En caso de que desconozcas las funciones o la importancia del páncreas, la veterinaria Joan Capuzzi, lo describe de la siguiente manera:
“El páncreas es prácticamente una bolsa de enzimas y hormonas. Los compuestos que libera funcionan como activadores necesarios para la vida. La enfermedad se desarrolla cuando el páncreas se activa demasiado o se relaja".
Existen varias maneras en las que el páncreas puede funcionar mal, pero los problemas de este órgano pueden ser difíciles de diagnosticar debido a que los síntomas son sutiles, inespecíficos e inesperados.
Partes del páncreas
- Páncreas endocrino. El páncreas endocrino contiene células que producen compuestos como insulina, glucagón y somatostatina y los libera en el torrente sanguíneo. En los gatos, la diabetes es la enfermedad principal del páncreas endocrino.
- Páncreas exocrino. El páncreas exocrino contiene células que producen y liberan precursores de enzimas, que se mezclan con proteasas pancreáticas en el lumen intestinal y se transforman en enzimas digestivas (como Amilasa, proteasa y lipasa). El páncreas exocrino también produce bicarbonato que neutraliza el ácido del estómago y otras sustancias, lo que favorece la absorción de cobalamina (vitamina B12). La pancreatitis es la enfermedad más común del páncreas exocrino.
A continuación, hablaré sobre la pancreatitis y sobre otra enfermedad mucho menos común del páncreas exocrino que a menudo resulta de la pancreatitis: la insuficiencia pancreática exocrina.
Síntomas y posibles causas de la pancreatitis
La pancreatitis es una inflamación del páncreas que puede alterar las funciones normales y desarrollar otros síntomas. Un páncreas inflamado es un problema grave porque, como mencione antes, este órgano cumple con dos funciones importantes en el cuerpo.
El páncreas produce hormonas, insulina y glucagón, que equilibran el azúcar en la sangre. Asimismo, produce enzimas digestivas como amilasa, lipasa y proteasas que le permiten al cuerpo utilizar carbohidratos, grasas y proteínas para obtener energía.
Uno de los misterios de la pancreatitis es que la inflamación puede variar de muy leve a fatal. Se estima que entre el 65 % y el 70 % de los gatos muestran señales de pancreatitis en la autopsia. No todos esos gatos murieron a causa del páncreas, lo que sugiere que el órgano está predispuesto a sufrir lesiones y daños causados por otras enfermedades.
A diferencia de los perros con pancreatitis que suelen experimentar vómito y dolor abdominal, los síntomas en los gatos pueden ser tan leves que no se notan. Las señales más comunes son letargo y falta de apetito, pero dado que los gatos duermen mucho y son quisquillosos para comer, estas señales a menudo se confunden con su comportamiento normal.
En ocasiones, los gatitos mostrarán sensibilidad abdominal, vómitos e incluso fiebre, pero son muy pocos. Por esta razón se recomienda consultar a un veterinario si notas algún cambio en el peso, el apetito, la sed, la eliminación o el comportamiento de tu mascota. Cualquier cambio de este tipo es una señal de que quizás está sucediendo algo que requiere investigación.
Otro misterio que rodea a la pancreatitis es su causa. En un pequeño porcentaje de gatos, el problema de salud tiene sus cimientos en un trauma en el páncreas, una infección viral o parasitaria, o la exposición a una toxina como los organofosforados que se encuentran en los pesticidas. En algunos casos, la causa es la indiscreción alimentaria. Por ejemplo, el gato de mi hermano una vez tiró una botella de aceite de oliva y se lo comió todo, lo que provoco una pancreatitis aguda.
Se sabe que ciertos medicamentos causan pancreatitis, incluyendo el fenobarbital, la prednisona y otros glucocorticoides, al igual que los diuréticos. Pero con todo lo anterior, en mi experiencia, la mayoría de los gatos que desarrollan pancreatitis crónica o recurrente no tienen una causa identificable. Las personas no son capaces de identificar la causa que afecto al páncreas, por lo que se define como "idiopático" o que ocurre por razones desconocidas.
Muchos gatos padecen inflamación gastrointestinal (GI) subclínica crónica y muchos otros luchan con una enfermedad gastrointestinal en forma de enteritis, gastritis, colitis o enfermedad inflamatoria intestinal (EII) de bajo grado. Los gatos tienen muchos problemas gastrointestinales y los alimentos son los culpables.
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¿Carnívoros o carbívoros? Los alimentos y la pancreatitis
Los gatos han sido nuestros compañeros durante miles de años. Durante la mayor parte de ese tiempo, les hemos permitido cazar presas pequeñas. En los últimos cien años, los hemos mantenido dentro de casa a tiempo completo (para mantenerlos seguros) y hemos cambiado sus hábitos naturales por alimentos muy refinados con un perfil de macronutrientes diferente al que estaban acostumbrados.
