Los animales salvajes pueden comunicarse con los humanos

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Historia en Breve

  • Se ha demostrado que los animales domésticos no son los únicos que pueden comunicarse con los seres humanos
  • Investigaciones recientes indican que un canguro salvaje fue capaz de aprender de forma rápida a utilizar su mirada para pedir la ayuda de un humano para abrir una caja cerrada que contenía premios
  • Los canguros del estudio también utilizaron un método de "alternancia" de miradas al momento de pedir ayuda, es decir, miraron al investigador y luego a la caja cerrada, como si le mostraran al humano con qué necesitaban ayuda
  • Los resultados de este estudio demuestran la necesidad de realizar más investigaciones cognitivas en animales salvajes

Durante mucho tiempo, los expertos creyeron que la capacidad de los animales para comunicarse con los humanos era el resultado de la domesticación, por lo que los animales salvajes no podían aprender a comunicarse con nosotros. Sin embargo, los resultados de un novedoso y fascinante estudio que realizaron investigadores universitarios del Reino Unido y Australia, demuestran todo lo contrario. Un comunicado de prensa de la Universidad de Roehampton en Londres señala que:

"De acuerdo con el primer estudio de su tipo que realizó la Universidad de Roehampton y la Universidad de Sydney, los animales que nunca han sido domesticados, como los canguros, pueden comunicarse de manera intencional con los humanos, lo que contradice la teoría de que este comportamiento suele ser exclusivo de animales domésticos como perros, caballos o cabras".

Los canguros tienen la capacidad de pedirle ayuda a los humanos

El video esta disponible solo en inglés

Se estima que hay 50 millones de canguros que deambulan libremente por Australia, que es más o menos el equivalente a la cantidad de venados que hay en toda Europa. Además, hay miles de canguros más que viven en los zoológicos, parques y santuarios de Australia con fines educativos o de protección.

Para el estudio, investigadores en tres lugares de Australia — el Parque de Reptiles de Australia, el Zoológico de Vida Silvestre de Sydney y la Cooperativa de Protección al Canguro — decidieron estudiar a los canguros, un animal que nunca ha sido domesticado. El primer paso fue entrenar a los canguros para que encontraran premios (pedazos de zanahoria, maíz o batata) en una caja pequeña.

Después, los investigadores utilizaron una técnica que se conoce como "tarea del problema sin solución", en el que colocaron comida en la caja, luego la cerraron de una manera que sería imposible de abrir para los canguros y observaron su comportamiento.

Al igual que los animales domesticados en experimentos anteriores, los canguros utilizaron constantemente la mirada para pedir ayuda al humano en el experimento en lugar de intentar abrir la caja ellos mismos, un comportamiento que se pensaba era el resultado directo de la domesticación.

"Me miraban directamente a la cara, como lo haría un perro o una cabra, y volvían a mirar la caja, y algunos incluso se acercaban y me rascaban la rodilla como un perro pateando [para llamar la atención]", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Alan McElligott de la Universidad de Roehampton, para la publicación en línea New Scientist.

"Esto sucedió con todas las subespecies, desde los canguros grises occidentales que son más 'amigables' (Macropus fuliginosus fuliginosus) hasta los canguros grises orientales que suelen ser más 'asustadizos' (Macropus giganteus) y los canguros rojos (Macropus rufus). Me sorprendió mucho", dijo McElligott, al referirse a las dos especies menos dóciles.

"Pensé que esas dos especies ni siquiera completarían el protocolo de entrenamiento".

Diez de los 11 canguros acudieron a los investigadores en busca de ayuda, y nueve también mostraron "alternancia de miradas", lo que significa que miraron hacia adelante y hacia atrás entre la caja y el investigador. Las alternancias de mirada se consideran una forma mejorada de comunicación. En este caso, los canguros no solo buscaban la ayuda del humano, sino que también intentaban mostrarle para qué necesitaba su ayuda, al alternar su mirada entre la persona y la caja.

"En especies que no tienen manos para señalar, mirar a los humanos cuando se trata de alimentos inaccesibles durante una tarea sin solución y, en particular, alternar la mirada entre un humano y la tarea sin solución, suele interpretarse como intentos de comunicación intencional referencial", explicó McElligott.

"Este tipo de comunicación se considera un requisito previo para la lectura de la mente porque representa una forma de planificación mental".

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Comunicarse a través de las miradas no es una respuesta exclusiva de la domesticación

Un estudio previo, demostró que las cabras pueden comprender las señales humanas (por ejemplo, señalar) para recopilar información sobre su entorno. Curiosamente, los perros, las cabras y los canguros son criaturas sociales por naturaleza, y el estudio más reciente sugiere que estos animales pueden tener la capacidad de modificar sus comportamientos sociales normales para interactuar de manera efectiva con los humanos.

"Con este estudio [más reciente], nos dimos cuenta que los animales pueden comunicarse con los humanos y que el comportamiento de mirar a los humanos para acceder a los alimentos no se relaciona únicamente con la domesticación", explicó McElligott. "De hecho, los canguros mostraron un patrón de comportamiento muy similar al que hemos visto en perros, caballos e incluso cabras cuando se les hizo la misma prueba.

Nuestra investigación demuestra que hemos subestimado el potencial de comunicación intencional referencial de los animales, lo que es un gran avance en esta área. Los canguros son los primeros marsupiales que se estudian de esta manera y los resultados positivos deberían conducir a más investigaciones cognitivas más allá de las especies domésticas habituales".

La coautora del estudio, la Dra. Alexandra Green, de la Facultad de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Sydney, señala que, si bien los canguros son una especie australiana icónica adorada en todo el mundo, también se considera una plaga.

"Esperamos que esta investigación ayude a las personas a comprender que los canguros son animales muy inteligentes", dijo Green.

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