Si tienes un perro en la familia, es probable que hayas visto a tu pequeño arrastrar su trasero peludo por el suelo. La mayoría de los perros con molestias en el trasero seleccionan superficies blandas para deslizarse, es por eso que el comportamiento casi siempre ocurre en alfombras, tapetes, superficies cubiertas de tela o en el césped si sienten la necesidad mientras están al aire libre.
Por lo general, cuando un perro realiza este movimiento significa que intenta aliviar la incomodidad, comezón o la sensación de plenitud alrededor de las glándulas anales.
¿Qué son las glándulas anales?
Estos pequeños órganos son más o menos lo que te imaginas. Son sacos pequeños de forma ovalada dentro del músculo del esfínter anal que se ubican justo dentro del recto a lado del ano, en la parte lateral e inferior. Cada glándula tiene una pequeña abertura que no es visible a lo largo de la unión de la mucosa anal.
Las glándulas segregan una sustancia aceitosa con un olor muy fuerte que los humanos perciben como desagradable. Este fluido podría funcionar como un marcador territorial en la comunicación canina, ya que permite que los perros dejen información bioquímica personal para que otros perros la investiguen.
Si las heces de tu perro son de consistencia normal, el líquido aceitoso se expulsa de las glándulas anales a través de pequeños conductos hacia las heces. La naturaleza ha diseñado cosas para que las glándulas se vacíen por la presión de las heces al pasar por el recto y el ano. Por desgracia, los perros actuales a menudo tienen deposiciones blandas o evacuaciones intestinales irregulares que no ejercen suficiente presión contra las glándulas anales durante la evacuación.
El comportamiento conocido como deslizamiento o scooting es una señal de que tu mascota tiene algún problema en la parte trasera. Rara vez, el problema se origina por la presencia de tenias u otros parásitos, en cuyo caso suele haber otros síntomas como pérdida de peso, mal estado del pelaje o de la piel, abdomen distendido, dolor o diarrea.
También puedes ver segmentos de gusanos cerca del ano de tu perro, pero otros parásitos que causan picazón en el ano e irritación del recto son microscópicos y requieren un análisis de heces para un diagnóstico correcto.
El scooting puede indicar que existe un problema como algún tumor perianal, una irritación causada por diarrea o una candidiasis perineal, pero en la mayoría de los casos se trata de un problema de la glándula anal. El scooting trata de aliviar la incomodidad de las glándulas anales inflamadas, infectadas o afectadas.
Qué sucede cuando se dañan las glándulas anales
- Retención fecal. Cuando los sacos anales de un perro no funcionan, lo más común es que se deba a un problema de retención fecal. Esto ocurre cuando la sustancia aceitosa se acumula en las glándulas, se espesa y no se exprime, lo que provoca que las glándulas crezcan y se irriten.
- Infecciones. Las infecciones de las glándulas anales suelen ser de naturaleza bacteriana y causan irritación e inflamación. A medida que la infección avanza, el pus se acumula dentro de la glándula anal.
- Abscesos. Un absceso de la glándula anal es el resultado de una infección que no se trató. El absceso crecerá al grado de romperse. En estos casos extremos recomiendo infundir las glándulas anales con aceite de oliva ozonizado o sulfadiazina de plata (diluida con plata coloidal).
- Tumores. Los tumores de la glándula anal, clasificados como adenocarcinomas, suelen ser malignos. De vez en cuando, los tumores de las glándulas anales causan niveles altos de calcio en la sangre, lo que puede provocar un daño orgánico significativo, incluyendo insuficiencia renal.
Otros factores que contribuyen a los problemas de las glándulas anales pueden incluir la obesidad, caso en el que el tono muscular es insuficiente y existe un exceso de tejido graso, ciertos trastornos de la piel e infecciones. Pero en mi experiencia, las tres causas más comunes de problemas de las glándulas anales en los perros son por la alimentación que produce heces blandas, traumatismos o la ubicación de las glándulas.
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La alimentación adecuada para las glándulas anales
Los carbohidratos innecesarios que se encuentran en los alimentos comerciales para mascotas son alergénicos e inflamatorios, sobre todo para el sistema digestivo de tu perro. La última parte del tracto digestivo de tu perro es el recto, el ano y las glándulas anales, que tienden a ser excelentes indicadores de que existe una irritación que puede tener relación con los alimentos.
Si tu perro experimenta problemas recurrentes de las glándulas anales, significa que hay una inflamación sistémica presente y lo primero que debes hacer es abordar las causas de esa inflamación, y por lo general es necesario cuidar su alimentación. Elimina el exceso de alimentos inflamatorios de su alimentación, incluyendo todas las fuentes de granos y legumbres. No le proporciones ningún alimento que contenga maíz, papa, legumbres, avena, trigo, arroz ni soya.
También recomiendo solicitar una prueba NutriScan para identificar sensibilidades a los alimentos y una buena alimentación según los resultados. Cuando un perro presenta una reacción a algo en su alimentación, su cuerpo necesita dejar de comer ese alimento por un tiempo. Después de determinar sus intolerancias alimentarias, te recomiendo incluir una buena alimentación para promover la curación. Esto significa hacer un cambio a un alimento diferente y al que no tenga sensibilidad, pero que contenga ingredientes con los que su cuerpo no está familiarizado.
