Los 3 tipos de neumonía que afectan a perros y gatos

neumonia en perros y gatos

Historia en Breve

  • Los gatos y los perros (casi siempre) pueden desarrollar neumonía de tres tipos diferentes: bacteriana, por hongos y por aspiración (inhalación)
  • La neumonía bacteriana es causada por una variedad de patógenos; los síntomas incluyen tos, fiebre y dificultad para respirar
  • La neumonía por hongos describe una infección pulmonar profunda que puede ser causada por varios hongos diferentes; los síntomas incluyen pérdida de apetito, de peso, fiebre y tos
  • La neumonía por aspiración es mortal y es el resultado de inhalar una sustancia extraña; los síntomas incluyen dificultad para respirar, para tragar y tos

Al igual que los humanos, los perros y gatos también desarrollan neumonía. Existen tres tipos que por lo general afectan a las mascotas: neumonía bacteriana, por hongos y por aspiración.

Neumonía bacteriana

La inflamación que se observa en la neumonía bacteriana se caracteriza por células y líquido que se acumula en los pulmones, las vías respiratorias y los alvéolos (pequeñas estructuras en forma de globo en el sistema respiratorio). La causa de la infección y la inflamación son las bacterias patógenas. La neumonía bacteriana es más frecuente en perros que en gatos, en especial perros deportistas, sabuesos y perros grandes de razas mixtas.

Ningún tipo de patógeno es responsable de la neumonía bacteriana, aunque existen algunos organismos que se observan con más frecuencia que otros tanto en perros como en gatos. En los perros, la bordetella bronchiseptica (tos de perrera) y el Streptococcus zooepidemicus suelen ser los culpables. En los gatos, la Bordetella bronchiseptica, Pasteurella y Moraxella son las que más se cultivan. Pero existen otros organismos, incluyendo las bacterias anaeróbicas que también pueden causar infecciones.

Las condiciones que parecen predisponer a algunas mascotas a la neumonía bacteriana incluyen una infección viral preexistente, problemas para tragar, regurgitación y trastornos metabólicos. Los síntomas de la neumonía bacteriana incluyen:

Tos

Letargo

Fiebre

Secreción nasal

Dificultades para respirar (incluyendo la respiración acelerada)

Deshidratación

Pérdida de apetito y de peso

Intolerancia al ejercicio

Cuando tu veterinario escucha los pulmones de tu mascota con un estetoscopio, es posible que escuche sonidos respiratorios anormales conocidos como crepitaciones (sonidos cortos, chasquidos), así como algunos silbidos o sibilancias.

Si sospecha que tiene neumonía bacteriana, podría realizar un lavado transtraqueal para obtener material del revestimiento de la tráquea, incluyendo la citología y una prueba de cultivo y sensibilidad. También se podrían solicitar radiografías del tórax y los pulmones junto con un análisis de sangre para detectar una infección sistémica.

En casos confirmados de neumonía bacteriana será necesaria la terapia antimicrobiana. Los medicamentos adecuados se pueden seleccionar a partir de los resultados de los cultivos bacterianos. Si hay otros síntomas como pérdida de apetito, también será necesario tratarlos. Las mascotas que presentan dificultad para respirar podrían necesitar oxigenoterapia. En ocasiones, también se prescriben líquidos por vía intravenosa (IV) para tratar o prevenir la deshidratación.

Mientras tu mascota se recupera necesitará descansar lo suficiente, pero deberás asegurarte de que no se acueste en una posición demasiado tiempo para evitar que se acumule el líquido solo en un lado de los pulmones. Debes ayudarlo a que cambie de posición con frecuencia mientras descansa. El ejercicio debe limitarse a fisioterapia y actividades para ayudar a despejar los pulmones y las vías respiratorias.

Durante el período de recuperación, recomiendo terapias de apoyo, que incluyen antioxidantes, en específico vitamina C y N-acetilcisteína, así como probióticos.