La carne fresca y real fue reemplazada por alimentos ultraprocesados preparados con carne, maíz, soya y otros granos refinados. Los órganos repletos de nutrientes se reemplazaron con vitaminas y minerales sintéticos, que se añaden a las fórmulas para reemplazar la gran cantidad de nutrientes que se pierden durante las altas temperaturas a las que se someten los ingredientes de los alimentos para gatos.
Estos alimentos no se asemejan en nada a los hábitos naturales de los gatos, en forma o función. En menos de un siglo, hemos esperado que el metabolismo de los gatos evolucione a la velocidad de la luz, lo suficiente como para procesar alimentos muy extraños y no lo logró. El resultado final causó una serie de nuevas enfermedades que se han observado en los últimos 75 años, como cardiomiopatía, retinopatías nutricionales, obesidad, diabetes, enfermedad renal, hipertiroidismo, cistitis, EII, megacolon, megaesófago, pancreatitis y IPE.
Algunas de estas enfermedades son causadas por muchos factores. Los gatos que pasan mucho tiempo dentro de casa, son incapaces de tomar decisiones independientes, al compartir su vida con humanos en un entorno de estrés perpetuo que empeora la inflamación de la vejiga.
Nuestro mundo tóxico se infiltro en los alimentos para gatos, al mezclarlos con disruptores endocrinos químicos que han provocado un aumento de hipertiroidismo en gatos. Pero no podemos negar que los alimentos que ofrecemos, en especial croquetas, no son apropiados para su especie. Estos alimentos muy cómodos y disponibles han afectado su salud.
En términos de hábitos alimenticios, los gatos no son muy diferentes a los humanos. Las investigaciones demuestran que cerca del 60 % de las calorías diarias de las personas en los Estados Unidos provienen de la comida chatarra ultraprocesada. Esto también afecta nuestra salud con la misma lista de enfermedades que afectan a nuestros gatos. La diferencia es que podemos elegir diferentes alimentos, pero nuestros gatos están sujetos a cualquier sistema alimentario que elijan sus dueños. No pueden elegir mejores alimentos, a menos que sus dueños estén de acuerdo (o puedan atrapar a un ratón).
Cuando se les da la opción, la investigación demuestra que los gatos domésticos eligen una mayor cantidad de carbohidratos que los gatos salvajes (quizás porque se han acostumbrado a los carbohidratos, al igual que nosotros). No es sorprendente que los guepardos en cautiverio también elijan perfiles de macronutrientes similares a los de los gatos domésticos.
Cuando se les permite elegir sus fuentes de calorías, los gatos eligen primero las proteínas, luego las grasas y por último los carbohidratos por debajo del 15%. La mayoría de los veterinarios funcionales e integrales recomiendan usar estos rangos de macronutrientes como una guía para reducir el estrés metabólico en nuestros gatos.
Compara esto con cualquier fórmula de alimento para gatos. Algunas compañías, como Science Diet, muestran la cantidad de carbohidratos en sus fórmulas: 31.7 % en una fórmula para adultos (mala, pero no la peor, ya que otras compañías tienen más del 40 %).
Los gatos no necesitan consumir carbohidratos. Si más del 30 % de su alimentación es azúcar innecesaria, es probable que esto contribuya a una variedad de consecuencias para la salud con el tiempo. Lo más importante es que esta cantidad de carbohidratos compense la cantidad de proteína necesaria para que los gatos estén saludables. La mayoría de los gatos padecen sobrepeso y desnutrición, y no porque así lo deseen.
Otras empresas hacen que sea más difícil descubrir el contenido de carbohidratos en sus productos. Te recomiendo que calcules la cantidad de almidón para que sepas lo estresante que es para su cuerpo.
A un lado de la bolsa es posible ver el contenido. Suma la proteína, la grasa, la fibra, la humedad y las cenizas (calcula el 6 % si no aparece) y resta 100, así obtendrás la cantidad de almidón en las croquetas. Te recomiendo ofrecerle menos del 15 % de carbohidratos para minimizar el estrés nutricional (existen muchas otras fuentes de estrés para tu gato, ¡la comida no debería ser una de ellas!).
Cuantos más carbohidratos consuman, más trabajo tendrá su páncreas. Los carbohidratos son almidones que se descomponen en azúcar. El páncreas debe producir enormes cantidades de insulina para equilibrar el estado hiperglucémico por una alimentación repleta en almidón, en especial en los gatos que tienen acceso a la comida todo el tiempo. Si el páncreas no puede mantener este ritmo, el cuerpo almacenará el exceso de energía en forma de grasa (que resulta en obesidad) o desarrollará insensibilidad a la insulina (diabetes).
