Atención: el 100 % de las etiquetas de alimentos para mascotas no coinciden con el contenido

alimentos adulterados para mascotas

Historia en Breve

  • Hace poco, se publicó un estudio acerca de la adulteración de alimentos para mascota, el cual sugiere que, aunque es probable que la contaminación por mercurio no sea un problema significativo, el etiquetado incorrecto de los ingredientes sí lo es
  • Solo dos muestras de alimentos para mascotas contenían niveles de mercurio más altos de lo que se recomienda, según los análisis; sin embargo, es importante tener presente que, hasta hoy, no se ha establecido ninguna regulación que garantice que la concentración de mercurio en los alimentos sea segura para las mascotas
  • Los investigadores del estudio utilizaron la secuenciación del ADN para identificar los ingredientes en las muestras de alimentos y descubrieron que todas las muestras reflejaban alguna falta de correspondencia entre los ingredientes que se mostraban en la etiqueta y los ingredientes reales
  • Como consumidor, tienes derecho a preguntarle al fabricante del alimento que le das a tu mascota acerca de la manera y la frecuencia con la que se verifica la autenticidad de sus ingredientes
  • Si has perdido la confianza en los productores de alimentos ultraprocesados para mascotas, hay algunas medidas que puedes tomar para mejorar la alimentación de tu amigo peludo y ayudar a combatir las prácticas engañosas de la industria

Si visitas este sitio con frecuencia desde hace varios años, ya debes saber que uno de los temas que he discutido en diversas ocasiones es el de los alimentos comerciales para mascotas que se han adulterado. Aunque el problema ya se ha extendido, ha existido desde hace mucho tiempo y se ha documentado muy bien, la FDA ha hecho muy poco para abordarlo, por no decir que no ha tomado acción.

Hace unos meses, se publicaron los resultados de un nuevo estudio sobre la adulteración de alimentos para mascotas en la revista Science of The Total Environment. Supe acerca de este estudio gracias a mi colega y amigo, el Dr. Jean Dodds de Hemopet y NutriScan.

El Dr. Dodds cree que gracias al “determinado y dedicado equipo de investigación” que llevó a cabo el estudio y publicó los resultados, “el mundo descubrió cuán aterradora es la adulteración de alimentos para mascotas y lo mucho que se ha extendido. Ya sabíamos que no era nada bueno, pero no nos habíamos percatado de la magnitud del problema".

El Dr. Dodds también destaca algunos aspectos que le parecen singulares en este estudio, tales como su alcance (tal vez sea el estudio de alimentos para mascotas más amplio de su tipo, si no es que uno de los más importantes), su financiación colectiva (que se obtuvo gracias a diversos colaboradores y ninguno provino la industria de alimentos o del gobierno), entre otros factores.

¿Qué cantidad de mercurio en los alimentos es "segura" para las mascotas?

Para este estudio, los investigadores de la Universidad de Nevada en Reno analizaron 127 marcas de alimentos y premios para mascotas con el fin de descubrir sus niveles de mercurio y de metilmercurio, el cual es aún más tóxico. El mercurio es una neurotoxina muy potente que puede existir en diversas formas químicas: las orgánicas, como el metilmercurio, son las más tóxicas, sobre todo para los gatos.

"Garantizar que los alimentos para mascotas tengan concentraciones bajas de Hg (mercurio) podría hacer que los perros y gatos desarrollen menos problemas de salud relacionados con la toxicidad y el envenenamiento por el mismo, tales como la ataxia, pérdida del equilibrio, convulsiones y muerte", escriben los coautores del estudio.

“Por desgracia, esto se vuelve más complicado debido a que, hasta hoy, no se ha establecido ninguna regulación que garantice que la concentración de mercurio en los alimentos sea segura para las mascotas. Se han propuesto diversos límites máximos permisibles (LMP) para gatos y perros que, según la fuente en que se consulten, se encuentran entre 67 y 500 partes por mil millones (ppb), cuando los valores que se reportan con mayor frecuencia son de ≤100 ppb".

Los investigadores encontraron concentraciones de mercurio por debajo de los niveles que se recomiendan en la mayoría de los alimentos que analizaron.

Sarrah Dunham-Cheatham, profesora asistente de investigación en la universidad y autora principal del artículo, dijo lo siguiente para la publicación en línea de UNR Nevada Today: "solo dos de nuestras muestras tenían concentraciones de mercurio que rebasaban los niveles máximos permisibles, de acuerdo con el Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos.

