Hoy en día, existen muchos felinos que viven hasta el final de la adolescencia y llegan o superan los 20 años. Con un cuidado excelente, tu gato puede estar entre este creciente grupo de mascotas longevas, salvo que padezca una enfermedad terminal o intratable.
Independiente de la edad actual de tu mascota, siempre es el momento perfecto de tomar las medidas necesarias para brindarle la mejor atención posible, y esto se duplica si es un gato mayor o geriátrico.
Señales de deterioro de la salud de tu gato mayor
Alrededor de los 10 años, los gatos se consideran mayores y muchos comienzan a presentar problemas. Es posible que notes que tu gatito no salta sobre las cosas con la misma frecuencia como antes ni sube a la percha más alta del árbol para gatos. Pero dicho esto, es importante comprender que, al igual que nosotros, los gatos envejecen a ritmos diferentes, por lo que puedes observar signos de deterioro en los gatitos de 8 años, mientras que los de 14 años tienen la vitalidad de un gato más joven.
Independientemente de su edad, los gatos que viven dentro de casa prosperan cuando se les proporciona una rutina diaria. Los gatitos mayores, en particular, tienden a estresarse mucho cuando existe algo nuevo o diferente en su entorno.
Otro cambio sutil que puedes notar es que tu gato ya no te espera en la puerta cuando vuelves a casa. Asimismo, puede estar jugando menos y durmiendo más. Muchos gatos tienden a ser más comunicativos a medida que envejecen, y se asustan más fácil por ruidos extraños o fuertes.
Los gatos que envejecen también pueden desarrollar muchas de las mismas afecciones de salud que padecen los humanos, como artritis, problemas renales, enfermedades de la tiroides o diabetes. Es por eso que le recomiendo a todos los padres de mascotas con un gato (o perro) mayor de 7 años a programar dos veces al año exámenes veterinarios de bienestar. Al monitorear cada año el funcionamiento de los órganos internos de tu gato, te sentirás seguro de que no se ignorarán los primeros cambios en sus órganos cuando sean más fáciles de tratar.
Durante estas visitas, asegúrate de informarle a tu veterinario sobre cualquier cambio de comportamiento que hayas notado, ya que eso puede proporcionar pistas importantes sobre algún problema. También es importante controlar su peso, ya que el aumento o la pérdida de peso es un gran problema en las mascotas mayores.
Estás a tiempo de que tu veterinario proactivo te sugiera agentes condroprotectores para retardar el desarrollo de la artritis junto con otros suplementos que podrían tratar los cambios menores relacionados con la edad que ocurren en los ojos, boca o los órganos de tu gato.
Cuidados especiales para tu gato 'mayor'
Para cuando tu gato alcance los 12 a 14 años de edad, existe la posibilidad de que sus movimientos sean más lentos y que experimente una pérdida de visión y audición. También podría ser menos tolerante al frío. Muchos gatos mayores desarrollan un deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento, por lo que hacer cambios pequeños en su entorno o rutina puede causarles mucho estrés.
Es posible que tu gatito mayor se enoje más fácil y presente una necesidad por dormir más. Si en casa viven niños o perros, todos deberán aprender a acercarse al gatito de una manera tranquila. En casas con muchas mascotas, es muy importante evitar que las más jóvenes intimiden a las mayores, ya que podrían sentir que se está generándose un cambio en el orden jerárquico.
También es posible que notes que tu gato prefiere estar solo. Si este es el caso, puedes incrementar sus sentimientos de seguridad al hacer de su escondite favorito un lugar cálido y cómodo al que pueda retirarse cuando quiera.
Sin embargo, también es importante recordar que los gatos mayores necesitan interactuar con sus humanos de forma regular, por lo que debes dedicarle un poco de tiempo. Puedes jugar un poco con él, cepillarlo o peinar su pelaje si le gusta, o solo acariciarlo y acurrucarse juntos.
Los chequeos veterinarios ahora incluirán un examen más completo, que incluye un examen físico y análisis de muestras de sangre, orina y heces. Los resultados ofrecerán un resumen del funcionamiento de los órganos y cualquier problema potencial.
