El daño al ligamento cruzado craneal (LCC) es la segunda afección ortopédica más común en los perros (la primera es la displasia de cadera) y la que requiere cirugía con mayor frecuencia.
Ubicación y propósito de los ligamentos cruzados craneales
Los ligamentos cruzados son bandas de tejido fibroso, existen dos por cada articulación de la rodilla en las patas traseras de los perros. Los ligamentos conectan el fémur, que es el hueso que se encuentra sobre la articulación de la rodilla, y la tibia, el hueso que se encuentra debajo.
Los ligamentos cruzados son los principales estabilizadores de la articulación de la rodilla. Se cruzan uno sobre otro, con una banda que se extiende desde adentro hacia afuera de la articulación de la rodilla, y la otra desde afuera hacia adentro. En los seres humanos, el LCC se denomina como ligamento cruzado anterior (LCA).
Dentro de la articulación de la rodilla, entre el fémur y la tibia, existe un material cartilaginoso conocido como menisco. La función del menisco es amortiguar los impactos y ayudar a soportar la carga, y puede dañarse cuando existe una lesión en los ligamentos cruzados.
Las lesiones de LCC se observan en perros de todos los tamaños y edades, pero se pueden apreciar con mayor frecuencia en ciertas razas como: akita, perro perdiguero de la Bahía de Chesapeake, labrador retriever, mastín, terranova, rottweiler, san bernardo y Staffordshire Terrier. La investigación ha logrado identificar un componente genético para la enfermedad en los terranova y labradores.
Las razas que es poco probable que desarrollen la enfermedad de LCC incluyen Basset Hound, perro salchicha, galgo y viejo pastor inglés. Esta afección casi nunca se presenta en gatos.
Signos de una lesión LCC
- Cojera. La cojera puede ser aguda y aparece sin previo aviso cuando un LCC débil cede mientras un perro corre o juega. Este desgarre o ruptura repentina puede ser tan incómodo que el perro ni siquiera se puede poner de pie. La cojera también puede ocurrir con el tiempo, de manera intermitente durante semanas o meses a medida que el ligamento empeora poco a poco. A menudo, el perro se mueve mejor después de descansar, pero la cojera regresa al hacer alguna actividad.
- Posición corporal anormal al sentarse o acostarse. Los perros con los LCC lesionados se podrían sentar o acostar con la pierna afectada hacia un lado porque les duele doblar la rodilla.
- Cojera y rigidez en ambas patas traseras. El daño de LCC ocurre primero en una rodilla, pero se estima que entre el 40 % y el 60 % de los perros desarrollan el problema en la otra rodilla en un periodo de dos años. Sin embargo, si ambas rodillas se ven afectadas al mismo tiempo, el perro podría moverse con rigidez, negarse a salir a pasear o a levantarse cuando está sentado o acostado.
- Hinchazón de la rodilla. Las lesiones de LCC implican inflamación e hinchazón en la rodilla. Con el tiempo, se desarrolla tejido cicatricial y la rodilla lesionada parece más grande que la rodilla sana.
- Sonido en la rodilla. Cuando un perro camina o corre sobre una rodilla que ya no es estable debido al daño de LCC, ejerce presión sobre otras estructuras dentro de la articulación. El menisco (el "amortiguador" de la rodilla) se puede dañar si la rodilla se mueve de forma anormal. Esta situación a veces crea un "sonido" audible en la rodilla que se puede escuchar cuando el perro se mueve. Dado que las lesiones de menisco son dolorosas, se presenta una cojera significativa junto con el ruido de la rodilla.
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La mayoría de los LCC rotos se debilitan con el tiempo
La rotura del LCC puede ser parcial o total. De acuerdo con el Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés), y en mi propia experiencia, en la gran mayoría de los perros afectados, los ligamentos rotos son el resultado de daños graduales durante un período de meses o años.
Cuando existen desgarres completos, únicamente la corrección o reemplazo quirúrgico lograrán que la articulación funcione de nuevo por completo. El tipo de técnica quirúrgica seleccionada y la capacidad del cirujano determinará el éxito del resultado, así como la terapia de rehabilitación y el apoyo de la articulación a largo plazo.
Sin embargo, la mayoría de los perros sufren esguinces recurrentes en lugar de fracturas completas. En estas situaciones, se recomienda evitar la cirugía el mayor tiempo posible al establecer un protocolo de manejo intensivo, el cual mencionaremos más adelante.