Las dos muestras siguientes, por sus altas concentraciones, fueron croquetas para perros de una empresa que se encuentra bajo demanda debido a que las concentraciones de metales tóxicos en sus alimentos son muy altas. Entre los productos que analizamos, los 10 que contenían niveles más altos fueron seis alimentos para gatos (tres húmedos y tres secos) y cuatro para perros (secos)".

Los coautores también comentaron a Nevada Today que mientras no se establezca un límite para el mercurio y el metilmercurio (así como para otros contaminantes), la industria de alimentos para mascotas tiene la libertad para seguir produciendo y vendiendo comida que ponga en riesgo la salud de los animales de compañía. Señalaron que es necesario realizar más estudios para establecer los niveles seguros de "consumo crónico" de mercurio para diversas especies de mascotas.

"No existen estándares que regulen la cantidad de mercurio en los alimentos para mascotas, no obstante, existen diversas fuentes que han sugerido ciertos límites", aseguró Dunham-Cheatham. "Para este artículo, elegimos el límite que recomienda el Consejo Nacional de Investigación, ya que se encuentra en el punto medio del rango de límites sugeridos y es el que más se utiliza como referencia en la literatura que aborda los alimentos para mascotas".

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Los alimentos para mascotas a base de pescado contienen las concentraciones más altas de mercurio

El equipo de investigación de la UNR recurrió a un enfoque de secuenciación de ADN de última generación para identificar los ingredientes en los alimentos que analizaron y, de esta manera, determinar cuáles representaban las altas concentraciones de mercurio.

Examinaron las etiquetas de las dos muestras que contenían las concentraciones más altas y descubrieron que el atún figuraba como el primer ingrediente de ambos alimentos, seguido de otros mariscos (como salmón o cangrejo). Ningún ingrediente se identificó como la fuente principal de mercurio en ninguna de las muestras.

"Según nuestros resultados, les recomendaría a los dueños de mascotas que eviten o disminuyan la cantidad de alimentos a base de pescado, con el fin de minimizar los posibles riesgos relacionados con la exposición crónica al mercurio", comentó Dunham-Cheatham. "En caso de que una mascota sea quisquillosa y prefiera este tipo de alimentos, es necesario alternarlos o mezclarlos con otros que no sean a base de pescado".

Ciertos tipos de pescado acumulan más mercurio y otras toxinas, en especial los peces depredadores, como el atún, tiburones y pez espada, porque se localizan en la parte superior de la cadena alimentaria y consumen peces más pequeños contaminados. Gracias a una investigación anterior de la UNR, se descubrió que los alimentos para mascotas que contienen salmón y trucha también suelen tener niveles elevados de mercurio. El cuerpo de agua en el que vive un pez también podría influir en sus niveles de mercurio, otros metales pesados y contaminantes.

El 100 % de las etiquetas de los alimentos para mascotas resultaron ser 'imprecisas'

Los investigadores también analizaron el ADN para determinar si los ingredientes reales coincidían con los que se enlistaban en las etiquetas de los empaques. Los autores del estudio señalan que el ADN suele degradarse mucho en los productos alimenticios para mascotas, así que los resultados genéticos representan solo el ADN cuya calidad era tan alta como para someterse al aislamiento, reacción en cadena de la polimerasa (PCR), secuenciación y diversos filtros de control de calidad.

Tras esta exploración, el equipo sugirió que es necesario leer con detenimiento las etiquetas de los empaques, ya que muchas de ellas no son precisas.

"Nuestros resultados demostraron que cada muestra que analizamos tenía alguna imprecisión: algunas más atroces que otras. Todas ellas se destacan en el artículo", aseveró Dunham-Cheatham a Nevada Today. "Para este análisis, examinamos por lo menos 50 muestras de las 90 en las que buscamos el ADN que se necesitaba. No logramos definir cuántos alimentos tenían etiquetas imprecisas a causa de algunas limitaciones del análisis de ADN.

En cuanto a los resultados del mismo, en términos genéricos, descubrimos que muchos de los productos alimenticios para mascotas contenían ingredientes de bajo valor, como el pollo, y que estos suelen abundar incluso en los productos que aseguran contener ingredientes de alto valor como pescado y proteínas novedosas".

En un análisis, se examinaron muestras que tenían concentraciones de mercurio más altas de lo que indicaba la etiqueta del empaque, en otras palabras, se consideraba que los altos niveles de mercurio provenían de ingredientes a base de pescado, pero las etiquetas no reflejaban eso.

