Si eres un visitante frecuente aquí en Mascotas Saludables de Mercola, es posible que sepas que fui una defensora vocal de la castración a temprana edad como voluntaria de un refugio de animales, durante toda la escuela de veterinaria y durante mis primeros años como veterinaria.
Casi 5 años después de abrir mi consultorio, comencé a notar que muchos de mis pacientes caninos, varios de los cuales traté desde que eran cachorros, desarrollaban trastornos relacionados con el sistema endocrino. Se trataba de perros que consumían alimentos biológicamente apropiados y frescos, que no tenían muchas vacunas y cuyos dueños hacían casi todo bien. Entonces, comencé a investigar sobre el tema de la castración y de los desequilibrios endocrinos.
La castración tiene consecuencias indeseadas
En el 2006, la cantidad de perros con hipotiroidismo estaba en su punto más alto. Comencé a preguntarme si la condición era un síntoma de un desequilibrio hormonal más profundo en muchos de mis pacientes, porque incluso después de equilibrar esos niveles de tiroides, parecía que los perros aún no estaban saludables o en buen estado.
Después de una conversación con un experto en el campo de la endocrinología veterinaria que confirmó mis sospechas, me di cuenta de que mi insistencia en castraciones tempranas en cada paciente canino había ocasionado muchos problemas de salud. Durante muchos años, insistí en que mis clientes siguieran mi consejo de castrar a sus mascotas a los 6 meses de edad o antes, y algunos de ellos lo hacían a los 3 meses de edad. Ahora me doy cuenta que mi sugerencia no estaba basada en lo que era fisiológicamente mejor para mis pacientes, sino, en lo que creí que era moralmente mejor para sus dueños.
Comencé a disculparme con cada uno de mis clientes a medida que todos los pacientes a los que castré a una edad temprana pasaron por ciclos, como enfermedades metabólicas irreversibles. He enfermado sin querer a muchos de mis pacientes a través de mi recomendación de que todas las mascotas deben ser castradas porque los humanos pueden ser irresponsables con un animal intacto. Como médico, esta revelación fue devastadora.
La mayoría de mis clientes en ese momento eran padres de mascotas responsables y 100 % comprometidos, así que comencé a aconsejarles que dejaran a sus perros intactos siempre que fuera posible. No hace falta decir que muchas personas fuera de mi consultorio estaban y están descontentas con mi posición y entiendo por completo sus preocupaciones. La sobrepoblación de mascotas es un problema grave en todo el mundo y los animales indeseados todavía son sacrificados en refugios todos los días.
En términos de las poblaciones en los refugios y de los dueños irresponsables de mascotas, todavía no estamos en un lugar donde los perros puedan permanecer intactos de manera segura. Ahora bien, existen procedimientos que hacen que los animales sean incapaces de reproducirse, sin la necesidad de remover sus ovarios, testículos, ni las hormonas vitales que producen. Creo que esos procedimientos se deben enseñar en las escuelas de veterinaria y se deben ofrecer por los veterinarios como alternativas a las castraciones completas.
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Las razas grandes y gigantes corren mayor riesgo
En los años transcurridos desde que cambié mis puntos de vista sobre la castración, se han publicado muchos estudios que indican que estos procedimientos en perros, en particular en las razas grandes y gigantes, y específicamente a una edad temprana, aumentan el riesgo de una amplia variedad de problemas de salud a largo plazo, como se describe en la siguiente tabla:
Padecimiento |
Consecuencias de la castración en hembras de raza grande o gigante |
Consecuencias de la castración en machos de raza grande o gigante |
Longevidad general |
Aumento leve |
Aumento leve |
Obesidad |
Aumento moderado |
Aumento moderado |
Enfermedad del ligamento cruzado craneal |
Aumento moderado * |
Aumento moderado * |
Displasia de cadera |
Aumento leve * |
Aumento leve * |
Tumores mamarios |
Disminución notable * |
-- |
Tumores uterinos, ováricos y vaginales |
Previene |
-- |
Tumores testiculares |
-- |
Previene |
Tumores de la glándula perianal |
-- |
Disminución notable |
Carcinoma prostático |
-- |
Previene |
Linfoma |
Aumento leve |
Aumento leve * |
Tumores de mastocitos |
Aumento leve |
-- |
Hemangiosarcoma |
Aumento leve * |
Aumento leve |
Osteosarcoma |
Aumento leve * |
Aumento leve * |
Carcinoma de células de transición |
Aumento leve |
Aumento leve |
Incompetencia del esfínter uretral |
Aumento moderado * |
-- |
Cistitis |
Aumento leve * |
-- |
Hiperplasia prostática benigna |
-- |
Disminución notable |
Hernia perineal |
-- |
Disminución moderada |
* Es probable que la edad sea relevante en el momento de la cirugía |
De forma curiosa, junto con la noción errónea de que las castraciones mejoran la salud general de los perros a largo plazo, estos procedimientos también se han considerado como una solución para los problemas de comportamiento. Sin embargo, los investigadores también han comenzado a investigar esta área, descubriendo resultados inesperados y sorprendentes.