Por desgracia, muchos alimentos para perros que afirman contener proteínas nuevas, no las contienen. Además el etiquetado incorrecto de alimentos para mascotas es un gran problema, por lo que si planeas optar por una nueva alimentación procesada y comercial, debes comprender que es muy probable que contenga ingredientes que tratas de evitar.
El enfoque más seguro, sobre todo durante los primeros meses, son las comidas caseras que te permiten controlar todo lo que entra en la boca de tu perro. La segunda opción es un alimento fresco de grado humano y comercial que contenga una proteína poco común, y además lo produzca una empresa de confianza.
Si tu mascota tomó antibióticos, existe otro diagnóstico gastrointestinal (GI) importante, también conocido como un análisis del microbioma fecal, que determina si también presenta disbiosis y también la debas tratar.
Una razón común de los problemas repentinos de las glándulas anales es un episodio de diarrea aguda. Si no hay presión para expulsar las heces firmes, el contenido de las glándulas y las secreciones se pueden acumular muy rápido, lo que provoca que hagan scooting.
Si las heces de tu perro no están bien formadas, son blandas o acuosas, sus sacos anales no reciben la presión que necesitan para vaciarse a diario y es posible que notes que se frota contra el suelo de manera constante. La alimentación nutricionalmente óptima y específica abordará tanto la sensibilidad a los alimentos como la mala consistencia de las heces.
Agregar probióticos, fibra (por ejemplo, calabaza 100 % enlatada o polvo de olmo resbaladizo) y enzimas digestivas a la alimentación también puedes ayudarlo a producir heces más firmes. Es importante tratar un episodio de heces blandas de inmediato con estas sugerencias y proporcionar un alimento blando para corregir el desequilibrio intestinal antes de que eso cause problemas en las glándulas anales.
Si tu perro tiene episodios regulares de diarrea, debes investigar la causa lo antes posible. La razón más común por la que las mascotas tienen problemas con las heces son los problemas relacionados con su alimentación. Puedes encontrar una plática sobre las sensibilidades alimentarias y los estragos que pueden causar en tu mascota aquí.
Traumatismo de la glándula anal
Muchas lesiones en los sacos anales de los perros son causadas por peluqueros, veterinarios e incluso dueños de mascotas bien intencionados, pero sin entrenamiento. Muchos peluqueros tienen el hábito de exprimir las glándulas anales de cada perro que atienden, como parte de los "servicios incluidos", además de limpiar las orejas y recortar las uñas.
No es necesario exprimir de manera constante las glándulas anales de tu perro si no presenta ningún problema ya que puede ocasionarle daños, además de que resulta desagradable tanto para él como para los humanos así que, si llevas a tu mascota a un peluquero, asegúrate de pedirle que no lo haga. Con el tiempo, si manipulas de forma rutinaria estos pequeños sacos puedes interferir con su capacidad para funcionar de manera correcta.
Algunos veterinarios ofrecen exprimir el saco anal como parte del servicio que requiera administrar anestesia a las mascotas para realizar algún otro procedimiento. Además, muchos veterinarios exprimen las glándulas anales si el dueño menciona que su perro se frota contra el suelo de vez en cuando. Este enfoque no identifica ni trata la causa del problema y solo se enfoca en el síntoma.
Aunque no lo creas, también existen algunos dueños que creen que lo mejor es exprimir los sacos anales de su mascota de forma regular. Así como es inconcebible drenar de manera manual otras glándulas del cuerpo de tu mascota, exprimir sus glándulas anales saludables puede crear muchos problemas.
Si tu perro tiene problemas recurrentes o crónicos del saco anal, es importante que identifiques cuál es la causa en lugar de tratar el síntoma al exprimir de manera manual las glándulas. Los sacos anales son órganos delicados de tamaño reducido que se pueden lesionar con facilidad al apretarlos y pellizcarlos. Su estructura les permite funcionar de manera óptima sin requerir asistencia alguna.
El traumatismo en las glándulas causa daño e inflamación de los tejidos, lo que a su vez provoca hinchazón. Las glándulas inflamadas pueden obstruir el conducto de salida por donde se extrae el líquido. Si las secreciones bloqueadas se acumulan y se espesan en las glándulas, pueden provocar una retención fecal e infección de la glándula anal.
Qué sucede cuando la ubicación de las glándulas anales es un problema
En algunos perros, los sacos anales se encuentran dentro del recto. A medida que las heces se acumulan en el colon, la presión debe hacer que las glándulas se vacíen. Pero si las glándulas anales de un perro no están adyacentes a donde se acumula la mayor cantidad de presión en su intestino grueso, no se drenarán de manera correcta.
Esta situación podría requerir cirugía para corregirla ya que la ubicación de las glándulas está determinada por la genética.
Si tu familiar de cuatro patas tiene problemas con las glándulas anales, tu veterinario debe investigar a fondo para determinar la causa del problema en lugar tratarlo sintomáticamente al exprimir de manera manual las glándulas.
Es importante tratar de restablecer el tono y la salud de las glándulas que funcionan mal a través de varios ajustes alimenticios, remedios homeopáticos y antiinflamatorios gastrointestinales naturales. A veces, infundir de manera manual las glándulas con lubricantes naturales o preparaciones a base de hierbas puede ayudar a que vuelvan a funcionar.
El objetivo debe ser resolver la causa subyacente y devolver las glándulas anales de tu mascota a la autosuficiencia.