Debido a que los humanos no hablan el idioma "perro" y viceversa, a veces es difícil saber si hacemos cosas que confunden, deprimen o que no les convienen a nuestros mejores amigos. Por ejemplo, muchos dueños de mascotas castigan a sus perros por cometer errores al momento de hacer sus necesidades, pero en realidad depende de nosotros asegurarnos de que nuestros perros tengan éxito en el entrenamiento doméstico; muchas veces tampoco comprendemos la importancia que tiene para los perros el tiempo de juego y el olfateo.
No ver a los perros como atletas naturales es otro error muy común de los padres de mascotas; los caninos están diseñados por naturaleza para ser mucho más activos físicamente que los demás. Otra forma en que los padres de mascotas cometen errores con su mascota sin darse cuenta es cuando omiten la necesidad de socialización continua y de entrenamiento de comportamiento a lo largo de su vida.
1. No entrenar a tu perro para que lo puedas cargar. Los abrazos son una gran oportunidad para que tu nuevo cachorro o perro adulto se sienta cómodo con el manejo de todas las áreas de su cuerpo, ya que pronto tendrá que visitar al veterinario o al peluquero. Necesitará que le cepillen los dientes todos los días y que le corten las uñas de forma regular.
La mejor manera de preparar a tu cachorro para que lo manipulen durante toda su vida es acostumbrarlo a que se manipulen áreas sensibles de su cuerpo tan pronto como lo lleves a casa. Esto le creará confianza con su humano y además te ayudará a familiarizarte con la forma en la que se siente su cuerpo para que puedas identificar cualquier anomalía que pueda ocurrir, como un bulto o protuberancia, sobre o debajo de su piel.
2. No brindarle oportunidades de socialización. La socialización significa exponer a tu perro (de preferencia a partir de las 3 semanas de edad) a tantas personas, animales, entornos y estímulos positivos como sea posible sin abrumarlo. La socialización debe involucrar a todos los sentidos de tu perro a través de la exposición a imágenes, sonidos y olores cotidianos durante toda su vida.
La exposición segura, constante y continua a la variedad ambiental lo ayudará a desarrollar un nivel de comodidad con situaciones nuevas y diferentes, con el resultado de que aprenderá a manejar nuevas experiencias y desafíos con un comportamiento aceptable y apropiado.
Los perros que no han sido socializados de manera correcta desarrollan respuestas de miedo y ansiedad, lo que da como resultado problemas de comportamiento que pueden hacer que sea muy difícil vivir con ellos. Esto significa que los humanos se equivocaron cuando sus perros eran cachorros.
3. Tener una idea negativa de las jaulas para perros. Por alguna razón, muchos guardianes de perros piensan que las jaulas son para “perros malos” o que solo se deben usar en ciertas situaciones. Si eres uno de ellos, esto es de lo que te pierdes: tu perro por naturaleza busca su madriguera, y una jaula te brinda la oportunidad de trabajar con su deseo natural de buscar lugares pequeños, oscuros y seguros para descansar.
Esto puede ser ideal para ti y para él, ya que puede ayudar con el entrenamiento en casa y facilitar los viajes en automóvil o en avión.
Si aún no estás convencido, te recomiendo que consultes a alguien que haya entrenado a sus mascotas para utilizar las jaulas. Lo más probable es que te digan que su perro busca su jaula para una siesta, dormir o cuando necesita estar solo.
4. No elegir el tipo incorrecto de collar, arnés o correa. Muchos dueños de mascotas no comprenden la importancia de elegir el tipo correcto de collar, arnés y correa para su perro. Algunos perros, por ejemplo, deben usar un arnés y nunca deben ser atados con correa o incluso agarrados por el collar. Estos incluyen perros que tiran o que jalan la correa, los que son propensos al colapso traqueal, con un trastorno convulsivo o con problemas quiroprácticos que involucran el cuello o la espalda. Recomiendo que las razas braquicefálicas también usen arneses.
Los collares de estrangulamiento y otros dispositivos de entrenamiento obsoletos se deben reemplazar por alternativas más seguras. Estos collares pueden causar dolor y lesiones en el cuello de tu perro y, en casos extremos, estrangulamiento. Para paseos y sesiones de entrenamiento, siempre que tu perro esté atado, te recomiendo utilizar un arnés. No soy una fanática de las correas retráctiles debido a su potencial de causar daño tanto a los perros como a sus dueños. Recomiendo correas planas de no más de 2 metros.
5. No proporcionar entrenamiento conductual. Los problemas de comportamiento son la razón número uno por la que los perros son abandonados en los refugios de animales, no encuentran nuevos hogares para siempre y después son sacrificados.
Un cachorro debe comenzar el entrenamiento de obediencia a las ocho semanas, y si adoptas a un perro adulto que no ha recibido entrenamiento de obediencia, debes de involúcralo en una clase. Quédate en clase hasta que estés orgulloso de su comportamiento. Con el paso de los años, es una buena idea llevarlo a un curso de actualización de obediencia, o cuando necesites ayuda con los problemas de comportamiento que surgen a medida que envejece.
Si deseas tener un perro bien educado y emocionalmente equilibrado, la mejor forma de lograrlo es con un entrenamiento de comportamiento de refuerzo positivo, y no un entrenamiento a base de castigos, ya que es menos efectivo e inhumano. El entrenamiento sin miedo se basa en la teoría de que recompensar a tu perro por el comportamiento deseado fomentará más ese comportamiento.
