Se sabe que la personalidad de un perro cambia con el tiempo y éstos cambios se vuelven muy notables en perros mayores y geriátricos, pero de acuerdo con un estudio publicado hace poco tiempo en Scientific Reports, los cambios ocurren de manera desigual en lugar de lineal. Además, los rasgos de personalidad canina siguen una trayectoria de edad distinta.
Los autores del estudio — un equipo de investigación de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest y la Universidad de Medicina Veterinaria en Viena — también observaron que algunos de los perros mayores con posibles déficits relacionados con la edad demostraban una mala orientación al problema y niveles de actividad muy altos.
"Similar a los humanos, la personalidad del perro es estable y adaptable", dijo para la cadena de noticias NBC News, Borbála Turcsán, el autor principal e investigador de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, Hungría.
"En comparación con otros perros, los perros que son activos y curiosos cuando son jóvenes, permanecerán así en su vejez. La personalidad de un perro cambia con el tiempo y, en promedio, cada perro se vuelve menos activo y menos curioso a medida que envejece".
Se analizaron a varios Border Collie para detectar cambios de personalidad relacionados con la edad
Para el estudio de los cambios de personalidad canina a lo largo del tiempo, los investigadores reclutaron a 217 Border Collies de la base de datos del Clever Dog Lab de Viena. Las edades de los perros en el momento del reclutamiento oscilaban entre los 6 meses y los 15 años. Al comienzo del estudio, los perros se analizaron con una herramienta llamada prueba de personalidad canina de Viena.
Cuatro años después, los investigadores invitaron a los perros (con sus dueños) al laboratorio; 37 regresaron y fueron reevaluados con las siguientes medidas:
Prueba de exploración: los perros exploraron diferentes objetos en una habitación durante un minuto y al mismo tiempo el dueño se paraba en medio de la habitación e ignoraba al perro. |
Prueba de frustración: un investigador colgó un trozo de salchicha durante un minuto en una cuerda frente a la nariz del perro, justo fuera de su alcance. |
Prueba de objeto novedoso: a los perros se les presentó un juguete que se movía de forma automática, emitía un sonido y tenían solo un minuto para interactuar con él. |
Prueba de juego de pelota: el dueño lanzó una pelota de tenis tres veces y alentó al perro para que la recuperara. |
Prueba de obediencia: el dueño le dio al perro cuatro órdenes básicas: sentarse, acostarse, quedarse y venir, mientras un investigador trataba de distraerlo con otros sonidos. |
Prueba de resolución de problemas: el dueño le enseñó al perro cómo quitar la tapa de un recipiente para sacar un trozo de salchicha, y luego el perro tuvo un minuto para quitar la tapa y obtener la comida. |
Algunos rasgos de personalidad cambian mientras que otros permanecen estables
Los resultados de las reevaluaciones demostraron que los perros que resultaron más activos y curiosos al comienzo del estudio fueron los mismos en el grupo, pero menos activos y curiosos que cuatro años antes. Los investigadores también observaron que con el tiempo la atención de los perros y su capacidad para resolver problemas cambiaron mucho, ya que incrementaron hasta casi los 6 años y luego se estabilizaron.
La búsqueda de novedades no cambió mucho hasta casi los 3 años, momento en el que la curiosidad de los perros por objetos y situaciones desconocidos comenzó a disminuir. Su capacidad para tolerar la frustración y el deseo de socializar se mantuvo estable a lo largo del tiempo, pero sus niveles de actividad disminuyeron a medida que pasaban los años. Los investigadores descubrieron que la edad era el predictor más fuerte del nivel de calma de un perro.
La Dra. Katherine Houpt, profesora emérita de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, cree que es posible que los hallazgos del estudio no se apliquen por igual a todas las razas.
"La raza que estudiaron fue la raza más inteligente, y [la que tiende a ser más propensa a dicho cambio] en términos de perder su capacidad y búsqueda de novedades, pero eso podría ser diferente, por ejemplo con los Beagles", dijo Houpt para NBC News.