Tu veterinario también comprobará el estado del corazón, ojos, pelaje, piel, patas, uñas, dientes y las encías de tu gatito. El protocolo de suplementos de tu gato se actualizará para tratar cualquier síntoma nuevo o cambios mínimos en los análisis de sangre que justifiquen un apoyo nutricional adicional.
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Situación de tu gato a los 15 años
Una vez que tu gatito alcance la edad de 15 años, se considera un gato geriátrico (incluso si aún no se nota), que es el equivalente a casi 76 años humanos. Sus movimientos y pensamientos son más lentos, y podría presentar uno o más problemas relacionados con la edad. Tal vez no esté tan alerto o receptivo como antes, y en ocasiones podría parecer confundido.
Si todavía goza de buena salud, es probable que duerma mucho (incluso para un gato), vocalice más e interactúe menos con los miembros de la familia. Es posible que no se acicale como solía hacerlo y, en ocasiones, podría cometer "accidentes" fuera de su caja de arena.
No existe razón para alarmarse, siempre y cuando tu gato visite al veterinario al menos dos veces al año y entre esas visitas se monitoreé para detectar cambios de salud o de comportamiento significativos o repentinos.
Aunque los análisis de sangre pueden cambiar entre exámenes, si controlas el funcionamiento de sus órganos en cada visita, podrás identificar qué sistemas necesitan más apoyo. Tu veterinario podría sugerir volver a analizar los valores que están fuera del rango antes de los 6 meses.
Trata de no enfadarlo, ya que todavía es un gato y le gusta iniciar interacciones bajo sus propios términos. Has todo lo posible para minimizar el estrés al mantener una rutina diaria constante y proporciónale un lugar tranquilo y acogedor equipado con ropa de cama cómoda y uno o dos juguetes.
En sus visitas regulares de bienestar, asegúrate de mencionar cualquier cambio, por ejemplo, un incremento o disminución del apetito o consumo de agua, estreñimiento o incontinencia, comportamiento agresivo o confusión mental. Tu veterinario revisará su protocolo de suplementos geriátricos para asegurarse de tratar de forma correcta las necesidades actuales de tu gato.
También debes estar atento a las señales de dolor, como esconderse, rechinar los dientes, jadear, falta de aire, pérdida de interés en la comida o rechazo a moverse. Si notas que está perdiendo peso, debes pesarlo al menos una vez al mes e informarle a tu veterinario sobre cualquier cambio entre las visitas.
5 formas de proporcionarle una buena calidad de vida a tu gato mayor
1. Pasa tiempo con tu gato todos los días. Dedícale tiempo diario a tu gatito. Si le gusta que lo cepillen o peinen, integra eso en su rutina diaria para ayudarlo a acicalarse. Los gatos mayores suelen valorar mucho cuando recortas el pelo alrededor del área perineal.
Asegúrate de proporcionarle la comida a la misma hora, junto con el tiempo de juego y las caricias. La hierba gatera o vid plateada orgánicas pueden ser una forma muy eficaz para animar a tu gato a jugar.
2. Proporciónale una alimentación nutricionalmente óptima y específica para cada especie. Al contrario de lo que creen muchos padres de gatos e incluso veterinarios, las mascotas mayores necesitan más proteínas saludables que sus contrapartes más jóvenes, y la calidad es de vital importancia.
Cuanto más digerible y asimilable sea la proteína, y cuanto mayor sea el contenido de humedad en los alimentos, más fácil será de procesar. Si no has reemplazado las croquetas por alimentos con más humedad, cuanto antes lo hagas, más saludable estará tu gato.
Proporciónale a tu gato una alimentación nutricionalmente balanceada, rica en antioxidantes y especial para carnívoros que incluya grasas esenciales omega-3 como el aceite de kril. Permítele cumplir su impulso de cazar presas al tratarlo con un comedero de caza para uso en interiores que contenga pequeñas cantidades de golosinas de carne liofilizada.
Asegúrate de fomentar el consumo de agua y ponle varios tazones de agua en plato de acero inoxidable por toda la casa o una fuente para beber, además de minimizar o (de preferencia) eliminar las croquetas. Si es adicto a una alimentación procesada de mala calidad y los esfuerzos para mejorar los alimentos que consume no han funcionado, puedes agregar un poco de humedad en su comida en forma de caldo de huesos.
