Los episodios de vómito o tos con bolas de pelo, que se presentan en muchos gatos de forma semirregular, pueden sonar de manera parecida al asma. Esta es la razón por la que los dueños de mascotas pueden llevarse una sorpresa al descubrir que su gato tiene un trastorno que obstaculiza su capacidad para respirar.
El asma felina es una afección reconocida y se estima que entre el 1 y el 5% de los gatos en Estados Unidos padecen asma aguda o crónica.
En los gatitos con asma, los bronquios (vías respiratorias), que son dos tubos delgados que van desde la tráquea hasta los pulmones, se inflaman e hinchan en respuesta a la reacción excesiva del sistema inmunológico ante la presencia de un alérgeno. Esto causa espasmos en los músculos de las vías respiratorias, lo que hace que se contraigan (estrechen) y dificulten el flujo del aire dentro y fuera de los pulmones del gato.
Síntomas y factores desencadenantes del asma felina
Los gatos con asma tienen impedimentos para respirar profundamente, pero, ante ojos inexpertos, esto no suele dar indicios de la presencia de un problema respiratorio. Los gatos con asma suelen desarrollar un sonido seco semejante al de náuseas o vómito, por lo que es común que los diagnostiquen como si tuvieran bolas de pelo en primera instancia.
(Para aquellos que se preguntan acerca de la oreja y el ojo de este gatito, su dueño lo adoptó de un refugio e indica que tuvo un pasado difícil, además de que no solo padece asma sino también diabetes).
Algunos de los síntomas típicos son la dificultad para respirar, la intolerancia al ejercicio y las sibilancias, que pueden sonar como un suspiro o un silbido agudo.
Incluso si la tos seca es el único síntoma evidente que presenta tu gato, eso no determina la gravedad de esta afección. Los gatitos pueden padecer un asma muy grave, pero presentar muy pocos síntomas. Algunos gatos no presentan síntomas hasta que de un momento a otro ya no pueden respirar. Un ataque de asma agudo puede ser mortal.
La contracción repentina de las vías respiratorias puede ocurrir sin razón aparente, o puede ser el resultado de una reacción alérgica a los desencadenantes inhalados como los que se mencionan a continuación. El veterinario Dr. Richard Goldstein, profesor de medicina de animales pequeños en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, describe el típico inicio de un ataque de asma:
"El gato está en reposo, sin hacer nada o jugando y se detiene de repente. Su respiración se vuelve más rápida y el gato comienza a intentar tomar aire con la boca abierta. Su pecho y abdomen se mueven hacia arriba y hacia abajo de manera anormal, la respiración es superficial y rápida. Si escuchas con atención, es posible que detectes un sonido sibilante cuando el gato exhala".
En los gatos, respirar con la boca abierta o jadear es una señal de alerta de que puede tener asma. Los gatos braquicefálicos con caras achatadas, como los persas y los himalaya, son más susceptibles a problemas respiratorios, incluido el asma. Los posibles desencadenantes del asma en los gatos incluyen:
Humo de tabaco |
Ácaros de polvo |
Polvo de arena para gatos |
Humo de la chimenea o de una vela |
Gases de productos de limpieza del hogar, aerosoles y aromatizantes |
Productos químicos ignífugos |
Pasto, árboles y polen |
Gases residuales de la tapicería |
Moho y hongos |
Ciertos alimentos |
El asma afecta por igual a gatos jóvenes, viejos, machos y hembras. Puede existir o no un componente genético en el trastorno. Estoy convencida de que, así exista una predisposición genética, los contaminantes y los alérgenos del aire y del medioambiente son los que desencadenan la afección.
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Diagnóstico del asma en gatos
Es muy importante que el diagnóstico de tu gato se realice con precisión ya que los síntomas del asma también se observan en otras enfermedades. De hecho, es común que se diagnostique asma en los gatos que padecen alguna enfermedad cardíaca, por lo que vale la pena asegurarte que sea un diagnóstico correcto.