"Los perros se vuelven menos activos con la edad, y eso debería dar esperanza a las personas que tienen cachorros que son demasiado activos", dijo Houpt. "Y aunque a medida que envejecen les cuesta más trabajo resolver problemas y no se enfocan en la búsqueda de novedades, siguen siendo obedientes y sociables, que tal vez es lo más importante para los dueños".
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El miedo es un rasgo que no tiende a cambiar con el tiempo
Un estudio de 2019 realizado por psicólogos de la Universidad Estatal de Michigan (MSU, por sus siglas en inglés), uno de los primeros y más grandes estudios de su tipo hasta la fecha, también concluyó que las personalidades de los perros cambian con el tiempo y, además, nuestras interacciones con ellos desempeñan un papel muy importante en estos cambios graduales.
“Cuando los humanos pasan por grandes cambios en la vida, sus rasgos de personalidad se pueden modificar. Descubrimos que esto también sucede con los perros, y en un grado muy elevado”, explicó William Chopik, profesor de psicología y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa de MSU.
"Esperábamos que las personalidades de los perros fueran muy estables porque no experimentan los drásticos cambios de estilo de vida que tienen los humanos, pero en realidad cambian mucho. Descubrimos similitudes con sus dueños, el momento óptimo para el entrenamiento e incluso un momento en sus vidas en que podrían ser más agresivos con otros animales".
Para el estudio, el equipo de investigación desarrolló una extensa encuesta compuesta de preguntas sobre las personalidades e historial de comportamiento en los perros, que fue respondida por los dueños de más de 1600 perros de 50 razas diferentes, con edades desde unas cuantas semanas hasta los 15 años de edad, incluyendo una cantidad similar de machos y hembras.
Las preguntas de la encuesta se enfocaron en cinco características de la personalidad canina: temor, agresión hacia las personas, agresividad hacia los animales, actividad o excitabilidad y capacidad de respuesta al entrenamiento. Los dueños también respondieron una encuesta sobre sus propias personalidades.
No es sorprendente que los investigadores descubrieran que los perros más jóvenes son más activos e inquietos que los perros mayores, y la disminución en el nivel de actividad ocurre de manera gradual y constante a lo largo de la vida del perro.
El rasgo de la agresión hacia las personas y otros animales alcanza su punto máximo entre los 6 a 8 años, y tanto los perros más jóvenes como los mayores demuestran niveles más bajos en ambos tipos de agresividad.
Cuando se trata de la capacidad de respuesta al entrenamiento, los investigadores descubrieron que el rasgo aumenta de manera constante desde que son cachorros y alcanza su máximo entre las edades de 6 y 8 años, momento en el que comienza a disminuir. Pero dado que el deterioro no se produce más rápido de la etapa de cachorro a la mediana edad, parece que de hecho sí es posible "enseñarle nuevos trucos a un perro adulto".
Un rasgo de personalidad que rara vez cambia a medida que un perro envejece, es el miedo y la ansiedad. Sin embargo, los investigadores también informaron que los perros que tomaron clases de obediencia tienden a ser menos temerosos.
“Proporcionarles clases de obediencia se relaciona con rasgos de personalidad más positivos a lo largo de la vida del perro”, dijo Chopik. "Esto nos brinda oportunidades de examinar por qué la personalidad cambia en todo tipo de animales".
Los cambios de comportamiento relacionados con la edad que debes considerar
La mayoría de los dueños de mascotas comprenden que su perro cambiará físicamente a medida que pasen los años, pero muchos no están preparados para los cambios de comportamiento que podrían acompañar al envejecimiento.
Es importante hablar con tu veterinario sobre cualquier cambio en el comportamiento de tu mascota, ya que los animales a menudo expresan problemas físicos subyacentes a través de un cambio de comportamiento. Por ejemplo, los dolores de cadera o espalda pueden provocar uno o más de los comportamientos que se enlistan a continuación.