Los alimentos frescos, que son los alimentos ancestrales de un gato, están repletos de enzimas digestivas que se encuentran en el tracto gastrointestinal y en el tejido pancreático de sus presas. Estas enzimas pasan por la cadena alimentaria para ayudar a la digestión. Las enzimas son muy sensibles al calor y se desactivan por encima de los 150 grados. Los ingredientes de las croquetas se han calentado cerca de 4 veces a 300 grados, lo que hace que le falten fitonutrientes, antioxidantes de origen alimentario, polifenoles y enzimas (y está repleta de carcinógenos y de tóxicos para los riñones). Esto significa que tu gato debe producir todas las enzimas necesarias para procesar su comida y en proporciones muy anormales.
El páncreas debe secretar proteasa y lipasa para digerir una alimentación evolutiva de carne fresca. En la evolución, la amilasa (la enzima necesaria para procesar los carbohidratos) no ha sido necesaria porque los gatos no han consumido grandes cantidades de almidón. Hasta ahora. En los últimos cien años, hemos convertido a los gatos en carbívoros, mientras que su secreción de amilasa no es suficiente para procesar el flujo de almidón que estamos obligando a sus cuerpos a metabolizar. ¿Cuál fue el resultado? Deficiencia de enzimas (pancreatitis).
Sin las enzimas adecuadas, el cuerpo de tu gato no puede digerir los alimentos. El maíz, el trigo, el arroz, la soya, la quinoa, las legumbres, la tapioca, las papas y cualquier carbohidrato que la industria de alimentos ultraprocesados esté promocionando como el siguiente mejor ingrediente no será digerido, lo que desarrolla trastornos gastrointestinales y mucho más.
Los vómitos, la diarrea y el estreñimiento son señales de que tu gato padece problemas digestivos, pero la mayoría de las veces, el resultado es una inflamación crónica del intestino delgado. La disbiosis (intestino permeable) desarrolla problemas sistémicos y progresivos que afectan todos los aspectos del bienestar general de un gato. La inflamación a largo plazo se relacionó con el linfoma GI felino.
Diagnóstico y tratamiento
Dado que muchos gatos no desarrollan síntomas evidentes de pancreatitis, por lo general se necesitan varias pruebas de diagnóstico para lograr un diagnóstico confirmado. Estos pueden incluir un examen físico, hemograma completo (CBC, por sus siglas en inglés) y un panel de química sanguínea para incluir niveles de enzimas pancreáticas, análisis de orina, radiografías, ultrasonido y biopsia. Sin embargo, no se recomiendan las biopsias porque tienden a generar inflamación y pueden empeorar la situación.
Descubrí que las pruebas gastrointestinales son muy beneficiosas para diagnosticar la mala digestión y la malabsorción en los casos de pancreatitis crónica. Tratar el intestino permeable de un gato puede hacer una gran diferencia. El objetivo tanto del diagnóstico como del tratamiento es un enfoque no invasivo.
La prueba más precisa para la pancreatitis es la prueba de inmunorreactividad de la lipasa pancreática felina (fPLI, por sus siglas en inglés). Asimismo, esta es la mejor prueba después del tratamiento para garantizar que el problema de salud se resuelva.
El tratamiento de la pancreatitis comienza con ayudar al paciente a superar la fase crítica de la enfermedad. Si tu gato desarrolla anorexia, esto significa hospitalizarlo para que pueda recibir líquidos por vía intravenosa (IV) y medicamentos hasta que desaparezca la crisis.
Una vez que se estabilice, uno de los mejores métodos para evitar otro brote es complementar su alimentación con enzimas digestivas. Recomiendo incluir suplementos con enzimas incluso para gatos que consumen alimentos frescos. Esto se debe a que no podemos suministrar todas las partes que se encuentran en la presa que, de forma natural, ofrecen el apoyo pancreático (los sistemas glandular y gastrointestinal de la presa, incluyendo el páncreas fresco, la bilis y las bacterias beneficiosas). Las enzimas digestivas pueden ayudar a "llenar los vacíos" de estos tejidos que faltan en las alimentaciones de los gatos. Este es un paso vital para muchos gatos cuando se trata de prevenir futuros episodios.
Te recomiendo que también le des un probiótico de alta calidad y lo cambies a una nueva alimentación rica en proteínas y en humedad, sin carbohidratos ni granos para reducir el riesgo de futuros episodios de pancreatitis. Cuanto menos procesada este, más enzimas naturales tendrá.
También es muy beneficioso el proceso estándar de la pancreatrofina y el apoyo para el cuerpo completo. Todas estas sugerencias deben incluirse en el momento adecuado, cuando el gato esté estable. Tu veterinario integral te ayudará a hacer la transición a una alimentación menos estresante y añadirá los suplementos adecuados, por medio de análisis de sangre.