La castración puede aumentar las conductas agresivas en perros machos
Un estudio a gran escala realizado en el año 2018 por investigadores de la Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sydney en Australia, involucró a 9 938 perros. El objetivo era investigar los efectos de la castración en los machos, ya que es una rutina para los veterinarios recomendar el procedimiento a los perros que muestran comportamientos agresivos, en especial hacia los miembros de la familia.
Los investigadores utilizaron datos de la herramienta C-BARQ (Cuestionario de evaluación e investigación del comportamiento canino) que se utiliza para que el dueño anote observaciones sobre el comportamiento de su mascota. El C-BARQ está disponible en línea, por lo que los padres de mascotas interesados pueden completar el cuestionario y la información de su perro para ingresarla a una base de datos. A medida que se desarrolla la base de datos, los estudios del comportamiento canino se vuelven más precisos.
Los investigadores veterinarios solo observaron los datos de perros machos que habían sido castrados por razones que no tenían nada que ver con el comportamiento e incluyeron perros que habían sido castrados en edades de hasta 10 años, lo que permitió que el equipo de investigación también comparara los efectos en perros jóvenes y adultos. Los resultados del estudio confirmaron lo que investigaciones anteriores han demostrado: no hubo efectos conductuales positivos por la castración y, de hecho, el comportamiento de los perros tendió a ser menos deseable.
De un total de 100 comportamientos evaluados por los dueños de perros, 40 mostraron diferencias significativas entre machos castrados e intactos y solo 4 de ellos mostraron una respuesta positiva a la castración.
Los perros castrados eran menos propensos a marcar su territorio en el interior de la casa o a aullar cuando se les deja solos. Si no tenían correa, eran más propensos a venir cuando se les llamaba y a buscar artículos que se les arrojaban. Los 36 comportamientos restantes fueron negativos en perros machos castrados en comparación con machos intactos.
En cuanto a la creencia popular de que los perros se vuelven menos agresivos después de la castración, los resultados del estudio demostraron lo contrario. Los machos castrados tenían más probabilidades de mostrar comportamientos agresivos hacia:
- Gente que entrega productos o el correo
- Extraños que caminan, trotan, andan en bicicleta o patinan junto a sus casas
- Una hembra desconocida
- Una persona desconocida
- La presencia de pequeños animales (por ejemplo, gatos o ardillas) en su patio
Las encuestas también revelaron que cuando el perro se castraba muy joven, los efectos eran peores.
Los machos castrados también muestran más comportamientos enraizados en el miedo
Además, los perros castrados mostraron muchos más comportamientos relacionados con el miedo que los perros intactos. Los desencadenantes incluyeron:
Ruidos fuertes |
Situaciones desconocidas |
El acercamiento de un niño desconocido |
Ladridos, gruñidos o acercamiento de perros desconocidos del mismo tamaño o más grandes |
Encuentros con objetos desconocidos en la banqueta o cerca de ellos |
Objetos arrastrados por el viento |
Exámenes veterinarios y recorte de uñas |
|
De nuevo, cuanto más joven es la edad de la castración, mayores son los efectos.
Otros comportamientos indeseables que fueron más frecuentes en los perros castrados incluyeron la coprofagia (consumir heces, propia o de otros animales), rodar en heces u otras cosas con mal olor, robar comida, ladrar y lamerse en exceso.
Los investigadores concluyeron que, aunque la castración disminuye la cantidad de perros indeseados en los refugios de animales, de forma irónica, también aumenta la población de perros abandonados en los refugios debido a problemas de comportamiento:
“Los efectos beneficiosos de la gonadectomía [castración] están respaldados por la necesidad de reducir la cantidad de animales de compañía indeseados. Sacrifican a miles de perros en refugios de muchos países desarrollados. Sin embargo, los refugios tienen muchos perros que son abandonados con mayor frecuencia porque muestran comportamientos indeseables.
