Los inconvenientes de compartir tu hogar con un miembro de la familia felina son mínimos. Sin embargo, el primer inconveniente para la mayoría de los padres de gatos es la indeseable caja de arena… no solo a limpiarla, sino su propia existencia. El rechazo humano hacia la caja de arena (verla, olerla, fregarla, usar una pala) ha hecho que algunos guardianes de gatos busquen otras alternativas.
Por desgracia, una alternativa que en un principio parecía atractiva (para los humanos) se trata de un "sistema" de entrenamiento para que los gatos usen el inodoro para ir al baño. Dicho entrenamiento les enseña poco a poco a mantener el equilibrio sobre las cuatro patas en el asiento para orinar o defecar en el inodoro.
Aunque esta opción puede parecer ideal para que los dueños de gatos se olviden de la caja de arena, ignora por completo los instintos felinos naturales y normales y provoca mucho estrés inducido por ir al baño y otros problemas.
Expertos opinan sobre el entrenamiento para que los gatos usen el inodoro
“La idea es una locura”, dijo el experto en comportamiento felino Jackson Galaxy, presentador del programa ‘My Cat from Hell’ de la cadena Animal Planet, en una entrevista para la revista Popular Science. “Eso simboliza cambiar la naturaleza de un gato para que se adapte a tus propósitos”.
Galaxy ha trabajado con gatos desde hace 25 años. Su enfoque consiste en respetar y fomentar los instintos naturales de los felinos, uno de los cuales es eliminar en superficies que se asemejan a la arena y luego poder enterrar sus heces. Negarle a un gato el acceso a una caja de arena significa que el ser humano no respeta la naturaleza de los felinos, lo que puede causar problemas tanto de comportamiento como médicos.
“Es un movimiento muy poco natural para los gatos, ya que implica posarse sobre el agua para hacer sus necesidades”, dice Galaxy.
Según Lisa Stemcoskyi, consultora de comportamiento felino, si un gato pierde el equilibrio y cae al inodoro, puede ser una experiencia tan traumatizante que provocará consecuencias a largo plazo, en especial si el accidente ocurre cuando no hay nadie en casa.
"Se mojan y para ellos eso es aterrador", dice Stemcosky.
Incluso para los gatos que aprenden a usar el baño, el estrés de realizar un comportamiento tan antinatural puede causar ansiedad y, en última instancia, rechazo tanto al inodoro como a la caja de arena.
Mikel Delgado, un conductista animal y becario postdoctoral en la Facultad de Medicina Veterinaria de UC Davis que también trabaja como consultor de comportamiento animal, dijo para Popular Science que se niega a trabajar con clientes cuyos gatos tienen problemas del tracto urinario a menos que les proporcionen una caja de arena. “Siento que es una de las cosas más sencillas que puedes hacer para cuidar a tu gato”, dice Delgado.
"Si no quieres lidiar con la caja de arena y la pala, mejor no tengas gatos", dice Galaxy. "En comparación con los perros, los gatos exigen muy poco de nosotros. Sus demandas son pocas. Tener un lugar para eliminar es una de ellas."
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Problemas creados por el entrenamiento para ir al baño
Otro problema potencial con los gatos entrenados para ir al baño son los problemas médicos no detectados. Los problemas de salud en los gatitos a menudo se descubren por primera vez durante la extracción con pala de la caja de arena, cuando el padre de una mascota nota, por ejemplo, un volumen anormal de orina o heces blandas.
Los cambios en los hábitos de evacuación de un gato pueden indicar muchos problemas subyacentes y graves que involucran el tracto urinario o el sistema gastrointestinal (GI), y esos cambios pueden pasar desapercibidos si los excrementos de tu gato se tiran por el inodoro.
Así como los gatos pueden desarrollar un rechazo a su caja de arena, también pueden decidir que no les gusta usar el baño. En ambos casos, encontrarán lugares alternativos e inapropiados para eliminar dentro del hogar. Esto también puede ocurrir si un gato entrenado para ir al baño no puede entrar al baño o si alguien deja el asiento levantado.
Cómo mantener limpia la caja de arena de tu gato
Los gatos de todas las edades son criaturas muy quisquillosas. Y dado a que tu compañero felino no puede hacerse cargo de la limpieza de su caja de arena, este es un trabajo que te corresponde a ti.
Es importante tener en cuenta que muchos gatitos, en particular a medida que crecen, pueden desarrollar un rechazo a las cajas de arena que no están como ellos desean. En especial, si utilizas un tipo de arena sin aroma, debes ser muy disciplinado con respecto a la limpieza de la caja de arena. Esto significa que debes limpiar las heces y orina de la caja dos veces al día, todos los días.
Al hacerlo debes recoger todos los desechos y con ayuda de una toalla de papel húmeda quitar toda la arena que se encuentra atorada a los lados o en la parte inferior de la caja. Antes de poner arena limpia, debes secar bien la caja con otra hoja de papel. Mantener los lados y el piso de la caja secos minimizará los olores y podría ayudar a extender el tiempo entre la limpieza total de la caja.
Desecha toda la arena usada y limpia la caja tantas veces como sea necesario, pero en definitiva cada dos semanas, como mínimo. Es importante lavar bien la caja con el fin de eliminar la mayor cantidad de olor posible para que tu gatito no se vuelva reacio a usar su caja debido a un olor persistente.
Lava la caja con agua caliente. Si usas jabón, elige una variedad natural, sin perfume. Evita cualquier producto de limpieza perfumado o que pueda contener toxinas. Las cajas de arena de plástico deben reemplazarse cada uno o dos años.
El secreto para controlar el olor de la caja de arena, para el beneficio de todos los miembros de la familia, incluyendo a tu gatito, es mantener la caja de arena en perfectas condiciones.