La mayoría de las mascotas se recuperan por completo de la neumonía bacteriana cuando se tratan de manera oportuna y adecuada. Casi todas las muertes por neumonía son el resultado de complicaciones secundarias, incluyendo la hipoxemia (niveles muy bajos de oxígeno en la sangre) y la sepsis, que ocurre cuando una infección pulmonar se propaga por todo el cuerpo.

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Neumonía por hongos

La neumonía por hongos es un problema muy diferente de la neumonía bacteriana. Esta infección pulmonar es el resultado de una infección por hongos grave, a veces llamada infección micótica. La inflamación causada por este tipo de infección se puede desarrollar en los tejidos intersticiales, los vasos linfáticos o en los tejidos peribronquiales de los pulmones.

Al igual que la neumonía bacteriana, la neumonía por hongos es más frecuente en perros que en gatos. Algunas razas son más susceptibles que otras, por ejemplo, el pastor alemán. Los perros machos tienen de dos a cuatro veces más probabilidades de adquirir este tipo de neumonía que las hembras.

Existen diferentes tipos de hongos que pueden causar infecciones fúngicas pulmonares, incluyendo Blastomyces, Histoplasma y Aspergillus. La exposición a hongos que causan infecciones puede ocurrir a través del contacto con materia orgánica como excrementos de pájaros o heces. El método de infección depende del tipo de hongo. Por ejemplo, algunos hongos ingresan al cuerpo través de la boca, mientras que otros ingresan por la cavidad nasal. Los síntomas de la neumonía por hongos incluyen:

Pérdida de apetito

Tos

Pérdida de peso

Dificultad para respirar

Fiebre

Problemas oculares

Ojos llorosos o secreción nasal

Cojera

Tu veterinario también podría escuchar ruidos pulmonares anormales durante el examen físico, pero de manera extraña a una infección por hongos a veces se presenta primero como un problema en los ojos o la piel.

La única forma de diagnosticar la neumonía por hongos es analizar el líquido que se recolecta en un lavado transtraqueal. Si existen lesiones cutáneas presentes, realizar una aspiración con aguja fina, una lumpectomía o una biopsia de un ganglio linfático agrandado también puede contribuir al diagnóstico de infección por hongos. Otras pruebas que es posible que tu veterinario realice incluyen un análisis de orina, radiografías del tórax y los pulmones, un ensayo de PCR para hongos y una ecografía abdominal.

Por desgracia, muchos perros y un porcentaje aún mayor de gatos no responden a los medicamentos para la neumonía por hongos. Además, el tratamiento es muy caro y puede durar de dos a seis meses o, a veces más. El tratamiento exacto depende del tipo de hongo que haya causado la infección.

Debido a que la neumonía por hongos se puede desarrollar por los perros que husmean en el lugar y el momento equivocado e inhalan una gran cantidad de hongos del medioambiente, evitar que escarben en los desechos orgánicos puede ayudar a reducir el riesgo de contraer infecciones por hongos.

Neumonía por aspiración

La neumonía por aspiración, también llamada neumonía por inhalación, se caracteriza por pulmones inflamados e infectados a causa de la inhalación (aspiración) de sustancias, que incluyen vómitos, alimentos, cuerpos extraños y ácido gástrico regurgitado. La gravedad de la afección depende del material que haya inhalado, de las bacterias presentes y de la distribución del material en los pulmones.

Al igual que las otras dos formas de neumonía que mencionamos antes, la neumonía por aspiración también es más común en perros que en gatos. Los cachorros recién nacidos corren un mayor riesgo, en especial si se alimentan con biberón o tienen paladar hendido. Los perros que se alimentan a la fuerza también corren un mayor riesgo.

La neumonía por aspiración puede ser el resultado de trastornos que afectan el sistema respiratorio de un animal o aumentan el riesgo de aspiración, incluyendo cualquier enfermedad de la faringe o laringe (que es la parte posterior de la garganta), esófago, estómago o los intestinos.