6. Castigar a tu perro por hacer sus necesidades en lugares inadecuados. Cuando ocurren errores, no debe haber gritos, ningún contacto físico y nunca, nunca frotar la nariz de tu perro en el accidente. Para muchas personas, esto puede ser difícil de seguir, pero no sé de qué forma explicar lo importante que es.
Para entrenar a tu cachorro en casa con éxito, debes evitar castigar cualquier tipo de error. Debes estar preparado, porque van a ocurrir muchos errores. Tu trabajo es evitar darle la oportunidad de fallar, pero cuando lo haga, reconoce que tu respuesta prepara el escenario para todo lo que sucede después.
Es importante que todas las situaciones relacionadas con el entrenamiento en el hogar sean muy positivas. En resumen, no puedes castigar o asustar a tu perro para que se comporte de manera apropiada. En el momento que él esté en cuclillas en el piso, tu oportunidad de sacarlo al baño con éxito habrá pasado. Debes asegurarte de que en realidad ayudas a tu perro a tener éxito, ya que ese es el aspecto más importante del entrenamiento en casa.
7. Ignorar la importancia de jugar. Si eres como la mayoría de padres de mascotas que lleva a su perro a pasear, pero lo vas jalando porque tienes prisa o porque estás distraído con una llamada, tu perro no tiene muchas posibilidades de detenerse y olfatear, lo cual es tan importante e interesante para tu perro como una llamada telefónica para ti.
La próxima vez que participes en una sesión de juego con tu perro, intenta concentrarte en esta actividad. Concéntrate solo en él y en la interacción con él. Incluso si no tienes ganas, anímate. Si arrojas un juguete y él te lo devuelve, felicítalo con entusiasmo cada vez que lo devuelva.
Cuando salgan a caminar, observa los movimientos desde su perspectiva. Concéntrate en hacer que las actividades sean agradables para él. Aún mejor, inscríbelo en una clase de trabajo de nariz que estimule su capacidad natural para usar su cerebro, cuerpo y nariz de manera simultánea. Crea un lugar donde él pueda cavar en un rincón de tu jardín.
8. No apreciar el atletismo natural de tu perro. Para que tu perro se mantenga delgado, en forma, buena condición, emocionalmente equilibrado y con plena movilidad a medida que envejece, necesita un buen entrenamiento diario. Los caninos por naturaleza están diseñados para mantenerse en movimiento.
Si tu perro no tiene la oportunidad de correr, jugar y hacer ejercicio de manera regular, incluso si no tiene sobrepeso, puede desarrollar artritis y otras afecciones debilitantes que afectan los huesos, articulaciones, músculos y los órganos internos. Además, muchos problemas de comportamiento son causados por la falta de actividad física y mental.
Muchas personas no comprenden que, al igual que sus dueños, los perros necesitan motivación para mantenerse físicamente activos. Incluso el patio trasero más grande y verde no será suficiente para motivar a tu mascota a hacer el ejercicio que necesita para mantenerse en buenas condiciones físicas.
La única forma de asegurarte de que tu perro haga suficiente ejercicio es brindarle la compañía y el incentivo que necesita para estar activo. Debería hacer un mínimo de 20 minutos de ejercicio sostenido diario, pero es mejor una hora y además ofrece más beneficios.
9. Descuidar los dientes o uñas de tu perro. Dos elementos de higiene que todo padre de mascota debe procurar, pero que a menudo no atiende, son los dientes y las uñas de su perro. Debes cepillarle los dientes a tu perro todos los días o al menos varias veces a la semana. De lo contrario, como la mayoría de los perros mayores de tres años, tendrá enfermedad de las encías y, a medida que pase el tiempo, la situación empeorará hasta que su boca huela mal y se sienta peor. Incluso podría perder algunos dientes.
También debes cortar sus uñas con regularidad. La frecuencia depende de qué tan rápido crezcan y de cuánto tiempo pase en superficies que las liman de manera natural. Si no puedes cortarle las uñas a tu perro, te recomiendo que programes una cita con un peluquero o con un veterinario que lo haga. Te sorprenderá la frecuencia con la que los perros desarrollan problemas graves en las patas debido a las uñas que han crecido mucho.
10. No programar revisiones de bienestar. Si esperas hasta que tu mascota esté enferma para buscar atención veterinaria, en la mayoría de los casos ya es muy tarde. Como veterinaria proactiva, quiero crear protocolos de bienestar cuando las mascotas estén sanas para mantener sus cuerpos en un estado de vitalidad equilibrada durante toda la vida. Esto significa asegurarse de que los órganos se mantengan en buena forma a través de visitas de bienestar.
La verdad es que, si no contribuyes con la salud de tu perro a través de elecciones inteligentes de estilo de vida, entonces serás el responsable de su mala salud. Mantener el bienestar es un proceso activo y debemos trabajar en ello porque no puede hacerlo solo.
Una revisión de bienestar abordará las predisposiciones genéticas o de raza de tu mascota, el nivel de actividad, régimen de ejercicio, el estrés ambiental y bienestar mental, carga de químicos, alimentación y otros factores para crear planes de bienestar para cada etapa de su vida.