Por lo tanto, los hallazgos actuales presentan la paradoja de que la castración puede reducir la cantidad de perros indeseados, pero también puede aumentar la probabilidad de conductas problemáticas que reducen el atractivo de los perros castrados y los hacen más vulnerables a ser abandonados".
La castración entre los 7 y 12 meses puede ser muy problemática
Otro estudio a mayor escala (con más de 13 000 perros), también publicado en 2018, analizó la relación entre la castración y la agresión hacia personas conocidas, extraños y otros perros machos y hembras. El equipo de investigación en este caso se propuso determinar con el uso del C-BARQ, si el comportamiento agresivo era diferente en perros gonadectomizados a diferentes edades en comparación con perros intactos.
Los investigadores compararon datos de perros intactos con datos de animales castrados a los 6 meses o menos, de 7 a 12 meses, de 11 a 18 meses y mayores de 18 meses. Los resultados mostraron que ni la castración ni la edad a la que se realizó se relacionaron con la agresión hacia personas o perros conocidos. Sin embargo, hubo un riesgo "bajo pero significativo" de agresión moderada o severa hacia extraños para todos los perros castrados en comparación con los perros intactos.
De forma curiosa, este aumento fue impulsado en su totalidad por el grupo de perros castrados de los 7 a 12 meses, ya que, en comparación con los castrados a una edad temprana o a una edad adulta, eran 26 % más propensos a mostrar agresividad cuando se encontraban con extraños.
Los autores del estudio concluyeron que:
“Este estudio amplio e integral de las relaciones entre la gonadectomía y el comportamiento agresivo en perros demuestra que cuando se consideran los muchos factores que afectan el comportamiento agresivo, no hay evidencia de que la gonadectomía a cualquier edad altere el comportamiento agresivo hacia personas o perros conocidos y solo hay un aumento mínimo en la agresión hacia extraños.
Debido a la creciente evidencia de importantes efectos negativos para la salud de la gonadectomía, existe una necesidad urgente de examinar de manera sistemática otros medios para prevenir la procreación indeseada, como la vasectomía y la histerectomía".
Estoy totalmente de acuerdo con esto y como se señaló antes, he abogado por alternativas a la castración durante varios años.
Mis recomendaciones sobre las alternativas a la castración
Mi enfoque es trabajar con el dueño de cada mascota para tomar decisiones que le brinden la mayor cantidad de beneficios y mejorar el comportamiento de su perro. Prefiero dejar a los perros intactos siempre que sea posible. Sin embargo, este enfoque requiere de una persona responsable que se encuentre totalmente comprometida y que sea capaz de evitar que su perro se aparee (a menos que se trate de un criador responsable con ese objetivo).
Es importante considerar que no estoy aconsejando la adopción de animales intactos a personas que pueden o no ser dueños responsables. Los veterinarios de los refugios no tienen el tiempo o los recursos para construir una relación con cada familia adoptiva, por lo que los animales bajo su cuidado se deben castrar (hasta que los veterinarios del refugio aprendan diferentes técnicas) antes de la adopción para evitar más camadas de mascotas indeseadas.
Mi segunda opción es esterilizar sin castrar, es decir, sin remover los órganos para que los testículos u ovarios puedan continuar con su producción de hormonas esenciales para la salud y el bienestar del perro. Esto se puede lograr a través de la vasectomía y la histerectomía (que elimina el riesgo de piometra).
En ocasiones inusuales, los machos mayores e intactos desarrollan hiperplasia prostática benigna moderada o grave (próstata agrandada) que puede mejorar con la esterilización convencional. Las hembras intactas también pueden estar en riesgo de piometra a medida que envejecen. En términos generales, los perros adultos intactos se han beneficiado de la producción continua de hormonas sexuales, por lo que los desequilibrios endocrinos que se observan en los cachorros castrados no ocurren cuando se castran en sus últimos años.
Por desgracia, las facultades de veterinaria en muchas partes del mundo solo enseñan castraciones completas, por lo que a menos que un veterinario haya recibido una capacitación adicional sobre las técnicas que evitan la manipulación de los ovarios o testículos, algo que es poco probable, solo existe una opción disponible para esterilizar a una mascota. En ese caso, mi sugerencia sería esperar hasta que tu perro haya alcanzado la madurez musculoesquelética y si se trata de una hembra, esperar hasta que termine su segundo ciclo de celo antes de programar la cirugía.