A medida que nuestros compañeros animales envejecen, experimentan algunos problemas relacionados con la edad al igual que nosotros, varios de los cuales pueden estar relacionados con el estrés oxidativo.
El estrés oxidativo ocurre cuando el cuerpo de tu mascota no tiene suficientes antioxidantes para neutralizar los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que viajan por el cuerpo en busca de oportunidades para unirse con moléculas estables, robarse algún electrón y por último estabilizarse. Cuando tienen éxito, crean nuevas moléculas inestables y el ciclo comienza de nuevo.
La presencia de radicales libres es inevitable porque se producen durante la actividad normal del sistema metabólico, celular e inmunológico, así como por factores externos como el ejercicio vigoroso, mala alimentación, estrés, la contaminación e incluso los rayos del sol. Los radicales libres alteran la expresión génica y dañan las membranas celulares, lo que genera estrés oxidativo e inflamación, que se relacionan con el envejecimiento y afecciones como el cáncer, diabetes y las enfermedades cardíacas.
Por suerte, tanto para los humanos como para sus mascotas, la naturaleza proporciona un arma muy poderosa contra este proceso degenerativo y se trata de los antioxidantes. Los antioxidantes contrarrestan los efectos de los radicales libres y ayudan a proteger el corazón, cerebro y otros órganos del estrés oxidativo.
El efecto de los antioxidantes para minimizar el estrés oxidativo
Los antioxidantes son moléculas beneficiosas que neutralizan los radicales libres tóxicos que flotan en el cuerpo de tu mascota antes de que puedan dañar las células y los tejidos sanos, y así minimizan el estrés oxidativo y el daño del ADN.
Así como los radicales libres aceleran el proceso de envejecimiento, los antioxidantes desempeñan un papel clave en la longevidad. Los estudios con perros mayores han demostrado los beneficios de una alimentación rica en antioxidantes para el cerebro de un perro adulto.
Los resultados de un estudio de 7 años de duración en 90 gatos de 7 a 17 años de edad, a los que se les proporcionó alimentos ricos en antioxidantes, mostraron menos disminuciones en la masa muscular magra. Igualmente, mostraron mejoras en peso corporal, masa corporal magra, grosor de la piel y calidad de los glóbulos rojos; menor incidencia de enfermedades, mejora general de la calidad de vida y una esperanza de vida más larga.
La mayoría de los alimentos para mascotas disponibles en el supermercado, incluso las fórmulas de alta calidad, se basan en nutrientes sintéticos para satisfacer la mayor parte de sus necesidades nutricionales. Agregar fuentes reales de antioxidantes al alimento de tu mascota es lo mejor que puedes hacer para reforzar el consumo de estos compuestos beneficiosos.
Las vitaminas de los alimentos frescos son ricas en antioxidantes
El cuerpo de tu perro o gato está diseñado para absorber nutrientes de alimentos frescos y vivos de manera muy eficiente. Los antioxidantes se encuentran en las vitaminas de los alimentos frescos, junto con fitoquímicos beneficiosos que incluyen:
- Vitamina A y carotenoides, que se encuentran en el hígado, frutas y vegetales de colores brillantes como los albaricoques (sin hueso), brócoli, melón, zanahorias, pimientos rojos, calabazas, batatas y tomates
- Vitamina C, que se encuentra en los cítricos y fresas, así como en los pimientos verdes, brócoli y vegetales de hoja verde
- Vitamina E, que se encuentra en frutos secos y semillas
- Selenio, que se encuentra en fuentes de proteínas como nueces de Brasil, pescado, pollo, carne de res y huevos
Los fitoquímicos también contienen propiedades antioxidantes:
- Los flavonoides/polifenoles se encuentran en las bayas y en el té (descafeinado, para mascotas)
- Licopeno, se encuentra en los jitomates y sandía
- Las fuentes de luteína son los vegetales de color verde oscuro, como las espinacas, brócoli y la kale
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Otras fuentes de antioxidantes
Los alimentos enteros proporcionan las mejores fuentes de antioxidantes porque el cuerpo de tu mascota sabe exactamente qué hacer con ellos, ya que pone a trabajar los compuestos beneficiosos tan pronto como se absorben. La forma más fácil de retardar la oxidación es agregar un 10 % de alimentos frescos ricos en antioxidantes en el plato de tu mascota todos los días. Si tus mascotas no comen golosinas saludables, puedes complementar con:
• Astaxantina. La astaxantina es una fuente natural y no tóxica de vitamina A, que se encuentra en el salmón rojo salvaje, trucha roja, camarones, cangrejos y en las algas. La astaxantina es muchas veces más potente que la vitamina E, diez veces más potente que el beta caroteno y casi cinco veces más potente que la luteína como antioxidante funcional.