3. Proporciónale los suplementos adecuados. Ofrécele SAMe (S-adenosilmetionina) que es una forma segura y eficaz de detener el deterioro mental, mejorar la movilidad y ayudar a desintoxicar el hígado. Consulta a tu veterinario integrador para conocer la dosis adecuada.
La desintoxicación periódica con cardo mariano, superóxido dismutasa (SOD) y diente de león también puede ser muy buena, al igual que proporcionar superalimentos verdes en forma de pasto para mordisquear. También le puedes ofrecer clorofila, chlorella o espirulina en forma de suplemento para mejorar sus procesos de desintoxicación.
Se ha demostrado que los triglicéridos de cadena media (MCT, por sus siglas en inglés) son seguros para los gatos y pueden mejorar el metabolismo energético del cerebro y disminuir la acumulación de proteína amiloide que resulta en lesiones cerebrales en las mascotas de edad avanzada.
El aceite de coco es una fuente rica de MCT y también podría reducir los problemas de bolas de pelo. Si tu gato lo consume sin ningún problema, te recomiendo añadir hasta 1/4 de cucharadita por cada 10 libras de peso corporal dos veces al día para obtener un apoyo básico de MCT. Para empezar, agrega una gota a la vez.
Para los gatitos mayores que merodean en la casa por la noche y vocalizan, puedes utilizar un producto de CBD diseñado para gatos que además de ofrecer un efecto calmante también pueda ayudar con el dolor. También utilizo rodiola, valeriana, manzanilla y l-teanina que proporcionan buenos resultados en gatos inquietos. Siempre asegúrate de controlar su función tiroidea, en especial si notas mayor actividad nocturna y vocalizaciones antes de comenzar con los suplementos.
4. Proporciónale oportunidades para la estimulación física y mental. Mantén el cuerpo y la mente de tu gato activos con ejercicio regular y apropiado para su edad, condición física (los juguetes de plumas aún podrían ser atractivos) y estimulación mental (los juguetes para liberar golosinas escondidos en la casa pueden ser beneficiosos).
Piensa en formas creativas de enriquecer el ambiente de tu gato y si nunca toca la superficie de la tierra de forma directa (la mayoría de los gatos domésticos no lo hacen), considera un tapete para grounding para ayudar a reducir la acumulación de campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés).
El masaje regular puede mantener tonificados los músculos de tu gato mayor y reducir la distensión que se produce con el envejecimiento. Los masajes aflojan los músculos, lo que facilita el rango de movimiento de tu mascota. El masaje también mejora la circulación, estimula el drenaje linfático y alivia la rigidez de las articulaciones, y es algo que puedes aprender a hacer desde casa.
5. Proporciónale comodidad al cuerpo de tu gato mayor. Si tu gato parece estar físicamente incómodo, no debes asumir que es parte del envejecimiento. Es importante que visites a un veterinario para verificar que no le duela nada. Mientras más rápido se diagnostiquen y se traten los problemas de salud, mejor será el resultado.
Mantener a tu gato en un peso saludable y físicamente activo te ayudará a controlar su artritis y enfermedad degenerativa de las articulaciones a medida que envejece. Los ajustes quiroprácticos y la acupuntura también pueden ser ideales para mantenerlo en movimiento en sus últimos años.
Existen muchos suplementos que puedes incluir en la alimentación de tu gato para ayudar a mantener saludables sus tendones, ligamentos, articulaciones y cartílagos. Estos incluyen:
- Sulfato de glucosamina con MSM, membrana de cascarón de huevo y mejillón perna para relantizar la degeneración de los cartílagos
- Las grasas omega-3 (aceite de kril) ayudan a desinflamar
- Fórmulas naturales antiinflamatorias o para el manejo del dolor (hierbas, homeopáticos y nutracéuticos, incluyendo las mezclas de boswellia)
Además, habla con tu veterinario sobre un Assisi Loop, que puede ser muy beneficioso para gatos con artritis.
También asegúrate de que tu gato pueda entrar y salir de su caja de arena de forma fácil; igualmente, controla sus hábitos de la caja de arena a diario. Recuerda que los gatitos son muy hábiles para ocultar la artritis y otros dolores y molestias, lo que puede limitar su capacidad para trepar cosas elevadas.