La nutrición como posible causa de muchas lesiones por LCC
Los siguientes cinco factores influyen en las lesiones de LCC:
- Trauma (por ejemplo, ser atropellado por un automóvil)
- Tamaño, peso y raza, junto con las hormonas sexuales y el estado de las vacunas; cuanto más grande y pesado sea el perro, más probable es que tensione sus ligamentos
- Ejercicio inconsistente: los perros que no hacen ejercicio diario que fortalezca los tendones y ligamentos corren un mayor riesgo
- Los perros que consumen alimentos ultraprocesados de mala calidad
- Los perros que son alimentados con dietas crudas desequilibradas nutricionalmente
La mayoría de los pacientes que veo con daño en los LCC no lo adquirieron como resultado de un trauma. En cambio, los ligamentos se rompieron lentamente durante meses o años. Las razas grandes y gigantes experimentan mayores lesiones de LCC que los perros más pequeños. Sin embargo, conforman solo un pequeño porcentaje de mis pacientes. La genética podría desempeñar un papel menor, pero casi el 75 % de los perros que atiendo no encajan en ninguna de estas categorías.
Los perros que han sido castrados cuentan con un mayor daño de LCC que los animales intactos, lo cual tiene sentido ya que las hormonas sexuales parecen tener un efecto protector en el sistema musculoesquelético. Los perros con sobrepeso y mal acondicionados afectan más sus ligamentos que los perros delgados, por lo que, aunque los "guerreros de fin de semana" corren más riesgo de dañar los ligamentos, la mayoría de mis pacientes no están gordos o fuera de forma.
Si eres culpable de ejercitar a tu perro solo los fines de semana, comprométete ahora mismo a llevarlo a dar rigurosos paseos diarios. Los patios traseros no cuentan cuando se trata de hacer ejercicio aeróbico. Sin el acondicionamiento diario de los ligamentos, es imposible que los tejidos del cuerpo sean resistentes.
En mi práctica, los perros lesionados por LCC son activos y sanos, no tienen vacunas en exceso y aún cuentan con sus ovarios o testículos y, por lo tanto, con sus hormonas sexuales. Como veterinaria integradora, llegué a la conclusión de que la nutrición era una causa probable para la mayoría de las lesiones de LCC que observaba.
Mis dos Rottweilers sufrieron una ruptura de sus LCC al consumir una "dieta modelo de presa" hecha en casa, la cual se centra en el "equilibrio al paso del tiempo" (en lugar de enfocarse en cumplir con los requerimientos mínimos nutricionales) y, por lo general, es corta o exenta de cantidades adecuadas de vegetales frescos, semillas y frutos secos (las cuales reúnen los nutrientes difíciles de obtener, incluyendo al manganeso).
Mi quiropráctico animal (quien comenzó como quiropráctico humano) fue el primero en sugerir que mis propios perros y mis pacientes caninos podrían tener una deficiencia de minerales, específicamente una falta de manganeso en su alimentación, la cual puede ser la causa principal de muchas lesiones humanas de ligamento cruzado anterior (LCA).
El manganeso es necesario para el desarrollo y mantenimiento saludable de los ligamentos. Los perros requieren mucho manganeso. La cantidad de manganeso varía dependiendo de la fuente alimenticia.
Consejos de alimentación
Proporciona una alimentación casera rica en alimentos frescos y asegúrate de que sea balanceada para un consumo óptimo de nutrientes, incluyendo 3.1 mg de manganeso por 1 000 kcal (calorías). Esta es la cantidad promedio de manganeso proporcionada por la dieta ancestral canina. Los perros que reciben una alimentación para ayudar a sus ligamentos no deberían experimentar daño cruzado degenerativo a lo largo del tiempo.
Mis recomendaciones para una alimentación rica en manganeso son:
- Sigue una receta casera que ofrezca información nutricional (incluyendo las cantidades de manganeso por ración o 1000 kcal)
- Llama a la compañía de alimentos para mascotas y pregunta qué lineamientos cumplen, o qué cantidades de manganeso (por 1000 kcal) existen en sus alimentos, para saber si se cumplen los consumos adecuados para tu mascota (el mínimo para AAFCO es de 1.25mg o 1000 calorías)
- Según sea necesario, añade un suplemento alimenticio (con alimentos enteros o suplementos como el E-Manganeso de Standard Process) para cumplir con los requerimientos de manganeso
Además, es muy importante mantener a tu perro delgado y en buena condición física, y de preferencia sin castrar (opta por la esterilización para preservar el ovario o la vasectomía, cuando sea posible) y hazle títulos de anticuerpos en lugar de ponerle vacunas adicionales.