1. Ansiedad. Los perros que son propensos a sufrir ansiedad cuando son jóvenes y adultos (por ejemplo, aquellos con fobias al ruido o ansiedad por separación) a menudo se vuelven más ansiosos a medida que envejecen. El entrenamiento de comportamiento con refuerzo positivo podría ser ideal para frenar el comportamiento relacionado con la ansiedad en tu perro, y sin duda no puede hacerle daño mientras no te centres en los resultados.
Es importante comprender que al igual que has tenido que pasar por cierto nivel de ansiedad con tu mascota durante años, es posible que se magnifiquen esos problemas a medida que envejece, pero las clases de socialización y diversión (incluyendo el olfateo) son una excelente manera de ayudar a controlar los comportamientos basados en la ansiedad y generar confianza. El CBD, la manzanilla y la rhodiola también podrían beneficiar a los perros propensos a sufrir ansiedad, además de controlar su entorno.
2. Hipersensibilidad, miedos y fobias. Si tu mascota mayor tiene problemas de visión o audición, incluso tu propia casa puede convertirse en un lugar aterrador. Las mascotas se desarrollan mejor con una rutina y regularidad, y esto es muy cierto en los perros adultos que tienen problemas incluso para recorrer el entorno familiar.
En esta etapa de vida de tu perro, es importante que seas consistente con su espacio. No cambies de lugar de forma arbitraria sus platos de comida y agua, su jaula, su cama o sus juguetes. Trata de evitar el reacomodo de los muebles de tu casa. La hora de comer y las salidas para hacer sus necesidades deben ser consistentes de un día a otro, así como el tiempo para hacer ejercicio y jugar.
Si tu perro se está volviendo más sensible a los sonidos de la casa o del vecindario, pon un poco de música de fondo o mantén encendida la televisión para opacar el ruido. La ashwagandha puede ser beneficiosa para los perros hipersensibles, si se administra con regularidad.
3. Vocalizar. La vocalización excesiva es más común en los gatos mayores que en los perros, pero si tu perro se ha vuelto más "hablador", puede ser inquietante porque no sabes lo que necesita. La vocalización excesiva podría ser por la desorientación provocada por el declive de sus funciones cognitivas. También podría significar que tu perro no escucha tan bien como antes, o que siente dolor.
Si el veterinario ha descartado cualquier condición médica subyacente, intenta entrenar a tu perro a responder a una ligera señal verbal como “silencio” o “shhh” y prémialo por sus esfuerzos. Sin embargo, ten en mente que es posible que no se dé cuenta de que está haciendo ruido, en cuyo caso es probable que no aprenda a callarse con una orden verbal. Si ese es el caso, solo deberás distraerlo cuando vocaliza hablándole en voz baja y tranquilizadora.
4. Inquietud nocturna. Algunos perros mayores desarrollan problemas para dormir durante toda la noche. Los problemas relacionados con el envejecimiento que podrían ser la causa de este cambio en el comportamiento del perro son: pérdida de la vista o audición que afecta la calidad del sueño, necesidad de orinar más seguido o una mayor respuesta a ruidos que antes no le molestaban.
Todos los perros, incluyendo a los adultos y ancianos, necesitan hacer diariamente ejercicio apropiado para su edad y condición. Si tu perro hace ejercicio a diario, intenta aumentar el tiempo que pasa jugando o caminando. Si no hace mucho ejercicio, comienza a aumentar su nivel de actividad diaria. El objetivo es cansarlo físicamente para que pueda dormir mejor durante la noche.
Si tu perro necesita salir a orinar a media noche y está saludable (confirmado por un veterinario), podría estar tomando demasiada agua antes de dormir. Intenta retirar su plato de agua después de la cena y asegúrate que salga a orinar justo antes de irte a la cama.
Permite que tu perro duerma en tu habitación. Dormir cerca de sus humanos debería ayudar a aliviar la ansiedad que podría contribuir a su agitación nocturna. La melatonina y raíz de valeriana también pueden ser muy beneficiosas.