La astaxantina combate el estrés oxidativo y el daño de los radicales libres. Tiene increíbles capacidades captadoras de radicales libres y ayuda a proteger las células, órganos y tejidos del daño oxidativo. También le proporciona antioxidantes a ciertas partes del cuerpo que no reciben muchos beneficios. Puede atravesar la barrera hematoencefálica y hematorretiniana, esto significa que puede ayudar a reducir el potencial de enfermedades del sistema nervioso central, de la médula espinal y de la vista.
La astaxantina apoya la función inmunológica gracias a sus altos niveles de betacaroteno. Los estudios demuestran que también favorece la recuperación de las articulaciones y de los músculos después del ejercicio, y ayuda a mantener la salud cardiovascular en perros y gatos.
Un estudio con beagles concluyó que los suplementos con astaxantina mejoran la función mitocondrial. Se tomaron muestras de sangre en ayunas al comienzo del estudio, a las 8 semanas y al finalizar el ensayo. La función mitocondrial mejoró en beagles jóvenes y mayores.
En los perros mayores, los suplementos con astaxantina incrementaron la producción de ATP, la masa de las mitocondrias y la actividad del citocromo c oxidorreductasa. En los perros jóvenes, la astaxantina incrementó la proporción de glutatión reducido a glutatión oxidado. Disminuyó el óxido nítrico en todos los perros.
• Moringa. Moringa oleifera es un árbol de rápido crecimiento nativo del sur de Asia y ahora se encuentra en todo el trópico. Sus hojas se han utilizado como parte de la medicina tradicional durante siglos y la medicina ayurvédica la relaciona con la cura o prevención de casi 300 enfermedades.
Las hojas de moringa contienen vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales. También son ricas en antioxidantes, como vitamina C, betacaroteno, quercetina y ácido clorogénico. Se ha demostrado que el ácido clorogénico ralentiza la absorción de azúcar en las células, y estudios en animales descubrieron que baja los niveles de azúcar en la sangre.
Debido a que el cuerpo ve la moringa como alimento, descubrí que esta hierba es muy buena para pacientes sensibles que no pueden tolerar otros suplementos, de hecho, se la he dado a gatos con hipertiroidismo y a hurones mayores con diabetes, también la mezclo en una fórmula de alimentación para loros neonatales.
• Camu camu. Camu camu es una baya de un arbusto peruano que tiene muchos beneficios debido a su densidad de nutrientes. La baya contiene 10 veces más vitamina C que las naranjas, lo que ayuda a mantener una piel y articulaciones saludables al aumentar la producción de colágeno.
Las bayas de camu también contienen poderosos antioxidantes que reducen el estrés oxidativo y combaten la inflamación. También contienen propiedades antimicrobianas. El camu orgánico en polvo es fácil de encontrar en las tiendas naturistas y se puede esparcir sobre la comida de tu mascota.
• Ácido alfa lipoico. El ácido alfa lipoico (ALA), también conocido como ácido alfa lipoico, ácido lipoico (LA) y ácido tióctico, es un compuesto organosulfurado derivado del ácido octanoico. Es importante no confundir el ácido alfa-lipoico con el ácido alfa-linolénico o ácido graso esencial omega-3 de origen vegetal, en especial porque ambos se abrevian como ALA.
El ácido alfa lipoico es un antioxidante natural que se encuentra en todas las células del cuerpo, cuya función es convertir la glucosa en energía. Mientras que otros antioxidantes funcionan solo en agua (por ejemplo, la vitamina C) o solo en tejido graso (por ejemplo, la vitamina E), el ácido alfa lipoico se considera un antioxidante "universal" porque es soluble en agua y en grasa.
Esto significa que funciona en todo el cuerpo para brindar protección a todas las células y sistemas de órganos, incluyendo el cerebro, porque también atraviesa la barrera hematoencefálica.
Los antioxidantes se consumen cuando combaten a los radicales libres, pero existe evidencia de que el ALA en realidad podría ayudar a regenerar otros antioxidantes y activarlos de nuevo. Los alimentos que contienen las mayores cantidades de ácido alfa lipoico incluyen espinacas, riñones, corazones de res y brócoli.
El ALA viene en forma de suplemento, pero es muy importante colaborar con un veterinario integrador u otro experto sobre la dosis adecuada y centrarse primero en las fuentes de alimentos. En caso de sobredosis, los suplementos de ácido alfa lipoico pueden reducir el nivel azúcar en la sangre muy rápido en algunas mascotas, sobre todo en los gatos, por lo que lo mejor es apegarse a las fuentes de alimentos o trabajar con un veterinario integrador para determinar la dosis correcta del suplemento.