Por desgracia, la pancreatitis reaparece si no se incluye una estrategia de prevención con suplementos y un cambio en los hábitos alimenticios. Pero esto no debería ser ninguna sorpresa, ya que, si no cambias nada, todas las causas que provocaron el episodio inicial continuarán generando episodios, con peores resultados, como cicatrices y fibrosis del páncreas. Es una enfermedad grave y progresiva que puede provocar complicaciones como diabetes, lipidosis hepática (hígado graso), trastornos hemorrágicos y de coagulación e incluso daño cerebral. También es una afección que causa dolor. Si tu gato ha experimentado un episodio de pancreatitis, esto debería ser una llamada de atención para que modifiques su estilo de vida y evitar futuros episodios.
Insuficiencia pancreática exocrina (IPE)
La insuficiencia pancreática exocrina (IPE), también conocida como insuficiencia pancreática y síndrome de mala digestión, en un comienzo se pensó que era poco común en los gatos. Sin embargo, la investigación emergente sugiere que los veterinarios deberían considerarla como una causa potencial de diarrea y de pérdida de peso en los gatos. No es sorprendente, dada la información reciente sobre la pancreatitis.
Las enzimas producidas en el páncreas exocrino incluyen amilasa, que descompone los almidones; lipasa, que descompone las grasas; al igual que tripsina y quimotripsina, que descomponen las proteínas. Estas enzimas son muy importantes para el proceso digestivo. Permiten que las células del intestino absorban los nutrientes de la alimentación, y posteriormente se trasladan al torrente sanguíneo y por todo el cuerpo para ser utilizados por los tejidos.
Cuando tu gato come, el páncreas recibe una señal para liberar enzimas digestivas, que se trasladan al intestino delgado a través del conducto pancreático (las glándulas exocrinas secretan sus productos en los conductos, mientras que las glándulas endocrinas secretan sus productos en el torrente sanguíneo). Una vez que llegan al intestino, las enzimas descomponen las partículas de los alimentos.
La insuficiencia pancreática exocrina significa que existe una menor cantidad de enzimas digestivas producidas por el páncreas. En los gatos con este trastorno, las proteínas, los almidones y las grasas no se descomponen lo suficiente como para ser absorbidos a través de la pared intestinal. Esto significa que los nutrientes no pueden ingresar al torrente sanguíneo para suministrar nutrientes a los tejidos.
Gran parte de los alimentos que consume permanecen sin digerir en el tracto gastrointestinal y lo deja en las heces. Si no se trata, los gatos con IPE pueden morir de hambre a pesar de que si comen.
Causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento
La IPE puede tener varias causas, pero la más común es la pancreatitis. Como ya hemos comentado, cuando el páncreas no puede satisfacer la demanda de enzimas el resultado es la inflamación (pancreatitis). Esto significa que el órgano no puede hacer su trabajo y segregar suficientes enzimas para la digestión de los alimentos. En raras ocasiones, existen otras causas, como las infestaciones parasitarias y el cáncer.
Con la IPE, las células acinares del gato no producen cantidades adecuadas de todos los componentes digestivos, lo que provoca una mala absorción y digestión que crea síntomas visibles.
El análisis de la tripsina inmunorreactividad felina (fTLI) es lo mejor para diagnosticar la IPE. Antes que estuviera disponible el fTLI, el diagnóstico era más complicado e implicaba tomar un historial de síntomas y realizar pruebas de digestión repetidas.
Si existen niveles bajos de cobalamina, a menudo se requiere la suplementación subcutánea (debajo de la piel) durante varias semanas para ayudar a resolver los síntomas gastrointestinales. Esto puede ser vital, por lo que no se salte este paso.
La IPE puede estar relacionada con la disbiosis del intestino delgado (también conocida como sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado o SIBO), en especial cuando hay niveles bajos de B12 y mayores niveles de folato. Corregir las proporciones de macronutrientes en la alimentación equilibrará el microbioma en esta situación.
Los dueños y los veterinarios deben considerar las pruebas de fTLI, cobalamina y folato para gatos con pérdida de peso inexplicable o con diarrea crónica, sin importar la edad de la mascota. Estas pruebas podrían eliminar la necesidad de utilizar procedimientos de diagnóstico más costosos e invasivos.
La IPE también debe considerarse como un posible problema de salud recurrente en gatos con diabetes cuyos niveles de azúcar en la sangre están bien controlados pero que sufren de pérdida de peso o diarrea. Por supuesto, es importante incluir todas las sugerencias alimenticias y de suplementos sobre la pancreatitis en los gatos con IPE, ya que están muy relacionados. Ambos están relacionados a las graves deficiencias de las alimentaciones ultraprocesadas, ricas en almidón y no apropiadas para la especie.