Tratamiento del dolor y apoyo articular
Los protocolos de recuperación y mantenimiento que diseñé para mis pacientes se basan en las circunstancias específicas como la edad, el nivel de actividad y la función de cada perro (por ejemplo, los atletas de destreza y los perros policía cuentan con diferentes tensiones en los ligamentos que otros perros).
Tratar la enfermedad de los LCC sin cirugía implica tres estrategias principales: controlar el dolor, restaurar la función y la fuerza de la pata lesionada, apoyar y mejorar la salud de las articulaciones y disminuir la enfermedad degenerativa de las articulaciones (EDA).
Se deben de administrar medicamentos durante el tiempo que sea necesario para controlar tanto el dolor de la lesión de LCC, como el dolor inadaptativo que se haya desarrollado como resultado, como el dolor lumbar.
Establecer agentes condroprotectores (CPA, por sus siglas en inglés) tan pronto como sea posible, ayudará a reducir el daño en las articulaciones. Para las razas genéticamente predispuestas, significa comenzar las sustancias condroprotectoras proactivamente, de 6 a 12 meses. Los CPA más utilizados son el mejillón perna (almeja de labios verdes), la membrana del cascarón de huevo, el sulfato de glucosamina, el MSM y el miristoleato de cetilo.
Los perros que han sufrido una lesión importante en los LCC, deben de utilizar protocolos progresivos de soporte de articulaciones durante el resto de sus vidas para retrasar la enfermedad articular degenerativa en la rodilla lesionada y mejorar la resistencia de los ligamentos en la otra rodilla.
Asimismo, utilizo inyecciones de Adequan y terapia de plasma rica en plaquetas para retardar la degeneración articular y promover la producción de líquido articular en casos de problemas crónicos de rodilla. La proloterapia, que consiste en inyectar pequeñas cantidades de varias sustancias naturales en los tejidos blandos de una articulación dañada, también puede ser beneficiosa para estos pacientes.
Además, he incorporado muchos antiinflamatorios naturales para el manejo a largo plazo, incluyendo: boswellia, garra del diablo, matricaria, enzimas proteolíticas, SAM, escutelaria, serrapeptasa, superóxido dismutasa (SOD), cúrcuma, jengibre y corteza de sauce (únicamente para perros, no para gatos).
Existen algunos excelentes remedios homeopáticos y de hierbas chinas que también pueden ser beneficiosos, pero estos tratamientos naturales deben de ser administrados junto con los CPA y no en su lugar.
Terapia de rehabilitación y ejercicio
Existen muchos aparatos ortopédicos que pueden ser beneficiosos para limitar el rango de movimiento y para apoyar el resto del cuerpo (incluyendo la articulación de la rodilla opuesta con demasiada carga). Descubrí que es importante combinar el tipo de refuerzo con la raza del perro, así que es importante trabajar de la mano de un terapeuta de rehabilitación animal para determinar qué tipo de refuerzo será más beneficioso para tu perro.
Una vez que el dolor y la cojera de un perro mejoran, se puede establecer un programa de rehabilitación física para mejorar la función y recuperar la fuerza. He descubierto que la terapia acuática es muy beneficiosa para ayudar a los perros a recuperarse de las lesiones de LCC, ya que ayuda a aumentar la fuerza y la masa muscular con poca o ninguna molestia. En una caminadora bajo el agua, tu perro puede ejercitarse con una postura normal sin exceder su peso en las articulaciones dañadas. El movimiento en el agua proporciona una resistencia suave que ayuda a fortalecer los músculos.
Durante este tiempo, también recomiendo la terapia con láser, el circuito de Asís, la acupuntura y la electroacupuntura para ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones. El cuidado quiropráctico puede ayudar a los desequilibrios posturales de tu perro y es posible que disminuya el estrés compensatorio en la otra rodilla. Asimismo, el masaje es excelente para los músculos tensos y sobretrabajados.
Es importante tomar en cuenta que incluso con una terapia intensa, existen casos en los cuales, eventualmente, se producirá una ruptura completa. Es por eso que muchos perros requieren cirugía de los LCC para mantener su calidad de vida. La situación de cada paciente es diferente, por lo que el desafío es encontrar los métodos de tratamiento que sean más adecuados y eficaces para la mascota y su familia.