Estas enfermedades pueden incluir parálisis laríngea, reflujo gastroesofágico (también llamado ERGE), megaesófago, tumores, parálisis del mecanismo complejo de deglución, esofagitis (un nombre elegante para la inflamación del esófago), absorción de salida pilórica (es decir, el estómago no se vacía de forma correcta), o trauma.

Vomitar no es lo que causa la neumonía por aspiración. La verdadera causa es la extracción de contenidos del estómago que luego se inhalan. Inhalar cualquier cosa regurgitada puede causar problemas.

Inducir a la anestesia general también es un causante de este tipo de neumonía. Por lo general, para prevenir la neumonía por aspiración se coloca un tubo traqueal. Pero a veces las mascotas pueden tener reflujo antes o después de que se coloque el tubo. Y por desgracia algunos veterinarios realizan cirugías sin tubos traqueales, lo que incrementa demasiado los riesgos.

Otros causantes pueden ser la inhalación de humo, aceite mineral, queroseno, gasolina o cualquier otra sustancia cáustica. Los trastornos que causan un estado de conciencia alterado, como los trastornos convulsivos, también pueden elevar la probabilidad. Los vómitos crónicos también pueden poner a un perro en mayor en riesgo de desarrollar neumonía por aspiración.

Lo creas o no, una causa muy común de neumonía por aspiración es la mala administración de un medicamento líquido, ya sea directo (un tubo del estómago que pasa por la parte posterior de la garganta) o por una jeringa dosificadora. Cualquier líquido que se administre con una jeringa, ya sea medicamento o comida, no se debe administrar más rápido de lo que el animal puede tragar para prevenir la posibilidad de neumonía por aspiración. Los síntomas de la neumonía por aspiración incluyen:

Dificultad para respirar

Mayor frecuencia cardíaca

Dificultad para tragar

Intolerancia al ejercicio

Tos

Vómito

Fiebre

Regurgitación

Secreción nasal

Pérdida de apetito

Respiración rápida

Letargo

El diagnóstico de neumonía por aspiración se realiza por medio de un examen físico completo por un veterinario. Tu veterinario realizará una palpación abdominal, radiografías de tórax, un hemograma y un perfil químico completo. Además, podría extraer líquido de los pulmones para verificar la presencia de bacterias a través de cultivos y pruebas de sensibilidad, así como por citología.

La neumonía por aspiración es una afección mortal y podría requerir una estancia de varios días en cuidados intensivos. Si es posible, la aspiración de las vías respiratorias se debe realizar de inmediato, justo después de que la mascota inhaló materias extrañas. Si presenta dificultad para respirar, se le administrará oxígeno. Si hay deshidratación o shock, esos síntomas se tratarán con un goteo por vía intravenosa.

Hasta que se haga un diagnóstico, la mascota no debe recibir nada por vía oral, en especial cuando se trata de casos agudos de neumonía por aspiración. Se requerirá descanso, a menudo en una jaula en un ambiente muy tranquilo y sin estrés, pero es importante que el perro o el gato estén supervisados. Una mascota con neumonía por aspiración no debe recostarse de lado durante más de dos horas seguidas.

Si la recuperación es lenta, como en el caso de la parálisis del esófago, es posible que la atención médica sea necesaria durante varias semanas. Una vez que el paciente esté estable, el ejercicio leve puede estimular la expectoración o la tos para ayudar a despejar las vías respiratorias. Cualquier causa subyacente de aspiración se debe identificar y resolver, si es posible.

Por desgracia, cuando una mascota ya sufrió un caso grave de neumonía por aspiración tiene un mal pronóstico, incluso con tratamiento. Por lo tanto, es urgente concentrarse en evitar que suceda el problema y consultar a un veterinario de inmediato si crees que tu mascota pudo haber aspirado algo.

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