El invierno está azotando con fuerza y las temperaturas bajas pueden afectar a los miembros peludos de la familia igual que a las personas, sobre todo si permanecen al exterior por un período de tiempo prolongado (lo cual no debería suceder jamás). Las mascotas que permanecen al exterior en temporada de frío corren un riesgo elevado de sufrir numerosas lesiones y enfermedades, tales como hipotermia y congelación.
A continuación, encontrarás diversos pasos que pueden ayudarte a proteger a tu animal de compañía, garantizar que se mantenga abrigado y que goce de buena salud durante los próximos meses.
1. Programa un examen de bienestar. Mi recomendación es que todas las mascotas se sometan a dos exámenes de bienestar cada año, en especial si son de edad avanzada, así que es una buena idea que uno de ellos se realice en otoño o a principios del invierno para asegurarte de que tu amigo peludo goce de buena salud antes de que comience el frío. El veterinario tomará en cuenta su masa muscular, el rango de movimiento de sus articulaciones y la función de sus órganos vitales para elaborar un plan de bienestar que le permita mantenerse saludable durante los meses fríos que se avecinan.
2. Deja crecer su pelaje. Evita cortar el pelaje de tu mascota durante los meses de invierno. Mientras más largo sea, menos frío sentirá. No pases por alto que es necesario cepillar y asear a las mascotas de pelaje largo con mayor regularidad, ya que si se enreda es posible que su capacidad para regular la temperatura del cuerpo se vea afectada.
3. Bríndale un cuidado especial si es de edad avanzada, o si padece artritis o debilidad. El clima frío puede ser muy duro para las mascotas de edad avanzada y aquellas que padecen la enfermedad degenerativa de las articulaciones u otra afección crónica y debilitante.
Habla con un veterinario integral sobre la fisioterapia y otros métodos seguros y naturales para mejorar su movilidad y que se sienta más cómodo cuando haga frío. Asimismo, asegúrate de que cuente con una cama cuyos materiales no sean tóxicos (orgánica), que sea suave y gruesa, y que se encuentre en una habitación cálida donde pueda dormir en cualquier momento.
4. Ponle un abrigo si tiene pelaje corto, no tiene pelaje, es de edad avanzada o es delicada. Algunas mascotas no usarán prenda alguna, aunque sientan mucho frío. Pero, en caso de que la tuya soporte usar un suéter, esto puede ayudarla a mantenerse abrigada, sobre todo cuando se encuentre al exterior. Aun así, debes tener presente que las mascotas pierden la mayor parte de su calor corporal por las almohadillas de sus patas, orejas y tracto respiratorio, así que es limitada la calidez que puede brindarle un suéter o una chamarra.
Es evidente que tu amigo peludo siente mucho frío cuando: se queja, sufre escalofríos, luce ansioso, disminuye la velocidad o se detiene y busca un lugar cálido para excavar.
5. Asegúrate de que permanezca al interior de tu hogar. Mi recomendación es mantener a los gatos al interior de la vivienda en todo momento (a no ser que cuentes con un recinto seguro al exterior que puedan usar cuando hay buen tiempo, o que los saques a pasear con ayuda de un arnés), pero esto es fundamental durante el invierno.
Acompaña a tu perro para que haga sus necesidades o se ejercite afuera. Cuando sientas tanto frío que necesites entrar, es probable que él también lo sienta. Si pertenece a una raza grande, es posible que pueda tolerar las temperaturas bajas y la nieve mucho mejor que los de menor tamaño.
En caso de que tenga una afección como diabetes, insuficiencia renal, algún trastorno endocrino o enfermedad cardiovascular, lo más probable es que cuente con una menor capacidad para regular su propio calor corporal. Los animales que padecen alguna enfermedad crónica, al igual que los cachorros y los de mayor edad, son mucho más vulnerables al frío que los jóvenes y adultos que gozan de buena salud. Además, nunca dejes a tu mascota desatendida dentro de un automóvil cuando hace frío. La hipotermia puede ser tan mortal como el golpe de calor.
6. Solicita que revisen tu caldera de calefacción y cambia el filtro de aire. Es una buena idea revisar tu unidad de calefacción para detectar fugas de monóxido de carbono antes de que llegue el invierno. El monóxido de carbono es inodoro e invisible, pero puede causar serios problemas de salud tanto en personas como en mascotas. Es muy probable que tu mascota pase mucho más tiempo en casa que tú durante los meses de invierno, así que es más vulnerable a la intoxicación por monóxido de carbono.
