescencia”.
La llegada a los 8 meses de edad es un punto especial en la vida canina
Los investigadores plantearon la hipótesis de que la adolescencia canina también podría ser un momento difícil para las relaciones perro-dueño. "Se espera que la pubertad [alrededor de 8 meses en perros] tenga un impacto particular en la dinámica del dueño con el perro debido al deseo competitivo de vivir con su familia humana, así como buscar reproducirse con otros perros", escribe Asher y Harvey.
Para probar su teoría, el equipo de investigación monitoreo a un grupo de cachorros de perros guía durante su primer año de vida y, de hecho, alrededor de los 8 meses de edad descubrieron que los perros estaban menos dispuestos a seguir las órdenes indicadas por sus humanos y que también eran más difíciles de entrenar.
"Este es un momento muy importante en la vida de un perro", señaló Asher para la publicación en línea Tree Hugger. "Esto es cuando los perros son reubicados porque ya no son unos tiernos cachorros y, de repente, sus dueños perciben que se han vuelto más difíciles y ya no pueden controlarlos ni entrenarlos. Pero, al igual que con los adolescentes humanos, los dueños deben ser conscientes de que su perro atraviesa una fase y que esta pasará".
Según Asher, con frecuencia las personas sienten que han fallado como dueños cuando sus cachorros alcanzan la adolescencia. En respuesta, algunos los castigan, otros los ignoran y lo más triste de todo es que algunos envían lejos a sus perros.
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Las adolescentes humanas y caninas presentan similitudes
La primera fase del estudio incluyó a 70 hembras caninas, incluyendo de la raza pastor alemán, golden retriever y labrador retriever. Así que, se les solicitó a los dueños de los perros que calificaran a los cachorros por su comportamiento de apego, búsqueda de atención (por ejemplo, sentarse muy cerca de su ser humano o mostrar un vínculo particularmente fuerte con una persona) y también por comportamientos relacionados con la separación, como temblar cuando se quedan detrás. Ambas series de comportamientos indican ansiedad general y temor.
Lo curioso es que los perros con puntajes altos en cualquier área llegan a la pubertad a los 5 meses, mientras que los perros con puntajes más bajos lo hacen a los 8 meses. Existen diversos factores que pueden ocasionar que las adolescentes con malas relaciones parentales entren en la pubertad a una edad más precoz y, parece que, al igual que los humanos, los perros que tienen relaciones problemáticas con sus dueños también podrían alcanzar la pubertad a una edad más temprana.
Asimismo, los perros que exhibieron estrés cuando se separaron de sus dueños también fueron cada vez más desobedientes con esas personas, pero no hacia otros, lo cual es otra similitud compartida con adolescentes humanos que indican inseguridad.
Los cachorros podrían portarse rebeldes contra sus dueños, pero no con extraños
Para probar su teoría de la obediencia, los investigadores estudiaron un grupo diferente de 69 perros guía y evaluaron su comportamiento a los 5 meses y nuevamente a los 8 meses. Se les indicó a los responsables de los perros, así como a extraños, que les dieran la indicación de "sentarse". Todos los cachorros de 5 meses se sentaron rápidamente tanto a la orden del dueño como a la del extraño, pero a los 8 meses se negaron de forma repetida a sentarse bajo la indicación de sus dueños; no obstante, se sentaron fácilmente a la indicación de extraños.
A los cachorros que no se les considere tener un vínculo seguro con sus dueños estaban aún más dispuestos a seguir la orden de un extraño, que de nuevo es muy similar al comportamiento de los adolescentes humanos.
El período de la adolescencia en los niños y en los perros es muy similar
Los resultados del estudio describen tres formas distintas en que las relaciones perro-dueño durante la adolescencia presentan un paralelismo con las relaciones entre adolescentes, niños y padres:
- Los perros demuestran un mayor comportamiento conflictivo al presentar una menor obediencia durante la fase de pubertad, que es alrededor de los 8 meses de edad. Es importante destacar que este cambio de comportamiento está dirigido solo al dueño del perro y a nadie más. "Esta desobediencia socialmente específica podría ocurrir para probar la fortaleza de la relación del perro con su dueño en un intento de restablecer un vínculo seguro",escriben Asher y Harvey.
- Los perros que no exhibieron un vínculo seguro con sus dueños presentaron menores probabilidades de obedecerlos durante la etapa de pubertad.
- Las hembras alcanzaron una madurez reproductiva (indicada por la llegada del primer celo) de forma precoz, si tenían menor apego con sus dueños.
En conclusión, Asher y Harvey escriben que:
“Quizás lo más importante que debemos considerar con respecto a los dueños de perros es que estos cambios de comportamiento fueron pasajeros. Para cuando los perros alcanzaron los 12 meses, su comportamiento había vuelto a ser como era antes de su fase de pubertad, o en la mayoría de los casos, había mejorado.
Tanto en los perros, como en las personas, parece que el comportamiento adolescente existe, pero no permanece. Esto es importante para cualquier nuevo dueño de un perro, ya que, por desgracia, la adolescencia es la etapa en la que los perros son abandonados y terminan en refugios de animales. Asimismo, es de vital importancia que los dueños no castiguen a sus perros por desobediencia o comiencen a alejarse y a desvincularse de ellos en este momento, ya que esto podría agravar el comportamiento problemático a largo plazo, como ocurre en los humanos".
Este estudio enfatiza la necesidad de que los dueños demuestren paciencia, mantengan respuestas consistentes y sin agresión, y que establezcan límites claros. Al aplicar el entrenamiento adecuado durante de esta fase de desarrollo, tu cachorro llegará a convertirse en un adulto feliz y saludable. Si te sientes frustrado durante los "meses de adolescencia" de tu cachorro, puedes contactar a un entrenador que no recurra a métodos punitivos y que pueda ayudarlo, sin crear problemas de comportamiento adicionales o posteriores.