Los caballos han interactuado con los humanos durante más de 6000 y se estima que Estados Unidos es hogar a cerca de 9.5 millones caballos. Al principio, los caballos se utilizaron como medio de transporte debido a su velocidad y potencia, y gracias a ellos los humanos lograr viajar más rápido y más lejos de lo que era posible.
Con la ayuda de los caballos, "las tribus se unieron en imperios, los viajes a distancia se volvieron viables y las culturas y los idiomas lograron expandirse", señaló el Equine Heritage Institute, que describió a los caballos como "héroes olvidados".
Las personas que tienen caballos saben que el lazo que los une es muy fuerte y los jinetes suelen decir que se sienten contactados con su caballo porque creen que tiene una manera de entender sus emociones. Esta conexión es muy real y así lo demuestran varios estudios, incluyendo el que se publicó en Current Biology, el cual descubrió que los caballos recuerdan las expresiones faciales de las personas y usan esa información en futuras interacciones.
Los caballos recuerdan las expresiones faciales de los humanos
Al igual que otras especies, los seres humanos utilizan expresiones faciales para transmitir sutiles señales sociales y emocionales. Y esta capacidad de recordar expresiones faciales pasadas se puede utilizar como antecedente para socializar o bien, evitar situaciones agresivas con esa misma persona, en un futuro.
Aunque se sabe que algunos animales pueden recordar a las personas que los han lastimado en el pasado, en esta ocasión, los investigadores de la Universidad de Sussex querían saber si los animales podían formar recuerdos duraderos de las personas al observar sus expresiones faciales. Para descubrirlo, realizaron una serie de experimentos en los que mostraron fotografías de rostros humanos felices y enojados a caballos domésticos.
Varias horas después, la misma persona de la fotografía se encontró con el caballo, pero ahora con una expresión neutra en su rostro. Al seguir la dirección de la mirada del caballo, los investigadores descubrieron que, si la persona formaba parte del grupo de expresión facial de enojo, el caballo la percibía de una forma más negativa.
Ya se había demostrado que los animales suelen ver los eventos negativos con el ojo izquierdo, ya que el hemisferio derecho del cerebro procesa los estímulos amenazantes (y la información que ve el ojo izquierdo se procesa en el hemisferio derecho del cerebro).
En un estudio, 28 caballos pudieron distinguir entre expresiones faciales felices y enojadas cuando se les enseñaron fotografías de personas con diferentes expresiones faciales.
Los caballos utilizan señales faciales como guía para su comportamiento a futuro
Los resultados sugieren que los caballos "descifran" las señales del estado emocional de los humanos y luego se basan en los recuerdos de esas emociones para guiar sus interacciones futuras con individuos específicos.
"Lo que descubrimos", dijo la coautora del estudio Karen McComb de la Universidad de Sussex en un comunicado de prensa, "es que los caballos no solo pueden percibir las expresiones faciales humanas, sino que también pueden recordar el estado emocional que tenía esa persona durante su primera interacción y guiarse a partir de ese recuerdo para futuros encuentros. En esencia, los caballos tienen memoria para las emociones".
Curiosamente, los caballos también reconocen y distinguen las expresiones faciales de otros caballos; de hecho, es más probable que se acerquen a fotografías de caballos con expresiones faciales positivas y relajadas, y eviten las que demuestran expresiones faciales agresivas.
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Los caballos mandan señales a los humanos cuando necesitan ayuda
Según investigadores de la Universidad de Kobe en Japón, otro ejemplo de cómo interactúan los caballos y los humanos es que los caballos pueden "pedir" ayuda a los humanos a través de señales visuales como mirar a sus cuidadores, o táctiles como darles un leve empujón. Los investigadores escondieron zanahorias debajo de un balde y luego colocaron el balde en un lugar en el que un grupo de ocho caballos no tenía acceso. Los cuidadores de los caballos entraron al lugar, sin saber que había comida escondida cerca.
Los caballos no solo se quedaron parados, sino que comenzaron a pedir ayuda a sus cuidadores a través de pistas visuales y táctiles. En un segundo experimento, los investigadores analizaron si los caballos alteraron sus comportamientos con base en el conocimiento de los cuidadores sobre la comida oculta.
Resultó que los comportamientos de señalización de los caballos aumentaron significativamente cuando los cuidadores no habían visto el escondite de la comida, lo que sugiere que "los caballos alteran su comportamiento comunicativo hacia los humanos de acuerdo con el estado de conocimiento de los humanos".
Los caballos nos han acompañado desde hace miles de años
Aunque los perros suelen ser el animal doméstico que más se relaciona con los humanos, los caballos no se quedan atrás.
"Una vez domesticado, el caballo estaba listo para alcanzar la grandeza debido a su anatomía, fisiología y sociabilidad", según el Equine Heritage Institute. "Como animal de manada con un orden jerárquico en la naturaleza, aprendió la subordinación permitiendo que el hombre se convirtiera en su jefe y maestro".
Hoy en día, se sabe que los caballos ayudan a reducir los niveles de estrés en niños y que la terapia asistida por equinos se utiliza para ayudar a las personas con una serie de problemas de salud, incluyendo el trastorno de estrés postraumático. También se ha sugerido que el contacto, a través de la equitación, es una forma en que los humanos y los caballos se comunican y se vinculan, al lograr sincronizarse entre sí después de horas de trabajar juntos.
De hecho, como señala la revista Animals, los humanos se vinculan con los caballos no solo a través del contacto corporal sino también a través de la transferencia emocional:
"Desde el contacto cuerpo a cuerpo (el aspecto más inmediato de la interacción) hasta la transferencia emocional (el sofisticado proceso de conectar a los individuos a través de las emociones), los caballos y los humanos se volvieron capaces de coordinar actividades fisiológicas a través de este vínculo, lo que posteriormente aumentó la similitud en la forma en que ambos perciben y experimentan su mundo común".
Y no me sorprende que los caballos reconozcan y recuerden las expresiones faciales de los humanos, incluso al mirar una fotografía, y utilicen esos recuerdos para guiar su comportamiento con esa persona en el futuro. Ya que son unas de las criaturas más intuitivas y sensibles del planeta.
Lo que demuestra este estudio son las muchas complejidades que rodean el vínculo entre los humanos y los caballos, y cómo los dueños de caballos se sintonizan con sus animales para desarrollar un lazo profundo y duradero.