Por ello, es una gran idea cambiar el filtro de aire de toda la casa dos veces al año. La mayoría de las personas se sorprenden al saber cuánto polvo, suciedad, alérgenos, polen y moho pueden acumularse en los filtros durante el verano. Los ácaros del polvo prosperan durante los meses de invierno, lo que hace que tu hogar sea un entorno propicio durante todo el año en términos de picazón en las patas y en la panza. Filtrar el aire es una forma de ayudar a reducir la carga de alérgenos en tu casa durante el invierno.
7. Mantenla a salvo de fuentes de calor que la pongan en riesgo. Si tienes una chimenea o un calefactor, espera a que tu mascota se acueste cerca para calentarse. Vigila de cerca para asegurarte de que ninguna parte de su cuerpo entre en contacto con llamas, bobinas de calentamiento u otras superficies calientes. Podría quemarse o volcar una unidad de calefacción y poner en peligro a todos en la casa sin problema.
8. Asegúrate de que su placa de identificación esté actualizada y de colocarle una correa siempre que se encuentre al exterior. La cantidad de perros que desaparecen es mucho mayor a lo largo de los meses de invierno que en cualquier otra época del año. Cuando hay nieve o hielo en el suelo, en especial durante las tormentas de nieve, es muy fácil que tu mascota se pierda, ya que no puede seguir su rastro.
La acumulación de nieve puede ocasionar que le resulte imposible saber si está en su patio delantero o parado en una calle o carretera. Cuando la nieve cubre el pelaje de los perros de color claro, se pueden confundir con el entorno y es casi imposible detectarlos.
9. Procura que haga ejercicio con regularidad. Es imperativo que te asegures de que tu mascota mantenga una buena condición física durante todo el año. No permitas que tu perro permanezca sin actividad durante todo el invierno, ya que esto implica un mayor riesgo de que sufra lesiones cuando vuelva a hacer ejercicio en la primavera. Tal vez sea todo un desafío asegurarte de que se mantenga activo, sobre todo si vives en un lugar que alberga mucho frío y humedad durante los meses de invierno. Estas son algunas ideas que puedes tomar en cuenta:
• Una piscina para perros, ya sea de hidroterapia o con agua caliente
• Un parque para perros bajo techo (también es una gran idea para los que viven en climas donde los veranos son demasiado calurosos para hacer ejercicio al aire libre)
• Entrenamiento en interiores del deporte de agilidad, rastreo o trabajo de olfateo
• Esquí de fondo
En realidad, es más fácil que los miembros felinos de la familia hagan ejercicio cuando el tiempo no es propicio. Estas son 10 formas de ayudar a tu gato a ejercitarse.
10. Aséala después de sacarla a pasear. Cuando las mascotas salen durante los meses de invierno, pueden recoger sal de roca, hielo, anticongelante y otros productos químicos y tóxicos en sus almohadillas. Para evitar que consuma toxinas o que sus patas se agrieten, limpia bien cada parte de sus extremidades después de un paseo por la nieve o el hielo, lo cual incluye la parte inferior.
También revisa las patas para detectar signos de lesiones o sangrado al caminar sobre superficies congeladas o cubiertas de nieve.
11. Ten cuidado con los cuerpos de agua que estén cerca. Si vives cerca de un estanque, lago u otra fuente de agua en el interior que tiende a congelarse durante el clima frío, ten mucho cuidado cuando dejes a tu mascota sin correa. Los animales pueden caerse en el hielo con facilidad y es muy difícil que logren salir por su cuenta o que una persona los rescate.
12. Mantente alerta en caso de que haya algún gato de exterior en los alrededores. Lo ideal es que tu gato permanezca al interior de la casa pero, aunque sea así, tal vez no sea el caso del felino de tus vecinos o quizá haya gatos callejeros o salvajes en la zona. A veces, los gatitos que se quedan afuera cuando la temperatura es baja se refugian debajo de los autos o en los huecos de las llantas.
Arrancar o mover el vehículo puede lastimar o incluso matar a un gato que se está refugiando ahí. Durante los meses de invierno, es una buena idea golpear el cofre del automóvil antes de arrancar para que el ruido sirva como advertencia en caso de que haya un gato dentro o alrededor de tu vehículo.