5. Hacer sus necesidades en lugares inapropiados. Si tu perro mayor parece haber olvidado donde hacer sus necesidades, existen varias causas posibles, ninguna de las cuales implica una desobediencia deliberada. Lo primero que debes hacer es concertar una cita con tu veterinario para descartar cualquier proceso patológico subyacente.
Después de eso, habrá que investigar otras posibles causas, como menor movilidad, necesidad más frecuente de defecar o un menor control de su vejiga o intestino.
Los primeros pasos que se pueden tomar para resolver el problema son: sacarlo con más frecuencia para que haga sus necesidades o implementar (o volver a implementar) el uso de una jaula. También, es importante reconocer la diferencia entre el goteo de orina, sobre el cual tu perro no tiene ningún control, sin importar cuántas veces salga y orine.
6. Comportamiento compulsivo. Estos son comportamientos repetitivos que tu perro puede realizar una y otra vez, sin razón aparente. Pueden incluir lamerse constantemente (por lo general en una parte específica del cuerpo, como una pata), lo que puede causar llagas. Otros comportamientos incluyen perseguir su cola de forma repetitiva, girar, saltar, caminar de un lado a otro, “morder el aire” y mirar fijamente al vacío.
Si un chequeo completo no muestra ninguna causa médica sobre el comportamiento obsesivo de tu perro, tu perro podría hacerlo para aliviar sensaciones de ansiedad o conflicto.
Una forma de intentar romper el ciclo es solo detenerlo tan pronto como comience el comportamiento, al hablarle con calma y tranquilizarlo o masajearlo, mejor aún, involucrar sus habilidades de pensamiento con un juego mental (los juegos de rompecabezas para perros Nina Ottosson y My Intelligent Pets son excelentes opciones).
Si el comportamiento obsesivo es muy peligroso o dañino y no crees poder controlarlo, habla con un veterinario holístico o con un especialista del comportamiento animal.
7. Destructividad. Algunos perros se vuelven destructivos a medida que envejecen, una situación que puede ser muy perturbadora para los miembros de la familia. Es posible que pierdas una o dos de tus preciadas pertenencias durante esta etapa de la vida de tu mascota, o también podría volcar sus impulsos destructivos hacia sí mismo.
Algunos perros de edad avanzada desarrollan pica (comer objetos que no son alimentos) por primera vez. Otros parecen tener el impulso de lamer, chupar o masticar sus propias partes del cuerpo, las de otros miembros de la familia u objetos del hogar. Excavar y rascarse también puede convertirse en un problema. La mayoría de estos comportamientos pueden basarse en el aburrimiento, por lo que mantener el enriquecimiento ambiental y el ejercicio aeróbico son estrategias muy importantes para estos animales.
Una vez más, asegúrate de hablar con tu veterinario sobre cualquier tendencia destructiva que desarrolle tu perro para descartar una causa física subyacente. Mientras tanto, deberás proteger tu hogar y pertenencias, y asegurarte de que tu mascota tenga suficientes huesos crudos y masticables para roer, pero solo si estás cerca para supervisarlo.
8. Agresión. Además de una menor capacidad para escuchar, ver y oler debido a la edad, tu perro podría sobresaltarse más fácil y, en algunos perros, esto puede causar agresión sin causa alguna. La situación requerirá cierta investigación de tu parte, con ayuda de tu veterinario, para encontrar las causas específicas o los detonadores de tal comportamiento, con el fin de poder implementar algún tratamiento o protocolo para su modificación.
Inscribirlo en clases de entrenamiento positivo (obediencia, olfateo, agilidad, etc.) dentro del marco de los 8 años, cuando el comportamiento agresivo puede alcanzar su punto máximo es una excelente manera de ayudar a mantener las interacciones de un perro con otros humanos y animales de manera controlada, positiva y centrada en las relaciones.
Los cambios significativos en el comportamiento también podrían requerir la ayuda de un veterinario conductista, por lo que deberías comunicarte con uno lo antes posible si tu perro de edad avanzada presenta episodios de comportamiento agresivo sin causa alguna.