A veces, solo es necesario mirar a un gatito que hace un gran esfuerzo para respirar. A menudo, la respiración es rápida y poco profunda, mientras que el abdomen trabaja más de lo normal para expulsar el aire. Tal como se mencionó con anterioridad, también puedes notar que tu gato jadea o respira con la boca abierta, lo cual es natural en perros, pero no en gatos sanos.
Si el gato puede mantenerse quieto y sin dificultad para respirar, se debe tomar una radiografía de tórax. Una radiografía puede ser de utilidad para hacer un diagnóstico acertado; sin embargo, los cambios pulmonares no siempre son visibles con este tipo de imágenes, por lo que a veces se requieren diagnósticos adicionales.
Un lavado transtraqueal es un procedimiento que recupera las células de las vías respiratorias inferiores y puede ser útil para diagnosticar el asma en los gatos que experimentan síntomas, pero cuyas radiografías son normales. Otra prueba de diagnóstico es la broncoscopia, que consiste en pasar una pequeña cámara por los bronquios para que el veterinario o especialista pueda observar el interior de los pulmones.
Otras afecciones que pueden imitar los síntomas del asma son las alergias sistémicas, lo que incluye las alergias alimentarias, al igual que los gusanos pulmonares y la infección por dirofilaria immitis (gusano del corazón). La gravedad del asma felina se divide en cuatro categorías:
- Asma leve, es donde los síntomas se producen de forma intermitente, pero no a diario, y no interfieren con la calidad de vida del gato
- Asma moderada, donde los síntomas no ocurren diario, pero son más severos y debilitantes cuando ocurren
- Asma severa, donde los síntomas son significativamente debilitantes y ocurren todos los días
- Asma mortal, donde la contracción de las vías respiratorias puede resultar en una incapacidad completa para respirar, que da como resultado la privación de oxígeno
Es obvio que, si tu gato está en la etapa 4, debes buscar atención médica inmediata con tu veterinario o en el hospital veterinario de emergencia más cercano. Incluso si la condición de tu gatito es leve, es importante trabajar con tu veterinario para evitar la progresión a una etapa más grave, lo que puede ocurrir en poco tiempo.
Opciones de tratamiento
Si tu gato está en crisis, tu veterinario o el personal de la clínica de emergencias para animales le administrarán una pequeña dosis de epinefrina que puede resolver un ataque de asma en tan solo 15 minutos. Al mismo tiempo, por lo general se le administrará oxígeno puro.
En algunas situaciones agudas, se requiere una inyección de corticosteroides o un tratamiento de inhalación a través del nebulizador. Estos medicamentos, como todos los demás, tienen efectos secundarios, en especial los más fuertes como los esteroides. Una vez que tu gato se estabilice y su estado deje de ser crítico, es importante que tu veterinario determine el motivo de la crisis y cómo puedes intentar prevenir que vuelva a suceder.
El asma felina es una enfermedad crónica y progresiva que en la mayoría de los casos se puede controlar, pero por desgracia no se cura. El objetivo del tratamiento es prevenir la contracción de las vías respiratorias y reducir la frecuencia y la gravedad de los ataques de asma.
Si un gatito tiene asma, lo primero que debes hacer es intentar determinar qué factores en su entorno desencadenan estos síntomas. ¿Se encontraba cerca de ti cuando usaste spray para el cabello? ¿Recientemente remodelaste y liberaste gases químicos en alfombras, pinturas o muebles nuevos? ¿El exterminador de plagas estuvo en tu casa en los últimos días? ¿Usas aromatizantes en tu hogar? He visto que todas estas cosas desencadenan el asma en mis pacientes felinos.
Te recomiendo hablar con un veterinario integral sobre remedios naturales para controlar la inflamación pulmonar y promover la salud respiratoria en tu gato una vez que hayas eliminado los posibles desencadenantes. Considero que los esteroles y esterolinas vegetales extraídos de forma natural (de una farmacia holística) son beneficiosos para estos pacientes, al igual que las hierbas chinas y homeopáticas. La terapia de nebulización también puede ser muy beneficiosa.