La etiqueta de una de estas muestras incluía carne de res, jabalí, cabra y cordero como los principales ingredientes de origen animal, pero el análisis de ADN demostró que la muestra contenía "pollo y algo de pavo en mayor proporción, y los 5 ingredientes principales eran diferentes especies de pescado" y no se identificó ninguno de los ingredientes que se mencionaron.

Otra etiqueta enumeró solo atún y salmón, mientras que el análisis de ADN demostró que el pollo, la oveja y el pavo eran los ingredientes de origen animal que tenían mayor presencia en el producto. Con respecto a los ingredientes de origen vegetal, una de las muestras no contenía ninguno de los ingredientes que se presentaban en la etiqueta, pero sí contenía soya, a pesar de que en el empaque se enfatizaba que el producto "no tenía soya".

En la etiqueta de otra muestra se incluían chícharos y garbanzos, que no se identificaron en el análisis, no obstante, sí se demostró la presencia de ADN de la familia Poaceae (maíz, trigo, cebada, avena, arroz, caña de azúcar, etc.), cuando la etiqueta indicaba que el producto no contenía maíz ni trigo. De acuerdo con el estudio:

“Estos resultados coinciden con los de Palumbo y colaboradores. (2020), que demostraron que 16 de los 18 alimentos comerciales para mascotas que se analizaron, estaban adulterados. Ambos estudios revelaron que los ingredientes de mayor valor económico (como el pescado) suelen complementarse o reemplazarse por ingredientes de menor valor (como el pollo).

Debido a esto, es preocupante que los consumidores estén pagando precios injustos por productos que presumen contener ingredientes de alto valor, cuando se trata de todo lo contrario.

La prevalencia de la adulteración en los alimentos comerciales para mascotas también es motivo de preocupación para las mascotas que sufren de alergias alimentarias, ya que podrían perder la vida. Cada vez es más común que las mascotas desarrollen este tipo de alergias y se ha informado que los ingredientes a base de carne de res, pollo, trigo y lácteos son los alérgenos alimentarios más habituales (Mueller y colaboradores., 2016).

Si un consumidor no puede confiar en que el producto no contiene ninguno de estos alérgenos, a pesar de que la etiqueta lo indique, esto significa que la vida de los animales está en riesgo y que se está perdiendo la confianza en la industria de alimentos para mascotas”.

Cómo superar esta situación

Puedes contactar al fabricante del alimento que quieres comprar para saber de qué manera y con qué frecuencia se verifica la autenticidad de sus ingredientes, en caso de que esto te preocupe debido a que tu mascota padece alguna alergia o requiere una alimentación especial para tratar su sensibilidad a los alimentos. Puedes preguntarle lo siguiente:

¿Su fábrica aplica procedimientos para analizar los peligros y puntos críticos de control y así evitar la contaminación de los productos?

¿Solicita a sus proveedores que verifiquen la fuente, el tipo y el contenido de sus granos, carnes y otras materias primas que se utilizan para fabricar sus productos?

¿Comprueba la calidad de los nuevos proveedores al examinar sus productos, exige pruebas de pureza y los somete a evaluaciones?

¿Mantiene registros del recibo y uso de cada ingrediente en sus productos?

¿Qué medidas existen para evitar la confusión de ingredientes y la contaminación cruzada? ¿Qué otros alimentos se fabrican en sus instalaciones?

¿Realizan pruebas de transparencia (como Check Your Pet Food) y puede enviarme los resultados por correo electrónico?

Qué hacer si has perdido la confianza en la empresa de alimentos para mascotas

Es normal que muchas personas exploren opciones caseras, alimentos frescos de productores más pequeños, alimentos crudos y otras alternativas, en lugar de los productos procesados de dudosa procedencia que contienen ingredientes de mala calidad y están contaminados por metales pesados, muchos de los cuales se han retirado del mercado y han ocasionado que cada vez más mascotas desarrollen problemas digestivos crónicos, alergias y enfermedades degenerativas.

Mis recomendaciones Entra a este sitio web para descubrir cómo elegir los mejores alimentos para tu mascota. Encontrarás docenas de videos y artículos para conocer mejor la nutrición de los animales de compañía y así elegir las mejores opciones para tu amigo peludo. Consulta el artículo: Truth About Pet Food 2021 List para obtener mayor información.

Si deseas contribuir para que haya cambios en las prácticas engañosas que utiliza la industria de alimentos para mascotas, lo más recomendable es que te unas a la Association for Truth in Pet Food, la cual es la única organización que se compromete a responsabilizar a la AAFCO y las agencias reguladoras. También puedes consultar esta lista para conocer las compañías que se han comprometido a la transparencia de sus ingredientes.

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