El diagnóstico temprano es fundamental para ayudar a los perros con enfermedad cardíaca

miocardiopatia arritmogenica del ventriculo derecho en perros

Historia en Breve

  • La miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (MAVD), que también se conoce como miocardiopatía del bóxer, es una enfermedad genética que afecta a los perros de esa raza
  • Los perros que padecen esta afección sufren de arritmias cardíacas, las cuales tienen el potencial de ocasionar insuficiencia cardíaca congestiva, colapsos nerviosos, desmayos y muerte súbita; sin embargo, los síntomas suelen presentarse después de los 6 años de edad
  • Algunos investigadores del Atlantic Veterinary College en Canadá están a cargo de un estudio en el que planean recurrir al ejercicio para identificar arritmias en 50 perros de raza bóxer, lo que puede ser de gran ayuda para diagnosticar esta enfermedad cardíaca a una edad más temprana
  • Es posible identificar la MAVD con una prueba genética; sin embargo, tener dicha mutación no asegura que se desarrollará una enfermedad cardíaca grave o que esta miocardiopatía provocará la muerte

La miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (MAVD), que también se conoce como miocardiopatía del bóxer, es una enfermedad genética que afecta a los perros de esa raza y de algunas otras en menor medida. Se estima que el 40% de los perros de raza bóxer tienen la mutación genética correspondiente, la cual implica una supresión del gen de la estriatina.

Los perros que padecen esta afección sufren de arritmias cardíacas, las cuales tienen el potencial de ocasionar insuficiencia cardíaca congestiva, colapsos nerviosos, desmayos y muerte súbita. Por lo general, los síntomas se presentan después de los 6 años, aunque también se han reportado casos de perros menores o mayores de dicha edad.

El diagnóstico temprano de los perros que padecen MAVD brinda la posibilidad de que se les proporcione un tratamiento oportuno y que se lleven a cabo los cambios pertinentes para que tenga mejor calidad de vida, aunque, no existe una prueba que permita diagnosticar esta afección en todos los perros. Algunos investigadores del Atlantic Veterinary College en Canadá tienen la intención de cambiar esa situación, por lo que están realizando un estudio que les permita diagnosticar esta enfermedad cardíaca.

Es posible detectar la MAVD a una edad más temprana gracias a las pruebas de esfuerzo

Los investigadores están dirigiendo un estudio cuyo objetivo es identificar arritmias en 50 perros de raza bóxer al someterlos a ejercicio físico. En apariencia, los perros que participarán en el estudio no presentan anomalías cardíacas ni síntomas de alguna afección y permanecerán en la facultad de veterinaria donde se someterán a diversas pruebas de esfuerzo y electrocardiogramas (ECG). El Dr. Deepmala Agarwal, uno de los investigadores del estudio, explicó lo siguiente en un comunicado de prensa:

"En esta investigación, en la que participo como residente de cardiología, estamos intentando desarrollar pruebas nuevas, sobre todo una que pueda ayudarnos a identificar esta enfermedad más temprano...

La presencia de cambios en la actividad eléctrica del corazón es una de las formas en las que esta afección suele manifestarse y eso es algo que se puede observar en un electrocardiograma, pero, el problema con esta enfermedad es que los cambios visibles en los ECG de los perros que la padecen pueden ser transitorios o intermitentes".

Para solucionar este problema, se le colocará un monitor de eventos cardíacos y se les hará correr para subir y bajar escaleras durante un lapso de tres minutos. "La idea es confirmar si el ejercicio permite exponer esas arritmias mientras los pacientes están en el hospital", aseguró Agarwal. Asimismo, los perros usarán un dispositivo de monitoreo en casa durante 24 horas para supervisar su actividad cardíaca fuera del laboratorio.

En función de los resultados, Agarwal mencionó, "creo que, en el caso de la mayoría de la mayoría de los perros, daremos a conocer si es recomendable que los crucen, si necesitan restricción de ejercicio o algún medicamento".

Las pruebas genéticas también pueden revelar la mutación característica de la MAVD

La Dra. Kathryn Meurs, cardióloga veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU, por sus siglas en inglés), descubrió en 2011 una mutación genética en los perros de raza bóxer, la cual ocasiona la MAVD. Meurs también participó en el desarrollo de nuevas pruebas para detectar la predisposición de los perros bóxer a diversas enfermedades cardíacas y recomienda que los veterinarios realicen las pruebas a los bóxer de raza pura en su consultorio, de preferencia cuando aún son cachorros.

Según la NCSU, los investigadores identificaron una supresión genética para un gen que mantiene unidas a las células cardíacas y afirmó lo siguiente: "esto es muy similar a lo que se conoce respecto a la enfermedad en los seres humanos y gran parte de esa información puede aplicarse al caso de los perros".

Existen ocho genes que se vinculan a la MAVD en los humanos y que tienen 141 mutaciones distintas, por lo tanto, cabe la posibilidad de que existan múltiples mutaciones en los perros bóxer que también tienen el potencial de desencadenar esta enfermedad en algunos perros. De igual forma, es de vital importancia tener presente que, si un perro tiene dicha mutación genética, esto no implica que mostrará síntomas de la enfermedad. La NCSU explicó lo siguiente:

"La MAVD es una enfermedad de penetrancia variable, lo que significa que algunos perros con la mutación genética no mostrarán signos de la enfermedad hasta que sean mayores y que otros nunca lo harán.

Existen varios casos de gemelos idénticos que tienen la mutación genética y solo uno de ellos desarrolla una enfermedad cardíaca grave. Esto sugiere que, aunque la mutación afecta el corazón, es posible que se requieran otros factores genéticos o ambientales para que la enfermedad se desarrolle de forma grave".

Una vez más, los investigadores hacen hincapié en que la genética canina es un campo reciente y que los perros que dan positivo a la mutación de la MAVD probablemente no desarrollen enfermedad cardíaca grave ni tampoco morirán de MAVD. Incluso con la mutación, es probable que algunos perros padezcan un caso leve de MAVD y esto no les impide tener una excelente calidad de vida.

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¿Cuál es el tratamiento para la MAVD?

Los veterinarios de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, tuvieron éxito al someter a un perro bóxer con MAVD al mismo procedimiento de alta tecnología que se usa para tratar los latidos cardíacos irregulares en humanos. Sophie, una perrita que no había sufrido ninguna intervención quirúrgica, se sometió a un procedimiento de ablación cardíaca que ya está disponible para perros en Italia, Ohio y Filadelfia.

A pesar de lo anterior, es común que se receten medicamentos como los bloqueadores de los canales de sodio y betabloqueadores para tratar los síntomas de la MAVD y es posible que se recomiende el uso de un monitor Holter durante las 24 horas para supervisar la progresión de la enfermedad. Sin importar el riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva y muerte repentina, muchos perros con MAVD viven una vida larga.

Bríndale a tu perro una dieta a base alimentos frescos, completa en nutrientes y apropiada para su especie que le permita gozar de una buena salud cardíaca. Las terapias alternativas que pueden apoyar la función cardíaca incluyen hierbas como las bayas de espino (Hawthorne) y la cayena, así como suplementos que incluyen acetil L-carnitina, aminoácido taurina, arginina, D-ribosa, ácidos grasos omega-3 y ubiquinol.

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