Asimismo, toma en cuenta recurrir a la acupuntura, que puede ayudar a reducir la inflamación sistémica en el cuerpo de tu gatito, así como la frecuencia e intensidad con la que se presentan los episodios asmáticos.
En las prácticas veterinarias convencionales hay una variedad de medicamentos que se utilizan para tratar el asma felina, incluyendo los broncodilatadores y los inhaladores de esteroides especiales (más recomendables que los esteroides por vía oral). Los veterinarios a menudo comienzan con uno o varios de esos medicamentos para controlar un caso grave de asma felina. Si tu gato toma medicamentos para controlar el asma, te sugiero que acudas con un veterinario integral para reducir su dosis o que la deje por completo en la medida de lo posible.
Algunos gatitos con enfermedades respiratorias se pueden tratar sin medicamentos; sin embargo, por desgracia, aquellos que tienen síntomas de asma mortales requieren medicamentos para reducir la intensidad de los ataques y mantenerlos con vida.
Cómo mejorar el entorno de un gato con asma
Evita fumar cerca de tu mascota y no permitas que otros lo hagan. El humo pasivo es un desencadenante del asma para los gatos sensibles, y también se ha relacionado con ciertos tipos de cáncer en gatos. |
Evita encender tu chimenea, ya que el humo se deposita en las áreas bajas de tu hogar, que es donde tu gato se relaja. |
Reduce o elimina todos los sprays domésticos, incluyendo todo lo que esté en aerosol. Asegúrate de que tu gatito no esté en la habitación cuando uses un spray. |
Elimina los complementos perfumados, velas, incienso, popurrí caliente o cualquier cosa que desprenda un aroma. Los productos que despiden un aroma fuerte también pueden ser un desencadenante para gatos y personas sensibles. |
Reemplaza los limpiadores domésticos químicos por algunos productos que no sean tóxicos. |
Cambia la arena para gatos de manera gradual por una sin aroma y con poco polvo. Mezcla la nueva arena con la arena a la que está acostumbrado tu gato y elimina de forma gradual la vieja. Además, nunca uses cloro para desinfectar la caja, en especial si tiene tapa. Usa solo jabón para platos o vinagre y después enjuaga con agua tibia. |
Si tienes problemas de plagas, utiliza un repelente totalmente natural y seguro para controlar las pulgas y las garrapatas. |
Invierte en un purificador de aire para habitaciones (además de una opción para toda la casa) y reemplaza sus filtros de aire HVAC de forma regular. |
Si tu gato tiene sobrepeso, ayúdalo a conseguir un peso saludable poco a poco. La obesidad hace que los pulmones trabajen mucho más. |
Asegúrate de que la rutina diaria de tu gato sea consistente. Los gatitos no se adaptan a los cambios en su entorno con facilidad y cualquier tipo de estrés podría desencadenar un episodio de asma. |
Proporciónale una alimentación nutricionalmente óptima, apropiada para su especie y a base de alimentos frescos. El asma es causada por la inflamación de las vías respiratorias en los pulmones, y los alimentos proinflamatorios como los carbohidratos pueden empeorar cualquier condición inflamatoria en el cuerpo. Recomiendo evitar cualquier alimento que contenga maíz, trigo, arroz o mijo en la dieta de tu gatito. Evita los granos y almidones por completo. Elije alimentos sin colorantes sintéticos. |
Considera cambiar poco a poco la alimentación de tu gato a una que incluya alimentos crudos y una fuente de proteínas nueva o novedosa. Si el asma de tu mascota es una manifestación respiratoria de una respuesta alérgica sistémica, puedes marcar una gran diferencia con solo evitar que coma aves o mariscos. |
Si te esfuerzas por erradicar los posibles desencadenantes del asma, te ocupas del entorno de tu gatito (lo que incluye su alimentación) y acudes a un veterinario integral para crear un protocolo de curación natural, es posible reducir la frecuencia y gravedad de los síntomas, así como la cantidad de medicamentos que requiere tu mascota.